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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología

Print version ISSN 0365-6691

Arch Soc Esp Oftalmol vol.86 n.8  Aug. 2011

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Diagnóstico ecográfico de los tumores vasoproliferativos del fondo de ojo

Ultrasound diagnosis in vasoproliferative tumours of the ocular fundus

 

 

A. Piñeiro-Ces, M.J. Blanco-Teijeiro, M.P. Mera-Yáñez y C. Capeans-Tome

Unidad de Retina Quirúrgica y Oncología Ocular, Servicio de Oftalmología, Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, Santiago de Compostela, España

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivo: Describir las características ecográficas en los tumores vasoproliferativos del fondo de ojo (TVPFO).
Métodos: Se estudiaron retrospectivamente las historias clínicas correspondientes a 8 pacientes afectados de TVPFO. Se analizaron los datos correspondientes a la exploración oftalmológica completa y a la exploración ecográfica.
Resultados: Se encontraron masas nodulares afectando a la retina o bien a la retina y la coroides. La superficie tumoral era regular en 5 casos e irregular en los 3 restantes. La media de las dimensiones fue (mm/DE): base mayor, 7,14/2,56; base menor, 6,74/2,48 y altura 2,38/1,26. La estructura interna fue siempre sólida e irregular y la reflectividad era media-alta en 6 casos. No se detectó ni ángulo kappa ni vascularidad interna en ningún caso.
Conclusión: De acuerdo con los resultados obtenidos se propone que tanto el diagnóstico como el diagnóstico diferencial de los TVPFO deben ser llevados a cabo no solo con la oftalmoscopia sino también con la exploración ecográfica.

Palabras clave: Melanoma. Tumor intraocular. Tumor vasoprolifrativo. Ecografía ocular.


ABSTRACT

Objective: The aim of this work is to describe the ultrasound features in vasoproliferative tumours of the ocular fundus (VPTOF).
Methods: The medical records corresponding to eight patients were retrospectively studied. Clinical data from the complete ophthalmologic examination and ultrasonographic findings were analysed.
Results: Nodular masses affecting either the retina or both the retina and the choroid were found. The surface contour of the tumour was regular in 5, and irregular in 3 cases. In terms of dimensions (mm/ SD), the average major base was 7.14/2.56; the minor base 6.74/2.48 and the height 2.38/1.26. Internal structure was always solid and irregular and reflectivity was mostly medium to high in 6 eyes. Angle kappa was not present in any case. No vascularity signs were detected.
Conclusion: According to the results it is suggested that when a differential diagnosis of VPTOF is carried out, not only should ophthalmoscopic signs be studied, but an ultrasound examination should also be done.

Key words: Melanoma. Intraocular tumor. Vasoproliferative tumor. Ocular ultrasound.


 

Introducción

Los tumores vasoproliferativos del fondo de ojo (TVPFO) son lesiones coriorretinianas benignas de etiología no bien conocida. Se han publicado casos aislados o series cortas de esta entidad, recibiendo distintas denominaciones: masas similares a angiomas1, hemangioma retiniano presuntamente adquirido2, masas similares a hemangiomas3, gliosis retiniana masiva4, describiendo probablemente la misma enfermedad ocular. En 1995 Shields et al5 publicaron una larga serie y aplicaron por primera vez el término tumores vasoproliferativos del fondo de ojo.

En la mayor parte de los casos, los TVPFO afectan a individuos sanos de entre 40 y 60 años de edad sin predilección por sexos. Normalmente son tumores de morfología nodular con una superficie irregular en la exploración del fondo de ojo. Poseen un alto grado de vascularización, bien detectable en la oftalmoscopia y responsable de una coloración rojizo-amarillenta, variable entre casos. Suelen estar localizados anteriores al ecuador y predominantemente en el cuadrante temporal inferior6,7. En general, se asocian a cambios exudativos, hemorrágicos o crecimientos epirretinianos que acaban afectando al área macular provocando así su síntoma principal, que es la disminución de la agudeza visual.

Se han descrito los TVPFO asociados con otras enfermedades oculares: uveítis (pars planitis, toxoplasmosis e histoplasmosis), retinopatía de células falciformes, retinitis pigmentosa, retinopatía de la prematuridad y enfermedad de Coats5. Sin embargo, en la mayor parte de los casos (aproximadamente un 75%) no se han encontrado asociaciones con otras enfermedades7.

En estudios de anatomía patológica estos tumores se han catalogado como lesiones benignas caracterizadas por proliferaciones gliales reactivas con grados variables de gliosis y proliferación vascular. Finas redes capilares y vasos dilatados e hialinizados, algunos de ellos ocluidos, han sido también comunicados, así como exudados, macrófagos y células gigantes tipo cuerpo extraño6,8,9. Así, la histopatología de estos tumores no indica realmente un tumor vasoproliferativo. Por esta razón también ha sido sugerido9 el término ganglioangiosis retiniana reactiva.

Aunque el curso natural de los TVPFO no es predecible, se han propuesto diferentes tratamientos. Algunos autores han sugerido radioterapia10, mientras que otras intervenciones como la fotocoagulación con láser, crioterapia11, terapia fotodinámica (TFD)12,13, inyección intraocular de agentes antioangiogénicos14 y resección quirúrgica9 han sido también ensayados, con distintos grados de éxito.

Aunque los TVPFO son lesiones no malignas (no han sido descritos ni potencial metastásico ni proliferación maligna), es muy importante llevar a cabo un correcto diagnóstico diferencial. Por una parte, las entidades tumorales que afectan al segmento posterior del ojo como el melanoma maligno o las metástasis coroideas deben ser excluidas. Por otro lado, la posibilidad de entidades benignas como el hemangioma coroideo también debe considerarse. Así, la oftalmoscopia es una técnica crucial si la lleva a cabo un experto en oncología ocular. La ecografía ha sido empleada como técnica complementaria en la mayor parte de los casos publicados. Sin embargo, no se han hecho hasta la fecha estudios en profundidad acerca de su contribución real al diagnóstico y diagnóstico diferencial de estos tumores.

 

Sujetos, material y métodos

Ocho ojos de 8 pacientes (4 mujeres y 4 varones) con TVPFO que fueron derivados a la Unidad de Oncología Ocular del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela fueron estudiados de forma retrospectiva. Los pacientes incluidos en este estudio fueron seleccionados consecutivamente entre enero de 1999 y febrero de 2009.

En todos los casos se llevó a cabo una anamnesis y una exploración oftalmológica completa, incluyendo agudeza visual, presión intraocular, estudio del segmento anterior y oftalmoscopia del fondo de ojo con documentación fotográfica y angiografía fluoresceínica en todos los casos. Para el estudio ecográfico se utilizó el sistema I3-ABD (sonda de 10MHz para ecografía de segmento posterior y sonda de 8MHz para ecografía estandarizada, Innovative imaging Inc., CA, USA). Las sondas fueron usadas directamente sobre el globo ocular con administración previa de gotas de anestésico tópico.

Los hallazgos ecográficos considerados para este estudio fueron aquellos que corresponden al primer examen realizado en cada paciente, previos al seguimiento o aplicación de tratamientos. Los parámetros ecográficos de interés fueron estudiados por medio de ecografía topográfica, cuantitativa y cinética, y siempre llevados a cabo por el mismo facultativo (Antonio Piñeiro-Ces). Para no perder información correspondiente a la ecografía cinética, los hallazgos derivados de la misma fueron grabados en soporte vídeo e inmediatamente informados por el explorador. Los parámetros ecográficos de interés fueron aquellos empleados para el diagnóstico y seguimiento de otros tumores intraoculares como el melanoma de coroides. Así, se consideraron: morfología de la masa, contorno superficial de la misma, dimensiones, localización, existencia o no de desprendimiento de retina asociado, ángulo kappa, excavación coroidea y estado del gel vítreo (desprendimiento de la hialoides posterior o infiltración inflamatoria y/o hemorragia). La localización precisa del tumor fue obtenida por medio de la ecografía B en modo longitudinal, transverso y axial. Por otra parte, en todos los casos se llevó a cabo un estudio minucioso de la integridad de la base tumoral, así como de la estimación de sus medidas mediante ecografía A y B estandarizada15. La ecografía en modo A se realizó por medio de la sonda A y el vector asociado a la ecografía en modo B. La estructura interna, la reflectividad y la presencia de ángulo kappa fueron estudiados en ecografía cuantitativa detallada. La reflectividad de cada masa fue clasificada en alguna de las siguientes categorías: baja, media, alta, dependiendo de la altura de los picos y comparándolos con el pico inicial en el ecograma. La técnica de eco cuantitativa se llevó a cabo utilizando tissue sensitivity setting15. Finalmente, los signos de la vascularidad interna fueron analizados empleando las técnicas de ecografía cinética.

 

Resultados

Fueron estudiadas retrospectivamente las historias clínicas correspondientes a 4 mujeres y 4 varones, con edades comprendidas entre los 21 y 67 años (media: 46,12). Cinco de estos pacientes presentaban un TVPFO en su ojo derecho y tres de ellos lo presentaban en el ojo izquierdo. La agudeza visual mejor corregida en el ojo afectado osciló desde contar dedos hasta 1,0. El seguimiento de estos pacientes varió entre 6 y 85 meses.

Todos los casos fueron derivados a la Unidad de Oncología Ocular del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela con los siguientes diagnósticos de referencia: melanoma de coroides atípico (5 casos), hemangioma coroideo (2 casos), carcinoma metastásico de coroides (un caso). Se llevó a cabo el diagnóstico final de todos los pacientes utilizando una combinación de la oftalmoscopia y la ecografía. En ningún caso se precisó la biopsia para la confirmación diagnóstica.

El caso 1 se decidió tratar mediante braquiterapia con 125I para intentar mejorar los cambios en mácula que sufría el paciente (Tabla 1). El resto de los pacientes fueron valorados periódicamente. Hasta la fecha no fue necesaria la enucleación de ningún caso.

Además, debe destacarse que 5 de los 8 pacientes habían presentado una historia previa de enfermedad ocular: retinopatía de la prematuridad (un caso), uveítis (un caso), enfermedad de Coats (un caso) y miopía magna (un caso) (Tabla 1).

Los hallazgos del fondo de ojo y de angiografía fluoresceínica fueron masas amarillentas-rosadas en los cuadrantes inferiores con alto grado de vascularización, visible en la superficie del tumor (fig. 1). Cambios en la retina adyacente y mácula (exudación lipídica, edema y hemorragias) también fueron detectados (fig. 1 y tabla 1). La angiografía fluoresceínica no fue de buena calidad en ningún caso. Así, la visibilidad de los signos angiográficos dependió en gran parte de la infiltración inflamatoria y/o hemorragia en el gel vítreo. En general, encontramos una pérdida de contraste procedente de los vasos tumorales durante la fase arteriovenosa y en las fases más tardías de la prueba (imágenes no mostradas).


Fig. 1. Retinografías correspondientes a los casos 1 a 4 (señalados
esquina superior izquierda). Se puede observar cómo los TVPFO son
lesiones nodulares, de contorno irregular y coloración amarillo-rojiza.

 

Por medio del estudio ecográfico encontramos masas solitarias nodulares afectando a la retina o bien a la retina y a la coroides subyacente. La localización fue anterior al ecuador y al cuadrante inferotemporal en todos los casos, con excepción del caso 7 que fue inferonasal. Se encontró un desprendimiento plano de la retina en 3 pacientes y un desprendimiento completo de la hialoides en 6 casos. El contorno superficial de la masa era regular en 5 casos e irregular en los 3 restantes. Las dimensiones medias de las masas fueron (mm/DE): base mayor, 7,14/2,56; base menor, 6,74/2,48; y la altura 2,38/1,26 (fig. 2).


Fig. 2. Se presentan los ecogramas en modo B con modo A asociado pertenecientes
a los ojos afectados de los 8 pacientes. El primer número que se presenta en esquina superior
izquierda corresponde al número del caso, seguido del ojo afectado. A continuación se indica en
horas el meridiano en el que se localizaba el tumor. Todos los ecogramas fueron realizados
en cortes longitudinales sobre el meridiano que se indica y a 90dB de ganancia. Las flechas gruesas
indican el TVPFO en cada caso, y las flechas finas los desprendimientos de retina exudativos
asociados. Se puede observar que en algunos casos la reflectividad del gel vítreo se encuentra
aumentada de forma difusa (por ejemplo, caso 4).

 

Además, llevando a cabo una ecografía cuantitativa, se detectó una reflectividad aumentada en el gel vítreo en aquellos casos con actividad inflamatoria y/o actividad exudativa (3 pacientes). La estructura interna de los tumores fue en todos los casos sólida e irregular, aunque no se encontraron lagunas hipoecogénicas en ningún caso. La reflectividad fue baja en 2 pacientes y media-alta en 6 pacientes, no se encontró ángulo kappa en ningún paciente y tampoco se detectaron signos de vascularidad interna por medio de la ecografía cinética (tabla 2 y fig. 2).

 

Discusión

De acuerdo con los casos de TVPFO publicados, la mayor parte de los pacientes descritos en este estudio tenían un tumor localizado en el cuadrante inferotemporal con una excepción, que estaba situada en el cuadrante inferonasal. No se han hecho hasta la fecha sugerencias para poder explicar esta preferencia para el asentamiento de los tumores.

Se detectaron en todos los pacientes signos asociados (edema retiniano, exudados lipídicos, hemorragias retinianas) dando lugar a una reducción de la agudeza visual (esta osciló desde contar dedos a 0,15). Sin embargo, 2 pacientes mostraron una agudeza visual de 1,0. Obviamente, en estos 2 casos no se encontró afectación macular.

En el caso del melanoma uveal, el tumor puede presentar una morfología en champiñón después de la invasión de la membrana de Bruch. Sin embargo, casi el 80% de los melanomas uveales están caracterizados por una morfología nodular sólida15. En este estudio no se encontraron casos de morfología en champiñón, ya que todos los tumores eran masas sólidas nodulares. Este hecho puede estar relacionado con el hecho de ser lesiones benignas, sin capacidad de invasión del las capas suprayacentes. El contorno de las masas, analizado por ecografía en modo B, fue irregular en 3 casos, lo cual resulta excepcional en el melanoma uveal salvo en aquellos casos con respuesta a la radiación con braquiterapia o haz de protones. Las dimensiones de los TVPFO fueron en general pequeñas, comparadas con otros tipos de tumores intraoculares (melanoma coroideo, retinoblastoma e incluso tumores benignos como el hemangioma). Damato (2006)7, en un artículo de revisión, comunicó tamaños de los TVPFO medios con ecografía que oscilaron entre el 1,0mm y 5,0mm con una media de 3mm. Heimann et al (2000)6 publicaron un grosor tumoral que variaba entre 1,0 y 5,6mm (media 2,8mm) en una serie de 22 casos correspondientes a 21 pacientes. De acuerdo con la clasificación del melanoma de coroides seguida por el COMS (COMS report 4)16, las dimensiones de los TVPFO encontradas en nuestro estudio estarían dentro de los pequeños en cuanto a altura (media 2,39, DE: 1,26) y tumores medios en cuanto a la base (media de la base mayor 7,14mm, DE: 2,56; media base menor 6,74mm, DE: 2,48). Así, los TVPFO se comportarían en crecimiento siguiendo un patrón esférico. Los carcinomas metastásicos en coroides son más cortos en altura con respecto a la base y suelen presentar un contorno irregular17. Los autores piensan que todos estos hallazgos deben ser tenidos en cuenta a la hora del diagnóstico diferencial.

Aunque el melanoma intraocular se encuentra, de manera indudable, en la capa uveal, es importante destacar que no está claro cuál o cuáles son las capas que afecta el TVPFO en las imágenes ecográficas obtenidas en este estudio. Nuestros hallazgos indican una afectación coroidea en 3 casos y retinocoroidea en 5 casos. Los trabajos publicados acerca del estudio patológico de estos tumores no aclaran en cuál de las capas del globo se supone que el tumor puede iniciar su crecimiento.

La estructura interna fue irregular en todos los casos y este hallazgo podría estar relacionado con la organización tisular tan heterogénea característica de estas lesiones. Similares estructuras irregulares han sido descritas en las metástasis coroideas, producidas por la carencia de ordenamiento histológico. Otros tumores como el nevus, el melanoma y el hemangioma coroideos muestran una estructura interna ecográfica muy regular. Se conoce bien que el melanoma uveal tiene un ordenamiento histológico característico con células malignas de pequeño tamaño muy compactadas15. Además, el hemangioma coroideo se caracteriza por una proliferación vascular benigna que también origina una estructura regular ecográfica. Sorprendentemente, en nuestra serie no detectamos lagunas hipoecogénicas, aun teniendo una estructura muy irregular. Sin embargo, a pesar de su estructura, en general muy regular, las lagunas hipoecogénicas fueron descritas en el melanoma uveal en relación con necrosis espontánea, después del tratamiento con radiación15 y en casos de melanoma del cuerpo ciliar18. Se observó una reflectividad interna variable, con 2 casos en los que era predominantemente baja y el resto entre media y alta. Este hallazgo fue ya previamente publicado por Heimann et al6 y Damato7 y creemos que puede estar también relacionado con las características histológicas irregulares del tumor.

El ángulo kappa es un signo de la ecografía cuantitativa presente en la mayor parte de los melanomas coroideos19. Se relaciona con la atenuación ecográfica atribuible al ordenamiento histológico del melanoma. En nuestra serie de TVPFO no se encontró ángulo kappa en ningún caso.

La excavación coroidea ha sido descrita en el melanoma uveal20 y se ha pensado que está vinculada a la infiltración homogénea realizada por el tumor en la coroides subyacente y sana. Sin embargo, también ha sido descrita en otras lesiones y no se considera patognomónica del melanoma uveal21. En este trabajo no se han detectado excavaciones coroideas en ningún caso, aunque también existen otras lesiones tumorales, como el hemangioma coroideo, que tampoco la presentan.

El desprendimiento de retina exudativo es muy frecuente en el diagnóstico del melanoma coroideo como consecuencia de la actividad tumoral (crecimiento y/o relacionado con inflamación) y estos desprendimientos de retina se encuentran localizados cerca del tumor, o incluso en cuadrantes inferiores sin una relación espacial detectable con el tumor. En nuestra serie detectamos desprendimiento de retina en 3 casos y en esos pacientes, el desprendimiento era plano y se encontraba debajo de la masa. Este hallazgo creemos que estaba relacionado con aquellos casos en los que el tumor creció directamente desde la propia retina.

El estudio del vítreo reveló un desprendimiento completo del vítreo posterior en 6 casos. La reflectividad del gel vítreo estuvo aumentada en 3 pacientes. En estos casos, estos hallazgos se correlacionaron con la actividad inflamatoria y/o exudativa del tumor o las hemorragias detectadas en el examen del fondo de ojo.

El flujo vascular interno (vascularidad interna) es un signo ecográfico que puede ser observado en casi todos los melanomas uveales22. Para detectar este signo, es preciso disponer de un ecógrafo con pantalla analógica para poder observarlo en tiempo real. Se puede identificar tanto en modo A como en modo B y se caracteriza por una rápido movimiento de puntos de la base tumoral. Este signo se relaciona claramente con el árbol vascular del melanoma y no ha sido descrito para otros tumores vasculares como el hemangioma de coroides. En relación con este hecho no detectamos este signo en ninguno de los casos estudiados en nuestra serie. Creemos que este hallazgo tiene la misma razón que se ha propuesto para el hemangioma de coroides, ambos son tumores vascularizados, y probablemente los espacios están rellenos con sangre no circulante y por ello no aparece el signo de vascularidad interna.

En resumen, aunque los TVPFO comparten signos ecográficos con otros tumores intraoculares, los autores proponen el siguiente perfil de signos para ayudar en la realización del diagnóstico final: morfología nodular y sólida, altura baja, tendencia al contorno irregular en superficie, estructura interna irregular, reflectividad variable y ausencia de ángulo kappa, ausencia de excavación coroidea y carencia de signos de vascularidad interna. Así, un correcto diagnóstico de TVPFO debe ser realizado no solo teniendo en cuenta los signos oftalmoscópicos sino también los signos ecográficos.

 

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

 

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Dirección para correspondencia:
Correo electrónico: antonio.pineiro@usc.es
(A. Piñeiro-Ces)

Recibido el 1 de noviembre de 2010
Aceptado el 4 de abril de 2011

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