Este 2024 celebramos el 50 aniversario de la aparición de nuestra distinguida y bien reconocida revista Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana. Me gustaría realizar un repaso y una remembranza de lo que ha significado este órgano de difusión sobre los avances, logros científicos y nuestro trabajo.
Al cumplir mis funciones y tareas como Director de la Revista Latinoamericana de Cirugía Plástica junto al doctor Mario Gonzales Ulloa, en el congreso celebrado en Caracas de la Sociedad Latinoamericana de Cirugía Plástica en 1974, y con motivo del nacimiento de la Federación Ibero Latinoamericana de Cirugía Plástica (FILACP) al unirse España y Portugal, se pensó en la idea de fusionar la revista Latinoamericana con la Revista Española, dando como resultado nuestra primera edición ya como Revista Cirugía Plástica Ibero Latinoamericana en 1975 bajo la dirección del Dr. Juan Quetglas, quien se mantuvo en el cargo hasta el año 2000, fecha en la que asumió como Directora la Dra. María del Mar Vaquero Pérez.
Tuvimos muchas reuniones acerca de la idea de la nueva revista. En ellas discutimos sobre cómo llamarla, cómo la redactaríamos, cómo construir una revista internacional y si se volvería punto de referencia para la Cirugía Plástica, si sería reconocida e importante muestra descabellada idea. La satisfacción de publicar ese primer ejemplar nos llenó de orgullo y se convirtió en un compromiso continuo: nuestra revista no podía morir allí, debía seguir creciendo para convertirse en nuestra hija mimada. En adelante, sería el medio con el que nos comunicaríamos y anunciaríamos en nuestro idioma, la difícil y compleja labor de los médicos en la Cirugía Plástica Ibero Latinoamericana.
Iniciar este proyecto junto con mis colegas de Ibero América era un reto inmenso. Era la primera vez que se escribía una revista científica de nuestra especialidad en idioma español cuando en ese entonces todos los artículos científicos se redactaban en inglés, por lo que representaba un desafío doble, comprometer a los colegas y otorgar un alto valor científico a nuestras publicaciones.
Hoy, al recordar esos días en que reuníamos material, acordábamos los temas con nuestros colegas y buscábamos apoyo para el montaje e impresión, pienso en que no éramos escritores, sino médicos que, en momentos de descanso y lucidez, nos quitábamos las batas blancas para preparar escritos para otros colegas. Era un verdadero sacrificio para algunos y una manera de liberarse de la complejidad de nuestra misión en los quirófanos para otros.
Cada publicación era un reto, y su distribución y envío a las regiones una odisea, no solo por las dificultades logísticas, ya que los artículos debían ser enviados por correo y esperar que llegaran a tiempo para realizar la diagramación, índice, y por supuesto ser enviados a imprenta. Sin embargo, cada vez que un nuevo número salía a la luz, sentíamos una gran satisfacción. Sirvan a modo de ejemplo de nuestra rudimentaria forma de trabajar la fotografía de la prueba de maquetación de nuestro primer número de la Revista Colombiana de Cirugía Plástica que acompañan este texto.
Con el tiempo, nuestra revista internacional se ha convertido en un medio de difusión respetado y reconocido en el ámbito de la Cirugía Plástica, lejos de aquellos días en que redactábamos nuestros artículos en las sonoras máquinas de escribir Remington de la época.
Después de 50 años desde que publicamos nuestra primera revista, me llena de emoción ver que logramos que nuestra publicación se mantenga en el tiempo. Me llena de orgullo que cada vez más colegas quieran tener un espacio para publicar sus artículos científicos y que, como fruto de ese trabajo que iniciamos en los años setenta, pudimos demostrar a toda la comunidad científica en general y, particularmente a los cirujanos plásticos del mundo, la calidad de los profesionales con los que cuenta nuestra especialidad en Ibero Latinoamérica.
Poder publicar artículos científicos en nuestro idioma, socializando nuestras vivencias y nuestros retos quirúrgicos que muchas veces en nuestros países en desarrollo nos obligaban a ser creativos al enfrentarnos a complejos casos en el campo de la cirugía Plástica Estética y Reconstructiva, por la dinámica de nuestras sociedades, permitió que muchos cirujanos en el mundo aprendieran de nuestras experiencias y fuéramos reconocidos como cirujanos excepcionales, porque nuestro trabajo dependía del conocimiento científico, de nuestra habilidad quirúrgica y, más que todo, de nuestra capacidad recursiva por los escasos medios a los cuales teníamos acceso.
Hemos visto durante este tiempo como han variado las técnicas quirúrgicas, hay nuevas cirugías que antes no teníamos y que ahora son muy frecuentes, como la liposucción o los colgajos libres solo para nombrar un par de ellas; así mismo la tecnología nos ha ayudado a mejorar nuestros resultados siempre queriendo el mejor aspecto posible; la cirugía reconstructiva que antes se utilizaba especialmente para cobertura en pacientes con grandes traumas o cirugías mutilantes, hoy obtiene muy buenos resultados funcionales y estéticos en las manos expertas de nuestros colegas; y también nos hemos tenido que enfrentar a nuevas patologías, como las producidas por los biopolímeros, en las que gracias a Cirugía Plástica Ibero Latinoamericana hemos estado a la vanguardia en la Cirugía Plástica mundial
Para mí, poder ser el primer Director de la Revista Latinoamericana de Cirugía Plástica y participar directamente en la creación de nuestra Revista Cirugía Plástica Ibero Latinoamericana, fue una experiencia que he podido transmitir a muchas generaciones de cirujanos plásticos, no solo de Colombia mi país natal. sino de todos los países de habla hispana que se unieron en este hermoso proyecto que sigue vigente y cada vez más fortalecido.
Tras la fundación de la Sociedad Española de Cirugía Plástica en el año 1956, se considera necesario tener una revista propia donde se publiquen los trabajos realizados por sus miembros y otros especialistas invitados. Es en esa época de los cincuenta y sesenta cuando aparecen numerosas revistas de asociaciones de otras especialidades, financiadas por cuotas de sus miembros y publicidad de equipos técnicos y productos propios de las mismas.
En las elecciones de 1967 para renovación de la Junta Directiva de la Sociedad, gana la candidatura conformada por los Dres. Manuel Lazo Zbikowski como Presidente; Vicente Mirabet, Vicepresidente; Rafael de la Plaza, Secretario General; Juan Quetglas, Tesorero; y cuatro vocales, los Dres. Alfonso Núñez Cabeza de Herrera, Ramón Moreno Lorenzo, Luis Vázquez Añón e Isidro Dargallo Raventós.
La primera reunión de la nueva Junta Directiva se dedicó fundamentalmente a organizar la celebración del 30 aniversario de la iniciación oficial en España de nuestra especialidad. Fue personalmente el entonces Jefe del Estado, Francisco Franco, quien ordenó la creación del primer Servicio de Cirugía Plástica y la formación de cirujanos plásticos para atender el tratamiento de los graves traumatismos y deformidades faciales ocurridas durante la guerra civil española.
En la segunda reunión se afronta el tema recurrente de la revista y se llega a la conclusión de que no se disponía de medios económicos para su financiación. Entonces, sugiero, como Secretario General, tener una entrevista personal con el Dr. Julio García Peri, director y propietario de Ediciones Controladas, empresa editora de Noticias Médicas que era una revista que distribuía diariamente, de manera gratuita, a la inmensa mayoría de los médicos en España. Julio y yo éramos compañeros y amigos de promoción de la carrera en la Universidad Complutense de Madrid. En la conversación que mantuvimos, me confirmó la imposibilidad de financiación de la revista debido al muy reducido número de miembros de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, que por aquel entonces eran solo 76; y por otra parte, por las escasas posibilidades de conseguir publicidad. Al ver mi cara de decepción, se levantó de la silla y dándome un abrazo me dijo “no te preocupes Rafael, yo os voy a editar y distribuir gratuitamente vuestra revista. En el momento actual edito y distribuyo 55 revistas médicas y una de caza, la vuestra hará la número 56”.
Es así como nace la Revista Española de Cirugía Plástica, cuyo primer número apareció en mayo de 1968, y que se editaría con una frecuencia cuatrimestral. Este número se abrió con un Editorial del Dr. Manuel Lazo como Presidente de la Sociedad Española, quien además figura como Director de la misma, y otro editorial de los Dres. Juan Quetglas y Ulrich T. Hinderer. Ya en el número 1 del volumen 2, en 1969, figuraba como Director el nuevo Presidente de la Sociedad, el Dr. Vicente Mirabet y un completo Comité de Redacción que se muestra en una de las fotografías que acompañan este texto. Será en el año 1971 cuando el Dr. Quetglas asuma la Dirección de la Revista junto con el Dr. Hinderer como Redactor Jefe. Gracias a la dedicación y buen hacer de ambos, la Revista Española de Cirugía Plástica se mantuvo hasta su fusión con la Revista Latinoamericana en el año 1974, creándose así la Revista Cirugía Plástica Ibero Latinoamericana, de la que este año celebramos 50 años de edición.