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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología

versión impresa ISSN 0365-6691

Arch Soc Esp Oftalmol vol.80 no.9  sep. 2005

 

COMUNICACIÓN CORTA


NEURORRETINOPATÍA ISQUÉMICA ASOCIADA A INTERFERÓN

ISCHEMIC NEURORETINOPATHY ASSOCIATED WITH USE OF INTERFERON

MISERACHS-GARCÍA S1, MESA-TOLEDO E1, ARRUGA-GINEBREDA J2, CASTILLO-CAMPILLO L1

 

RESUMEN

Caso clinico: Un varón de 46 años, tratado con peginterferón alfa 2-b y ribavirina por una hepatitis C, acudió por visión borrosa progresiva e indolora en el ojo izquierdo de 4 días de evolución. El examen oftalmoscópico reveló un edema pálido retiniano yuxtapapilar y papilar en sector temporal. La exploración ocular y analítica sanguínea no evidenciaron otras alteraciones que explicaran su sintomatología.

Discusión: El paciente fue diagnosticado de neurorretinopatía isquémica asociada a interferón, pero debido a la favorable evolución el tratamiento no fue suspendido.

Palabras clave: Neurorretinopatía isquémica, interferón.

ABSTRACT

Clinical case: A 46-year-old man, treated with peginterferon alpha 2-b and ribavirin for hepatitis C, experienced progressive painless blurring of vision in his left eye over a period of 4 days. Fundoscopy revealed pale temporal segmental edema of the optic disc and retina. Ocular examination and blood tests ruled out other disorders which could explain the visual disturbance.
Discussion: The patient was diagnosed with an ischemic neuroretinopathy associated with interferon but, due to a favourable visual outcome, the treatment was not discontinued (Arch Soc Esp Oftalmol 2005; 80: 533-536).

Key words: Ischemic neuroretinopathy, interferon.

 

 


Recibido: 13/12/04. Aceptado: 16/9/05.
Servicio de Oftalmología. Hospital Universitari de Bellvitge. L'Hospitalet de Llobregat. Barcelona. España.
1 Licenciado en Medicina.
2 Doctor en Medicina.

Correspondencia:
Sergio Miserachs García
C/. Garrofers, 68-70, 1.º 3.ª
08016 Barcelona
España
E-mail: aquiles77@wanadoo.es

 

INTRODUCCIÓN

Los interferones son glicoproteínas con efectos antiangiogénicos, antivirales y antitumorales. Uno de sus derivados, el peginterferón alfa 2-b, un conjugado covalente de interferón alfa 2-b recombinante con monometoxi polietilenglicol, se usa, aislado o bien combinado con ribavirina, para el tratamiento de pacientes adultos con hepatitis C crónica probada histológicamente que tengan transaminasas elevadas, sin descompensación hepática y que sean ARN-VHC o anti-VHC positivos. Como todos los interferones, éste puede provocar efectos secundarios sistémicos tales como síndrome pseudogripal, trastornos gastrointestinales, pancitopenia, hipotensión arterial, depresión, además de complicaciones oculares como tricomegalia, hemorragias subconjuntivales, papiledema y neurorretinopatía isquémica. A continuación presentamos el caso de un paciente que presentaba esta última complicación.

CASO CLÍNICO

Un varón de 46 años acudió en agosto de 2004 por disminución subaguda de la visión en el ojo izquierdo (OI) de 4 días de evolución. Como antecedentes destacaba ser portador del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) desde hacía 20 años y del virus de la hepatitis C (VHC) desde hacía 3 meses, estando bajo tratamiento con antirretrovirales (ritonavir, estavudina, lopinavir y tenofovir), peginterferón alfa 2-b (100 mcg una vez por semana) y ribavirina. La exploración oftalmológica inicial reveló una agudeza visual (AV) de 1,0 en ambos ojos (AO), visión cromática normal en AO y biomicroscopía de segmento anterior normal en AO. El fondo del ojo derecho era normal, y en el OI se observaba un borramiento con elevación papilar temporal y edema en el haz papilo macular (fig. 1). El campo visual Humphrey (SITA 30-2) derecho era normal y el izquierdo mostraba un aumento de tamaño de la mancha ciega (fig. 2). En la angiografía fluoresceínica (AGF) del OI se apreció la presencia de fuga de contraste a nivel papilar temporal (fig. 3). Se realizó una analítica sanguínea completa (hemograma, factores de riesgo cardiovascular, bioquímica incluyendo el complemento, perfil de vasculitis y otros agentes infecciosos) que fueron normales, a excepción de las serologías positivas para VIH y VHC ya conocidas. Dada la buena AV que presentaba el paciente, se optó por no realizar ninguna acción terapéutica específica y controlarlo periódicamente. Al mes y medio de la primera visita, éste refería una recuperación visual total y la AV seguía siendo 1,0 en AO, mientras que en el examen oftalmoscópico ya no se apreciaban alteraciones (fig. 4). A los 2 meses del inicio del cuadro el paciente terminó la pauta de tratamiento de su hepatitis C (peginterferón y ribavirina).


Fig. 1.
Retinografía del ojo izquierdo en la primera visita. Se observa 
un edema papilar y yuxtapapilar temporal de aspecto isquémico.

 


Fig. 2.
Campimetría Humphrey (programa 30-2) realizada en la primera visita. 
Aumento de tamaño de la mancha ciega en el ojo izquierdo.

 


Fig. 3.
Angiografía fluoresceínica retiniana del ojo izquierdo en la primera visita. 
Fuga de contraste en los vasos de la parte temporal de la papila.


Fig. 4.
Retinografía del ojo izquierdo 45 días después de la primera visita. 
Ya no se observan alteraciones.

  

DISCUSIÓN

Dado que no hay evidencias en la literatura de efectos isquémicos oculares por parte de la ribavirina y los fármacos antirretrovirales que recibía el paciente, parece evidente la participación del peginterferón en la patogenia de la neurorretinopatía que presentaba nuestro paciente.

El mecanismo por el cual el interferón alfa puede inducir la aparición de una neurorretinopatía isquémica es aún desconocido, aunque se han postulado diversas hipótesis. Guyer et al (1) propusieron que el depósito de inmunocomplejos y la infiltración por parte de los linfocitos, tanto en los vasos retinianos como en las ramificaciones de las arterias ciliares posteriores que irrigan la cabeza del nervio óptico, eran los responsables de los cambios isquémicos que provocan la neurorretinopatía. Por su parte, Sugano et al (2) demostraron la presencia de altos niveles de la fracción de complemento C5a, un potente agregante plaquetario intravascular, en el plasma de pacientes tratados con interferón por hepatitis C. Si bien éste es un factor importante a tener en cuenta, nuestro paciente no presentaba ningún tipo de anomalía en el complemento.

En cuanto a la relación entre la dosis de interferón y la aparición o no de neurorretinopatía isquémica, no hay acuerdo entre los diversos estudios realizados. Hayasaka et al (3) encontraron un 23% de complicaciones isquémicas oculares entre los pacientes tratados con 3 millones de unidades subcutáneas 6 veces a la semana de interferón alfa 2-b por un 60% en los tratados con 9 millones. En cambio, Kawano et al (4) no encontraron un incremento de la incidencia de dichas complicaciones entre los pacientes estudiados, los cuales recibían de 6 a 10 millones de unidades al día durante 14 días, seguidos de 3 a 10 millones de unidades 3 veces por semana durante 22 semanas.

En resumen, aunque la patogenia exacta de la neurorretinopatía isquémica asociada a interferón no es conocida, parece evidente la participación conjunta de diferentes mecanismos inducidos por la acción de dicho fármaco, y que se necesitan más estudios para aclarar el papel de la dosis administrada en la aparición o no de complicaciones isquémicas oculares. Asimismo, parece recomendable la realización de un control oftalmológico periódico en estos pacientes porque la aparición de una alteración severa de la AV, aunque raramente se produce, suele ser reversible tras el cese del tratamiento con interferón alfa (5).

 

BIBLIOGRAFÍA

1. Guyer DR, Tiedeman J, Yannuzzi LA, Slakter JS, Parke D, Kelley J, et al. Interferon-associated retinopathy. Arch Ophthalmol 1993; 111: 350-356.         [ Links ]

2. Sugano S, Yanagimoto M, Suzuki T, Sato M, Onmura H, Aizawa H, et al. Retinal complications with elevated circulating plasma C5a associated with interferon-alpha therapy for chronic active hepatitis C. Am J Gastroenterol 1994; 89: 2054-2056.         [ Links ]

3. Hayasaka S, Nagaki Y, Matsumoto M, Sato S. Interferon associated retinopathy. Br J Ophthalmol 1998; 82: 323-325.         [ Links ]

4. Kawano T, Shigehira M, Uto H, Nakama T, Kato J, Hayashi K, et al. Retinal complications during interferon therapy for chronic hepatitis C. Am J Gastroenterol 1996; 91: 309-313.         [ Links ]

5. Purvin VA. Anterior ischemic optic neuropathy secondary to interferon alfa. Arch Ophthalmol 1995; 113: 1041-1044.         [ Links ]

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