Introducción
El patriarcado es la organización social, económica, política y religiosa basada en la autoridad del hombre y en la dominación masculina sobre la mujer. Rige todas las esferas de nuestra sociedad y establece desigualdades de género estructurales, que conllevan consecuencias para la salud y generan desigualdades en esta1. El sexismo, presente en las sociedades patriarcales, es una forma de discriminación y prejuicio hacia las personas por su género. Se fundamenta en constructos sociales y en la creencia de que existen diferencias biológicas entre sexos que sitúan al hombre como superior a la mujer.
En 1996, Glick y Fiske2 acuñaron el término «sexismo ambivalente» (SA) para explicar la coexistencia de sentimientos antagónicos en la ideología sexista: el sexismo hostil (SH) y el sexismo benevolente (SB). El SH integra formas más explícitas de sexismo e incluye actitudes abiertamente negativas hacia las mujeres. El SB ofrece una visión limitada y estereotipada de las mujeres, expresada como un prejuicio más sutil y con cierto tono emocional positivo2.
El SA respalda la masculinidad y la feminidad hegemónicas tradicionales, la heteronormatividad y el binarismo de género, estableciendo la superioridad del hombre masculino y reforzando los roles de género. Por consiguiente, el sexismo no solo es la discriminación sistemática de las mujeres, sino de cualquier persona que no responda a la construcción social del género3. Aunque se ha avanzado hacia la equidad de género en los últimos 50 años, el sexismo sigue siendo prevalente entre adolescentes de varios países y culturas, incluyendo España4-9. Además, se ha evidenciado su relación con el riesgo de violencia de pareja (VP) y su aceptación individual5,8,9.
La Organización Mundial de la Salud estima que cerca de una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual en su vida, la mayoría en el ámbito de la pareja10. Las prevalencias de VP reportadas en adolescentes son bastante dispares tanto en perpetración (entre el 31% y el 50%) como en victimización (entre el 3% y el 70%)8. En la VP, el género es un eje de desigualdad que interacciona con la clase social, la edad y el estado migratorio, entre otros1. Sin embargo, en la literatura sobre sexismo en adolescentes todavía son escasos los estudios que contemplen estos ejes de poder9,11, que podrían influir en la efectividad de los programas de intervención12. Durante la última década, la evidencia sobre programas de prevención de la VP en adolescentes se está expandiendo de forma modesta. La literatura reporta programas con efectos preventivos significativos, aunque los mecanismos de efectividad son aún poco conocidos12. A pesar de ello, la literatura subraya la importancia de utilizar una aproximación de género transformadora12,13.
El presente estudio está enmarcado en el proyecto «Promoción de activos protectores de la violencia de género en la adolescencia y preadolescencia» (2019-2021) (PI18/00590 y PI18/00544), financiado por el Fondo de Investigaciones Sanitarias como continuidad del proyecto europeo «Lights, Camera and Action against Dating Violence» (2017-2019)14. El objetivo del proyecto europeo fue evaluar la efectividad de una intervención educativa de promoción de activos protectores frente a la VP, que incorporaba el abordaje del sexismo en su programa.
En este estudio se plantean dos objetivos. El primero es identificar variables (individuales y del contexto inmediato) asociadas al sexismo en población adolescente. De acuerdo con la evidencia existente, nuestra primera hipótesis es que tener buenas relaciones con el entorno próximo (familia, compañeros/as, profesorado e instituto) y madres con alto nivel educativo se asocia a menor sexismo15. En cambio, haber tenido relaciones de pareja o sexuales se asocia a mayor sexismo5,9. El segundo objetivo es analizar su relación con la conducta violenta en el contexto de la pareja (VP). Nuestra hipótesis es que el sexismo se asocia con mayor probabilidad de conducta violenta (VP)5,8.
Método
Diseño
Estudio transversal que analiza datos del proyecto «Promoción de activos protectores de la violencia de género en la adolescencia y preadolescencia» (2019-2021).
Muestra
No probabilística intencional, conformada con el alumnado de segundo y tercero de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) de ocho centros educativos (cuatro de Alicante y cuatro de Terrassa); de ellos, seis públicos y dos concertados. Participaron 35 clases de segundo de la ESO y 34 de tercero. Se invitó a 1561 estudiantes, con una tasa de participación del 98,5% (n=1538). La tasa de validez de las respuestas fue del 91,0% (n=1421). Los análisis sobre VP se hicieron con una submuestra formada por participantes que afirmaron tener o haber tenido una relación de pareja (n=640), obteniendo una tasa de validez de las respuestas del 99,4% (n=636).
Consideraciones éticas
Se obtuvieron los consentimientos requeridos por las instituciones territoriales: Consejería de Educación (Generalitat Valenciana) y Ayuntamiento de Terrassa; y de los comités de ética del CEIm-Parc de Salut Mar (2019-8914-I) y la Universidad de Alicante (UA-2018-02-28). La participación fue voluntaria. Se proporcionó un documento de consentimiento informado, firmado por la dirección del centro, los/las tutores/as legales y los/las participantes.
Recogida de datos
Entre octubre de 2019 y febrero de 2020, los/las participantes autocumplimentaron una encuesta on-line con las personas entrevistadoras presentes en el aula para resolver dudas respecto al contenido.
Variables
Sexismo: se midió con la versión validada en lengua española del cuestionario Ambivalent Sexism Inventory (ASI)16, que valora el SA, el SH y el SB en sus dos subescalas. El ASI consta de 22 ítems, 11 en cada subescala. Cada ítem se valora por medio de una escala Likert entre 0 y 5, de manera que el SH y el SB puntúan entre 0 y 55, mientras que la puntuación del SA se obtiene con la suma de ambas subescalas. Las puntuaciones elevadas indican mayor sexismo. En estudios previos, la escala mostró buena consistencia interna (alfa de Cronbach para SH: 0,86-0,90; y para SB: 0,82-0,8317,18.
Conducta violenta en el contexto de la pareja (VP)19: se preguntó a través de tres ítems con la estructura «¿Alguna vez trataste de controlar las actividades diarias […]/ hiciste daño físicamente [...]/ has impuesto o tratado de imponer conductas de tipo sexual [...] a la persona con la que estás o estabas saliendo?». Posteriormente, se definió la variable dicotómica «conducta violenta (VP)» como «sí» (si respondían «a veces/muchas veces» en cualquiera de los ítems) o «no» (nunca).
Covariables
Sociodemográficas: sexo (hombre, mujer); edad (13, 14, 15-17 años); ciudad (Alicante, Terrassa); nivel de estudios de ambos progenitores o tutores/as legales (sin estudios o con estudios primarios/estudios secundarios o superiores) y su situación laboral, recogida con varios ítems dicotomizados en «con trabajo remunerado» (trabaja/trabaja por cuenta propia) y «sin trabajo remunerado» (trabajo reproductivo/en paro/pensionista o jubilado/estudiante); y antecedentes migratorios: «primera generación» (alumnado migrado), «segunda generación» (alumnado nacido en España con al menos un progenitor migrado) y «alumnado sin antecedentes migratorios». El deseo sexual se preguntó adaptando la escala Kinsey20: «deseo heterosexual» (quienes respondieron «solo me atraen las personas de otro sexo»), «no lo tengo claro» y «deseo no heterosexual» (para cualquier otra respuesta).
Valoración de las relaciones con el entorno21: tres preguntas sobre las relaciones con la familia, los/las compañeros/as y el profesorado con cinco ítems de respuesta, posteriormente dicotomizados en «buena relación» (muy buenas/bastante buenas) y «mala relación» (regulares/bastante malas/muy malas). Satisfacción con el instituto: se valoró con cuatro ítems agrupados en «me gusta» (me gusta mucho/me gusta poco) y «no me gusta» (no me gusta demasiado/no me gusta nada).
Relacionales: adaptadas del cuestionario SIVFRENT-J19. Experiencia de relación de pareja, definida como «una relación sexoafectiva (puede ser personal, pero también a distancia, por carta o a través de internet)», y experiencia de relaciones sexuales, definida como «cualquier práctica que tu consideres sexual, tanto si ha habido penetración como si no». Ambas variables eran dicotómicas (sí/no).
Experiencias de violencia: victimización por acoso escolar o ciberacoso durante los 3 meses previos mediante adaptación de la escala Lodz Electronic Aggression Questionnaire (LEAQ)5. Se preguntó por separado y se categorizó en «no» si respondían «nunca» en ambas preguntas y «sí» si respondían «una vez/dos veces/tres veces o más» en una o ambas preguntas. Variables obtenidas de la Macroencuesta de violencia contra la mujer de 201922: haber presenciado violencia contra la madre antes de los 15 años (sí/no). Abuso sexual o físico por parte de un adulto antes de los 15 años: «sí» si referían haber sufrido abuso físico, sexual o ambos, y «no» si respondían no haber sufrido ningún tipo de abuso.
Análisis
Se realizó un análisis descriptivo basado en frecuencias absolutas y relativas de las variables explicativas, así como los valores medios y la desviación estándar (DE) del sexismo. También un análisis bivariado para describir la distribución del SA, el SH y el SB en las variables explicativas de la muestra. Se utilizaron pruebas paramétricas (ANOVA y t de Student para las dicotómicas) y no paramétricas (U de Mann-Whitney y Kruskal-Wallis, respectivamente). Para la conducta violenta (VP) se utilizaron las pruebas de ji al cuadrado y exacta de Fisher en las variables dicotómicas. Entre el sexismo y la conducta violenta (VP) se realizó la prueba t de Student. Todos los análisis se estratificaron por sexo.
La asociación entre las covariables y el sexismo se analizó mediante un modelo de regresión lineal generalizado múltiple con el SA como variable respuesta. Se construyó con metodología stepwise forward añadiendo una variable a cada paso y valorando la mejora de ajuste (test de Wald). Se exploraron las interacciones de las covariables estratificando por sexo y la ausencia de colinealidad. Se utilizó el modelo resultante para ambas subescalas (SH y SB). Se calcularon los coeficientes y los valores de p.
Para analizar la asociación entre sexismo y conducta violenta (VP) se realizó un modelo de regresión logística por pasos. Se calcularon las odds ratios (OR) y sus intervalos de confianza del 95% (IC95%). En este caso, la conducta violenta (VP) fue la variable respuesta, y el SH y el SB las explicativas. Los modelos se ajustaron por ciudad y por las covariables incluidas (sociodemográficas, relaciones con el entorno, relacionales y experiencias de violencia). Los análisis se realizaron con STATA 14 y 16 con números de licencia 301406200549 y 501609354402, respectivamente. Se consideró un nivel de significación de 0,05.
Resultados
Sexismo y variables asociadas
El 48,4% del alumnado fueron chicas y la media de edad fue de 13,7 años (DE: 0,7). Las puntuaciones de SA, SH y SB no presentaron diferencias significativas por sexo. Respecto a las experiencias de violencia, un 20,1% de las chicas y un 20,6% de los chicos declararon haber sufrido acoso escolar o ciberacoso durante los 3 meses previos. Refirieron haber sido víctimas de abusos físicos o sexuales un 22,3% de las chicas y un 18,7% de los chicos. Un 5,7% de las chicas y un 7,1% de los chicos afirmaron haber sido testigos de violencia contra la madre. El 47,7% de las adolescentes respondió que tenían o habían tenido pareja, y el 15,4% que habían mantenido relaciones sexuales, mientras que en los chicos fueron el 42,5% y el 15,5%, respectivamente (Tabla 1).
Frecuencias (%) | |||||||
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Total | Chicas | Chicos | |||||
n = 1421 | n = 687 (48,4) | n = 734 (51,7) | |||||
Ciudad | Alicante | 764 | (53,8) | 386 | (56,2) | 378 | (51,5) |
Terrassa | 657 | (46,2) | 301 | (43,8) | 356 | (48,5) | |
Antecedentes migratorios | Primera generación | 143 | (10,1) | 61 | (8,9) | 82 | (11,2) |
Sin antecedentes migratorios | 983 | (69,2) | 473 | (68,9) | 510 | (69,5) | |
Segunda generación | 295 | (20,8) | 153 | (22,3) | 142 | (19,4) | |
Edad | 13 años | 592 | (41,7) | 294 | (42,8) | 298 | (40,6) |
14 años | 650 | (45,7) | 308 | (44,8) | 342 | (46,6) | |
15-17 años | 179 | (12,6) | 85 | (12,4) | 94 | (12,8) | |
Deseo sexual | No heterosexual | 263 | (18,5) | 122 | (17,8) | 141 | (19,2) |
Heterosexual | 1077 | (75,8) | 526 | (76,6) | 551 | (75,1) | |
No lo tengo claro | 81 | (5,7) | 39 | (5,7) | 42 | (5,7) | |
Situación laboral de la madre/tutora 1 | Sin trabajo remunerado | 320 | (22,5) | 158 | (23,0) | 162 | (22,1) |
Con trabajo remunerado | 1101 | (77,5) | 529 | (77,0) | 572 | (77,9) | |
Situación laboral del padre/tutor 2 | Sin trabajo remunerado | 145 | (10,2) | 60 | (8,7) | 85 | (11,6) |
Con trabajo remunerado | 1276 | (89,8) | 627 | (91,3) | 649 | (88,4) | |
Nivel de estudios de la madre/tutora 1 | Sin estudios o primarios | 373 | (26,3) | 184 | (26,8) | 189 | (25,8) |
Secundarios o superiores | 1048 | (73,8) | 503 | (73,2) | 545 | (74,3) | |
Nivel de estudios del padre/tutor 2 | Sin estudios o primarios | 423 | (29,8) | 207 | (30,1) | 216 | (29,4) |
Secundarios o superiores | 998 | (70,2) | 480 | (69,9) | 518 | (70,6) | |
Relación familiar | Mala relación | 187 | (13,2) | 95 | (13,8) | 92 | (12,5) |
Buena relación | 1234 | (86,8) | 592 | (86,2) | 642 | (87,5) | |
Satisfacción con el instituto | No me gusta | 237 | (16,7) | 102 | (14,9) | 135 | (18,4) |
Me gusta | 1184 | (83,3) | 585 | (85,2) | 599 | (81,6) | |
Relación con el profesorado | Mala relación | 398 | (28,0) | 181 | (26,4) | 217 | (29,6) |
Buena relación | 1023 | (72,0) | 506 | (73,7) | 517 | (70,4) | |
Relación con los/las compañeros/as | Mala relación | 177 | (12,5) | 87 | (12,7) | 90 | (12,3) |
Buena relación | 1244 | (87,5) | 600 | (87,3) | 644 | (87,7) | |
Ha tenido relación de pareja | Sí | 640 | (45,0) | 328 | (47,7) | 312 | (42,5) |
No | 781 | (55,0) | 359 | (52,3) | 422 | (57,5) | |
Ha mantenido relaciones sexuales | Sí | 220 | (15,5) | 106 | (15,4) | 114 | (15,5) |
No | 1201 | (84,5) | 581 | (84,6) | 620 | (84,5) | |
Víctima de acoso escolar o ciberacoso | Sí | 289 | (20,3) | 138 | (20,1) | 151 | (20,6) |
No | 1132 | (79,7) | 549 | (79,9) | 583 | (79,4) | |
Víctima de abusos físicos o sexuales en la infancia | Sí | 290 | (20,4) | 153 | (22,3) | 137 | (18,7) |
No | 1131 | (79,6) | 534 | (77,7) | 597 | (81,3) | |
Testigo de violencia contra la madre | Sí | 91 | (6,4) | 39 | (5,7) | 52 | (7,1) |
No | 1330 | (93,6) | 648 | (94,3) | 682 | (92,9) | |
Media (DE) | |||||||
Sexismo | Ambivalente | 47,0 | (11,3) | 46,8 | (11,1) | 47,2 | (11,5) |
Hostil | 22,5 | (6,3) | 22,3 | (6,3) | 22,7 | (6,2) | |
Benevolente | 24,5 | (6,9) | 24,4 | (6,7) | 24,5 | (7,0) |
DE: desviación estándar.
En el análisis bivariado se observaron, en ambos sexos, medias de SA más bajas entre el alumnado sin antecedentes migratorios (p <0,01), cuyas madres tenían trabajo remunerado (p <0,05) y sin experiencia de relaciones de pareja (p <0,05) (Tabla 2).
Chicas (n = 687) | Sexismo ambivalente | Sexismo hostil | Sexismo benevolente | |||||||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Chicos (n = 734) | Chicas | Chicos | Chicas | Chicos | Chicas | Chicos | ||||||||||||
M | DE | p | M | DE | p | M | DE | p | M | DE | p | M | DE | p | M | DE | p | |
Antecedentes migratorios | b | 0,002 | <0,001 | 0,037 | 0,001 | <0,001 | <0,001 | |||||||||||
Primera generación | 50,5 | 12,4 | 51,2 | 10,8 | 23,6 | 7,1 | 24,01 | 6,54 | 27,0 | 7,5 | 27,2 | 6,6 | ||||||
Sin antecedentes migratorios | 45,7 | 10,4 | 45,8 | 11,2 | 21,9 | 6,0 | 22,19 | 6,05 | 23,8 | 6,4 | 23,6 | 6,8 | ||||||
Segunda generación | 48,4 | 11,8 | 50,0 | 11,7 | 23,1 | 6,8 | 23,99 | 6,39 | 25,3 | 7,0 | 26,0 | 7,1 | ||||||
Edad | 0,425 | <0,001 | 0,429 | <0,001 | 0,600 | 0,017 | ||||||||||||
13 años | 47,0 | 10,7 | 46,4 | 11,6 | 22,6 | 6,0 | 22,14 | 6,21 | 24,5 | 6,6 | 24,3 | 7,1 | ||||||
14 años | 46,2 | 11,1 | 46,7 | 11,2 | 22,0 | 6,5 | 22,56 | 6,03 | 24,2 | 6,5 | 24,2 | 6,8 | ||||||
15-17 años | 47,8 | 12,0 | 51,7 | 11,3 | 22,8 | 6,9 | 25,30 | 6,39 | 25,0 | 7,5 | 26,4 | 7,0 | ||||||
Deseo sexual | 0,380 | b | <0,001 | 0,512 | 0,002 | 0,049 | 0,001 | |||||||||||
No heterosexual | 45,7 | 10,1 | 44,0 | 10,2 | 22,6 | 6,0 | 21,17 | 5,69 | 23,1 | 6,3 | 22,8 | 6,5 | ||||||
Heterosexual | 46,9 | 11,1 | 48,2 | 11,5 | 22,2 | 6,3 | 23,19 | 6,28 | 24,7 | 6,7 | 25,0 | 7,0 | ||||||
No lo tengo claro | 48,4 | 13,2 | 45,2 | 12,8 | 23,2 | 7,3 | 22,10 | 6,31 | 25,1 | 7,2 | 23,1 | 7,6 | ||||||
Situación laboral de la madre | 0,011 | 0,005 | 0,277 | 0,027 | 0,001 | 0,007 | ||||||||||||
Sin trabajo remunerado | 48,7 | 12,0 | 49,5 | 11,8 | 22,8 | 6,7 | 23,70 | 6,13 | 25,9 | 7,2 | 25,8 | 7,3 | ||||||
Con trabajo remunerado | 46,2 | 10,7 | 46,6 | 11,3 | 22,2 | 6,2 | 22,47 | 6,22 | 24,0 | 6,5 | 24,1 | 6,9 | ||||||
Nivel de estudios de la madre/tutora 1 | a | 0,539 | 0,014 | 0,698 | 0,029 | 0,181 | 0,037 | |||||||||||
Sin estudios o primarios | 47,5 | 12,2 | 49,0 | 11,7 | 22,5 | 6,9 | 23,59 | 6,26 | 25,0 | 7,2 | 25,4 | 7,2 | ||||||
Secundarios o superiores | 46,5 | 10,6 | 46,6 | 11,4 | 22,3 | 6,1 | 22,45 | 6,18 | 24,2 | 6,5 | 24,2 | 6,9 | ||||||
Nivel de estudios del padre/tutor 2 | 0,618 | 0,007 | 0,814 | 0,001 | 0,297 | 0,113 | ||||||||||||
Sin estudios o primarios | 47,1 | 11,4 | 49,0 | 11,7 | 22,2 | 6,5 | 23,89 | 6,39 | 24,8 | 7,0 | 25,1 | 7,1 | ||||||
Secundarios o superiores | 46,6 | 10,9 | 46,5 | 11,3 | 22,4 | 6,3 | 22,26 | 6,09 | 24,3 | 6,6 | 24,2 | 6,9 | ||||||
Relación con el profesorado | 0,393 | 0,608 | 0,023 | 0,119 | 0,458 | a | 0,787 | |||||||||||
Mala relación | 47,4 | 11,1 | 47,6 | 10,9 | 23,2 | 6,5 | 23,3 | 6,1 | 24,1 | 6,6 | 24,3 | 6,4 | ||||||
Buena relación | 46,5 | 11,0 | 47,1 | 11,7 | 22,0 | 6,2 | 22,5 | 6,3 | 24,5 | 6,7 | 24,6 | 7,2 | ||||||
Relación con los/las compañeros/as | 0,514 | 0,010 | 0,926 | 0,035 | 0,324 | 0,019 | ||||||||||||
Mala relación | 46,0 | 11,1 | 50,1 | 11,9 | 22,3 | 6,5 | 24,0 | 6,6 | 23,8 | 6,6 | 26,1 | 7,6 | ||||||
Buena relación | 46,9 | 11,0 | 46,8 | 11,4 | 22,3 | 6,3 | 22,6 | 6,1 | 24,5 | 6,7 | 24,3 | 6,9 | ||||||
Víctima de abusos físicos o sexuales en la infancia | 0,047 | 0,747 | 0,103 | a | 0,803 | a | 0,185 | 0,977 | ||||||||||
Sí | 48,3 | 12,0 | 47,5 | 12,2 | 23,1 | 6,4 | 23,0 | 6,9 | 25,3 | 7,5 | 24,5 | 6,5 | ||||||
No | 46,3 | 10,7 | 47,2 | 11,3 | 22,1 | 6,3 | 22,7 | 6,0 | 24,2 | 6,5 | 24,5 | 7,1 | ||||||
Ha tenido relación de pareja | 0,013 | 0,010 | 0,019 | 0,029 | 0,062 | a | 0,040 | |||||||||||
Sí | 47,9 | 10,8 | 48,5 | 11,9 | 22,9 | 6,4 | 23,4 | 6,6 | 24,9 | 6,6 | 25,1 | 7,0 | ||||||
No | 45,8 | 11,2 | 46,3 | 11,1 | 21,8 | 6,2 | 22,3 | 5,8 | 24,0 | 6,7 | 24,0 | 6,9 | ||||||
Ha mantenido relaciones sexuales | 0,802 | 0,013 | 0,705 | 0,005 | 0,441 | 0,114 | ||||||||||||
Sí | 46,5 | 11,2 | 49,7 | 12,4 | 22,5 | 6,3 | 24,2 | 6,8 | 24,0 | 6,9 | 25,4 | 7,6 | ||||||
No | 46,8 | 11,0 | 46,8 | 11,3 | 22,3 | 6,3 | 22,5 | 6,1 | 24,5 | 6,7 | 24,3 | 6,8 |
M: media; DE: desviación estándar.
Valores de p obtenidos con test ANOVA para variables de más de dos categorías y t de Student para las dicotómicas, exceptuando las señaladas: (a) U de Mann-Whitney y (b) Kruskal-Wallis.
En las chicas, la probabilidad de puntuar alto en sexismo aumentó en las migrantes de primera y segunda generación, especialmente en SB (SA y SB: p <0,01; SH: p <0,05). El SB se asoció negativamente con tener deseo sexual no heterosexual (p <0,01) y con que la madre tuviese trabajo remunerado (p <0,05) (Tabla 3).
Chicas (n = 687) | Sexismo ambivalente | Sexismo hostil | Sexismo benevolente | |||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Chicos (n =734) | Chicas | Chicos | Chicas | Chicos | Chicas | Chicos | ||||||
Coef.a | p | Coef.a | p | Coef.a | p | Coef.a | p | Coef.a | p | Coef.a | p | |
Edad (Ref: 14 años) | ||||||||||||
13 años | 0,005 | 0,789 | 0,008 | 0,674 | 0,016 | 0,495 | −0,003 | 0,904 | −0,005 | 0,831 | 0,017 | 0,444 |
15-17 años | 0,024 | 0,418 | 0,018 | 0,493 | 0,037 | 0,301 | 0,039 | 0,191 | 0,013 | 0,713 | −0,002 | 0,954 |
Deseo sexual (Ref: Heterosexual) | ||||||||||||
No heterosexual | −0,048 | 0,050 | −0,071 | 0,002 | −0,003 | 0,912 | −0,071 | 0,008 | −0,090 | 0,002 | −0,072 | 0,01 |
No lo tengo claro | 0,016 | 0,663 | −0,033 | 0,380 | 0,035 | 0,434 | −0,014 | 0,749 | 0,000 | 0,992 | −0,051 | 0,267 |
Antecedentes migratorios (Ref: Sin antecedentes migratorios) | ||||||||||||
Migrantes de primera generación | 0,097 | 0,002 | 0,082 | 0,002 | 0,077 | 0,039 | 0,047 | 0,129 | 0,114 | 0,001 | 0,115 | <0,001 |
Migrantes de segunda generación | 0,071 | 0,001 | 0,053 | 0,014 | 0,064 | 0,015 | 0,042 | 0,094 | 0,076 | 0,003 | 0,064 | 0,014 |
Situación laboral de la madre (Ref: Sin trabajo remunerado) | ||||||||||||
Con trabajo remunerado | −0,041 | 0,057 | −0,027 | 0,193 | −0,024 | 0,364 | −0,026 | 0,265 | −0,057 | 0,023 | −0,026 | 0,287 |
Situación laboral del padre (Ref: Sin trabajo remunerado) | ||||||||||||
Con trabajo remunerado | −0,021 | 0,492 | 0,038 | 0,155 | −0,043 | 0,246 | 0,056 | 0,074 | −0,001 | 0,98 | 0,023 | 0,480 |
Nivel de estudios de la madre/ tutora 1 (Ref: Sin estudios o primarios) | ||||||||||||
Estudios secundarios o superiores | −0,007 | 0,784 | −0,005 | 0,826 | −0,008 | 0,787 | 0,010 | 0,710 | −0,005 | 0,85 | −0,020 | 0,473 |
Nivel de estudios del padre/tutor 2 (Ref: Sin estudios o primarios) | ||||||||||||
Estudios secundarios o superiores | 0,000 | 0,997 | −0,034 | 0,122 | 0,011 | 0,701 | −0,058 | 0,022 | −0,011 | 0,697 | −0,012 | 0,644 |
Víctima de acoso escolar o ciberacoso (Ref: No) | 0,014 | 0,543 | 0,047 | 0,029 | −0,023 | 0,401 | 0,049 | 0,044 | 0,048 | 0,069 | 0,045 | 0,084 |
Víctima de abusos físicos o sexuales en la infancia (Ref: No) | 0,011 | 0,628 | 0,008 | 0,725 | −0,003 | 0,912 | 0,018 | 0,482 | 0,021 | 0,422 | −0,002 | 0,942 |
Testigo de violencia contra la madre (Ref: No) | 0,017 | 0,668 | 0,013 | 0,691 | 0,033 | 0,477 | 0,025 | 0,499 | 0,002 | 0,969 | 0,002 | 0,952 |
Relación con la familia (Ref: Mala) | ||||||||||||
Buena | −0,040 | 0,144 | −0,034 | 0,189 | −0,058 | 0,078 | −0,027 | 0,367 | −0,023 | 0,469 | −0,040 | 0,19 |
Relación con los/las compañeros/as (Ref: Mala) | ||||||||||||
Buena | 0,023 | 0,414 | −0,056 | 0,026 | 0,016 | 0,626 | −0,048 | 0,096 | 0,029 | 0,394 | −0,063 | 0,038 |
Relación con el profesorado (Ref: Mala) | ||||||||||||
Buena | −0,014 | 0,499 | 0,018 | 0,373 | −0,041 | 0,098 | −0,005 | 0,816 | 0,010 | 0,694 | 0,039 | 0,102 |
Satisfacción con el instituto (Ref: No me gusta) | ||||||||||||
Me gusta | 0,017 | 0,526 | 0,023 | 0,328 | −0,016 | 0,591 | 0,023 | 0,402 | 0,046 | 0,14 | 0,024 | 0,407 |
Ha tenido relación de pareja (Ref: No) | 0,030 | 0,107 | 0,023 | 0,188 | 0,032 | 0,155 | 0,020 | 0,333 | 0,030 | 0,179 | 0,027 | 0,21 |
Ha mantenido relaciones sexuales (Ref: No) | −0,008 | 0,781 | 0,019 | 0,417 | −0,002 | 0,944 | 0,028 | 0,308 | −0,013 | 0,697 | 0,011 | 0,693 |
aCoeficiente ajustado por ciudad y todas las variables mostradas en el modelo.
En los chicos, el deseo heterosexual se asoció con mayor sexismo (SA y SH: p <0,01; SB: p <0,05). Los chicos con antecedentes migratorios tuvieron mayor probabilidad de puntuar alto en sexismo que aquellos sin antecedentes migratorios, con mayores diferencias en la primera generación (SA: p <0,01; SB: p <0,001) que en la segunda (SA y SB: p <0,05). El sexismo se asoció positivamente con haber sido víctima de acoso escolar o ciberacoso en los 3 meses previos (SA y SH: p <0,05). La probabilidad de puntuar alto en sexismo fue menor en aquellos cuyos padres tenían estudios superiores (SH: p <0,05) y en los que declararon tener buena relación con los/las compañeros/as (SA y SB: p <0,05) (Tabla 3).
Sexismo y conducta violenta en el contexto de la pareja
Entre los/las 636 adolescentes con experiencia de relación de pareja, 74 (11,6%) respondieron haber ejercido VP. De estos 74 casos, 35 (47,3%) fueron chicas y 39 (52,7%) chicos. Hubo 5 chicas (1,5%) y 14 chicos (4,5%) que indicaron haber ejercido VP física o sexual, con diferencias entre sexos (p <0,05). Reportaron VP a través del control 34 chicas (10,4%) y 30 chicos (9,7%), sin diferencias significativas por sexo (Tabla 4).
Tipo de conducta violenta (VP) | Frecuencias (%) | ||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Chicas (n = 326) | p | Chicos (n = 310) | p | ||||||||
VP física o sexual | No | 291 (89,3) | 271 (87,4) | 0,537 | |||||||
Sí | 35 (10,7) | 39 (12,6) | |||||||||
VP física o sexual | No | 292 (89,6) | 280 (90,3) | 0,793 | |||||||
Sí | 34 (10,4) | 30 (9,7) | |||||||||
Conducta violenta (VP) | No | 321 (98,5) | 296 (95,5) | 0,035 | |||||||
Sí | 5 (1,5) | 14 (4,5) | |||||||||
Sí (n = 35) | No (n = 291) | Sí (n =39) | No (n = 271) | ||||||||
Ciudad | |||||||||||
Alicante | 22 | (62,9) | 158 | (54,3) | 0,372 | 13 | (33,3) | 162 | (59,8) | 0,003 | |
Terrassa | 13 | (37,1) | 133 | (45,7) | 26 | (66,7) | 109 | (40,2) | |||
Edad | |||||||||||
13 años | 12 | (34,3) | 102 | (35,1) | 0,018 | 11 | (28,2) | 102 | (37,6) | 0,437 | |
14 años | 11 | (31,4) | 143 | (49,1) | 20 | (51,3) | 129 | (47,6) | |||
15-17 años | 12 | (34,3) | 46 | (15,8) | 8 | (20,5) | 40 | (14,8) | |||
Deseo sexual | |||||||||||
No heterosexual | 10 | (28,6) | 59 | (20,3) | 0,331 | 9 | (23,1) | 43 | (15,9) | 0,481 | |
Heterosexual | 25 | (71,4) | 223 | (76,6) | 29 | (74,4) | 216 | (79,7) | |||
No lo tengo claro | 0 | (0) | 9 | (3,1) | 1 | (2,6) | 12 | (4,4) | |||
Antecedentes migratorios | |||||||||||
Primera generación | 7 | (20) | 24 | (8,3) | 0,066 | 7 | (18) | 25 | (9,2) | 0,066 | |
Sin antecedentes migratorios | 19 | (54,3) | 197 | (67,7) | 21 | (53,9) | 194 | (71,6) | |||
Segunda generación | 9 | (25,7) | 70 | (24,1) | 11 | (28,2) | 52 | (19,2) | |||
Situación laboral de la madre | |||||||||||
Sin trabajo remunerado | 12 | (34,3) | 70 | (24,1) | 0,216 | 12 | (30,8) | 52 | (19,2) | 0,136 | |
Con trabajo remunerado | 23 | (65,7) | 221 | (76) | 27 | (69,2) | 219 | (80,8) | |||
Situación laboral del padre | |||||||||||
Sin trabajo remunerado | 4 | (11,4) | 29 | (10) | 0,767 | 2 | (5,1) | 36 | (13,3) | 0,194 | |
Con trabajo remunerado | 31 | (88,6) | 262 | (90) | 37 | (94,9) | 235 | (86,7) | |||
Nivel de estudios de la madre | |||||||||||
Sin estudios o primarios | 14 | (40) | 84 | (28,9) | 0,178 | 18 | (46,2) | 65 | (24) | 0,006 | |
Secundarios o superiores | 21 | (60) | 207 | (71,1) | 21 | (53,9) | 206 | (76) | |||
Nivel de estudios del padre | |||||||||||
Sin estudios o primarios | 13 | (37,1) | 94 | (32,3) | 0,572 | 22 | (56,4) | 79 | (29,2) | 0,002 | |
Secundarios o superiores | 22 | (62,9) | 197 | (67,7) | 17 | (43,6) | 192 | (70,9) | |||
Relación familiar | |||||||||||
Mala relación | 12 | (34,3) | 51 | (17,5) | 0,024 | 6 | (15,4) | 37 | (13,7) | 0,804 | |
Buena relación | 23 | (65,7) | 240 | (82,5) | 33 | (84,6) | 234 | (86,4) | |||
Satisfacción con el instituto | |||||||||||
No me gusta | 10 | (28,6) | 43 | (14,8) | 0,050 | 8 | (20,5) | 54 | (19,9) | 1,000 | |
Me gusta | 25 | (71,4) | 248 | (85,2) | 31 | (79,5) | 217 | (80,1) | |||
Relación con el profesorado | |||||||||||
Mala relación | 14 | (40) | 82 | (28,2) | 0,170 | 14 | (35,9) | 90 | (33,2) | 0,721 | |
Buena relación | 21 | (60) | 209 | (71,8) | 25 | (64,1) | 181 | (66,8) | |||
Satisfacción con los/las compañeros/as | |||||||||||
Mala relación | 6 | (17,1) | 24 | (8,3) | 0,114 | 10 | (25,6) | 24 | (8,9) | 0,004 | |
Buena relación | 29 | (82,9) | 267 | (91,8) | 29 | (74,4) | 247 | (91,1) | |||
Víctima de acoso escolar y/o ciberacoso | |||||||||||
No | 21 | (60) | 235 | (80,8) | 0,008 | 22 | (56,4) | 210 | (77,5) | 0,01 | |
Sí | 14 | (40) | 56 | (19,2) | 17 | (43,6) | 61 | (22,5) | |||
Víctima de abusos físicos o sexuales en la infancia | |||||||||||
No | 18 | (51,4) | 217 | (74,6) | 0,008 | 24 | (61,5) | 206 | (76) | 0,076 | |
Sí | 17 | (48,6) | 74 | (25,4) | 15 | (38,5) | 65 | (24) | |||
Testigo de violencia contra la madre | |||||||||||
No | 30 | (85,7) | 271 | (93,1) | 0,167 | 30 | (76,9) | 249 | (91,9) | 0,008 | |
Sí | 5 | (14,3) | 20 | (6,9) | 9 | (23,1) | 22 | (8,1) | |||
Ha mantenido relaciones sexuales | |||||||||||
No | 20 | (57,1) | 221 | (76) | 0,024 | 23 | (59) | 205 | (75,7) | 0,033 | |
Sí | 15 | (42,9) | 70 | (24,1) | 16 | (41) | 66 | (24,4) | |||
Media (DE) | |||||||||||
Sexismo | Ambivalente | 51,9 | (12,2) | 47,4 | (10,6) | 0,019 | 52,6 | (13,2) | 47,9 | (11,7) | 0,021 |
Hostil | 25,2 | (6,7) | 22,6 | (6,3) | 0,024 | 26,2 | (6,8) | 23,0 | (6,6) | 0,005 | |
Benevolente | 26,7 | (7,4) | 24,7 | (6,5) | 0,100 | 26,4 | (7,9) | 24,9 | (6,9) | 0,210 |
DE: desviación estándar; VP: violencia de pareja.
Valores de p obtenidos con las pruebas de ji al cuadrado para variables de más de dos categorías y exacta de Fisher para las dicotómicas. Para el sexismo y la conducta violenta se ha utilizado la prueba t de Student.
El SH mantuvo una asociación positiva significativa con la conducta violenta (VP), independientemente del resto de las variables, tanto en chicas (OR: 1,07; IC95%: 1,00-1,14) como en chicos (OR: 1,11; IC95%: 1,03-1,2). Las chicas que habían sufrido violencia física o sexual en la infancia registraron una probabilidad dos veces mayor de conducta violenta (VP) (OR: 2,39; IC95%: 1,06-5,39). En los chicos, que el padre tuviera trabajo remunerado se asoció con mayor probabilidad de conducta violenta (VP), mientras que tener buena relación con los/las compañeros/as y que el padre tuviera estudios secundarios o superiores se asoció con menor probabilidad (Tabla 5).
Chicas (n = 326) | Chicos (n = 310) | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
ORa | IC95% | ORa | IC95% | |||
Sexismo hostil | 1,07 | b | (1,00-1,14) | 1,11 | c | (1,03-1,20) |
Sexismo benevolente | 1,01 | (0,95-1,08) | 1,00 | (0,94-1,07) | ||
Edad (Ref: 13 años) | ||||||
14 años | 0,51 | (0,18-1,39) | 1,33 | (0,52-3,41) | ||
15-17 años | 1,57 | (0,52-4,71) | 3,24 | (0,88-11,89) | ||
Deseo sexual (Ref: Heterosexual) | ||||||
No heterosexual | 0,85 | (0,33-2,18) | 0,60 | (0,20-1,75) | ||
No lo tengo claro | 1 | (-)d | 0,48 | (0,04-5,11) | ||
Situación laboral de la madre (Ref: Sin trabajo remunerado) | ||||||
Con trabajo remunerado | 0,89 | (0,37-2,11) | 0,60 | (0,23-1,56) | ||
Situación laboral del padre (Ref: Sin trabajo remunerado) | ||||||
Con trabajo remunerado | 0,93 | (0,28-3,13) | 6,61 | b | (1,19-36,72) | |
Nivel de estudios de la madre/tutora 1 (Ref: Sin estudios o primarios) | ||||||
Estudios secundarios o superiores | 0,68 | (0,25-1,82) | 0,73 | (0,25-2,13) | ||
Nivel de estudios del padre/tutor 2 (Ref: Sin estudios o primarios) | ||||||
Estudios secundarios o superiores | 1,35 | (0,52-3,48) | 0,35 | b | (0,13-0,97) | |
Satisfacción con el instituto (Ref: No me gusta) | ||||||
Me gusta | 0,66 | (0,25-1,75) | 1,72 | (0,56-5,25) | ||
Relación con los/las compañeros/as (Ref: Mala) | ||||||
Buena | 0,57 | (0,18-1,84) | 0,26 | b | (0,08-0,8) | |
Relación con el profesorado (Ref: Mala) | ||||||
Buena | 0,87 | (0,36-2,11) | 0,92 | (0,38-2,25) | ||
Relación con la familia (Ref: Mala) | ||||||
Buena | 0,87 | (0,34-2,22) | 1,83 | (0,56-5,95) | ||
Experiencia de relaciones sexuales (Ref: No) | 1,55 | (0,63-3,79) | 2,04 | (0,86-4,85) | ||
Víctima de acoso escolar o ciberacoso (Ref: No) | 1,74 | (0,71-4,26) | 1,16 | (0,46-2,91) | ||
Víctima de abuso físico o sexual en la infancia (Ref: No) | 2,39 | b | (1,06-5,39) | 1,75 | (0,73-4,21) |
IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio.
aAjustadas por ciudad y todas las variables mostradas en el modelo.
bp <0,05.
cp <0,01.
dLas nueve observaciones de la categoría no se utilizaron para la predicción del modelo.
Discusión
El sexismo persiste como problema de salud pública de primer orden y confirma los resultados ya observados en adolescentes, tanto en el contexto español como en otros países europeos6,15,17. Los resultados muestran asociaciones entre tener buena relación con el entorno y menor sexismo, en línea con nuestra primera hipótesis, aunque no observamos asociaciones significativas entre el sexismo y el nivel educativo de las madres ni la experiencia en relaciones de pareja/sexuales. En el alumnado con experiencia de relaciones de pareja, el SH se asoció con mayor probabilidad de conducta violenta (VP)5, corroborando nuestra segunda hipótesis.
La mayor probabilidad de sexismo alto entre adolescentes con deseos heterosexuales que entre adolescentes con deseos no heterosexuales podría explicarse por su propia conceptualización. La subescala del SB, con la que la asociación fue mayor, incluye ítems que refuerzan la heteronormatividad: «Todo hombre debe tener una mujer a quien amar». Esto posibilitaría que el alumnado no heterosexual respaldara menos ideas sexistas en comparación con el heterosexual2,16. Del mismo modo, estos imaginarios sexistas benevolentes predominan sobre el machismo tradicional, siendo más sutiles y estando más libres de su violencia directa característica4,23.
Identificamos una asociación entre tener antecedentes migratorios y mayor sexismo, en línea con otro estudio realizado en España con población adulta autóctona y migrante18. Las puntuaciones en el ASI se correlacionan negativamente con los índices de igualdad de un país11,24. Otros estudios reportan que respaldar el SB (subescala en que la asociación es mayor) podría ser una respuesta adaptativa de autoprotección frente a entornos percibidos como hostiles (miedo al crimen y, en mujeres, actitudes hostiles de los hombres hacia ellas)25,26. Sin embargo, debemos interpretar esta asociación con cautela, pues desconocemos qué factores la causan, además de considerar la interseccionalidad de los distintos ejes de desigualdad que recaen sobre la población migrante27.
En las chicas, tener madres con trabajo remunerado se asoció con menor SB, mientras que, en los chicos, tener padres con estudios secundarios o superiores se asoció con menor SH. En este estudio, la situación laboral y el nivel de estudios de los progenitores pueden interpretarse como una aproximación del estatus socioeconómico del alumnado28, por lo que el sexismo se asociaría de manera negativa con el nivel socioeconómico alto.
En los chicos, nuestros resultados muestran una asociación positiva entre el sexismo y la exposición al acoso escolar o ciberacoso (SA y SH), y negativa con tener buena relación con los/las compañeros/as (SA y SB), por lo que tener una buena relación con los análogos podría actuar como factor protector del sexismo. La literatura reporta resultados similares6,29. Este dato destaca la importancia de identificar activos en salud en el entorno escolar e implementar intervenciones educativas que los consideren y potencien.
La prevalencia de VP identificada fue menor que en otros estudios, lo cual podría atribuirse a los tipos de violencia que se incluyen en la definición y a la edad de las participantes8. Se identifica asociación entre el SH y una mayor probabilidad de ejercer VP, en concordancia con otro estudio en adolescentes españoles8. Otros estudios relacionan los niveles altos de sexismo con una menor atribución de responsabilidad propia y una mayor culpabilización a la víctima30, una mayor probabilidad de no identificar la VP31 y una mayor probabilidad de cometer otros tipos de violencia, siendo el SH más predictor, en concordancia con nuestros resultados6,32. Por ello, el sexismo podría actuar banalizando la violencia, también en el ámbito de la pareja, aumentando así la probabilidad de conducta violenta (VP) entre los perfiles más sexistas.
Otra variable que resultó asociada con mayor probabilidad de conducta violenta (VP) en las chicas fue haber sufrido abusos físicos o sexuales en la infancia. Arnoso et al.18 sugieren que el carácter bidireccional de la violencia podría explicar que los individuos que han sido víctimas de ella tengan mayor probabilidad de ejercerla.
En la interpretación de los resultados cabe valorar algunas limitaciones del estudio. En primer lugar, se realizó un muestreo no probabilístico diseñado para evaluar un programa educativo. Consecuentemente, la muestra no es representativa de ambas ciudades, aunque es adecuada para los objetivos de este estudio. El diseño transversal no permite inferir causalidad. Por otra parte, el tamaño muestral de adolescentes que respondieron haber tenido una relación de pareja fue pequeño, así como la prevalencia de VP.
Conclusiones
El sexismo está presente en adolescentes y se asocia a mayor probabilidad de conducta violenta contra la pareja o análogo. Las actitudes sexistas están más afianzadas en personas con antecedentes migratorios y en chicos víctimas de acoso escolar o ciberacoso. En cambio, el deseo no heterosexual y el nivel socioeconómico alto se asocian negativamente al sexismo. Además, en el entorno escolar, tener buena relación con los/las compañeros/as podría actuar como posible factor protector frente al sexismo. El SH se asocia positivamente con la conducta violenta (VP) en ambos sexos. Los resultados son preocupantes por sus implicaciones para la salud pública y la equidad de género. Sin embargo, el sexismo es un factor modulable a través de programas educativos4,6,33,34. Nuestros resultados reafirman la importancia de abordar el sexismo como estrategia para la prevención de la VP y considerar las variables asociadas en el diseño de nuevas intervenciones.
¿Qué se sabe sobre el tema?
El sexismo en adolescentes se ha asociado con la violencia de pareja y conductas sexuales de riesgo. Son escasos los estudios sobre su relación con los determinantes sociales de la salud.
¿Qué añade el estudio realizado a la literatura?
El sexismo en adolescentes persiste y se reafirma su relación con la conducta violenta en el contexto de la pareja. Aporta evidencia acerca de la asociación con los antecedentes migratorios y el acoso escolar (victimización). Se relacionan el deseo no heterosexual y las buenas relaciones con iguales con menor sexismo.
Declaración de transparencia
La autora principal (garante responsable del manuscrito) afirma que este manuscrito es un reporte honesto, preciso y transparente del estudio que se remite a Gaceta Sanitaria, que no se han omitido aspectos importantes del estudio, y que las discrepancias del estudio según lo previsto (y, si son relevantes, registradas) se han explicado.