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Medicina y Seguridad del Trabajo
versión On-line ISSN 1989-7790versión impresa ISSN 0465-546X
Med. segur. trab. vol.61 no.239 Madrid abr./jun. 2015
https://dx.doi.org/10.4321/S0465-546X2015000200009
REVISIONES
Actitudes hacia la prevención de riesgos laborales en profesionales sanitarios en situaciones de alerta epidemiológica
Attitudes toward the risk prevention in health professionals in cases of epidemiological alert
Belén Collado Hernández1-3, Yolanda Torre Rugarcía2-3
1. Mutua Montañesa de Cantabria. España.
2. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. España.
3. Unidad Docente de Medicina del Trabajo de la Comunidad de Madrid. Madrid. España.
Este trabajo se ha desarrollado dentro del Programa Científico de la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo del Instituto de Salud Carlos III en convenio con Unidad Docente de Medicina del Trabajo de la Comunidad de Madrid.
Dirección para correspondencia
RESUMEN
Objetivos: Conocer la evidencia científica existente en relación al comportamiento de los profesionales de la salud en situaciones de pandemia. Identificar puntos de mejora para el fortalecimiento de los profesionales sanitarios antes situaciones de pandemia. Objetivos secundarios: Identificar el impacto psicosocial, adopción y adhesión a medidas preventivas y a programas de vacunación.
Métodos: Revisión sistemática de la literatura científica recogida en las bases de datos MEDLINE (Pubmed), SCOPUS y Cochrane Library Plus hasta Diciembre de 2014. Los términos más utilizados como descriptores fueron: "Disease outbreaks", "Coronavirus, sars", "Severe Acute Respiratory Syndrome", "Influenza a virus, h1n2 subtype", "Health occupations", "Emergencies,Infectious disease transmission", "patient-to-professional", "Infectious disease transmission, professional-to-patient".
Resultados: Se recuperaron 181 referencias que tras la eliminación de duplicados y aplicación de los criterios de inclusión y exclusión y análisis de calidad mediante los criterios STROBE, resultó una colección final de 17 artículos. El nivel de evidencia encontrado según los Criterios Sign es tres ya que se trata en todos los casos de estudios transversales. Once autores hacen referencia a efectos psicosociales, 3 a la vacunación y 12 a adhesión a medidas preventivas. En general las medidas preventivas en las dos pandemias fueron bien valoradas y seguidas por los profesionales. Se genera una importante carga de estrés por el miedo a enfermarse, contagiar a sus familias y la elevada carga laboral. Baja adherencia a programas de vacunación y a la utilización de literatura científica.
Conclusiones: Sería recomendable mejorar la comunicación sobre las medidas preventivas en periodos de pandemia para aumentar su adherencia así como dar apoyo psicológico al personal sanitario.
Palabras clave: Epidemia, Coronavirus, SARS, Síndrome respiratorio agudo severo; Virus de la gripe A subtipo H1N1, Personal sanitario.
ABSTRACT
Objectives: To explore the scientific evidence regarding the behavior of health professionals in pandemic situations. Identify areas of improvement for the strengthening of health professionals before pandemic situations. Secondary Objectives: To identify the psychosocial impact, adoption and adherence to preventive measures and vaccination programs.
Methods: Systematic review of the scientific literature collected in the MEDLINE (PubMed), Scopus and Cochrane Library Plus data until December 2014.The terms used as descriptors were: "Disease Outbreaks", "Coronavirus, sars", "Severe acute Respiratory Syndrome", "Influenza virus, subtype H1N2", "Health occupations", "Emergencies, Infectious disease transmission", "patient-to-professional", "Infectious disease transmission, professional-to-patient".
Results: 181 references after the elimination of duplicates and application of the criteria for inclusion and exclusion and analysis of quality using the STROBE criteria, was a final collection of 17 articles were retrieved.The level of evidence found according to Sign Criteria is three as it is in all cases of cross-sectional studies. 11 Authors refer to psychosocial effects, 3-vaccination and 12 to adherence to preventive measures. In general preventive measures in the two pandemics were well appreciated and followed by professionals. A significant burden of stress for fear of getting sick is generated; infect their families and high workload. Low adherence to vaccination programs and use of scientific literature.
Conclusions: It would be advisable to improve communication about preventive measures in times of pandemic to increase adherence and psychological support to health workers.
Keywords: Disease outbreaks, Coronavirus, SARS, Severe Acute Respiratory Syndrome, Influenza a virus, H1N2 subtype, Health occupations.
Introducción
La última alerta sanitaria mundial del siglo XXI ha sido la producida por el virus Ébola. Se inició en Diciembre de 2013 en Guinea y posteriormente se extendió por toda África Occidental. Actualmente hay 21.362 casos y 8.478 fallecidos en todo el mundo (OMS 11/01/2015). El primer contagio en Europa se declaró en España en Octubre de 2014. Se trataba de una auxiliar de enfermería que había estado en contacto con los dos misioneros repatriados. Otras dos enfermeras fueron contagiadas de la misma manera en EE.UU. Esto creó una importante alarma social y sanitaria sobre el posible fallo en las medidas preventivas en relación sobre todo al personal sanitario y los EPIS utilizados.
Otras 2 pandemias fueron declaradas previamente en este siglo, el SARS y la gripe A (H1N1). En relación al SARS, la OMS22 declaró 8.098 casos entre Noviembre de 2002 y Julio de 2003. De estos, 1.707(21%) eran trabajadores sanitarios (Shapiro et al.10). La gripe A, a finales de Septiembre de 2009, afectó a nivel mundial a más de 343.298 con unas 4.108 muertes (Alenzi et al.¹) con un elevado porcentaje de sanitarios afectados.
En el caso de la gripe A las medidas establecidas por los CDC (Centers for Disease Control and Prevention20) fueron: 1) Revisión y/o elaboración de planes de prevención de la pandemia por parte de los centros sanitarios así como informar de ellos al personal. Éstos por su parte deben recibir capacitación sobre la enfermedad, la prevención (vacunación, EPIS...) y el riesgo de complicaciones. 2) Reducir exposiciones potenciales (limitar transporte pacientes, visitas...). 3) Controles físicos como por ejemplo tabicar las áreas de triage. 4) Promoción y prestación de la vacuna (gratuita, durante horas de trabajo, rellenar formulario de rechazo en su caso). 5) Proporcionar EPIS y educación apropiada de su uso (mascarillas N-95, guantes no estériles...) 6) Higiene de manos y respiratoria. 7) Cuarentena (hasta 24h de la desaparición de la fiebre sin antipiréticos) obligatoria para los trabajadores de salud que deben monitorizarse los signos/síntomas de la enfermedad.
En referencia al SARS se han de seguir las medidas anteriormente descritas y además según el Protocolo para la Vigilancia y Control del SRAS (Centro Nacional de Epidemiología. Instituto de Salud2¹ Carlos III, Mayo 2004):1) La cuarentena será hasta 48h del cese de la fiebre. 2) Habitaciones con presión negativa si es posible. 3) EPIS: gorros desechables, protección ocular, guantes, ropa desechable (monos/delantales/batas), calzado descontaminable/botas. La protección respiratoria no es reutilizable: mascarilla quirúrgica (protección contra emisión) y protectores respiratorios (protección inhalación) que sean certificados según norma Europea (UNE-EN 149:2001 para FFP2 y FFP3) y (UNE-EN 143:2000 para P2). En España se recomienda el uso de protectores FFP2 (personal que no cuida al paciente) y FFP3 (contacto directo con el paciente).
Todas estas medidas preventivas pueden ser en según qué circunstancias difíciles de llevar a cabo. No sólo por la posibilidad de disponer por ejemplo de habitaciones con presión negativa o de EPIS adecuados si no la aceptación o no de las mismas por el personal sanitario como pude ocurrir por ejemplo en el tema de la vacunación que al final se trataría de una decisión personal.
La presencia de una pandemia podría traer repercusiones psicosociales entre el personal sanitario relacionadas con la preocupación por el contagio o sobre la salud de su familia. Todo esto puede producir una carga de estrés importante que se podría ver aumentada si tenemos en cuenta que durante las epidemias hay un aumento importante en el volumen de pacientes por la alarma general de la población.
El sector sanitario es un grupo de riesgo elevado en situaciones de pandemia. El objetivo de este trabajo es revisar la literatura para conocer la evidencia científica existente en relación al comportamiento de los profesionales de la salud en situaciones de pandemia e identificar puntos de mejora para el fortalecimiento de los profesionales sanitarios ante estas situaciones. Como objetivos secundarios nos hemos propuesto identificar el impacto psicosocial, la adopción y adhesión a medidas preventivas y la adherencia a programas de vacunación.
Material y métodos
El estudio se realizó mediante técnicas de revisión sistemática de la literatura científica obtenida mediante consulta directa y acceso, vía internet, disponible en tres bases de datos (Tabla 1), Medlars Online International Literature (MEDLINE), vía PubMed, SCOPUS y Cochrane Library Plus.
Tabla 1. Términos, ecuaciones y descriptores
Para definir los términos de la búsqueda se emplearon términos MeSH (tesauros desarrollado por la U.S. NationaL Library of Medicine), utilizándose los descriptores citados en la tabla (Tabla 1) en formato texto en título y/o resumen.
Con ellos se hacen diferentes combinaciones booleanas obteniéndose finalmente tres ecuaciones de búsqueda (Tabla 2) en MEDLINE/PubM.
Tabla 2. Ecuaciones de búsqueda
Se utilizaron los filtros citados en la tabla (Tabla 1). La misma estrategia fue adaptada a las características del resto de bases de datos consultadas. La búsqueda se realizó desde la primera fecha disponible, de acuerdo a las características de cada base de datos, hasta Noviembre de 2014 (momento de última actualización).
La elección final de los artículos se realizó según el cumplimiento de los criterios de inclusión:
Adecuarse a los objetivos de la búsqueda.
Población recogida en los estudios debía ser trabajadores del sector sanitario.
Disponer de resumen.
Posibilidad de recuperar el texto completo del trabajo.
Idioma inglés o castellano.
Se excluyeron los artículos que:
No aportaban información empírica relacionada con los efectos de una alerta sanitaria sobre profesionales sanitarios.
Población estudiada distinta del sector sanitario.
Editoriales o artículos de revisión.
Publicaciones duplicadas, incluyéndose en el análisis, en este supuesto, el estudio más completo.
La selección de los artículos pertinentes se realizó de forma independiente por los dos autores de la presente revisión.
Para poder dar por válida la inclusión de los estudios, se estableció que la valoración de la concordancia entre los dos autores (índice Kappa) debía ser de 1. Las posibles discordancias entre los dos autores deberían solucionarse por consenso entre los mismos.
Para valorar la calidad de los artículos seleccionados se utilizaron las directrices para la publicación de estudios observacionales STROBE23. Los artículos se agruparon, con el objetivo de sistematizar y facilitar la compresión de los resultados, según las variables a estudio, considerando las variables recogidas en la tabla 3. Además se emplearon los criterios SIGN para la asignación de la evidencia de los artículos seleccionados.
Resultados
Con los criterios de búsqueda descritos se recopilaron un total de 187 referencias, de las que tras aplicar los criterios de inclusión y exclusión con la lectura del resumen, y descartar duplicados y los no recuperables a texto completo, se seleccionan 41 artículos, de los que tras leer a texto completo y analizar su calidad metodológica de acuerdo a los criterios STROBE se consideran pertinentes 17. Todos los trabajos proceden de MEDLINE y SCOPUS, no encontrándose publicaciones que cumplieran los criterios de inclusión y exclusión en la Biblioteca Cochrane (Figura 1 y Tabla 4).
Figura 1. Diagrama de flujo de la búsqueda
Todos los trabajos revisados se tratan de estudios transversales, y por lo tanto su nivel de evidencia es de 3 por lo que para aplicar más calidad a los resultados de la revisión se decide evaluar ésta, aplicando el cuestionario STROBE23 (Tabla 5) obteniéndose una puntuación que oscila entre 13.5 y 18.5, lo que indica que todos los artículos tienen una calidad buena o excelente.
Tabla 5. STROBE de los artículos incluidos en la revisión
El estudio de Tan WM. et al.12 fue el que presentó menor tamaño muestral (n=90), mientras que el trabajo de Nickell LA. et al.6 fue el de mayor tamaño l (n=2001). En dos de los 17 artículos la población estudiada se trataba exclusivamente de médicos. El estudio de Idrovo AJ. et al.3 incluía solo estudiantes de medicina de posgrado y en tres estudios la muestra pertenecía en su totalidad a personal de enfermería tratándose de población mayoritariamente femenina. (tabla 6, tabla 7, tabla 8, tabla 9).
Impacto Psicosocial
Se han encontrado siete artículos refiriéndose a estrés, ansiedad, y en todos se evidencian niveles elevados de ambos estados durante las dos pandemias, salvo Vinck L. et al.16 que en un trabajo realizado durante la pandemia de la gripe A a médicos, enfermeras y directivos mediante cuestionarios voluntarios, resuelve que el 60% no muestra ansiedad por contagiarse. Lo contrario a esto obtiene Nickell LA. et al.6 en un estudio realizado durante la pandemia de SARS en Toronto acerca de los factores psicosociales del personal sanitario. En él observa que un 64.7% se mostraba preocupado por su salud. De forma adicional, podemos añadir según Wong WCW. et al.18 que además de ansiedad por contagiarse ellos mismos, tienen gran nivel de ansiedad por contagiar a sus familias (p'0.01). Nickell LA. et al.6 identifica 4 factores asociados con el aumento de preocupación para la salud personal o familiar: la percepción de un mayor riesgo de muerte por SARS (OR ajustado [OR]: 5.0; 95% intervalo de confianza IC del 2.06 a 9.06), vivir con los niños (OR ajustado: 1.8; IC 95% 1.5 a 2.3), vida personal o familiar afectado por el brote de SARS (OR ajustado: 3.3; IC del 95%: 2.5 a 4.3) y el ser tratado de manera diferente al trabajar en un hospital (OR ajustado: 1.6; IC del 95%: 01.02 a 02.01). Pero además, en el mismo estudio se objetiva que trabajar en un cargo de dirección o de supervisión (OR ajustado: 0.6; IC del 95%: 0.4 a 0.8), la creencia de que las medidas preventivas en el lugar de trabajo eran suficientes (OR ajustado: 0.4; 95 % IC 0.3-0.5) y tener 50 o más años (OR ajustada: 0.6; IC 95% 0.4-0.9) se asociaba con una disminución de la preocupación por la pandemia.
En dos de los 17 artículos se decide utilizar un cuestionario (GH28 y GH12) para medir específicamente los niveles de ansiedad. Verma S. et al.15 estudió durante la pandemia de SARS en China la diferencia en lo referente a morbilidad psicológica entre médicos y practicantes de la medicina tradicional china, comprobando así que el estigma y estrés postraumático fue mayor en los médicos generales (p<0.05). Sin embargo, Nickell LA. et al.6 al comparar todo el personal sanitario encuentra que las enfermeras habían sido las que se habían visto más afectadas en su trabajo a nivel psicológico, con diferencias estadísticamente significativas (p<0,001) 45,1% (37/82) de las enfermeras, frente al 33,3% (66/198) de los profesionales de atención de la salud aliados, el 17,4% (8/46) de los médicos y el 18,9% (28/148) del personal que no trabaja en la atención al paciente. Además la autora menciona que los factores que están asociados de forma significativa con la presencia de angustia emocional son: ser enfermero (OR ajustado: 2.8; IC del 95%: 01.05 a 05.05), la situación de empleo a tiempo parcial (OR ajustado: 2.6; IC 95% 1.2 a 5.4), el estilo de vida afectados por el brote de SARS (OR ajustado 2.2; IC 95% 1.4 a 3.5) y la afectación de la capacidad de hacer su trabajo a causa de las medidas preventivas (OR ajustada 2.9; IC del 95%: 1.9 a 4.6).
Dos autores hacen referencia a la carga de trabajo, desde el punto de vista psicológico, que las pandemias producen en el personal sanitario, sin encontrar en ninguno de los 17 mención alguna a la carga física. Shiao JS-C. et al.11 estudiando los factores que influían en decidir abandonar su trabajo en las enfermeras durante la pandemia de SARS descubre que el 49.9% de ellas percibe aumento de la carga de trabajo. Vinck L. et al.16 obtiene resultados mayores al valorarlo durante la pandemia de gripe A (70.5% de incremento de carga laboral)
Adopción y Adhesión a Medidas Preventivas
En lo referente a e las medidas preventivas tanto el artículo de Vinck L. et al.16 como el de Martin S.D. et al.5 coinciden más o menos en el porcentaje de cumplimiento de las mismas (88% frente a 92%). Además, el artículo de Parker. MJ. et al.8 obtiene que las medidas que entre el personal sanitario se consideran más eficaces son: uso de salas de aislamiento (4,6 sobre 5 puntos con p: 0.02 IC de 95%: 4.5-4.8), mascarilla respiratoria (4.5/5 con p:0.001. IC de p5%: 4.3-4.6) y lavado de manos (4.6 con p: 0.03 IC de 95%: 4.4-4.7) y con respecto a la última, los médicos informaron lavarse más que las enfermeras y auxiliares (4.9 v 4.5 y 4.5, respectivamente; p<0.05).
En el estudio de Nickell LA. et al.6 se ve como los encuestados que consideraban el SARS de alto riesgo para la salud pública reportaron mayor cumplimiento de lavado de manos (4.8 v 4.4) utilización siempre de máscara (3.9 v 3.2) y guantes (3.6 v 2.9) con p'0.05), uso de batas (4.9 v 4.7) o máscara al examinar pacientes (5.00 v 4.8). En cambio no consideraban necesaria la protección ocular (3.4 v 3.0) Además, el uso de una mascarilla respiratoria era la precaución más frecuentemente citada como más molesta y de los que así la consideraban, 92.9% lo describían como una molestia física.
Con respecto al resto de medidas preventivas tomadas, los artículos Wong WCW. et al.18 y Hsu C-C et al.2 hablan sobre los desacuerdos con cumplir las medidas de cuarentena. En su estudio realizado en Taiwán durante la pandemia de SARS a 312 enfermeras, objetiva que las enfermeras eran menos propensas a cooperar con las medidas de cuarentena cuando tenían menos conocimientos sobre SARS (OR. 3.66 IC95%: 1.99-6.75), cuando expresan menos temor (OR. 3.19 IC95%: 1.85-6.21) y cuando no funcionaban bien los centros de salud (OR: 2.16 IC95%: 1.17-4.00).
En cuanto a la información sobre las pandemias, hay controversias con respecto a las fuentes utilizadas para conseguirla. Vinck L. et al.16 objetiva en su estudio que el 48% consultaron la información al centro de referencia. En cambio, La Torre G et al.4 en un trabajo sobre la pandemia de SARS en el que comparaba el comportamiento y actitud de médicos con el de población general, destaca que la fuente principal de información para los médicos eran internet (41.5%) y la segunda, fuentes internas hospitalarias (33.1%) mientras que el resto de población lo obtiene de televisión (34.1%) seguido de internet (30.9%).
Otro dato importantísimo referido a la información, lo encontramos en el estudio de Vinck L. et al.16 en el que se encuentra que entre el 71-97% del total de personal sanitario informaban a los pacientes sobre las medidas de protección. Sin embargo Tolomiczenko GS. et al.13 encuentra que las enfermeras se sentían menos informadas y menos involucradas en la toma de decisiones y eran las que más señalaban que las medidas preventivas no eran lo suficientemente estrictas
Un punto también importante que se encuentra al realizar esta revisión, es el referido a la falta de entrenamiento, algo de lo que se habla en dos de los artículos incluidos en esta revisión. Wong ELY. et al.17 en su estudio realizado a enfermeras durante la pandemia de gripe A, dice que el 76,9% de ellas no quieren ir a trabajar y que el 43.6% no se encuentran capacitadas para atender a pacientes con gripe. Algo parecido, pero referido al personal médico, es lo que encuentra Wong WCW. et al.19 al comparar médicos de Hong Kong y Toronto durante la pandemia del SARS, objetivando que un 84.6% y 80.0% de Hong Kong y Toronto respectivamente carecían de entrenamiento en el control de enfermedades infecciosas (68.1% y 73.5% respectivamente); y este hecho hacía que fuesen más propensos a pedir más pruebas complementarias, sobre todo los médicos de Hong Kong (OR: 37.8 IC95% 12.65-113.06)
La percepción de la pandemia, los factores tanto positivos como negativos de la misma, y el acuerdo o no con las medidas preventivas adoptadas es tema recurrente en varios de los artículos revisados. Así, Tan WM. et al.12 en su estudio habla de que el 84% de los encuestados estaban de acuerdo con las medidas adoptadas. En cambio cuando centra la pregunta solo en la población médica, su trabajo encuentra que el 72% de los médicos dicen que las medidas influyeron negativamente en su trabajado diario. Y que el 34,6% de ellos las calificaba de excesivas y exageradas.
Hsu C-C. et al.2 habla de la falta de confianza de las enfermeras hacia la pandemia y las medidas preventivas tomadas observando que el 71.9% de ellas mostraba falta general de confianza. Además encuentra los tres factores a los que esta se asocia: a la mayor percepción de gravedad (OR: 0.58 con IC.95% 0.35-0.99), actuaciones epidémicas diarias (OR: 2.6 IC.95% 1.28-3.98) y número de casos en la comunidad (OR: 2.1 IC.95% 1.13-4.31); en contrapartida con esto, Nickell LA. et al.6 dice en un estudio también realizado durante la pandemia de SARS, que la mayoría de los trabajadores sanitarios que formaron parte de su estudio, encontraban como suficientes las medidas preventivas tomadas (74,1% de la muestra estudiada). La autora menciona también en su estudio sobre los tres efectos negativos que la pandemia ha tenido según lo el personal sanitario que incluyen las pérdidas financieras, la sensación de ser tratados de modo distinto por la población general al trabajar en un hospital y el cambio en el estilo de vida personal y familiar que había provocado.
Dentro de los cambios del estilo de vida, los trabajadores sanitarios hablan sobre todo del intento durante la pandemia de evitar asistir a espacios públicos y evitar el contacto con la familia o los amigos. Pero no sólo se habla sobre lo negativo de la pandemia, los trabajadores también encuentran cosas positivas en la pandemia, un 58% de ellos informaron de al menos 1 efecto positivo. Los efectos positivos más frecuentemente mencionados son la sensación de mayor conciencia de control de la enfermedad (41,1%), el hecho de encontrar la pandemia como una experiencia de aprendizaje (26,4%) y una mayor sensación de unidad y cooperación (23.8%). Asociado a estos efectos positivos, en especial al de mayor sensación de unidad y cooperación, están los resultados hallados por Wong WCW. et al.19 Este autor encuentra que los Médicos de Familia de Hong Kong y Toronto no asociaban el SARS con la pérdida de ingresos, ya fuese bien un mayor predisposición y compromiso o bien por el grado de satisfacción en el manejo de SARS, demostrando que en ambos países estaban dispuestos a asumir responsabilidades e involucrarse.
En dos de los diecisiete artículos revisados se mencionan el riesgo de contagio y la percepción del riesgo del mismo por parte del sector sanitario. Nukui Y. et. al.7 estudió el riesgo de contagio durante la pandemia de gripe A entre los diferentes grupos de trabajadores sanitarios encontrando así que hay mayor riesgo de seropositividad (OR: 5,25) entre enfermeras y médicos así como en personal de pediatría, emergencias y medicina interna (OR: 1.98). Shiao JS-C. et. al.11 hace referencia a la percepción de riesgo del mismo durante la pandemia de SARS y obtiene que un 71.9% percibieron riesgo de contagio, un 32.4% sentía que la gente les evitaba por su trabajo y un 7.4% se planteó seriamente abandonar su puesto de trabajo.
Adhesión a Programas de Vacunación
Tres de los nueve artículos que hablan sobre la gripe A mencionan la vacunación. Tanto Seale H. et al.9 en su estudio sobre la vacunación en personal sanitario de Pekín, como Torun SD. et. al.14 en un estudio muy similar pero en Estambul, hablan de porcentaje de vacunados similares (25% y 23.1% respectivamente).En ambos trabajos coinciden que los posibles efectos secundarios son el factor que más influye sobre la adhesión a la vacunación (61% y 76.1% respectivamente).
En lo referente al sector de población que más se vacuna, tanto Torun SD. et. al.14 como La Torre G. et al.4 coincidieron en que el grupo de médicos se vacuna más en comparación al resto (X2:20,23). Torun SD. et. al.14 también objetiva que el 59.9% de médicos recomienda la vacunación a sus pacientes.
Conclusiones y discusión
No hemos encontrado ninguna revisión sistemática publicada hasta el momento que valore el comportamiento de los profesionales de la salud en situaciones de pandemia. En nuestra revisión el nivel de evidencia encontrado según los Criterios Sign es tres ya que se trata en todos los casos de estudios transversales. Así aunque no se trate de un nivel de evidencia alto nos proporciona información sobre los aspectos a mejorar ante futuras emergencias sanitarias. En la tabla 10 se resumen las principales conclusiones y limitaciones encontradas en cada artículo así como los avances encontrados por sus autores.
Tabla 10. Conclusiones obtenidas de los trabajos realizados
En relación a la vacunación entre los profesionales de la salud, queda demostrado que la seropositividad frente a H1N1 es un factor de riesgo ocupacional entre los trabajadores sanitarios (Nukui et. al.7) y por tanto es un grupo prioritario para vacunar por el elevado riesgo de contagio. A pesar de esto los niveles de vacunación son insuficientes. Es necesario concienciar (Seale et. al.9) a los sanitarios sobre la necesidad de vacunación y para ello deben recibir formación e información científica (Torun et. al.14) sobre la seguridad y eficacia de las vacunas ya que los factores más frecuentemente asociados a su rechazo eran la preocupación por sus efectos adversos y la creencia de que la vacuna no había sido adecuadamente testada. La aceptación de una nueva vacuna tendrá más éxito cuando se introduzca en el contexto de una pandemia ya que se ve impulsada por ésta (Seale et. al.9). No disponemos todavía de vacuna frente al SARS testada en humanos aunque sí existen investigaciones en modelos animales.
Otro aspecto importante es la baja utilización por parte del personal sanitario de la literatura científica disponible (Torun et. al.14; Vinck et al.16; Wong et al.17 y La Torre et al.4). A pesar de que en ambas pandemias la OMS, los CDC, los Ministerios de Sanidad de los distintos países y los propios centros sanitarios tenían guías disponibles para el manejo de las enfermedades éstas eran infrautilizadas. Es fundamental de cara a nuevas pandemias que los sanitarios mejoren su formación y para ello que utilicen los recursos de la literatura científica con evidencia demostrada para así evitar la alarma y las falsas creencias (Tolomiczenko et. al.13). Ésta formación en epidemiología y ante contingencias sanitarias debería mejorarse desde el inicio de la formación durante la época de estudiantes (Idrovo et. al.3).
En general las medidas preventivas en las dos pandemias fueron bien valoradas y seguidas por los profesionales. Un factor que influye en la aceptación es la letalidad del agente infeccioso. Así cuanto más letal sea el agente infeccioso más eficaces serán percibidas las medidas preventivas (Parker et. al.8 y Tan WM et. al.12). Otro factor que influye es la información que proporcionan las autoridades tanto en su contenido como en la forma. La aceptación sería mayor si se acompañara de una buena comunicación explicando la propia incertidumbre de las autoridades y los beneficios de las medidas preventivas individuales (Tan WM et. al.12). Así aumentaría el uso de los EPIS y su correcta utilización. El seguimiento sería mayor si se mejorara la formación del personal sanitario (Vinck et. al.16; Nickell et. al.6), las políticas de salud y las prácticas clínicas (Wong WCW et al.18) elaborando políticas más participativas (Hsu C-C et. al.2) y desarrollando equipos de control de infecciones menos restrictivos (Parker et. al.8).
En nuestra revisión hemos encontrado dos artículos de Wong WCW18, 19 en relación a los médicos de familia y su respuesta a la pandemia de SARS. En el primero explica como el SARS modificó la práctica clínica de los médicos de familia y en el segundo relata cómo se masificaron los Centros de Salud. Los médicos de familia son un grupo fundamental en las pandemias ya que muchas veces son los primeros que entran en contacto con los enfermos sin contar con los medios o medidas de protección individual que existen a nivel hospitalario y además de cara a una enfermedad infecciosa la certeza de que sea un proceso banal o un caso más serio como pueda ser el SARS no es posible por el enorme volumen de pacientes y la forma común de presentación de las enfermedades infecciosas. Así es necesario dar apoyo a los sistemas de Atención Primaria y mejorar la colaboración entre estos y los centros hospitalarios (Wong WCW et. al.19).
En gran número de los artículos revisados se hace referencia al impacto psicosocial que tienen las pandemias en los trabajadores sanitarios y el estigma que les genera respecto al resto de la población. Durante una pandemia hemos podido observar que hay un aumento importante en la carga de trabajo que tiene un impacto negativo en su calidad de vida, lo cual les genera estrés, pero éste se ve aumentado si sumamos la preocupación por contagiarse de los sanitarios y lo que más les angustia es poder contagiar a sus familiares. Esto les hace plantearse en algunos casos incluso abandonar su puesto de trabajo lo que traería consecuencias desastrosas para el resto de la población ya que habría menos personal sanitario dispuesto a trabajar cuanto mayor es la demanda de pacientes.Es necesario explorar las necesidades psicológicas y tratarlas así como dar apoyo emocional al personal sanitario durante las pandemias (Shiao et. al.11; Verma S. et. al.15). Proporcionar EPIS adecuados que aumenten su percepción de seguridad así como instruirles en el correcto manejo (Martin SD et. al.5). También proporcionarles capacitación para hacer frente al aumento de la demanda laboral (Wong ELY et. al. 17), lo que haría que menos trabajadores se plantearan la posibilidad de no ir a trabajar. La carga de trabajo es un problema que hemos visto en estas dos pandemias pero que cada año se puede observar con la llegada de la gripe estacional. Una solución sería aumentar temporalmente la plantilla de trabajadores ( Vinck et. al.16) a todos los niveles a pesar de la crisis económica o de otros aspectos que influyan en la negativa a hacerlo.
Esta revisión pone de manifiesto que aunque entre el SARS y la gripe A pasaron varios años los problemas con los que se encontraba el sector sanitario y su modo de proceder erróneo en algunos aspectos así como la inadecuada información proporcionada por las autoridades se repetían. No hemos encontrado literatura científica publicada respecto a estos temas y el ébola, última pandemia que estamos viviendo, pero se han planteado los mismos problemas en relación a la falta de información proporcionada por las autoridades sanitarias, la inadecuada formación respecto al virus y sus mecanismos de transmisión o al uso adecuado de los equipos de protección individual o incluso, la disponibilidad de los mismos en los centros sanitarios. También los efectos psicosociales negativos para el personal que trabajaba en contacto con los pacientes han sido relevantes.
Limitaciones
Los resultados de esta revisión están limitados por las carencias propias de cada trabajo revisado ya que se tratan en todos los casos de estudios transversales con baja evidencia científica.
Además la heterogeneidad de los estudios y los factores que estudia cada uno no permite extraer conclusiones firmes respecto a ninguno de los resultados obtenidos.
Otra limitación es que aunque en los dos casos son enfermedades infecciosas que dieron lugar a pandemias no se pueden superponer ya que se trata de agentes diferentes, con mecanismos de transmisión y letalidad diferentes y que afectaron a poblaciones diferentes.
Agradecimientos
A la Biblioteca Nacional de Ciencias de la Salud del Instituto de Salud Carlos III por los artículos prestados y por la ayuda en la búsqueda bibliográfica.
A la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo y a su director por la ayuda prestada en la elaboración de la presente revisión.
Referencias bibliográficas
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Dirección para correspondencia:
Belén Collado Hernández
Residente Medicina del Trabajo UD Cantabria
Mutua Montañesa. Cantabria. España.
Teléfono:636513212
Correo electrónico: belencollado@hotmail.com
Recibido: 13-03-15
Aceptado: 05-05-15