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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología

versión impresa ISSN 0365-6691

Arch Soc Esp Oftalmol vol.79 no.8  ago. 2004

 

SECCIÓN ICONOGRÁFICA


DEL LEUCOMA DEL REY Y OTROS ERRORES

NOGUERA JJ1

En el mundillo de la filatelia, cuando un sello difiere del «sello tipo» se habla de variedad, si ha habido problemas técnicos durante su impresión, y de error, si se dieron descuidos humanos en su confección. Cuanto mayor es esa diferencia y menos son los sellos que la presentan, tanto mayor es su interés y su precio. Así, por ejemplo, el sello más caro de todos los de España es el error correspondiente al octavo emitido en nuestra historia, el uno de enero de 1851, en el cual aparece la imagen de Isabel II en color azul en vez de en rojo anaranjado, su color original. ¡El famoso y codiciado dos reales azul!

Por aquellos años, las planchas con las que se imprimían los sellos se confeccionaban con un número determinado de cartuchos fijados mediante una especie de bastidor. Aquellos cartuchos se llenaban con su tinta correspondiente y se procedía a la impresión de las hojas que, en nuestro caso, eran de 170 sellos. Al componer la plancha del sello de seis reales, otro más de la emisión de 1851, se coló un cartucho del de dos reales, se llenaron todos los cartuchos con su tinta correspondiente —¡azul!— y así se imprimió este sello con el color cambiado. Se conocen sólo dos ejemplares sueltos y otro más haciendo pareja con uno de seis reales. Algunos catálogos (Yvert) citan hasta cuatro ejemplares. Cada sello del dos reales azul está tasado en 170.000 euros, es decir, sólo algo más de ¡28 millones de pesetas!

En los sellos que han aparecido en nuestra revista también se han colado algunas variedades y algunos errores. Unos de poca importancia, sólo las tintas desplazadas: Rouault, Modigliani; otros con colores sin imprimir: también Modigliani; otras con impresión sólo en negro: Braille (debía ser azul), Lazarillo de Tormes (debía ser verde y negro)... ¡Estos tres últimos se pagarían bien! Los duendecillos de las imprentas no descansan.

En un número anterior de nuestros Archivos hube de rectificar la información —¡un error!— sobre la actividad quirúrgica del oftalmólogo mexicano D. Ricardo Vértiz. Otro gazapo, éste cazado por el Dr. D. Mario Esteban de Antonio (Sepúlveda – Segovia), apareció en el texto que acompañó al sello de Nungesser en junio de 2001. Lo cierto es que ese error viene arrastrándose desde hace muchos años, por lo menos en los libros y folletos a los que dirijo mis consultas; véase, entre otros, el tomo 11/2 de la Historia de la Oftalmología de Hirschberg, donde se cita a Nungesset (sic). Todo lo escrito es cierto, todo está bien, salvo que el que perdió el ojo, el tuerto del sello y el de la historia, no es Charles Nungesser sino ¡François Coli!

Tras el oportuno toque de atención, revisé este asunto, «navegué» por internet y no encontré ninguna imagen de Nungesser con el ojo tapado. También es cierto que apenas conseguí unos mínimos datos sobre François Coli y menos aún, ¡nada!, de sus lesiones oculares. El Dr. D. Mario Esteban tiene preparado un libro, creo que aún inédito, titulado «Monoftalmía». En el capítulo de Aviadores tuertos escribió sobre François Coli:

[...] Fue un gran aviador francés y héroe de la I Guerra Mundial. Hizo famosa su escuadrilla «Les Coqs», de la que era jefe, y en una de cuyas acciones bélicas, entre otras graves lesiones, perdió su ojo derecho. No obstante siguió volando hasta su muerte 10 años más tarde; así, en 1919, acompañado de Roget, triunfó en su gran aventura de atravesar el Mediterráneo en viaje de ida y vuelta, lo que constituyó una verdadera hazaña para esa época. Pero esto le pareció poco y, junto a otro mítico piloto francés, Charles Nungesser (45 combates aéreos victoriosos, en los que fue herido 17 veces), intentó el primer vuelo París – Nueva York sin escalas [...]

No en balde Mario Esteban ha sido, entre otras cosas, Jefe de los Servicios de Oftalmología del Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial y del Hospital del Aire de Madrid.

Completa este artículo un real error de impresión. ¡Vaya hermoso leucoma le han asignado a S. M. Don Juan Carlos I en el sello de 500 pesetas emitido el 21 de octubre de 1991 (Edifil 2607)! Otros pequeños defectos de impresión aparecen en la boca y en el cuello.


1 Oftalmólogo. Pamplona. España

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