Hablar de Daniel Laskin es hablar de un referente indiscutible en la historia de la Cirugía Oral y Maxilofacial y de la Odontología, y por un lado supone una tarea sencilla al haber sido un ejemplo para todos, pero a la vez compleja al ser imposible resumir su vida y currículum en unos breves párrafos.

Su longeva vida terminó a los 97 años, y aún recuerdo la última vez que le vi durante el 24.º Congreso Mundial de ICOMS en Río de Janeiro, justo antes de la pandemia, compartiendo un simposio sobre tratamiento mínimamente invasivo de la disfunción de la ATM; ¡con 95 años! Me impresionó tanto que le tomé una fotografía durante el turno de preguntas. ¡Lo increíble no es que hablara, lo increíble eran las cosas tan sensatas y lógicas que decía! Una cabeza y una mente privilegiada. Su férrea voluntad de aprender y enseñar hasta los últimos días de su vida fueron un ejemplo y un orgullo, algo tan necesario en una especialidad como la nuestra, tan necesitada de generaciones futuras que mantengan los patrones de calidad asistencial y de investigación. También le gustaba aparecer de improviso a horas intempestivas durante los congresos en las salas de comunicaciones orales sobre ATM, incluso para escuchar a los residentes, como durante el Congreso Europeo en Praga en el año 2014, dando con su presencia relevancia a estas sesiones no muy concurridas. Estas anécdotas ejemplifican perfectamente su manera de ser, su vocación y su amor por nuestra especialidad. Otra anécdota referida por su amigo, el Dr. Monje, ocurrió en el año 2006 durante el 18.º Congreso Europeo de la EACMFS, celebrado en Barcelona bajo la Presidencia del Dr. Raspall; al salir temprano para hacer deporte del hotel donde ambos se alojaban se encontró al Dr. Laskin preparado para hacer jogging con una cinta blanca en la cabeza y, tras compartir una dura sesión de carrera y gimnasia, le confesó que su secreto era la disciplina, disciplina y disciplina. ¡Tenía entonces 82 años! Ese espíritu combativo y optimista le acompañó hasta los últimos días de su vida.

Imagen 1.  El Dr. Laskin, micrófono en mano, participando como asistente en un simposio de ATM en el Congreso Mundial ICOMS, en Río de Janeiro, justo antes de la pandemia, a los 95 años de edad. Junto a él, el artroscopista de ATM, el Dr. Chi Yang de China, escucha atentamente (fotografía del autor). 

Su currículum es apabullante. ¡Tan solo referir que al introducir su nombre en PubMed aparecen 556 referencias! La primera de ellas es un trabajo publicado en el año 1952 sobre glicólisis anaeróbica en el cartílago trasplantado, un tema (el de la biología tisular) que ocupó muchas horas de investigación en su vida, así como el del crecimiento craneofacial. Tal vez por ello le apasionó la articulación temporomandibular (ATM), orientando su manejo y tratamiento hacia el área funcional más que a la quirúrgica (él decía que esta fase "le había pillado tarde"). De esa controversia surgió en diferentes congresos y cursos una intensa amistad con algunos cirujanos españoles, sobre todo aquellos que tratamos la ATM mediante artroscopia. No era muy fan de esta técnica, aunque no la despreciaba, e incluso la admiraba, y cuando apareció en los años 90 la técnica de la artrocentesis y el lavado articular se convirtió en un firme defensor de la misma. Últimamente seguía publicando interesantes artículos de opinión y editoriales en diferentes publicaciones de impacto, sobre todo en la norteamericana J Oral Maxillofac Surg, revista de la cual fue editor-in-chief durante muchos años. También publicó más de 15 libros, sobre todo centrados en la Cirugía Oral y en la ATM. Fue presidente de las asociaciones americana (AAOMS) y mundial (IAOMS), aparte de numerosos cargos honoríficos en diferentes universidades de todo el mundo.

Este neoyorkino enjuto, pequeño, delgado y activo, con ese aspecto por el cual nunca pasaba el tiempo (cuando le conocí en el año 1992, hace casi 30 años, ya tenía el mismo aspecto que recientemente), se graduó en Indiana y terminó su residencia en el estado vecino de Illinois, donde trabajó en el College of Dentistry (hay que recordar que la Cirugía Oral y Maxilofacial en EE. UU. es una especialidad odontológica) durante 30 años, trasladándose en el año 84 a Virginia. Descansa en paz, amigo.