En los últimos meses, la infección por el virus Zika ha pasado de ser una enfermedad casi desconocida a acaparar las portadas de los medios de comunicación. Descrita en 1947, en las primeras décadas solo hay constancia de casos aislados y su distribución parecía estar restringida a regiones limitadas de África y Asia1. Fue en 2007 cuando empezaron a describirse los primeros brotes de mayor envergadura, inicialmente en la isla de Yap (Estados Federados de Micronesia) y posteriormente, en 2013, en varias islas de la Polinesia Francesa2. La entrada del virus Zika al continente americano se produjo en 2014 a través de la Isla de Pascua (Chile), para extenderse en 2015 y 2016 por la mayor parte de los países de América Central, el Caribe y América del Sur. Actualmente son 46 países/territorios de las Américas los que han registrado casos autóctonos de infección por el virus Zika (fig. 1)3. Recientemente, Florida y varias regiones del sudeste asiático (Tailandia, Filipinas y Singapur, entre otras) han pasado a engrosar la lista de lugares con casos autóctonos4,5.
La infección por virus Zika constituye actualmente un problema de salud pública debido a su relación causal con microcefalia y otras alteraciones neurológicas en niños nacidos de madres infectadas durante la gestación, y con el síndrome de Guillain-Barré en adultos6. La transmisión fundamental se produce mediante la picadura de un mosquito del género Aedes, pero se ha documentado también la efectividad de la vía sexual7.
El aumento explosivo de la enfermedad por virus Zika ha dado lugar, consecuentemente, a casos importados en España. A fecha 23 de enero de 2017, las autoridades sanitarias españolas han notificado 308 casos importados, 43 de ellos en mujeres gestantes8.
Todo lo anteriormente señalado ha generado una gran alarma social, a lo que ha contribuido la falta de información veraz y contrastada proporcionada por diversos medios de comunicación y personajes de relevancia pública.
Desarrollo de la experiencia
Con el objeto de facilitar información actualizada y contrastada, la Unidad de Medicina Tropical y del Viajero del Hospital La Paz-Carlos III, donde previamente se estaba llevando a cabo el cribado, el diagnóstico y el seguimiento de numerosos pacientes con sospecha de infección por virus Zika, puso en marcha el 1 de febrero de 2016 una línea telefónica directa para informar sobre esta infección. Las llamadas han sido atendidas por una enfermera específicamente entrenada y capacitada para responder a cuestiones relativas en exclusiva a la infección por el virus Zika (países afectados, vías de transmisión, síntomas característicos), así como para valorar la necesidad de una atención más individualizada en una unidad específica. Los casos que plantearon dudas fueron transferidos a un facultativo de la unidad. Esta atención telefónica se ha prestado de lunes a viernes en horario laboral (9:00 a 15:00 horas) y se ha incluido dentro de las labores asistenciales habituales de la consulta.
Se estableció un registro de llamadas en una base Excel, en la que se recogieron variables demográficas del consultante (edad, sexo, nacionalidad) relativas al viaje (fecha de partida, fecha de llegada, motivo del viaje, grupo de riesgo al que pertenecía) y relativas a la llamada (fecha, cómo había conocido el dispositivo de atención telefónica, motivo de la consulta, respuesta ofrecida y si era necesario derivar a una consulta específica de vacunación internacional para realizar un consejo previo al viaje más exhaustivo, o a una unidad de medicina tropical para realizar un cribado de la enfermedad por virus Zika).
Para el análisis estadístico de los datos recogidos, las variables cuantitativas se presentaron con su distribución de frecuencias y porcentajes. Se evaluó la asociación entre variables cualitativas con la prueba de ji al cuadrado o con la prueba exacta de Fisher en el caso de que más de un 25% de los esperados fueran menores de 5. Como herramienta para realizar el análisis estadístico se utilizó el paquete informático SPSS 23.0.
Desde su puesta en marcha en febrero hasta el 31 de agosto de 2016 (6 meses de funcionamiento) se registraron 358 llamadas, con la distribución por meses que se muestra en la figura 2.
La mayoría de las consultas telefónicas recibidas fueron derivadas desde la centralita del hospital (115 llamadas; 33,4%), pues las personas que llamaban al servicio de información general del Hospital La Paz-Carlos III solicitando información específica sobre el virus Zika eran redirigidas en ese momento al teléfono especialmente habilitado. En el 32,3% de los casos (111 llamadas), la persona que llamaba había conocido la existencia de este dispositivo a través de la información ofrecida en la página web del hospital La Paz-Carlos III, en la que se indicaban tanto el número de teléfono como el horario de atención. Los medios de comunicación (radio, prensa escrita) fueron el modo por el que más hombres conocieron la existencia de nuestro dispositivo, mientras que las mujeres utilizaron mayoritariamente el resto de los mecanismos de información reflejados en la tabla 1 (p <0,05). En 14 llamadas no se registró este dato.
La mayoría de las consultas fueron realizadas por mujeres (262 llamadas; 73,2%) y el principal fin fue conocer el riesgo que representaba realizar un viaje previsto a una zona endémica (226; 63,1%). El resto de los motivos de consulta se encuentran en la tabla 1.
El 26,5% de las llamadas fueron realizadas por gestantes que consultaban antes de viajar (38,9%) o tras haber realizado el viaje (61%). Las parejas sexuales de las gestantes constituyeron un 7,5% del volumen de las llamadas. Todas las gestantes (95) y las parejas sexuales de gestantes (27) que habían viajado a una zona de riesgo fueron derivadas a la unidad de medicina tropical del hospital para realizar un cribado de la enfermedad por virus Zika. En el caso concreto de las 95 gestantes, también fueron remitidas a una consulta de obstetricia en el Hospital Maternal La Paz, específicamente creada para la evaluación del bienestar fetal en mujeres gestantes que pudieran haber estado expuestas al virus Zika. En general las gestantes consultaron con más frecuencia tras haber realizado el viaje que el resto de los/las solicitantes de información, siendo esta diferencia estadísticamente significativa (p <0,01).
Los países sobre los que más consultas se realizaron fueron Brasil (70 llamadas; 20,1%), Méjico (55; 15,8%) y Colombia (36; 10,3%). En 26 casos la consulta se refería a lugares que no pertenecían a las Américas: Cabo Verde y Portugal (dos consultas cada uno), Egipto (una consulta), Sudeste de Asia (Filipinas, Tailandia, Indonesia, Vietnam e India, con 14 llamadas en total) y distintas poblaciones de la costa levantina española (siete consultas). En nueve casos la llamada no estaba referida a un país concreto. En la tabla 1 se amplía esta información.
Respecto a la relación entre el sexo de quienes solicitaron información y el destino del viaje, para todos los países, excepto Costa Rica, Ecuador, Puerto Rico y Nicaragua, las mujeres fueron las que mayoritariamente consultaron (p <0,05).
De los/las 127 viajeros/as que solicitaron información relativa al riesgo después de haber realizado el viaje, 107 (84,2%) no habían presentado síntomas durante ni tras el viaje. De los/las 20 viajeros/as sintomáticos/as, la mayoría (11; 55%) presentaron fiebre, acompañada de conjuntivitis en cinco casos y de exantema en cuatro. El resto de los síntomas referidos fueron malestar general inespecífico (10 pacientes; 50%), síntomas gastrointestinales (cinco pacientes), catarro de vías altas y reacción cutánea tras picaduras (dos pacientes casos con ambos).
Del total de las llamadas recibidas, la mayoría (203; 56,9%) se resolvieron ofreciendo información general sobre la exposición, consistente en métodos para evitar las picaduras de mosquitos (uso de repelentes eficaces, ropa adecuada, mosquitera), conveniencia del uso de preservativo tras el viaje e importancia de evitar la concepción en los 6 meses siguientes a la vuelta del viaje. En 33 casos (9,2%) se desaconsejó la realización del viaje por estar embarazada o por ser pareja de embarazada. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la respuesta ofrecida a los hombres y las mujeres (p >0,05). El resto de las respuestas ofrecidas tras las llamadas están recogidas en la tabla 1.
Se realizó una estimación de los costes directos ahorrados con las 236 consultas que se resolvieron con la información proporcionada durante la llamada y que no se derivaron a una consulta específica. En este grupo de consultantes, 187 solicitaron información antes de realizar el viaje, y sin el dispositivo objeto de este artículo se asumió que hubieran acudido a una consulta previa al viaje de manera presencial. De la misma manera, 47 de ellos/as que inicialmente solicitaron información tras el viaje hubieran sido valorados en una consulta de medicina tropical. Solo en dos casos de las 236 llamadas no estaba indicada la evaluación presencial del viajero (las consultas estaban referidas a cómo derivar un paciente desde atención primaria y desde la consulta de ginecología), por lo que en estos dos casos no se hubiera generado un gasto. Teniendo en cuenta que el coste por consulta previa al viaje (considerada como alta resolución) está estimado en 208 € y la consulta de medicina tropical en 130 €, según la Orden 731/2013 de la Comunidad de Madrid9, el coste ahorrado estimado es de 45.006 €.
Destaca la variabilidad temporal en el número de llamadas durante los primeros meses de la puesta en marcha del dispositivo telefónico: el primer mes fue cuando más se utilizó, debido probablemente a la importante alarma social y al desconcierto que se creó en los momentos iniciales de la epidemia, fruto del desconocimiento general (tanto del personal sanitario como de la población) de la enfermedad. Posteriormente, gracias a las campañas informativas llevadas a cabo en distintos medios (incluido el sanitario), las llamadas disminuyeron para volver a repuntar hacia el verano, momento en que tradicionalmente el número de viajes internacionales aumenta de manera considerable. Otros factores fundamentales que incrementaron las llamadas en los meses de junio, julio y agosto fueron los Juegos Olímpicos de Brasil y las declaraciones de algunos personajes públicos respecto al riesgo de infección durante este evento (el baloncestista Paul Gasol, entre otros, expresó públicamente su miedo a contraer la enfermedad, planteándose no asistir a las olimpiadas).
Hay que destacar positivamente el papel de las redes sociales como fuente de información importante para dar a conocer nuestro dispositivo telefónico. La relación colaborativa con distintos profesionales de salud (atención primaria y especializada) que conocían y ofrecieron este recurso a los pacientes debe ser valorada en el contexto apropiado. Aunque cualquier facultativo debe estar capacitado para informar sobre aspectos relativos a la salud, en el caso de información específica sobre enfermedades poco frecuentes, con epidemiología cambiante y con escasa evidencia científica inicial en cuanto a vías de transmisión y complicaciones, la derivación a unidades o dispositivos especializados es pertinente.
Otro dato que cabe destacar es que cerca del 60% de las gestantes que solicitaron información ya habían realizado el viaje a una zona endémica de Zika, desoyendo los consejos de las autoridades al respecto7. Este hecho debería reforzar la necesidad de realizar campañas informativas que puedan llegar a todo el público y que minimicen los riesgos derivados del desconocimiento de las enfermedades, su localización y sus efectos.
También queremos señalar el beneficio de dispositivos tan eficientes como este: más de la mitad de las llamadas se resolvieron proporcionando información por vía telefónica, ayudando con ello a no sobrecargar las consultas y filtrando los casos en los que sí estaría indicada una atención más personalizada. Las 236 consultas ahorradas hubieran supuesto un gasto estimado de 45.006 €.
Desde el inicio de la epidemia se pusieron en marcha distintas líneas telefónicas de información sobre el virus Zika en el mundo, tanto para la población10 como para profesionales11. Sin embargo, hasta la fecha no tenemos constancia de la existencia en España de otras líneas de atención telefónica sobre el virus Zika similares a la implantada por la Unidad de Medicina Tropical y del Viajero del Hospital La Paz-Carlos III. La información sobre la línea telefónica y los horarios de atención puede consultarse en: http://www.madrid.org/cs/Satellite?cid=1354562416516&language=es&pagename=HospitalLaPaz%2FPage%2FHPAZ_contenidoFinal
Conclusiones
La implementación de dispositivos de atención telefónica que ofrezcan información contrastada y fiable sobre enfermedades que se asocian a gran alarma social es de gran interés sanitario, ya que reducen las consultas innecesarias en un sistema que ya está de por sí sobrecargado, y ahorran costes. Estos dispositivos tan coste-eficaces deberían extenderse a otras enfermedades, pues además ayudarían a mejorar los conocimientos de la población.