IN MEMORIAM

 

In memoriam. Antonio Bienvenido Navarro

 

 

F. González Mateos y la Sección de Digestivo del Hospital Universitario de Guadalajara

 

 

"Qué es mi barco, mi tesoro
qué es mi Dios, la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar"

Canción del Pirata. José de Espronceda

 

El pasado día 3 de diciembre de 2007 falleció en Guadalajara nuestro amigo y compañero de profesión y especialidad el Doctor D. Antonio Bienvenido Navarro, víctima de una corta pero intensamente agresiva enfermedad, arropado por el amor de su familia en cuyo seno falleció. Descanse en paz.

He escogido para este homenaje estos versos conocidos de José de Espronceda, porque creo se ajustan bien a lo que fue su vida. Todavía lo estoy viendo capitaneando "su barco", subido en el puente de mando, mirando al futuro en lontananza.

Antonio vivía su profesión enteramente entregado a los enfermos y a su sección, que felizmente presidía desde hace muchos años. Su categoría de excelencia profesional y humana la ha dejado improntada en todas sus decisiones clínicas en sus 36 años de profesión. Él vivía por y para sus enfermos, por y para una asistencia pública y de calidad, dejando aparte otras actividades quizás más lucrativas o más aparentes.

Por otro lado, Antonio es con justicia el fundador de la moderna Gastroenterología en la provincia de Guadalajara, de cuyas tierras era hijo. Formado inicialmente como cirujano, pronto le atrajo más la endoscopia digestiva y la atención clínica del enfermo. Él fue el primero que hizo endoscopia aquí y es el fundador de la actual Sección de Digestivo, primero desde la Residencia del Ferial y luego en el Hospital Universitario. De comenzar con un fibrogastroscopio óptico, deja una sección en marcha y dotada, por su empeño personal robando horas de su vida, de los recursos humanos y materiales para el mejor enfoque humano y técnico de la persona enferma en el siglo XXI.

Antonio tenía una profunda vocación docente. Muchos médicos y enfermeras actualmente en ejercicio se han formado con él. Fue el primero en impartir docencia a los alumnos de la Facultad de Medicina de Alcalá. Después de un periodo doloroso para él de no poder serlo, en la actualidad era Profesor Asociado de dicha Universidad. Como consecuencia de esa vocación docente, peleó y consiguió que la Sección de Digestivo tuviera residentes propios a partir del próximo examen MIR, lo que será su actividad póstuma.

Antonio, además de la Medicina, tenía una intensa afición taurina. Como buen torero, tenía el cuerpo y el alma cosidos a cicatrices. Las físicas, las del cuerpo, le causaron menos dolor ("más cornás da el hambre"), pero las que más le dolieron fueron las del alma, algunas por circunstancias vitales y otras relacionadas con motivos profesionales. Sin embargo, Antonio no era un hombre rencoroso y tenía la elegancia de mantenerse por encima de las circunstancias.

"Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes"

Sin embargo, creemos que Antonio sigue viviendo. Por desgracia no es verdad físicamente, pero sí vive en la obra que él empezó. Nuestra es ahora la obligación de recoger el testigo de lo que él soñó y ya empezaba a hacer realidad.

Querido amigo Antonio, no podremos jamás agradecerte ni olvidar toda tu obra. Descansa en paz.

"Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar."