INTRODUCCIÓN
El quiste odontogénico glandular (QOG) es un quiste odontogénico del desarrollo poco común de los maxilares. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) su frecuencia comprende menos del 0,5% de todos los quistes odontogénicos, no tiene predilección por sexo y se presenta con mayor frecuencia entre la 5ta y 7ma década de vida1,2.
Clínicamente, el sitio de predilección del QOG es laregión anterior de los maxilares, particularmente mandíbula, presentándose como un aumento de volumen asintomáticode expansión lenta1-5.Imagenológicamente, las características del QOG no son patognomónicas3. Puede observarse como una imagen radiolúcida unilocular o multilocular con márgenes definidos y corticalizados1,3,6.Las lesiones grandes y multiloculares pueden teneragresividad severa con una alta tasa de recidiva1-5.Las características histopatológicas del QOG se asemejan a una serie de lesiones que tienen un amplio espectro clínico-patológico, que va desde otros quistes odontogénicos,hasta neoplasias malignas,como el carcinoma mucoepidermoide central de bajo grado1-6.El diagnóstico del QOG se dificulta debido a sudiversidad e inespecificidad decaracterísticas epidemiológicas, clínicas e imagenológicas1,3-5.Además, considerando que el análisis histológico completo sólo puede confirmarse posterior a la exéresis de estas lesiones7, es importante la búsqueda de estas características que orienten a undiagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado.
La clasificación de la OMS es internacionalmente aceptada y contiene definiciones precisas para el QOG1, sin embargo, no considera variables atípicas para su correcta identificación y lamejor comprensión de su espectro clínico-patológico.El propósito de la presente revisión narrativa fue analizarlas características epidemiológicas, clínicas e imagenológicas que orienten al diagnóstico,junto condeterminar la agresividad, el tratamiento, seguimiento y recidiva de QOG reportados en la literatura reciente.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una búsqueda sistemática de artículos con casos de QOG en un rango de 10 años (2012-2022).La búsqueda se realizó el 31 de mayodel año 2022 en las bases de datosPubMed, Web ofScience y Science Direct. En PubMedse realizó la siguiente búsquedaen inglés, usandolas palabras libres: “Glandular odontogeniccyst” y “Sialo-odontogeniccyst” más la palabra MeSH: “Case Reports”, con los términos booleanos OR y AND de la siguiente manera: (“Glandular OdontogenicCyst” OR “Sialo-odontogenicCyst”) AND (“Case Reports[MeSHTerms]”). La búsqueda se adaptó para las demás bases de datos. Se programaron alertas semanales para mantenerla actualizada y los artículos nuevos se incluyeron usando la misma estrategia de selección de artículos de la búsqueda principal.
La selección de artículos se hizo en tres etapas: título, resumen y texto completo. Los criterios de inclusión de los artículos para título fueron: (I) Título disponible en inglés (II) Presencia en el título del término libre “Glandular OdontogenicCyst” o “Sialo-odontogenicCyst”. En el resumen los criterios de inclusión fueron (I) Reporte de caso clínico o serie de casos (II) En caso de revisiones narrativas que incorporabancasos clínicos de QOG, se incluyeron para usar el o los casos nuevos no reportados previamente por otros autores (III) Reportes en humanos.Los criterios de inclusión para texto completo fueron (I) Texto completo disponible en inglés o español (II) Antecedentes epidemiológicos y clínicos del caso (III) Imágenes de exámenes radiográficos convencionales bidimensionales (Radiografías panorámicas, retroalveolares y/o oclusales) y/o exámenes imagenológicos tridimensionales (Tomografía médica[TM], tomografía computarizada de haz cónico [CBCT, del inglés cone-beamcomputed tomography]) y/o resonancia magnética[RM]) diagnosticables (IV) Imágenes histológicas diagnosticablescon su descripción.Los criterios de exclusión del texto completo fueron: QOG recidivante, con alteraciones secundarias (ej. sobreinfección), con transformación maligna o intervenciones quirúrgicas previas (ej. exodoncia o endodoncia de diente adyacente a la lesión).
La revisora principal (CO), cirujano dentista cursando la especialidad en Imagenología Oral y Maxilofacial, realizó la búsqueda.Se registraron los artículos identificados en una planilla Excel (Microsoft Corporation, Redmond, WA, EE. UU.), señalando: primer autor, año de publicación, título del artículo, y nombre de revista. Se eliminó manualmente los artículos duplicados.La revisora principal evaluó los artículos en etapas de título y resumen. En caso de dudas respecto de incluir el artículo en etapas de título y resumen, se incluyó el artículo para su evaluación en la siguiente etapa.Los artículos incluidos a texto completo se evaluaron independientemente por la revisora principaly un especialista en ImagenologíaOral y Maxilofacial (CC) con más de 10 años de experiencia. En caso de desacuerdo respecto de incluir el artículo a texto completo, los revisores discutieron la decisión hasta llegar a acuerdo. El proceso de selección de artículos se representó mediante un diagrama.
La corroboración histológica del diagnóstico de las lesiones incluidas se hizo conjuntamente por dos revisores (CO y CC) y un especialista en Patología Oral y Maxilofacial (DD) con más de 10 años de experiencia, usando las características histológicas del QOG deTabla 1.
Quiste Odontogénico Glandular |
---|
Revestimiento de espesor variable con engrosamientos epiteliales, placas o proyecciones papilares |
Células columnares luminales o cuboidales bajas en la superficie (“forma de clavo”) |
Microquistes intraepiteliales o estructuras similares a conductos |
Metaplasia apocrina |
Células mucosas o claras |
Cilios |
Esta corroboración histológica se realizó usando las imágenes histológicas de cada artículo. Si no fue posible corroborar el diagnóstico, éste se determinó como aparentemente incorrecto y se excluyó. Si no se encontraba consignado el diagnóstico histológico en el artículo, la lesión fue diagnosticada por acuerdo de los revisores.Dos revisores (CO-CC) identificaron y registraron las características epidemiológicas y clínicas de los casos de QOG según la descripción, categorías y subcategorías de Tabla 2.
Si el mismo artículo tenía dos o más lesiones, éstas se analizaronpor separado. Si el artículo no relataba el tamaño, pero el examen imagenológico presentaba escala de medición, los revisores midieron el tamaño de la lesión usando esta escala. Si el artículo no relataba alguna característica clínica, se describió como “no determinado”.
Las características imagenológicas de las lesiones fueron identificadas por elespecialista en ImagenologíaOral y Maxilofacial, según las descripciones y categorías de la Tabla 3, para ser registradas por la revisora principal.
Si el artículo no relataba alguna característicaimagenológica, y no fue posible observarla en las imágenes disponibles del caso se describió como “no determinado”. El grado deagresividad imagenológica aparente se identificó con los criterios del grado de agresividad imagenológica aparente de las lesiones de los maxilares descritas en Tabla4.
Finalmente, el tratamiento, seguimiento y recidiva de las lesiones fueron identificados por el especialista en Imagenología Oral y Maxilofacial y registradas por la revisora principal, según las descripciones y categorías de la Tabla 5.
CARACTERISTICAS | DESCRIPCIÓN | CATEGORÍAS |
---|---|---|
Tratamiento | Nombre de tratamiento realizado | - Enucleation |
- Descompresión y exéresis | ||
- Resección quirurgica | ||
Seguimiento | Núniero aproximado expresado en meses | - 0 a 3 meses |
- 4 a 7 meses | ||
- 8 a 11 meses | ||
- 12 a 18 meses | ||
- 19 a 24 meses | ||
- 25 a 36 meses | ||
- Más de 36 meses | ||
- No determinado | ||
Recidiva | Reaparición de la lesión posterior a tratamiento | - Presente |
- Ausente | ||
- No determinado |
RESULTADOS
La Figura 1 muestra el diagrama del proceso de selección de los artículos. Se incluyeron 27 artículos con un total de 30 lesiones.
La frecuencia y porcentaje de características clínicas y epidemiológicas de las lesiones de QOG incluidas se muestra en Figura 2.
La frecuenciay porcentaje de las características imagenológicas de las lesiones de QOG incluidasse muestra en Tabla 6.
CARACTERÍSTICAS IMAGENOLÓGICAS | CATEGORÍAS | F | % |
---|---|---|---|
Radiodensidad | Radiolúcido/ hipodenso. | 25 | 83,3% |
Mixto predominantemente. Radiolúcido/ hipodenso. | 4 | 13,4% | |
Radiopaco/ hiperdenso. | 0 | 0% | |
Mixto predominantemente Radiopaco/ hiperdenso. | 1 | 3,3% | |
Hipointenso. | 0 | 0% | |
Hiperintenso. | 0 | 0% | |
Hipo-hiperintenso. | 0 | 0% | |
Total | 30 | 100% | |
Número de lesiones | 1 lesión. | 28 | 93,3% |
2 lesiones. | 2 | 6,7% | |
Total | 30 | 100% | |
Unilateral/ Bilateral | Unilateral. | 28 | 93.3% |
Bilateral. | 2 | 6,7% | |
Total | 30 | 100% | |
Límites | Definidos y corticalizados. | 25 | 83,3% |
Definidos. | 4 | 13,4% | |
Difiisos. | 1 | 3,3% | |
Total | 30 | 100% | |
Locularidad | Unilocular. | 23 | 76,7% |
Multilocular. | 7 | 23,3% | |
Total | 30 | 100% | |
Presencia de tabiques óseos verticales | Presente. | 8 | 26,7% |
Ausente. | 22 | 73,3% | |
Total | 30 | 100% | |
Radiolucidez/ hipodensidad periférica (lesiones mixtas) | Presente. | 1 | 3,3% |
Ausente. | 29 | 96,7% | |
Total | 30 | 100% | |
Expansión ósea | Presente. | 20 | 66,7% |
Ausente. | 6 | 20% | |
No determinado. | 4 | 13,3% | |
Total | 30 | 100% | |
Borramiento y/o infiltratión cortical | Presente. | 8 | 26,7% |
Ausente. | 22 | 73,3% | |
Total | 30 | 100% | |
Perforatión ósea | Presente. | 13 | 43,3% |
Ausente. | 13 | 43,3% | |
No determinado. | 4 | 13,4% | |
Total | 30 | 100% |
Relatión dentaria | Presente. | 27 | 90% |
Ausente. | 3 | 10% | |
Total | 30 | 100% | |
Ubicación radicular/pericoronaria | Radicular. | 21 | 70% |
Pericoronaria. | 2 | 6,7% | |
Radicular y pericoronaria. | 4 | 13,3% | |
No determinado. | 3 | 10% | |
Total | 30 | 100% | |
Espacio periodontal | Conservado. | 6 | 20% |
Aumentado. | 4 | 13,3% | |
Infiltrado. | 16 | 53,4% | |
No determinado. | 4 | 13,3% | |
Total | 30 | 100% | |
Desplazamiento dentario | Presente. | 16 | 53,3% |
Ausente. | 11 | 36,7% | |
No determinado. | 3 | 10% | |
Total | 30 | 100% | |
Rizálisis externa | Presente. | 13 | 43,3% |
Ausente. | 12 | 40% | |
No determinado. | 5 | 16,7% | |
Total | 30 | 100% | |
Asociación con otras patologias | Presente. | 3 | 10% |
Ausente. | 27 | 90% | |
Total | 30 | 100% | |
Compromiso de estructuras anató micas | Presente. | 23 | 76,7% |
Ausente. | 7 | 23,3% | |
Total | 30 | 100% | |
Avance a espacios anatómicos | Presente. | 7 | 23,3% |
Ausente. | 19 | 63,3% | |
No determinado. | 4 | 13,4% | |
Total | 30 | 100% | |
Asimetría facial y/o craneal | Presente. | 14 | 46,7% |
Ausente. | 15 | 50% | |
No determinado. | 1 | 3,3% | |
Total | 30 | 100% | |
Agresividad imagenológica aparente | Leve. | 4 | 13,3% |
Moderada. | 5 | 16,7% | |
Severa. | 21 | 70% | |
Total | 30 | 100% |
La distribución de los patrones imagenológicosdel QOG en tomografía computarizada, ordenados de menor a mayor radiodensidad, se muestra en frecuencia y porcentaje en Figura 3. No se encontró informaciónsobre su visualización en RM.
La frecuencia y porcentaje de tratamiento, seguimiento y recidiva de las lesiones de QOG incluidas se muestran en Figura 4.
DISCUSIÓN
En la presente revisión se analizaron las características epidemiológicas, clínicas e imagenológicas del QOG,junto ala agresividad, tratamiento, seguimiento y recidiva de casos reportados en los últimos 10 años.Se distinguióinformación de características atípicas que se manifiestan en el QOGen base al análisis de casos clínicos reportados en la literatura,que suelen no evidenciarse en estudios clínicos.No se encontraron investigaciones de QOG similares a la presente revisión.Si bien dos revisionesrecientes analizaron las características epidemiologias, clínicas e imagenológicas del QOG, no analizaron agresividad4,5.
En la presente revisión sólo se incluyeron lesiones primarias de QOG. Esta metodología permitió analizar al QOG sin alteraciones secundarias que cambien su imagenología9-13.
Con respecto a la edad, en la presente revisión, el QOG tuvo un amplio rango de presentación, entre la 1era y la 7ma década de vida, observándose un doble peakde incidencia, el primero en la 4ta década de vida y el segundo en la 6ta década de vida. Esto coincide parcialmente con la última clasificación de tumores de cabeza y cuello de la OMS, que describe un rangode presentación del QOG entre la 5ta y 7ma décadas1,2.En general, seseñala que el QOGno se presenta a edades tempranas4,5,14,15,sin embargo, la presente revisión reveló casos en la 1era y 2da década14,16, con el paciente más joven de7 años16.Es por esto quedebería contemplarse el diagnóstico de QOG en pacientes jóvenes.
En relación con sexo, en la presente revisión el QOG mostró una ligera predilección por hombres2,4,5,16. La OMS describe que el QOG no tendría predilección por sexo1. La reducida diferencia en sexo de los casos encontradospodría deberse al bajo número de casos analizados en la presente revisión1-5.
En cuanto al tiempo de evolución, en la presente revisión se observó como resultado no esperado que la mitad de las lesiones tuvieronun tiempo menor o igual a 12 meses desde la aparición de signos y síntomas hasta el diagnóstico de QOG2,14,16,17,22,24-26,29,31,32,34,37,44. Además, las lesiones restantes tuvieron un tiempo de evoluciónsuperior a3 años3,20,23,30. ElQOG generalmente se considera como una patología de crecimiento lento, con un tiempo de evolución prolongado1-5,17,sin embargo, también seha señalado que existen lesiones de QOG más agresivas con tiempo de evolución menor a 12 meses.Por lo tanto, la literatura es controversial respecto a esta característica del QOG ypudiese ser motivo de estudios posteriores18. El tiempo de evolución menor a 12 meses en lesiones que no son pequeñas, es una característica importantepara orientar hacia el grado de agresividad severa del QOG8. Que una lesión se presente con tiempo de evolución menor a 12 meses no descarta que pueda ser un QOG.
En relación con la ubicación del QOG, la presente revisión noencontró casos fuera de los maxilares y seobservaron mayoritariamente en mandíbula,coincidiendo con la OMS1.Los casos ubicados en mandíbula se presentaron en su mayoría en región posterior e incluso en regiones no dentarias, particularmente en rama mandibular en 1/5 de los casos (n:6)19-24. Esto no coincide con lo previamente reportado, que describe una preferencia del QOG a ubicarse en la región anterior de los maxilares1-6. Respecto a la ubicación en rama mandibular,posiblementese relacione con su origen en la región del tercer molar.Así, la ubicación en rama mandibular debiera ser una ubicación a considerar en el análisis de casos y como opción de diagnóstico presuntivo de QOG.Cabe destacar que en la presente revisión, todos los QOG en maxilar se ubicaron en región anterior14,16,25-27.Según la literatura, cuando el maxilar se ve afectado, los QOG tienden a ubicarse en la región canina, lo que coincide con la presente revisión4,28.
Respecto al tamaño de los QOG, en la presente revisión se encontró que 1/3 de las lesiones (n:10) fueron de gran tamaño (mayores a 4 cms), de las cuales, cinco lesiones cruzaron la línea media en mandíbula20,29-32. Existe coincidencia con lo previamente reportado1, que señala que los QOG pueden alcanzar un tamaño considerable y cruzar la línea media en mandíbula.
En relación con signos y/o síntomas de los QOG, el aumento de volumen asintomático fue la presentación clínica más frecuente, coincidiendo con lo previamente reportado1-5.Sin embargo, se presentó sintomatología dolorosa en aproximadamente 1/5 de los casos analizados26,29,31-34.La presentación asintomática explicaría que la mayoría de los QOG son hallazgos radiográficos. Cabe señalar, que hubo pacientes que presentaron movilidad dentaria21, desviación del tabique nasal, secreción purulenta nasal25, parestesia31y fístula en relación con un diente asociado a la lesión35. Estas presentaciones se observaron en casos aislados,no obstante, la sintomatología es importante a considerar y debiera ser siempre registrada.
En cuanto a antecedentes de trauma, en la presente revisión cuatro casos de QOG relataron algún antecedente traumático asociado13,23,29,31. Pocas revisioneshan descrito la asociación entre trauma y la aparición del QOG12,36. No obstante, elnúmero de casos analizadosfue bajo y no relevante para determinaral trauma como etiología del QOG. Sin embargo, es interesante señalar que la mayoría de los casos analizadosno recopilaron antecedentes de traumaen su historia clínica. Sería importante recopilar este antecedente en los próximos estudios y determinarla posible asociación entre un episodio de trauma y la aparición del QOG.
Con respecto a la radiodensidad y el patrón imagenológico del QOG, la presente revisión observó algunas radiodensidades y patrones imagenológicos diferentes a los descritos en la literatura clásica. Se ha reportado previamente que losQOG tienenradiodensidad radiolúcida/hipodensa con patrón imagenológico uni o multilocular1. Sin embargo, en la presente revisión,cinco casos no coincidieron con esta presentación2,3,26,30,37. Un caso se observó conpatrón imagenológico multilocular atípico con densidad mixta, presentando tenues trabéculas óseas en su interior, similar a “pompas de jabón” y con áreas de mayor radiodensidaden sus extremos laterales30.Otro caso presentó un patrón imagenológico radiopaco difuso homogéneo similar a “vidrio esmerilado”2 y otros tres casos presentaron patrón imagenológico mixto con centros radiopacos/hiperdensos3,26,37.Los patrones imagenológicos mixtos similar a pompas de jabón y el patrón similar a vidrio esmerilado son una apariencia imagenológica no reportada previamentepor la OMS1y se observaron como un patrón imagenológicoatípico.Por lo tanto, al observarse estos patrones imagenológicosdeben considerarse diagnósticos diferencialescon patologías maxilares óseas como la displasia fibrosa,el fibroma osificante38, y el mixoma39.
Respecto al númerode lesiones de QOG y presentación unilateral/bilateral, en la presente revisión se encontró un casocon dos lesiones presentes bilateralmente en mandíbula40. Esta fue una característica que los revisores no esperaban encontrar.El 2011 se publicó por primera vez un caso de QOG bilateral en maxilar41.Por lo tanto, el caso encontrado en la presente revisión podría ser el primer QOG bilateral de ubicación mandibular. Dicho reporte se incluyó en la presente revisión porque la historia clínica no relató antecedentes inflamatorios ni intervención quirúrgica previa a la toma de imágenes.Por lo tanto, dicho caso no se trataría de una lesión solitaria que posteriormente se dividió en dos lesiones.Frente a la existencia de QOG bilateral, debiera realizarse la evaluación contralateral para descartarlo.
En relación con los límites del QOG, éstos fueron definidos y corticalizados en la mayoría de los casos 3,6,14,16,17,20-23-26,29,30-33,35,40,42,43, lo que coincide conla OMS1. Sin embargo, se encontró un caso de QOG con limites difusos44. Al respecto, no se puede establecer una relación entre los límites difusos y la agresividad del QOG, debido a la presencia de un caso aislado. Cabe recalcar,que en la presente revisiónse excluyeron los QOG con alteraciones secundarias que cambien su imagenología, como la sobreinfección o transformación maligna. Por lo tanto, se descartaqueel caso reportado con límites difusosse deba a estas alteraciones.
En cuanto a locularidad, en la presente revisión la mayoría de los QOG fueron uniloculares. La literatura es controversial respecto si lapresentación unilocular o multilocular esmás frecuente1,4,5. La presente revisión sólo encontró lesiones uniloculares en maxilar, y en general,no se describen lesiones de QOG multiloculares en maxilar4,26.En cuanto a la presencia de tabiques óseos verticales del QOG,la presente revisión los encontró en todas las lesiones multiloculares. Sin embargo, cabe señalar queeste tipo de tabiques también pueden presentarse en QOG uniloculares24. En la presente revisión, al analizarlas imágenes bidimensionales y tridimensionales disponibles, se encontró un tabique óseo vertical en una lesión que resultó ser unilocular, pero éste eraincompleto. Esta característica no ha sido analizada previamente de forma particular.En base a la presente revisión se puede señalar que el QOG multilocular debería considerarse como diagnóstico diferencial de lesiones con tabiques óseos verticales en su estructura, como el mixoma39, el ameloblastoma8y el quiste óseo aneurismático45.
Respecto a la radiolucidez/hipodensidad periférica en lesiones mixtas, en la presente revisión solose observó en un caso3.Esta característica no fue informada en los antecedentes clínicos de dicho caso, pero estaba presenteen sus imágenes publicadas. Faltan estudios que analicen la radiolucidez/hipodensidad periférica en lesiones mixtas de QOG. Cabe recalcar, que esta característica podría presentarse en lesiones con agresividad severa, como en elcaso observado, quepresentógran tamaño yperforación cortical.
En relación con la expansión de corticales óseas, la presente revisión la encontró en la mayoría de los casos asociada con adelgazamiento cortical3,6,14,16,17,20-27,30,31,33,34,37,40,43.Esto coincide con lo reportadopreviamente1,4,5, siendo un hallazgo radiográfico común del QOG.Cabe destacar que en la presente revisión se observaron dos casos en pacientes jóvenesde QOG con una temprana expansión de corticales, en la región anterior del maxilar14,16. Esta presentación posiblemente estaría relacionada con el hueso cortical menos compacto a este nivel.
Respecto al borramiento y/o infiltración cortical, la presente revisión lo observó en ¼ de los casos de QOG. Cabe destacar, que todos estos casos tuvieron agresividad imagenológica severa2,3,6,21,23,25,34,44. El borramiento y/o infiltración cortical no estaba informado en el artículo del caso, sino que fue determinado por los revisores usando las imágenes publicadas. Sedescribe queel borramiento y/o infiltración cortical podría estar relacionado a una transformación maligna del QOGacarcinomamucoepidermoide central de bajo grado28,46,47. Sin embargo, también podría observarse en lesiones sin malignización y de comportamiento agresivo28. El diagnóstico preciso y el tratamiento oportuno de las lesiones con borramiento/infiltración cortical son cruciales para un pronóstico favorable del QOG.
En relación con la perforación ósea, en la presente revisión se observó en casi la mitad de los casosanalizados2,3,6,14,21,23,25-27,33,34,43,44,pese a que esta característica se ha descrito como un hallazgo infrecuente4,5.Cabe señalar,quelos casos analizadoscon esta característica también presentaron expansión de corticales, avance a espacios anatómicos adyacentes y agresividad imagenológica severa, lo que sugiere un potencial agresivo de algunos QOG.
Respecto a relación dentaria, la mayoría de los QOG en la presente revisión mostraronesta característica. Estoes importante para el diagnóstico diferencial de estas lesiones. Además, es fundamentalevaluar la ubicación pericoronaria/radicular, el espacio periodontal, el desplazamiento dentario y la rizálisis externa. En relación con la ubicación pericoronaria/radicular, 1/5 de los casos tuvieronubicación pericoronaria 6,14,16,19,24,43. Dicha presentación fue reportada como “relación dentígera” por Fowler et al. el año 201128. Este hallazgo fue inesperado, ya que generalmente los QOG no están asociados a la corona de dientes no erupcionados14.Se encontraronademás, dosQOGinvolucrando un diente supernumerario incluido enla región anteriormaxilar14,16.Al respecto, se puede señalar que la ubicación pericoronaria del QOG debería considerarse para su diagnóstico diferencial, porque otros quistes odontogénicos, como el quiste dentígero o el queratoquiste odontogénicotienen esta localización18,28,43.La ubicación radicular del QOG fue la más frecuente en la presente revisión. Es importante analizar la integridad del diente a través del análisisdel espacio periodontal, ya que se observó su infiltración en dientes adyacentes a QOG en más de la mitad de las lesiones de la presente revisión6,17,20,22-27,29,30-32,44. La mayoría delos QOG analizados en la presente revisión con espacio periodontal infiltrado,tuvieron agresividad imagenológica aparente severa6,20,23-27,29-32,44.No se encontró información previasobre análisis del espacio periodontal infiltrado asociado a dientes adyacentes a QOG.Es importante pesquisar esta característica en lesiones de los maxilares,ya que podría observarse en lesiones con agresividad severa48. Esto requiere más investigación, ya que el espacio periodontal infiltrado podría relacionarse con un incremento delfactor de crecimiento celular51, entre otras características no estudiadas en la presente revisión. En cuanto al desplazamiento dentario y la rizálisis externa, en la presente revisión se presentaron en mayor proporción a lo descrito por la OMS1.Entre los casos de QOG con rizálisis externa, la mayoría presentó agresividad imagenológica aparente severa, por lo tanto, estas lesiones podrían tener un comportamiento más agresivo.
En relación con la asociación del QOG con otras patologías, la presente revisión encontró un paciente con unQOG asociado a odontoma compuesto29. Esta asociación poco común sólo fuereportada una vez en la literatura incluida en la presente revisión4. Además, se presentó otro caso con un QOGasociado a quiste radicular,debido a la presencia de restos radiculares con lesiones óseas apicales adyacentes al QOG40. Cabe recalcar que estas lesiones sólo acompañan al QOG y aparentemente no lo involucranen su origen. Por lo tanto, en casos raros, el QOG podría surgir simultáneamente con otras lesiones odontogénicas.
En relación con el compromiso de estructuras anatómicas, en la presente revisiónesta característica se observó en la mayoría de los casos3,14,16,17,20-26,29-35,40,42,43.Cabe destacar, que la mayoría de estas lesiones tuvieron agresividad imagenológica aparente severa. Hubo desplazamiento de las siguientes estructuras de mayor a menor frecuencia: canal mandibular3,17,20-24,30,32,33,35,40,42,43, foramen mentoniano24,29,31,32,34,35,40, canal nasopalatino14,16, tabique nasal25 y seno maxilar26. Por otro lado, en la presente revisión se observó un avance del QOG a espacios anatómicos adyacentes en poco más de 1/5 de los casos (n:7), siendo mayormente afectado el espacio anatómico sublingual en cuatro casos ubicados en mandíbula3,21,23,33, seguido por dos casos en seno maxilar14,26 y por un caso en cavidad nasal25. Estas estructuras y espacios anatómicos son invadidos posiblemente por la expansión del QOG hacia sitios de menor resistencia en asociación con perforación ósea.
En relación con la asimetría facial y/o craneal en el QOG, en la presente revisión se observó en casi la mitad de los casos analizados (n:14)2,3,14,16,21-23-27,30,31,44.En la presente revisión todos los casos ubicados en maxilar se presentaron con asimetría facial y/o craneal. Cabe destacar, que dichos casos en maxilar provocaron mayor deformidad que los QOG mandibulares, coincidiendo con lo reportado previamente4,5. Esta presentaciónposiblemente estaríaasociada a la menor densidad ósea del maxilar con respecto a la mandíbula, provocando un mayor avance a espacios anatómicos, seguido a una asimetría facial y/ craneal.La asimetría facial y/o craneal puede provocar alteraciones funcionales y estéticas graves en los pacientes, por lo tanto, podría requerir de procedimientos quirúrgicos reconstructivos.
Respecto de la agresividad imagenológica aparente yel tratamiento, junto al seguimiento y la recidiva del QOG,en la presente revisiónla tendencia de agresividad imagenológica aparente de los casos de QOG reportados fue severa. La mayoría de estaslesiones tuvieron un tamaño mayor a 4 cm, borramiento y/o infiltración cortical, perforación ósea, espacio periodontal infiltrado, rizálisis externa y compromiso de estructuras anatómicas adyacentes2,3,6,14,20,21,23-27,29-34,40,43,44. El tratamiento de los QOG más realizado en la presente revisión fue la enucleación, seguido de la resección quirúrgica y en último lugar la descompresión con posterior exéresis de la lesión. Se encontró que los QOG con agresividad imagenológica aparente severa,tratados con tratamiento conservador de descompresión y posterior excéresis, presentaron recidiva20,33.Lo anterior coincide con la literatura, que señala que los tratamientos conservadores como la enucleación,y la descompresión con posterior excéresis de QOG grandes y multiloculares,tienen mayor riesgo de recidiva1,4,5,49. En base a la presente revisión, los tratamientos de descompresión y posterior excéresis, y la enucleación podrían ser suficientes para los QOG pequeños, mientras que la osteotomía periférica/resección marginal sería recomendable para lesiones grandes. Respecto al seguimiento de loscasos analizados, un poco más de 1/3 de las lesiones de QOG reportadas fueron controladas hasta los 18 meses2,3,6,14,16,20,31,34,41,43,44. El tiempo de reaparición en la mayoría de las lesiones con recidiva fue entre los 19 meses a 5 años27,33,37,lo que denotaría que el seguimiento de 18 meses es insuficiente. Otros autores han sugerido un seguimiento de 3 a 7 años,debido a la alta tasa de recidiva del QOG4.Por lo tanto, unseguimiento menor a 5 años tambiénseríainsuficiente y debería mantenerse periódicamente sin límite de tiempo, ya que,en la presente revisión, se reportó una recidiva a los 9 años20.La OMS1señala que la recidiva es baja, sin embargo,no debe descuidarse el seguimiento de los casos ya que la tasa de recidiva del QOGes mayor que para los demás quistes odontogénicos, asemejándose al queratoquisteodontogénico50.
En base a la presente revisión se puede señalar que el QOG podría ser localmente agresivo a cualquier edad.Las características epidemiológicas, clínicas e imagenológicas, junto a la agresividad, tratamiento, seguimiento, recidiva de los QOG descritas en la literatura clásica serían insuficientes paracategorizar su amplio espectro clínico-patológico.Es necesario observar con atenciónestas características y contrastarlascon lasatípicas del QOG,para establecer un correcto diagnóstico y promover el tratamiento más adecuado, disminuyendo así la tasa de recidiva.
CONCLUSIONES
El QOG tiene un amplio espectro de características epidemiológicas, clínicas e imagenológicas. Entre los hallazgos atípicos analizados en la presente revisión, el QOG puede observarse en niños, tener un tiempo de evolución dentro de un año, presentar sintomatología dolorosa, exhibirpatronesimagenológicos mixtos, bilateralidad y ubicación pericoronaria. Estas características no coinciden con lo reportado previamente. Pese a ser pocos los casos analizados, es importante tener presente que si una lesión se presenta con estas características debiera considerarse el QOG dentro del diagnóstico diferencial.
La presencia de borramiento y/o infiltración cortical, perforación ósea, espacio periodontal infiltrado, rizálisis externa, y el compromiso de estructuras anatómicas adyacentes,evidencian agresividad local del QOG. La necesidad de imagenología en su planificación prequirúrgica se justifica por la alta recidiva del QOG respecto de los demás quistes odontogénicos. Las lesiones tratadas con descompresión y posterior excéresis, junto con un seguimiento menor a 5 años tienen mayor riesgo de recidivar.