Sr. Editor,
He leído el artículo de Tebé y cols. 1, "Hacia la concentración de la cirugía oncológica digestiva: cambios en la actividad, las técnicas y los resultados" cuyo contenido, creo compartimos la inmensa mayoría de los profesionales y quisiera aportar una serie de reflexiones al mismo.
Hablan de la importancia del volumen de pacientes operados en los centros y su relación inversa con la mortalidad, lo que coincide con otras publicaciones en el caso del cáncer de esófago o de páncreas 2) (3, pero la realidad es que, a nivel nacional, muchos centros atendiendo un alto volumen, no tienen unidades y/o cirujanos certificados, la tecnología punta no está generalizada y sus resultados no se hacen públicos, existiendo un importante debate en la actualidad acerca de qué resultados analizar, los del centro, los del cirujano o ambos, como factores que afectan al descenso de la mortalidad, igual que el número de casos. Desde la UEMS se está realizando un importante esfuerzo para una formación y atención medica de calidad en función de estándares 4 cuyo objetivo final es garantizar la calidad en la asistencia especializada, de ahí la importancia de la certificación de los profesionales mediante los Board así como de los centros y unidades. Al mismo tiempo, la cultura de la seguridad con la generalización del check-list quirúrgico, el abordaje multidisciplinar y multicentros, reorganizar la distribución de pacientes, la movilidad de profesionales certificados y el análisis de resultados, pueden ser tan útiles como la centralización en la mayoría de procedimientos de riesgo 2) (5.
No debemos olvidar que en cualquier "proceso", y no solo en el cáncer, la atención debe "centrarse en el paciente", y tenemos el deber ético y profesional de ofrecerle las mejores opciones para obtener los mejores resultados 5 y que la centralización de procedimientos, con sus particularidades, es una clara apuesta de futuro.