Conocí a Luis al iniciar la carrera de Medicina en 1958, que en aquella época tenía 7 cursos de duración. El primero, llamado Curso Común de Ciencias, con materias duras como Matemáticas, Física, Química y Biología, era una auténtica selectividad muy impopular y fue eliminado al curso siguiente. En nuestro Segundo Curso coincidimos con los supervivientes del Común de Ciencias y otra promoción completa, con el resultado de llegar a sumar casi trescientos alumnos. Durante la Licenciatura, tuvimos poca relación personal, pero Luis ya trabajaba con el Dr. Ángel Bellet, odontólogo odontopediatra, también amigo de mi padre, que era asimismo odontólogo de prestigio y Jefe de Servicio en el Hospital de la Cruz Roja de Barcelona. Luis era huérfano de padre y tenía dos hermanos de su madre, quienes eran médicos de gran prestigio, los Dres. Llauradó, uno cirujano digestivo y Jefe de Servicio del Hospital de San Pablo, y otro pediatra y fundador de la Clínica Teknon. Por mi parte, fui Interno del Servicio de Urgencias de Cirugía del Hospital Clínico dirigido por el Prof. Pedro Piulachs. Por estos antecedentes, ambos decidimos orientar nuestro futuro a la Cirugía.

Sabíamos que, en Madrid, un grupo de Médicos Estomatólogos dirigidos por el Dr. Víctor Sada Tejero habían creado un Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial en 1952. Ambos coincidimos en Madrid en el Curso 1965-67, como Médicos Asistentes del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial liderado por el Dr. Víctor Sada, acudiendo a todas las actividades que se realizaban en la consulta en Velázquez 55 y frecuentando también las clínicas privadas La Ferroviaria, Gran Hospital, etc. Establecimos una relación habitual con los pioneros de la especialidad en Madrid: Prof. Alonso del Hoyo, Dr. Ramón Castillo, Dr. Ignacio Sierra, Dr. Hernández Altemir, Dr. Ángel Pascual y, sobre todo, Luis la tuvo con el Dr. Pedro Jover, en el Hospital Infantil. Estando en la Ciudad Sanitaria de La Paz, descubrimos que los tres Centros (Hospital General, Hospital Infantil y Centro de Traumatología y Rehabilitación) disponían también de consultas y de una plantilla profesional.

Figura 1.  El Dr. Tressera (sentado primero por la izquierda), el Prof. Del Hoyo (sentado central) y el Prof. Raspall (sentado primero por la derecha), junto a varios miembros de la SECOM en el Congreso Nacional celebrado en Sevilla, en junio de 2019. 

En Barcelona, la Ciudad Sanitaria Francisco Franco (posteriormente, Hospital Valle de Hebrón) era un calco de La Paz. En el Hospital General ya trabajaba el Dr. Enrique Pifarré, formado como cirujano en Viena y Médico Estomatólogo de seis promociones anteriores a la nuestra. Pero en el Hospital Infantil y en el Centro de Traumatología existían consultorios de Estomatología sin ningún especialista. Nuestras gestiones tuvieron éxito ya que, en 1968, Luis ingresó como especialista en el Hospital Infantil, y yo en el Centro de Traumatología. Por entonces, el Prof. Pifarré consolidó su plaza en el Hospital General y, además, inició su carrera universitaria en la Facultad de Medicina y en la Escuela de Estomatología, promocionando a Profesor Titular y, posteriormente, a Catedrático. A partir de entonces Luis desarrolló múltiples actividades, realizó su Tesis Doctoral y publicó un libro de texto sobre labio leporino y fisura palatina. Asistimos ambos a numerosos congresos y reuniones, de los que me vienen a la memoria algunas fechas singulares:

Luis ha estado activo en su consulta hasta ahora, ya con su hija Marta (médico y odontóloga), formando un buen equipo estos últimos años. Hace un año falleció su esposa Ana Massé, farmacéutica. Fue un duro golpe para Luis, por lo que en este último año varios amigos volvimos a tener una relación más próxima con él.

Su muerte es una gran pérdida para todos sus compañeros y amigos, y para la especialidad a la que prestigió y dedicó toda una vida. No estaba jubilado, pues antes de fallecer seguía aún en activo, ya cercano a cumplir los "cuatro-veintes". Luis ha merecido tener paz en su gran Club de Cirujanos Cráneo-faciales que debían esperarlo muy cerca de Dios.

Descansa en paz, nunca te olvidaremos.