IN MEMORIAM

 

In memoriam. Dr. Andrés Pozo Camarón (1933-2008)

 

 

J. M. Pajares

Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario de La Princesa. Madrid

 

 

A comienzos de septiembre falleció el Dr. Andrés Pozo Camarón. No pudo vencer a su enfermedad con la que había mantenido una lucha titánica, durante meses, apoyado en su gran fortaleza física y en su voluntad de vivir.

Mi encuentro con su persona se remonta al año 1961. Yo había ganado las oposiciones de Médico Auxiliar de uno de los Servicios de Medicina General del Gran Hospital de la Beneficencia General del Estado. Me impresionó su figura: un cuerpo alto de anchos hombros, coronado de una cabeza grande cubierta de cabellos rubios. En su cara destacaban dos ojos claros y bondadosos.

Desde aquella lejana fecha hasta el día de su jubilación en junio de 2003, hemos trabajado juntos. Los dos hemos asistido a la transformación y cambios del hospital tanto de nombre como de actividad: de Gran Hospital de la Beneficencia en el que se atendía a enfermos de la Beneficencia a Gran Hospital del Estado que atendía a enfermos de la Seguridad Social, para finalmente transformarse en el Hospital Universitario de la Princesa en recuerdo y homenaje al antiguo Hospital de la Princesa, construido por iniciativa de la Reina Isabel II. El Dr. Pozo como alumno hizo sus prácticas clínicas en ese Hospital, antes de ser demolido, al lado del Dr. Luis Camarón, Jefe del Servicio de Medicina y tío suyo.

Juntos hemos asistido a la transformación del Servicio de Medicina Interna en el actual Servicio de Medicina Digestiva. Mi persona, como Jefe de Servicio, el Dr. Pozo, como Jefe de Sección, y otros colaboradores (Dres. Rodríguez Cortés, Losa, Aboy, Moreno Otero -actual jefe-, Maté, Cantero, García Grávalos, entre otros) introdujeron técnicas diagnósticas digestivas, protocolos de actuación terapéutica e iniciaron líneas de investigación en la patología del tubo digestivo y del hígado.

El Dr. Pozo inició la práctica de la laparoscopia. Aprendió la técnica con el Dr. Martí Vicente, en el Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Santa Cruz y San Pablo de Barcelona, y la incorporó a la práctica clínica rutinaria. Supuso un gran avance porque permitía detectar lesiones intraadominales (hepáticas, peritoneales, ováricas, etc.) en una época en la que no existían las técnicas diagnósticas de imagen (ecografía, TAC). Adquirió una gran experiencia que le convirtió, junto a otros expertos: Dr. Hernández-Guío (Fundación Jiménez Díaz), Dr. Solís (Hospitales Clínico y 12 de Octubre) y el Dr. Casanovas (Hospital Virgen de la Torre) en figuras referentes de este método diagnóstico en Madrid.

Sus habilidades de Endoscopista no le desviaron de la actividad clínica de asistencia a pacientes hospitalizados y en la consulta. Cuando el Servicio creó la Unidad especial para atender enfermos con patología hepática, el Dr. Pozo colaboró activamente llevando personalmente los protocolos pre- y postrasplante de pacientes que habían de recibir el trasplante de hígado.

Formó parte de la Sociedad Española de Endoscopia desde el comienzo como Socio Fundador y como vocal en la junta presidida por el Dr. Martí Vicente. Miembro de la Sociedad Española de Patología Digestiva participó, como Secretario General, en la Organización del Congreso Nacional de la Sociedad celebrado en Madrid, en 1998.

Hombre de pocas palabras, solía hablar para recomendar calma cuando las voces subían de tono en las discusiones de las sesiones clínicas. Su buen carácter y sólida formación médica le granjeó la confianza y cariño de los pacientes.

Procedía de la familia de Nicolás Camarón, arquitecto y escultor nacido en Segorbe a finales del s. XVIII, autor de la sillería del coro de la catedral de esta ciudad. Padre de José y abuelo de Juan José, notables pintores del siglo XIX, el primero de ellos, fue Director de la Academia de San Carlos de Valencia. De ellos heredó sus habilidades para las Bellas Artes: pintura y música. Esta última afición quedó colmada, al desposarse con Ana María Olaria (apellido artístico), una de las mejores intérpretes de la Zarzuela en las décadas de 1950 y 1960 que renunció a su brillante carrera artística para convertirse en esposa y madre de tres hijos. El mayor, del mismo nombre que su padre, ha seguido sus pasos de médico y especialista de Aparato Digestivo.

Descanse en la paz de los justos el médico de vocación, el hombre bueno, el esposo amante y el padre ejemplar.