SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.105 número5Linfoma gástrico MALTDosificación de fármacos en insuficiencia hepática crónica índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Revista Española de Enfermedades Digestivas

versión impresa ISSN 1130-0108

Rev. esp. enferm. dig. vol.105 no.5 Madrid may./jun. 2013

https://dx.doi.org/10.4321/S1130-01082013000500012 

CARTAS AL EDITOR

 

Hepatotoxicidad e insomnio secundarios a ranolazina

Hepatotoxicity and insomnia secondary to ranolazine

 

 


Palabras clave: Enfermedad hepática inducida por drogas. Insomnio. Ranolazina.

Key words: Drug-induced liver injury. Insomnia. Ranolazine.


 

Sr. Editor:

La ranolazina es un antianginoso indicado en el tratamiento complementario sintomático de la angina de pecho estable (1,2). Su mecanismo de acción es desconocido y parece deberse a la inhibición de la corriente tardía de sodio en las células cardiacas y así rebaja la sobrecarga de calcio intracelular (1,2). Desde su comercialización no se han notificado elevaciones de las enzimas hepáticas que hayan motivado la suspensión del tratamiento. Presentamos un caso de hipertransaminasemia junto insomnio asociado al tratamiento con ranolazina.

 

Caso clínico

Mujer de 63 años con antecedentes de hipertensión arterial y angor inestable sin signos de daño miocárdico. En tratamiento con doble antiagregación, bisoprolol 5 mg, amlodipino 10 mg y atorvastatina 40 mg. En septiembre de 2011 se añade ranolazina 375 mg cada 12 horas. A los 3 meses, presenta malestar general e insomnio y una alteración de las pruebas de función hepática (previamente normal): AST/ALT (valor normal: 1-35 U/l): 97/201 U/l, GGT: 213 U/l, FA (valor normal: 30-120 U/l): 150 U/l, bilirrubina total: 0,55 mg/dl. Se realiza ecografía abdominal que es normal y estudio de hepatopatía con ANA, AMA, serologías de VHB, VHC, CMV y toxoplasma negativos.

Se suspende la administración de ranolazina, estando clínicamente asintomática y con la práctica normalización de los parámetros analíticos hepáticos (AST/ALT: 26/46 U/l, GGT: 72 U/l, FA: 75 U/l) a los 2 meses de la retirada del fármaco.

 

Discusión

La ranolazina fue aprobada en Europa en julio de 2008. Sus efectos no dependen de cambios en la frecuencia cardiaca, tensión arterial ni de la vasodilatación (1,2). Está contraindicada en casos de hipersensibilidad, insuficiencia renal grave e insuficiencia hepática moderada o grave. Se debe usar con precaución en insuficiencia hepática o renal leve e edad avanzada, bajo peso o insuficiencia cardiaca congestiva moderada a grave (1,2). Presenta numerosas interacciones, no debiéndose administrar junto a inhibidores potentes del CYP3A4 y antiarrítmico de clase I o III (1,2).

Las reacciones adversas son de leves a moderadas y dosis dependientes, siendo las más frecuentes: mareos, cefaleas, estreñimiento, vómitos/náuseas, astenia y prolongación del intervalo QT (1,2). Otras reacciones adversas menos comunes (< 1 %): anorexia, ansiedad, somnolencia, síncope, visión borrosa, vértigo, sequedad de boca, artralgias, hiperhidrosis e insomnio (1), como en nuestro caso. Suelen aparecer durante las 2 primeras semanas y la alteración de las enzimas hepáticas es una rareza (> 1/10.000 a < 1/1.000).

Se excluyeron las causas virales y de autoinmunidad más frecuentes, orientando el patrón analítico a un origen tóxico-medicamentoso de tipo hepatocelular (3), con una relación cronológica con el inicio del tratamiento con ranolazina, así como la mejoría clínica y la práctica normalización analítica tras la suspensión del mismo (4). Según la escala CIOSM, la puntuación es de 8 puntos lo que indica como "probable" la relación entre el fármaco y la lesión hepática (5,6).

El desarrollo de hepatotoxicidad continúa ocurriendo en el periodo postcomercialización de los nuevos fármacos, por lo que una actitud activa tanto en el diagnóstico como en su notificación por parte de los facultativos es fundamental para configurar el perfil de seguridad de los mismos.

 

Lorena Sancho del Val, Jesús Barrio Andrés, María Teresa Herranz Bachiller y Noelia Alcaide Suárez
Servicio Aparato Digestivo. Hospital Universitario "Río Hortega". Valladolid

 

Bibliografía

1. Reffelmann T, Kloner RA. Ranolazine: An anti-anginal drug with further therapeutic potential. Expert Rev Cardiovasc Ther 2010;8:319-29.         [ Links ]

2. Chaitman BR, Skettino Sl, Parker JO, Hanley P, Meluzin J, Kuch J, et al. Anti-ischemic effects and long-term survival during ranolazine monotherapy in patients with chronic severe angina. J Am Coll Cardiol 2004;43:1375-82.         [ Links ]

3. Lozano-Lanagrán M, Robles M, Lucena MI, Andrade RJ. Hepatoxicity in 2011: Progressing decisively. Rev Esp Enferm Dig 2011; 103:472-9.         [ Links ]

4. Bénichou C. Report an International Consensus Meeting. Criteria of drug-induced liver disorders. J Hepatol 1990;11:272-6.         [ Links ]

5. Danan G, Bénichou C. Causality assessment of adverse reactions to drugs I. A novel method based on the conclusions of international consensus meetings: Application to drug-induced liver injuries. J Clin Epidemiol 1993;46:1323-30.         [ Links ]

6. Andrade RJ, Robles M, Fernández-Castañer A, López-Ortega S, López-Vega MC, Lucena MI. Assessment of drug-induced hepatotoxicity in clinical practice: A challenge for gastroenterologists. World J Gastroenterol 2007;13:329-40.         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons