Sra. Directora:
La iniciativa Choosing Wisely, del American Board of Internal Medicine1, fue el inspirador del proyecto “Compromiso por la Calidad de las Sociedades Científicas”, proyecto que la Sociedad Española de Medicina Interna lideró, en coordinación con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI), y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS), y al que se han adherido 48 sociedades científicas2. Se puede acceder a la información sobre el proyecto a través de la sección Excelencia Clínica del MSSSI3: https://www.msssi.gob.es/profesionales/excelencia/home.htm
Este proyecto tiene el objetivo de disminuir la utilización de intervenciones médicas innecesarias, que tienen escasa o dudosa eficiencia, y, por tanto, no serían prioritarias4,5. En pacientes pluripatológicos las sociedades científicas han elaborado numerosas recomendaciones de “no hacer” relacionadas con medicamentos (Tabla 1). En este sentido, como especialistas en Farmacia Hospitalaria, consideramos fundamental aportar nuestra dilatada experiencia en el campo del medicamento, con el fin de involucrarnos activamente en el proyecto.
Algunos ejemplos de estas iniciativas son la conciliación de los tratamientos al ingreso y al alta, en pacientes crónicos polimedicados, así como la detección de medicamentos inapropiados, basados en los criterios de Beers y START/STOPP y que recientemente han sido actualizados. La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) en este campo refrenda la propuesta de participación, con el Plan Estratégico de la SEFH sobre Atención Farmacéutica al Paciente Crónico.
Por otra parte, con los modelos de estratificación y actuación selectiva, en función del impacto que puedan tener las intervenciones de atención farmacéutica a los pacientes con enfermedades crónicas, destaca el proyecto colaborativo denominado Mapa Estratégico de Atención Farmacéutica a Pacientes Externos (MAPEX). Cabe destacar a su vez las estrategias de prescripción prudente, disponible en https://prescripcionprudente.wordpress.com/, por las repercusiones de los errores de medicación, tercera causa de muerte en los Estados Unidos6, y que justifica las medidas de la seguridad del paciente, o el proyecto, que ha recibido financiación desde el Programa de Salud 2014-2020 de la Unión Europea denominado Stimulating Innovation Management of Polypharmacy and Adherence in the Elderly (SIMPATHY) 7, accesible en: http://www.simpathy.eu/
Otro campo en el que el farmacéutico ha cobrado un papel fundamental es la optimización del uso de antibióticos, que están recogidos en varias de las recomendaciones presentadas en el Compromiso por la Calidad, y con la posibilidad de participar en los Programas de Optimización de uso de Antimicrobianos (PROA), así como la participación en el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) y, en un paso más allá, la monitorización farmacocinética de los mismos. Algunos ejemplos a destacar son: colaboración en la elaboración de guías de uso de antibióticos adaptadas a la flora local de cada hospital y monitorización de la duración máxima en profilaxis quirúrgica en función del tipo de intervención; optimización del tratamiento según criterios farmacocinéticos/farmacodinámicos (PK/PD); la monitorización farmacocinética de antibióticos, con la consiguiente individualización posológica, evita situaciones de toxicidad, y ayuda a aumentar la efectividad y respuesta clínica en los pacientes y, en un término, prevenir los casos de multirresistencia; entre otros. La monitorización de niveles de diversos fármacos favorece la optimización de la dosis en determinadas situaciones antes de utilizar tratamientos de reciente incorporación en los que no existe tanta experiencia de uso, y que muchas veces tienen un impacto económico mayor. Además, la farmacogenética, como parte de la medicina personalizada, contribuye a adoptar las mejores estrategias en los tratamientos oncológicos, entre otros, no utilizando tratamientos no eficaces en ese paciente concreto.
En conclusión, consideramos que, como parte de un equipo clínico multidisciplinar, y con un enfoque metodológico riguroso, los profesionales sanitarios especialistas en Farmacia Hospitalaria podemos colaborar en el proyecto.