El 11 de noviembre de 1879 nació en Laon, en el noroeste de Francia, en el seno de una familia de clase media, Suzanne Gross, tres años después de que la primera francesa obtuviera el título de Medicina.⁽¹⁾

Se casó a los 19 años con Henri Pertat, dermatólogo, ocho año más mayor que ella y que ejercía su práctica en Paris, lugar donde en 1897 Suzanne inició sus estudios secundarios. Terminó el bachillerato en 1903 y cinco años más tarde la carrera de Medicina, asistiendo en ese momento como estudiante en prácticas al Servicio de Dermatología del Hospital Saint-Louis;^(1,3) fruto de esa experiencia publicaría un artículo científico años después.

Ya licenciada, se pone al servicio del profesor Hyppolite Morestin, uno de los primeros médicos en ejercer exclusivamente la Cirugía Plástica, cirujano con enorme reputación internacional hasta el punto de que el conocido Al Capone se puso en contacto con él solicitándole que viajara a Chicago con el propósito de operarle para camuflar su famosa cicatriz en el rostro.⁽⁴⁾ Susanne Pertat era, en ese momento, una de los únicos tres médicos internos del hospital, habiendo realizado ya su primera intervención quirúrgica en 1912.

Mientras tanto, comenzó la Primera Guerra Mundial que segaría un millón y medio de vidas y desfiguraría a cientos de miles de soldados, los Gueules Cassées (los Bocas Rotas) recordados en películas como La casa de los oficiales y Adiós y en la novela París era una fiesta de Ernest Hemingway. Algunos de estos mutilados llevaban máscaras, otros tenían rostros grotescos debido a las heridas. Eran figuras muy prestigiadas, pero con un aspecto aterrador.^(1,2) Durante la guerra, Suzanne Pertat fue autorizada, como todos los médicos internos, a ejercer la Medicina sin haber completado su tesis. Se une al equipo del profesor Morestin en el Hospital Militar Val-de-Grâce donde colabora en la reconstrucción de los rostros de los soldados heridos. Así, Suzanne, junto a Morestin, participó en el esfuerzo bélico tratando a cientos de hombres.^(1,2)

En ese momento, su esposo, Henri Pertat, a pesar de haber sido liberado de sus deberes militares, solicitó un puesto en el frente. En 1915 participó en Bélgica en pruebas con dispositivos para evitar los efectos deletéreos de los gases asfixiantes que, mientras tanto, se habían introducido como arma letal. Inhaló accidentalmente gas, lo que le provocó una insuficiencia respiratoria grave y progresiva. Nunca reanudaría la actividad clínica normal ya que murió a fines de 1918, a la edad de 49 años. Por sus heroicas hazañas fue galardonado con la Cruz de Guerra Francesa y Belga.^(1,2) Suzanne Pertat, para sobrevivir en ese momento, se vio obligada a ejercer la Medicina en condiciones materiales muy adversas, cuidando de su hija y de su madre que se refugiaron en París debido a la ocupación alemana de su propiedad en Laon.^(1,2)

En 1920 se volvió a casar con un colega que conoció en la universidad, siete años más jóven que ella, André Noël, asumiendo su nombre por el que luego se dio a conocer.⁽⁵⁾ Tras la tragedia de la guerra vivirá una serie de dramas personales ya que poco después, en 1922, trágicamente, en pocos días y víctima de la gripe española, pierde a su única hija de trece años de edad, Jacqueline. Su marido, André Noël, entra en una profunda depresión y el 5 de agosto de 1924, en su presencia, cerca de Châtelet, en Pont-au-Change, a las 10 de la mañana, aparca su coche y se precipita desde el parapeto del puente hacia el río Sena, ahogándose. El escándalo que motivó este trágico hecho fue considerable, particularmente en el ámbito médico, por lo que al presentar finalmente su tesis, en 1925, a los 47 años de edad, Suzanne Noël no la firmó con su nombre clínico, sino que optó por su apellido de soltera.^(1,2,4)

Sobreviviendo a estos dramas familiares, intenta recuperarse dedicándose intensamente a la práctica de la Cirugía Plástica, realizando estiramientos faciales, remodelando narices y mentones o realizando revisiones de cicatrices y reconstrucciones de rostro con injertos dérmicos, ampliando el potencial y alcance de esta nueva especialidad a otras situaciones y regiones anatómicas mucho más allá de la maxilofacial, área a la que inicialmente se circunscribió la Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética. Al remodelar mamas, muslos o glúteos, contribuyó de manera decisiva a la expansión de esta especialidad quirúrgica, agregando una nueva diferenciación, la Cirugía Estética.^(2,4)

En la petit operation, que desarrolló y así denominó, estableció los principios técnicos fundamentales que se utilizan actualmente en las ritidectomías, lo que conocemos como mini-lifting, practicando incisiones y cicatrices mínimas y camufladas con el cabello.⁽³⁾ También innovó desarrollando nuevas técnicas, como la eliminación de grasa por aspiración (la liposucción, ahora ampliamente difundida y practicada) e inventó o mejoró muchos de los instrumentos quirúrgicos que utilizaba.^(1,4)

Paralelamente a la cirugía siempre se interesó por sus repercusiones psicológicas, analizando en detalle las reacciones tanto en las pacientes como en sus maridos. Con humor, aconsejó a las mujeres francesas que se sometieran a una cirugía aunque no hubieran hablado sobre el tema previamente con sus maridos.⁽²⁾ Muchas de sus pacientes procedían de los barrios ricos y elegantes de París, pero también trataba a personas humildes, como vendedoras o secretarias, a menudo de forma gratuita de acuerdo a sus convicciones filantrópicas y progresistas. La Cirugía Estética fue vista por Suzanne Noël como una palanca para la emancipación social, particularmente para las mujeres, creyendo que el aspecto resultante del rejuvenecimiento facial les ayudaría a encontrar trabajo con mayor facilidad.⁽⁴⁾

En el año 1926 publica La Chirurgie Esthétique et son rôle sociale (La Cirugía Estética y su rol social),⁽⁶⁾ obra posteriormente publicada en Alemania, como forma de dar a conocer y explicar la importancia de su actividad en un momento en el que, someterse o incluso practicar Cirugía Estética, no solo no era bien aceptado, sino que incluso estaba estigmatizado y considerado "pecado". Cabe señalar que esta área de la Cirugía Plástica, la Cirugía Estética, fue despenalizada recientemente por la Iglesia, durante el X Congreso Nacional de la Sociedad Italiana de Cirugía Plástica en el que el Papa Pio XII, en Roma, el 4 de octubre de 1958, profirió una alocución sobre el tema en la que en resumen refería: "Si consideramos la belleza física a la luz cristiana y si respetamos nuestras enseñanzas morales, entonces la Cirugía Plástica y Estética no está en contra de la voluntad de Dios, sino por el contrario, restaura la perfección de una de las mayores obras del Creador, el Hombre".

Participó de esta manera en la génesis de esta nueva especialidad, la Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética, asumió públicamente, con valentía, la práctica de la Cirugía Estética en un momento en que los pocos cirujanos que la practicaban lo hacían con modestia, como si se tratara de un actividad clandestina. Por lo tanto, era natural que Suzanne Noël se involucrara igualmente en los temas sociales, consciente de los problemas que en este ámbito plantea la actividad clínica, participando activamente, infatigablemente, en la recaudación de fondos para diversas obras sociales, como por ejemplo pagar los campamentos de verano de asistencia pública para niños o para la asociación de viudas y huérfanos de médicos.⁽¹⁾

En 1923 su actividad feminista se hizo más notoria, especialmente cuando movilizó a las trabajadoras a la huelga fiscal considerando que el Estado, a pesar de cobrarles impuestos, no les reconocía ningún derecho, es decir, el de votar (anteriormente, en 1880, Hubertina Auclert, había ya convocado una huelga en Francia por las mismas razones).⁽⁴⁾ No es de extrañar, por tanto, que el estadounidense Stuart Morrow, fundador de los clubs Rotary y Soroptimist en Estados Unidos, que viajó a Europa con la misión de difundir y crear delegaciones de los mismos, la contactara para tal fin. Asi, En 1924, se crea por iniciativa de Suzanne Noël el club Soroptimist de París y las reuniones en el Rotary Club, inicialmente fallidas por no contar con el apoyo de los socios que eran exclusivamente hombres. "Teníamos en contra a nuestros maridos que despreciaban los almuerzos semanales en el restaurante sin su presencia, mientras estaban en casa. Lo admitieron muy bien ante los rotarios, que eran hombres, pero no ante sus esposas ", recordó Noël.⁽¹⁾

Suzanne Noël efectuando un lifting facial a una paciente, sin guantes, en 1920.Foto: Bibliothèque Marguerite Durand/Roger-Violl 

Expresándose de forma elocuente se multiplicó en conferencias sobre temas de Cirugía Plástica y Estética, siempre con grandes audiencias, aprovechando habitualmente para hablar sobre la autodeterminación femenina y estimular la creación de un nuevo club a nivel local. Así fundó sucesivamente los clubs Soroptimist de La Haya, Ámsterdam, Viena, Berlín, Amberes, Ginebra, Oslo, Budapest, Praga, Estocolmo, Estambul, Atenas, Helsinki e incluso los de Pekín y Tokio. En estas actividades de divulgación social promovió la Cirugía Estética y, simultáneamente, los derechos de la mujer.⁽⁵⁾

El Ministerio de Relaciones Exteriores, en 1928, en reconocimiento a su contribución internacional a la difusión y promoción de la ciencia francesa, le otorgó la Legión de Honor.⁽¹⁾ "Hay que pensar que en 1924 las mujeres aún no tenían libertad personal, y las que luchaban por esa libertad eran ridiculizadas y llamadas sufragistas. Yo fui una de las más atacadas ... También me especialicé en Cirugía Plástica, hasta entonces desconocida, y dijeron de mí que estaba dos veces loca ", diría más tarde Suzanne Noël.⁽²⁾

En la primavera de 1936, habiendo comenzado a perder la visión, fue operada exitosamente de cataratas, curiosamente por el mismo oftalmólogo que operó a Claude Monet; sin embargo, ya no pudo seguir practicando al mismo ritmo. Presenció entre tanto un nuevo conflicto armado, la Segunda Guerra Mundial, asumiendo una clara posición política. Durante la ocupación nazi operó clandestinamente a varios resistentes buscados por la Gestapo o por la policía para modificar sus rostros, a saber, ciudadanos de origen judío que buscaban cambiar su morfología nasal.⁽¹⁾

Tras el final de la guerra continuó realizando intervenciones quirúrgicas de forma gratuita, tratando de suavizar el estigma del terror dejado en algunos supervivientes de los campos de concentración. El 29 de octubre de 1946, Noël apareció en los titulares de un reportaje del diario Front National acerca de una intervención quirúrgica a la que se sometió el señor Ravensbrück, de 42 años, superviviente del campo de concentración, que recibió la Legión de Honor y la Cruz de Guerra y cuyo rostro fue "devastado por la tortura ... hasta el punto de convertirlo en un anciano". Más adelante, el periodista de este periódico editado por el partido comunista francés, M. Rosell, afirmó que ... . "La Cirugía Plástica puede estar al servicio de los trabajadores: vi el rejuvenecimiento de mujeres que no eran millonarias".⁽¹⁾ Esta posición es curiosa, cuando entre nosotros, en el momento de la revolución de 1974, la Cirugía Plástica estaba a punto de ser oficialmente prohibida en el Sistema Nacional de Salud (SNS) por ser "una especialidad burguesa para burgueses".

Suzanne Noël, al reconstruir el rostro de soldados desfigurados heridos en las dos guerras mundiales, participó desde el principio en la autonomía de la especialidad de Cirugía Plástica, siendo la primera en practicar la Cirugía Estética y al mismo tiempo, una de las primeras en defender los derechos de la mujer; su trabajo es, sin embargo, curiosamente poco conocido, inclusive en el ámbito médico, a pesar de que se han publicado varios artículos al respecto, una tesis médica e incluso un libro.⁽⁴⁾

Ya muy débil, Suzanne todavía participa en 1952 en un congreso internacional en Copenhague y fallece dos años después, el 31 de enero de 1954, en París, a la edad de 74 años, siendo enterrada en el cementerio de Montmartre. El club Soroptimist, en tanto, comenzó a ofrecer una beca con su nombre que se otorga periódicamente con el fin de patrocinar la especialización en Cirugía Plástica de una médica.

En toda Francia se ha otorgado su nombre a varias calles en diferentes ciudades (Périgueux, Toulouse, Poitiers, La Rochelle, La Bassée, Rezé y Menton). En 2018, el 5 de marzo, la oficina de correos francesa rindió homenaje a Suzanne Noël emitiendo un sello con su esfinge; el 27 de septiembre del mismo año, l'Union Française du Soroptimist International desveló una placa con su nombre en el número 36 de la Avenida Charles Floquet recordando el lugar donde vivió Noël los últimos quince años de su vida. Como parte de las celebraciones del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 2018, en Annecy, se inauguró una escultura en su honor en el sitio del antiguo hospital de la ciudad, con su esfinge coronando la representación de unas manos gigantes.

Suzanne Noël no solo fue innovadora como practicante de la Cirugía Plástica y en particular de la Cirugía Estética, sino que también fue una activista en la defensa de la igualdad de género.⁽⁵⁾ Comprometida, solidaria, con una visión social progresista y vanguardista en la forma de realizar la cirugía, siempre asumió con valentía sus convicciones.

La difusión del ejemplo de su vida entre las nuevas generaciones de médicos, particularmente en nuestra especialidad, les motivará a comprender mejor las dificultades que vivieron los pioneros de la Medicina, especialmente de la Cirugía Plástica. Revisar, a través de la vida de Suzanne Noël, el período transcurrido entre las dos grandes guerras mundiales, permitirá también seguir la evolución de algunos conceptos sociales e incluso morales.