CARTA AL DIRECTOR

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Una situación embarazosa

An awkward situation

Sr. Director:

Hace pocas semanas acude a mi consulta una paciente, joven de 27 años de edad, con antecedentes de miopía magna; refiriendo disminución de agudeza visual por ojo izquierdo de 15 días de evolución, así como metamorfopsia. Estos síntomas ya los tuvo en el ojo derecho hacía dos años y desde entonces no ve bien por él.

Tras realizar las oportunas exploraciones y pruebas complementarias se aprecia en ojo derecho una mancha de Fuchs y se confirma la sospecha de una membrana neovascular coroidea subfoveal activa con componente hemorrágico en ojo izquierdo. Tras explicar las posibilidades de tratamiento, la paciente opta por la Terapia fotodinámica (TFD); cuya aplicación se prevé tres días después. Hasta aquí todo bien.

Pero al día siguiente recibo su llamada telefónica anunciándome que estaba felizmente embarazada (sistemáticamente pido test de gestación a toda mujer en edad fértil antes de aplicar TFD). Tras realizar las consultas pertinentes le explico que no existen estudios sobre daño fetal hasta este momento y que no le aconsejaba este tratamiento. No obstante ella decide consultar con su ginecólogo. ¡Horror! ... El buen hombre le dice que lo primero es ella y sus ojos. Que se ponga el tratamiento pero que de todas formas pidiera la composición tanto del medicamento para el tratamiento como del usado en la angiografía para enviarlo al Centro Nacional de Toxicología para analizarlos. Y si la cosa no iba bien y tenía que abortar que abortara.

Ella insistía en que se lo quería poner, que firmaba lo que tuviera que firmar y que si se detectaba con el tiempo algo en el niño, ella y su marido estaban dispuestos a seguir con el embarazo hasta el final.

Ante esta situación, me pongo en contacto con un conocido abogado con bastante experiencia en temas médico-legales. Su contestación fue: «hace unos días se ha dictado una sentencia por la que condenan a un médico, por un tema similar, a una indemnización de 150 millones de las antiguas pesetas y manutención mensual del niño de por vida». Y me di por enterado.

Afortunadamente, y después de hablar mucho con la pareja, optaron por la Termoterapia Transpupilar. Actualmente se encuentra subjetivamente mejor y sigue con su embarazo adelante.

De todo lo comentado surgen varias cuestiones y lecturas.

Cuestiones:

- ¿Realmente con un consentimiento informado hubiera sido suficiente para llevar a cabo el tratamiento, con exención de responsabilidad del profesional ante un juez? Yo no sabría contestar.

- A la paciente hay que seguir revisándola y ver si necesita nuevo tratamiento y para ello sería preciso realizar nuevas exploraciones angiográficas. Pero ¿las angiografías tienen efectos perniciosos sobre el feto? Seguro que a más de uno de los que estáis leyendo estas líneas se os ha planteado esta duda e incluso las halláis realizado. Pues bien, existen dos artículos publicados (1,2) en los que no se describen efectos de embriotoxicidad ni teratogenicidad de la fluoresceína sódica sobre conejos el primero y ratas el segundo. Sin embargo, un estudio (3) en el que consultan la experiencia en 1.101 miembros de sociedad de retina y vítreo sobre el uso de ICG en embarazadas, destaca las enormes dudas existentes, a pesar de la experiencia que existe de su uso en la determinación del flujo hepático en embarazadas.

Lecturas:

- A toda mujer en edad fértil que vaya a someterse a TFD hay que realizar test de gestación, preferiblemente en sangre por ser un test más sensible y específico.

- Que a pesar de todos los problemas o cuestiones que se nos puedan plantear en situaciones como ésta, la relación y conversación fluida, sincera y razonable con el paciente, suele ser suficiente para determinar el tratamiento más adecuado.

- Pero, no obstante, y dada la desgraciada situación de acoso y en algunas ocasiones derribo, hacia la profesión médica, se impone tener cerca el consejo de un buen profesional de las leyes,... por si acaso.

E. Gutiérrez
Clínica Piñero. Sevilla

 

BIBLIOGRAFÍA

1. McEnerney JK, Wong WP, Peyman GA. Evaluation of the teratogenicity of fluorescein sodium. Am J Ophthalmol 1977; 84: 847-850.

2. Salem H, Loux JJ, Smith S, Nichols CW. Evaluation of the toxicologic and teratogenic potentials of sodium fluorescein in the rat. Toxicology 1979; 12: 143-150.

3. Fineman MS, Maguire JI, Fineman SW, Benson WE. Safety of indocyanine green angiography during pregnancy: a survey of the retina, macula, and vitreous societies. Arch Ophthalmol 2001; 119: 353-355.