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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología

versión impresa ISSN 0365-6691

Arch Soc Esp Oftalmol vol.85 no.6  jun. 2010

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Influencia del tratamiento en la pérdida de fibras nerviosas de la retina en pacientes con esclerosis múltiple

Effect of treatment in loss of retinal nerve fibre layer in multiple sclerosis patients

 

 

E. García–Martína, V. Pueyoa, J. Fernándeza, J. Martínb, J.R. Arab, C. Almarceguic y I. Dolzc

aServicio de Oftalmología, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España
bServicio de Neurología, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España
cServicio de Neurofisiología, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivos: Evaluar el efecto del tratamiento patogénico de la esclerosis múltiple (EM) sobre la pérdida de fibras nerviosas de la retina (CFNR) mediante técnicas de análisis digital de imagen.
Material y método: Se incluyeron 155 ojos de 79 pacientes con EM, a los que se exploró la agudeza visual medida con optotipos de Snellen, el defecto de refracción y la visión de colores, y se realizó perimetría automatizada, tomografía de coherencia óptica (OCT), polarimetría láser (GDx) y potenciales evocados visuales (PEV). Este protocolo se repitió al año y los cambios observados fueron comparados según el tratamiento asignado mediante el test de Anova; para lo que se dividió la población en 4 grupos en función del tratamiento recibido: 1) sin tratamiento 2) interferón beta 1a, 3) interferón beta 1b, 4) acetato de glatirámero.
Resultados: No se detectaron diferencias significativas (test t, p>0,05) entre los pacientes con o sin tratamiento ni entre los 4 grupos, pero la mayoría de los parámetros funcionales y estructurales mostraron una tendencia a presentar mayores reducciones de la CFNR en el grupo sin tratamiento. La mayor variación apareció en el cuadrante temporal de la CFNR en la OCT (redución de 4,97µm en pacientes sin tratamiento vs 1,08µm en los tratados).
Conclusión: El tratamiento patogénico de la EM puede ser un factor protector para la reducción del espesor de la CFNR que se produce con la progresión de la enfermedad. Se necesitan más estudios.

Palabras clave: Capa de fibras nerviosas de la retina. Esclerosis múltiple. Interferón. Tomografía de coherencia óptica. Polarimetría láser. Potenciales evocados visuales.


ABSTRACT

Objective: To evaluate the effect of pathogenic treatments in the reduction of the retinal nerve fibre layer (RNFL) in patients with Multiple Sclerosis (MS) by means of ocular imaging technologies.
Material and methods: A total 155 eyes of 79 patients with MS were enrolled in this study. All patients underwent a complete ophthalmic examination including best corrected visual acuity using Snellen chart, colour vision using Ishihara pseudoisochromatic plates, visual field examination, optical coherence tomography (OCT), scanning laser polarimetry (GDx) and visual evoked potentials. The patients were re–evaluated after a one year period and changes were assessed in order to detect differences between treatments using the Anova statistical test. The patients were divided into four groups: 1) Patients without treatment, 2) Patients treated with interferon beta–1a, 3) Subjects who received interferon beta–1b, 4) Patients treated using glatiramer acetate.
Results: There were no statistically significant differences between patients with or without treatment and between the four groups (P>0.05, t test), but functional and structural parameters showed greater loss in RNFL thickness in non–treated patients. Temporal quadrant RNFL thickness measured by OCT was the parameter with the highest variation (reduction of 4.97µm in patients without treatment vs 1.08µm in treated patients).
Conclusions: MS pathogenic treatment may be a protective factor in the RNFL loss that is associated to the disease progression. More studies are needed.

Key words: Retinal nerve fibre layer. Multiple sclerosis. Interferon. Optical coherence tomography. Scanning laser polarimetry. Visual evoked potentials.


 

Introducción

El tratamiento de la esclerosis múltiple (EM) puede ser de tres tipos. El primero de ellos es la terapia con base patogénica o "tratamiento fundamental de la enfermedad", que tiene como objetivo prevenir la progresión y las recaídas (brotes), y está constituido por imnumosupresores e imnumomoduladores, como los interferones (IFN), el acetato de glatirámero, la azatioprina, el natalizumab y la mitoxantrona. El segundo tipo está orientado al tratamiento de los brotes, y se basa en el uso de corticoides, que son fármacos que reducen la intensidad y duración de los síntomas, pero no modifican la discapacidad. Por último, el tercer grupo está formado por los tratamientos sintomáticos para la EM que tratan de mejorar la espasticidad, la fatiga, el deterioro cognitivo, el dolor, etc.

Hasta la fecha no existe un tratamiento curativo para la EM, si bien las terapias con base patogénica han demostrado una reducción de la actividad de la enfermedad disminuyendo la tasa de brotes y, posiblemente, la progresión de la discapacidad. Todos los IFN han demostrado beneficio clínico-radiológico frente al placebo: IFN beta 1b subcutáneo (Betaferon®)1-3, IFN beta 1a subcutáneo (Rebif 22® y Rebif 44®)4-6 e IFN beta 1a intramuscular (Avonex®)7. Los IFN beta 1b y 1a se consideran fármacos seguros, bien tolerados y eficaces en EM RR, tanto en la reducción del número de brotes como en la disminución de la gravedad de los mismos1,3.

El acetato de glatirámero tiene un beneficio clínico similar a los IFN beta8 con demora en los beneficios radiológicos9, lo que ha hecho pensar en un mecanismo patogénico diferente. Es un agente con actividad inmunomoduladora que induce células supresoras antígeno-específicas e interfiere en la activación de linfocitos T por competencia con la proteína básica de la mielina a nivel del complejo antígeno de histocompatibilidad mayor clase II. Se administra en dosis de 20mg por vía subcutánea diario (Glatiramer®, Copaxone®).

La EM es una enfermedad crónica que provoca déficits neurológicos progresivos e importante discapacidad, y cuya etiología no está totalmente definida, aunque la mayoría de los autores actualmente opinan que se debe a procesos de inflamación, desmielinización y daño axonal. En la actualidad existen evidencias de que el daño axonal está directamente relacionado con la discapacidad funcional permanente10,11, e incluso algunos trabajos sugieren que este daño axonal puede ser monitorizado mediante la medición del espesor de la capa de fibras nerviosas de la retina (CFNR) con técnicas de análisis digital de la imagen12,13. También se ha sugerido que estas técnicas podrían resultar útiles para monitorizar la respuesta al tratamiento en los ensayos clínicos de esta enfermedad14-19.

La evaluación funcional del nervio óptico se lleva a cabo mediante la exploración de la agudeza visual y la visión de colores, técnicas campimétricas y pruebas electrofisiológicas; mientras que su evaluación estructural se realiza mediante técnicas de análisis digital de imagen, como la tomografía de coherencia óptica (OCT) o la polarimetría láser (GDx)20-22.

El objetivo de este estudio es evaluar si los diferentes tipos de tratamientos que se emplean para la EM modifican el grado de deterioro progresivo que se produce en la CFNR de estos pacientes con respecto a los pacientes que no son tratados.

 

Material y métodos

Pacientes

En este estudio longitudinal y observacional se incluyeron 79 pacientes con EM (155 ojos), que fueron evaluados en el momento basal y a los 12 meses.

Los criterios de inclusión fueron diagnóstico de EM confirmado por un neurólogo basándose en los criterios de Posser, agudeza visual igual o superior a 0,1 en cada ojo para permitir el correcto desarrollo del protocolo exploratorio, y valores de presión intraocular de aplanamiento inferior a 20mm Hg. Aquellos pacientes que habían padecido un episodio de neuritis óptica en los 6 meses previos a su inclusión en el estudio o que sufrieron un episodio a lo largo de su seguimiento y aquellos cuyo defecto de refracción era superior a 5 dioptrías de equivalente esférico o 3 dioptrías de astigmatismo, fueron excluidos del estudio.

El estudio fue aprobado por el Comité ético del hospital y todos los participantes firmaron un consentimiento informado en que se detallaba el objetivo del trabajo y las pruebas que se incluían en el protocolo exploratorio, así como la posibilidad de abandonarlo en el momento en que lo deseasen. Todos lo sujetos fueron sometidos a una exploración oftalmológica completa, que incluyó agudeza visual con optotipo de Snellen, test de colores con 20 láminas isocromáticas de Ishihara, reflejos pupilares, motilidad ocular, medición del defecto de refracción, examen del polo anterior, tonometría de aplanación, valoración funduscópica papilar, perimetría computarizada realizada con el analizador de campo Humphrey (Carl-Zeiss Meditec, Dublin, Calif) y empleando una estrategia SITA Standard programa 30-2.; OCT (Stratus OCT 3000, Carl Zeiss Meditec, Dublin) utilizando los protocolos Fast RNFL thickness (barridos circulares de 3,4mm) y Fast macula, y evaluando el espesor medio de la CFNR, el espesor en cada uno de los cuatro cuadrantes retinianos y el volumen macular; y la GDx con compensación corneal variable (GDx VCC, Laser Diagnostic Technologies, San Diego) realizando barridos circulares centrados en la papila de 3,2mm de diámetro con el objetivo de medir los espesores de la CFNR (NFI, promedio TSNIT, promedio superior, promedio inferior y desviación estándar TSNIT).

También se registraron las variables neurológicas de duración de la enfermedad y de puntuación obtenida en la escala de disfunción neurológica EDSS (expanded disability status scale).

Estas exploraciones fueron realizadas en el momento basal y al año con el objetivo de evaluar cambios en los parámetros registrados y valorar la correlación entre dichos cambios y la terapia asignada a cada paciente.

Transcurridos 12 meses desde este primer estudio, se reevaluaron los pacientes empleando los mismos parámetros y se realizó un análisis estadístico comparativo de los resultados obtenidos tras dividir a los pacientes en 4 grupos en función del tratamiento recibido. De esta forma, el grupo 1 estaba formado por los sujetos con EM y sin tratamiento pautado, el grupo 2 eran pacientes que recibían INF beta 1a, el grupo 3 incluía pacientes con INF beta 1b y el grupo 4 estaba constituido por sujetos con EM en tratamiento con acetato de glatirámero.

En el análisis estadístico, todas las variables mencionadas fueron registradas en una base de datos elaborada con el programa FileMaker Pro 5.0. Se comparó la pérdida de espesor de CFNR y de volumen macular a lo largo del seguimiento entre los 4 grupos mediante el test estadístico de Anova, empleando el programa estadístico SPSS versión 15.0 (SPSS Inc., Chicago, United States). De modo previo al análisis de los datos se comprobó su ajuste a la normalidad mediante el test de Kolmogorov-Smirnov.

 

Resultados

Se evaluaron 79 pacientes, de los que 26 eran hombres y 53 eran mujeres (proporción hombre/mujer de 2:3). Su edad media fue de 42,32 años (rango: 19-66 años) y la media del tiempo de evolución de la enfermedad desde el momento del diagnóstico fue de 8,99 años (rango: 0,5-26 años). El tipo de EM predominante fue la recidivante-remitente con 77 pacientes (97,46%), mientras que sólo un paciente presentaban EM primaria progresiva (1,26%) y otro tenía una forma secundaria progresiva (1,26%). La media de la puntuación obtenida en la escala de discapacidad neurológica EDSS fue de 2,35 (rango: 0-8) en la evaluación basal y de 2,50 (rango: 0-8,5) en la revisión al año de los pacientes.

Los resultados de todos los parámetros evaluados en este estudio entre el grupo de sujetos con tratamiento y sin él, así como la significación de la comparación de los cambios observados en cada parámetro, se encuentran detallados en la tabla 1. Como se observa en esta tabla, no se han detectado diferencias significativas entre el grupo tratado y el no tratado en los parámetros funcionales y estructurales; sin embargo observamos una tendencia en la mayoría de éstos a mostrar mayor pérdida de espesor o de funcionalidad de la CFNR en los pacientes con EM no tratados.

La tabla 2 muestra los parámetros obtenidos en ambas evaluaciones para los sujetos sin tratamiento y los 3 subgrupos de pacientes tratados.

El parámetro que más diferencias mostró entre el grupo de tratados y de no tratados fue el espesor medio de la CFNR medido en la OCT, con cifras de 90,13µm en el momento basal y de 87,86µm en la revisión anual.

 

Discusión

El objetivo del estudio fue cuantificar los cambios observados durante un año en la CFNR de los ojos de pacientes con EM, y observar si el tipo de tratamiento o la ausencia del mismo se correlacionaban con estos cambios.

La evaluación de la CFNR en pacientes con EM fue propuesta por Frisen y Hoyt en 197421, como un método útil para evaluar las secuelas de episodios previos de neuritis óptica y para detectar episodios subclínicos de la enfermedad. Clásicamente se empleaba la oftalmoscopía y las fotografías monocromáticas de la retina, que proporcionaban una valoración cualitativa y subjetiva de la CFNR y el nervio óptico, y sólo eran capaces de detectar defectos con pérdidas superiores al 50% de las células ganglionares de la retina22,23. Actualmente la aplicación de técnicas de análisis digital de imagen, como la OCT y la GDx, permiten valorar la CFNR de forma cuantitativa, objetiva y reproducible. Estas técnicas, no invasivas y poco dependientes del examinador, son capaces de realizar análisis muy precisos y de proporcionar mediciones cuantitativas en tan sólo algunos minutos24,25 causando escasas molestias al paciente.

El motivo por el que se decidió no incluir a pacientes que hubiesen padecido una neuritis óptica en los seis meses previos al comienzo del estudio se basó en que ese es el tiempo que la mayoría de los autores consideran necesario para que las mediciones realizadas con las técnicas de análisis digital de la imagen, como OCT y GDx, sean capaces de registrar la degeneración retrógrada que se produce tras un episodio inflamatorio del nervio óptico, especialmente en el caso de las neuritis retrobulbares23,26-28.

Debemos tener en cuenta que los grupos evaluados no son homogéneos, ya que al tratarse de un estudio observacional y no intervencionista, los pacientes que no recibieron tratamiento y que por tanto fueron incluidos en este grupo, tenían formas clínicas más leves o con largos periodos de inactividad y escasos brotes; mientras que los pacientes a los que se les asignó un tratamiento eran aquellos cuyas manifestaciones sintomáticas eran más acusadas y por tanto la agresividad de la enfermedad en éstos era mayor que en el grupo control. Esto genera un sesgo que puede ser la causa de que las diferencias observadas en la reducción de la CFNR no hayan llegado a mostrar significación entre los distintos grupos.

En un estudio previo llevado a cabo por nuestro grupo de investigación en 84 ojos, se observó que existía una pérdida de fibras nerviosas de la retina en los pacientes con EM respecto a los sanos a lo largo de un año, incluso en aquellos que no habían presentado brotes ni signos de actividad de la enfermedad durante el periodo de seguimiento. Resultados similares han sido observados por Toledo et al29. Un estudio longitudinal realizado en 187 ojos de pacientes sanos evaluó la pérdida fisiológica de fibras de la retina que tiene lugar con la edad mediante OCT y determinó que una persona normal disminuye su promedio de CFNR en 0,16µm al año, siendo esta pérdida más acusada en personas de edades superiores a los 50 años30. Los resultados de nuestro estudio mostraron una pérdida de 3,48µm al año en este parámetro en los pacientes con EM.

El espesor temporal de la CFNR descendió una media de 2,59µm durante el año de seguimiento en los pacientes con EM, siendo este descenso de 4,98µm en los sujetos que no recibieron tratamiento y de 1,08µm en los que sí lo recibieron. Esto hace pensar que existen mecanismos fisiopatológicos, diferentes a la inflamación del nervio óptico, que causan daño axonal31-33 y que éste es menor en los pacientes que reciben tratamiento patogénico para la EM.

Estos resultados podrían reforzar la teoría de algunos autores de que la evaluación de la CFNR mediante técnicas de análisis digital de la imagen puede ser útil para el seguimiento de la progresión de la EM y para la monitorización del tratamiento empleado en los ensayos clínico14-19.

 

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

 

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Dirección para correspondencia:
egmvivax@yahoo.com
(E. García-Martín)

Recibido 30 Mayo 2009
Aceptado 18 Junio 2010

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