SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.22 issue4Derrame pericárdico severo como primera manifestación de un carcinoma tímicoAbsceso subfrénico izquierdo primario por Streptococcus intermedius author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

My SciELO

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Anales de Medicina Interna

Print version ISSN 0212-7199

An. Med. Interna (Madrid) vol.22 n.4  Apr. 2005

 

Cartas al Director

Infección nosohusial por Pseudomonas putida


Sr. Director:

Graham (1-3) definió la infección nosohusial como aquella adquirida por un paciente en el ámbito extrahospitalario relacionada con los tratamientos, generalmente antibióticos intravenosos, administrados en el domicilio. Su idea era la de definir un tipo de infección con similitudes y a al vez diferencias con la infección nosocomial. El término derivaría de la raíz griega vóδoζ (nosos) o enfermedad y de la palabra husdel inglés antiguo, y del que deriva el término "house", casa. Otros autores han denominado a estas infecciones nosodomiales, utilizando la raíz griega y la latina domus, aunque en las escasas referencias existentes en la literatura médica, ninguna en nuestro país en nuestro conocimiento, se utiliza el término de infección nosohusial (4,5).

P. putidaes un bacilo gram negativo, aerobio que se puede aislar tanto en el suelo como en el agua o como espécimen clínico y que en ocasiones se comporta como patógeno oportunista.

Presentamos el caso de un varón de 50 años con antecedente de traumatismo con fractura abierta de tibia y peroné de pierna izquierda en 1982 y diagnosticado en la actualidad de osteomielitis de tibia izquierda, motivo de su ingreso hospitalario. Tras realizar tratamiento con una limpieza quirúrgica, donde se recogieron muestras para cultivo en las que se aisló S. aureussensible a la cloxacilina, se inició antibioterapia endovenosa con cloxacilina 12 g/d más gentamicina 240 mg/d, presentando el paciente evolución favorable. Por ello se decidió trasladar el paciente a la Unidad de Hospitalización a Domicilio, tras acceder a una vía venosa central en subclavia derecha, para completar el tratamiento antibiótico parenteral en su domicilio. A las tres semanas de estancia en el domicilio el paciente presentó de manera brusca un episodio de tiritona y fiebre elevada (38,5 ºC), sin focalidad. Se decidió inicialmente mantener el catéter, no había signos locales de infección, y se tomaron diversas muestras para cultivo pero, tras recibir el informe de microbiología del crecimiento de un BGN en el hemocultivo tomado a través del catéter venoso central, 48 h más tarde se retiró el catéter venoso central y se envió la punta para cultivo. Ambas muestras fueron finalmente informadas como positivas para Pseudomonas putida(sistema api 20 NE de BioMerieux S.A.). Los cultivos de las conexiones y del contenido de la bolsa de infusión, que contenía la cloxacilina, fueron negativos. Con el juicio clínico de bacteriemia relacionada con catéter venoso central se inició un ciclo antibiótico según resultado del antibiograma con la asociación de tobramicina 300 mg/d endovenosa y ciprofloxacino oral 750 mg/12 h, con evolución favorable, sin requerir de ingreso hospitalario.

Según aumenta el número de pacientes tratados en sus domicilios con antibióticos parenterales y con accesos venosos centrales o periféricos, aumentan las posibilidades de aparición de complicaciones derivadas de su utilización, siendo las infecciones de catéter, como en el hospital aunque en menor medida (5), uno de los mayores problemas. Los pacientes se van asemejando más a los ingresados en los hospitales tanto en su situación general como en los medios utilizados en su tratamiento aunque con las diferencia de ser el "único paciente ingresado en ese lugar" y por ello minimizar el riesgo de infección o colonización a otro o de otro. Estas infecciones nosohusiales o nosodomiales (pensamos que este término es más correcto) aparecen entre un 1-2% (6) de los pacientes, según un registro internacional de casos de tratamientos antibióticos parenterales extrahospitalarios y aun hoy son poco conocidas y estudiadas. A pesar de ello su proporción se estima inferior al de las infecciones nosocomiales (6). En cualquier caso hay que tener en cuenta que con los tratamientos realizados actualmente en los domicilios, antibióticos parenterales, nutriciones parenterales, hemodiálisis ambulatoria, etc., es esperable que cambie el espectro de patógenos que infecte al "paciente de la comunidad" con las consiguientes implicaciones diagnósticas y terapéuticas, como ya han sugerido algunos autores (7). En el caso presentado, el paciente fue diagnosticado de una bacteriemia relacionada con el catéter, vía central, por un microorganismo poco común P. putida. Este microorganismo ha sido involucrada en bacteriemias en neonatos (8), y en una serie de 55 casos (9) en infecciones del tracto urinario, neumonía, sepsis, infección de herida, meningitis y peritonitis pero sigue siendo considerado como un patógeno raro. Aunque la infección apareció en la tercera semana tras el alta hospitalaria, no creemos que el origen de la misma fuera hospitalario, de forma anecdótica, el pasado año, el Ministerio de Sanidad y Consumo ordenó la retirada del mercado de determinados lotes de jabón líquido, de una conocida marca comercial, al haberse detectado contaminación bacteriana de este producto por P. putiday P. fluorescens. Aunque nuestro paciente no había utilizado dicho jabón, no podemos descartar que el microorganismo pueda encontrarse en el ámbito doméstico.

Con esta comunicación pretendemos alertar sobre la existencia de las infecciones nosodomiales o nosohusiales y hacer hincapié en la necesidad de controles estrictos en los pacientes sometidos a tratamientos endovenosos en los domicilios.

M. A. Goenaga Sánchez, M. Millet Sampedro, J. A. Carrera Macazaga, C. Garde Orbáiz

Unidad de Hospitalización a Domicilio. Hospital Donostia. San Sebastián. Guipúzcoa

 

1. Graham DR, Keldermans MM, Klemm LW, Semenza NJ, Shafer ML. Infectious complications among patients receiving home intravenous therapy with peripheral, central or peripherally placed central venous catheters. Am J Med 1991; 91 (3B): 95S-100S.

2. Graham DR. Nosohusial infections: complications of home infusion therapy. Infect Dis Clin Pract 1993; 2: 158-161.

3. Graham, DR. Nosohusial infections: a decade of surveillance for complications of home intravenous therapy. Infect Control Hosp Epidemiol 2000; 21(2): 152.

4. Tice AD. Handbook of outpatient parenteral therapy for infectious diseases. 1st Ed. New York: Scientific American, INC, 1997.

5. Tokars JI, Cookson ST, McArthur MA, Boyer CL, McGeer AJ. Jarvis WR. Prospective evaluation of risk factors for bloodstream infection in patients receiving home infusion therapy. Ann Intern Med 1999; 131: 340-7.

6. Tice AD, Nolet BR. Update on Outpatient Parenteral Antimicrobial Therapy. Home Health Care Consultant 2001; 8: 22-29.

7. Friedman ND, Kaye KS, Stout JE, McGarry SA, Trivette SL, Briggs JP, et al. Health care-associated bloodstream infections in adults: a reason to change the accepted definition of community-acquired infections. Ann Intern Med 2002; 137: 791-797.

8. Bouallegue O, Mzoughi R, Weill FX, Mahdhaoui N, Ben Salem Y, Sboui H, Grimont F, Grimont PA. Outbreak of pseudomonas putida bacteraemia in a neonatal intensive care unit. J Hosp Infect 2004; 57 (1): 88-91.

9. Yang CH, Young T, Peng MY, Weng MC. Clinical spectrum of Pseudomonas putida infection. J Formos Med Assoc 1996; 95 (10): 754-61.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License