Introducción
El síndrome respiratorio agudo severo coronavirus-2 (SARS-CoV-2), agente responsable de la COVID-19, fue notificado inicialmente en Wuhan (China) en diciembre de 2019 y se extendió rápidamente por el mundo, alcanzando la dimensión de pandemia1. La crisis de salud resultante, sumada a las limitaciones para la prevención y el adecuado tratamiento, llevó a la sociedad a buscar soluciones urgentes. Durante esta compleja situación, los farmacéuticos han realizado funciones que han contribuido a minimizar el riesgo y a tomar decisiones racionales, eficaces y seguras2.
En algunas publicaciones se describe que, además de las actividades e intervenciones asociadas a la adquisición y dispensación de medicamentos y dispositivos médicos, los farmacéuticos han realizado funciones destacadas de investigación, prevención y mitigación de la COVID-19. También han asumido la responsabilidad de informar y educar al público sobre riesgos, medidas preventivas y farmacoterapia para la COVID-19, al igual que la de identificar y derivar personas con sospecha de infección3,4. Por ello, la identificación estructurada y la síntesis de la información disponible a nivel global de los procesos y actividades realizados por los farmacéuticos pueden favorecer la difusión y aplicación práctica de las lecciones aprendidas, así como la elaboración de planes y estrategias que permitan una adaptación y respuesta más efectivas ante situaciones futuras similares. En este contexto, el objetivo de esta revisión fue identificar y sintetizar los principales procesos y actividades llevados a cabo por el farmacéutico en la farmacia comunitaria y hospitalaria durante la pandemia por COVID-19.
Métodos
Se llevó a cabo una revisión sistemática exploratoria siguiendo las recomendaciones del informe sobre elementos para revisiones sistemáticas y metaanálisis PRISMA-ScR (Prisma extension for scoping review: checklist and explanation)5.
Criterios de inclusión y exclusión
La revisión sistemática se orientó a identificar estudios con información de procesos o actividades realizados por el farmacéutico en el ámbito comunitario y hospitalario durante la pandemia por la COVID-19. Para ello, se seleccionaron los estudios de todo tipo, procedentes de todos los países y ámbitos de la salud, con los siguientes criterios: 1) estudios originales de actividades realizadas en la farmacia y relacionadas con la pandemia por la COVID-19; y 2) artículos con descripción de procesos, actividades, estrategias u orientaciones relacionadas con las funciones del farmacéutico durante la pandemia. Los artículos incluidos se revisaron y se clasificaron según sus principales características y resultados, siguiendo las recomendaciones para una revisión sistemática exploratoria5.
Los criterios de exclusión fueron los siguientes:
Estrategia de búsqueda
Se realizó una revisión de la literatura en la base de datos PubMed/Medline de artículos en inglés y espanol publicados hasta el 30 de junio de 2021, utilizando los siguientes términos Mesh: “COVID-19” AND (“Pharmacy” OR “Pharmaceutical Services” OR “Pharmaceutical Services Online” OR “Community Pharmacy Services” OR “Pharmacists” OR “Pharmacies”). Tres revisores evaluaron de forma independiente todos los títulos y resúmenes basados en los criterios de elegibilidad definidos. Si el resumen cumplía con los criterios de inclusión, se leyó y analizó el texto completo. Las diferencias en las opiniones de los revisores se resolvieron mediante discusión y consenso, o consulta con un cuarto revisor.
La siguiente información general y detallada se registró y tabuló en un formato diseñado en Microsoft Excel:
Presentación de datos
La información identificada en esta revisión sistemática exploratoria, relacionada con los procesos y actividades realizados por el farmacéutico, se presenta con un enfoque sintético y narrativo en texto y tablas. Los procesos y actividades se agruparon según el ámbito de realización en tres categorías: farmacia comunitaria y hospitalaria, esencialmente en farmacia comunitaria y esencialmente en farmacia hospitalaria. Además, acorde con los hallazgos, el trabajo presenta perspectivas y retos que podrían orientar los procesos y actividades en farmacia comunitaria y hospitalaria.
Resultados
Artículos incluidos en la revisión
Se identificaron 629 artículos, de los cuales se excluyeron 454 por no estar relacionados con el objeto de la revisión y 81 por criterios de exclusión; por tanto, se incluyeron 94 artículos con información relevante sobre los procesos y actividades realizados por el farmacéutico durante la pandemia (Figura 1). De los 94 artículos, 31 (33%) se realizaron en el continente europeo y 25 (27%) en Norteamérica. Un total de 78 (83%) artículos fueron publicados en idioma inglés y 31 (33%) fueron publicaciones de tipo comentarios (Tabla 1).
Procesos y actividades realizados por el farmacéutico en la pandemia por COVID-19
La revisión efectuada ha revelado que los farmacéuticos han realizado contribuciones en el control, prevención y tratamiento de la COVID-19. La información relacionada con los procesos y actividades realizados en cada ámbito farmacéutico se describe en detalle a continuación.
1. Procesos y actividades realizados por el farmacéutico en farmacia comunitaria y hospitalaria
En farmacia comunitaria y hospitalaria se realizaron fundamentalmente procesos y actividades orientadas a: 1) atención farmacéutica; 2) gestión eficiente y oportuna de los servicios: dispensación y utilización efectiva y segura de medicamentos y dispositivos médicos; 3) información y educación; 4) apoyo psicológico; 5) farmacovigilancia; y 6) telefarmacia. Estos procesos y actividades se detallan en la tabla 2.
Tabla 2. Procesos y actividades realizadas por el farmacéutico en farmacia comunitaria y hospitalaria.

2. Procesos y actividades realizados por el farmacéutico esencialmente en farmacia comunitaria
Las farmacias comunitarias han servido como instituciones de atención de primera línea para proporcionar al público medicamentos, equipos de protección personal (EPP), productos de higiene y desinfección. Además, han brindado información sobre el manejo de la farmacoterapia para los pacientes con sospecha de COVID-19, detectando casos sospechosos que se han remitido a los centros de atención2,20,23,35,70.
Detección de COVID-19 y derivación de pacientes. Actualmente, un número importante de farmacias comunitarias han sido autorizadas y formadas para vender y realizar las pruebas rápidas, especialmente de antígenos, para la detección de COVID-19, y para la recolección y envío de muestras a laboratorios para su análisis. En los pacientes sospechosos de COVID-19, los farmacéuticos orientaron los cuidados en casa y, en caso de persistir los síntomas, derivaron la consulta a un centro de salud2,7,9,20,23,43,92,93.
Inmunización en farmacias. Los farmacéuticos comunitarios han sido actores clave en la administración a gran escala de vacunas contra la COVID-19, favoreciendo la accesibilidad a las mismas23,94 y facilitando información sobre la seguridad y la eficacia de la inmunización15,95. Por ello, la participación de los farmacéuticos ha contribuido a optimizar las visitas a las instituciones, a una mayor disponibilidad de atención y de información61, y en definitiva, a una mayor accesibilidad, mejores tasas de inmunización e información sobre los avances en vacunación23,42,69.
Cuidados en el hogar. Los farmacéuticos comunitarios han realizado recomendaciones a los pacientes sobre los cuidados que deben tener en el hogar en caso de sospecha de COVID-19, como la limpieza y desinfección adecuada de superficies, de objetos de mesa y objetos de uso diario, con el fin de disminuir la propagación del virus7,20.
Indicación farmacéutica. La indicación farmacéutica es un servicio que se presta en las farmacias comunitarias, ante la pregunta de la persona. ¿qué me da para “determinado síntoma menor”? facilitando la intervención y asesoramiento farmacéutico en problemas de salud autolimitados, bien sea indicando estrategias no farmacológicas, medicamentos de venta libre o, en su defecto, la remisión al médico7. Durante la pandemia, la demanda de este servicio ha aumentado por erupciones cutáneas, tos, resfriados y molestias gastrointestinales95. Por ello, los farmacéuticos han contribuido a reducir el riesgo de desabastecimiento de medicamentos11,95 y las consultas innecesarias6.
3. Procesos y actividades realizados por el farmacéutico esencialmente en farmacia hospitalaria
En el ámbito hospitalario, el farmacéutico ha garantizado el suministro de medicamentos y demás productos necesarios para el manejo de la COVID-1920,53, ha implementado herramientas tecnológicas para el control y envío de medicamentos prescritos, y ha participado en el desarrollo de protocolos para la atención de pacientes COVID-1941.
Participación en investigaciones de tratamientos farmacológicos. Los farmacéuticos hospitalarios han participado en propuestas y desarrollo de estudios clínicos orientados a evaluar la eficacia y seguridad de medicamentos utilizados en pacientes hospitalizados con COVID-197. Asimismo, en los ensayos clínicos de vacunas han participado en programas de farmacovigilancia de eventos adversos asociados a la vacunación7,15,49.
Desarrollo de guías de utilización de medicamentos basadas en evidencia. Los farmacéuticos, junto con los equipos médicos, buscando mejorar la calidad de la atención y mitigar la COVID-19, han realizado ajustes de dosis de medicamentos, acorde con criterios farmacocinéticos, de efectividad y seguridad. Con ello, han contribuido a optimizar el uso adecuado de medicamentos y el tiempo disponible del personal para el cuidado a otros pacientes74.
Manejo de medicamentos en indicaciones no aprobadas. La búsqueda de alternativas terapéuticas para el tratamiento de la COVID-19 ha facilitado la utilización de posibles tratamientos sin indicación terapéutica aprobada para la COVID-1968,74,86, como fue el caso de azitromicina, hidroxicloroquina, lopinavir-ritonavir y antiinflamatorios no esteroides (AINE)80, entre otros78. Por esta razón, se ha generado la necesidad de mayor vigilancia para identificar las reacciones adversas a medicamentos y, en general, de un mayor seguimiento de los resultados positivos o negativos de los medicamentos75.
Retos para la profesión farmacéutica planteados por la pandemia por COVID-19
Los artículos revisados señalan diversas perspectivas y retos para orientar el desarrollo y fortalecimiento de las competencias de los farmacéuticos en la mitigación, control y tratamiento de la COVID-19 y otras posibles infecciones emergentes. Entre ellos cabe citar los siguientes:
- Preservación de la salud física y mental del personal de farmacia, adopción de medidas de bioseguridad y modificación de los flujos de trabajo, buscando minimizar el riesgo de la propagación del virus entre el personal de farmacia y los pacientes7,20,23,34,35,43,70.
– Abastecimiento, control de inventario y suministro ininterrumpido que garantice la dispensación de los medicamentos esenciales y de otros dispositivos médicos necesarios a los pacientes7,20,23,35,43,54,26,70.
– Mejora de la cobertura asistencial y satisfacción de las necesidades de los pacientes, desde la filosofía de la atención farmacéutica, así como el reconocimiento de los farmacéuticos como proveedores de atención primaria de salud11,17,23.
– Optimización de los procesos regulatorios asociados a la evaluación y presentación de la mejor evidencia para la inclusión de medicamentos y otros productos farmacéuticos en las guías de atención de pacientes65,68,96.
– Gestión y optimización de la ocupación de camas y participación en los programas de catástrofes a nivel institucional29,50,58.
– Elaboración de protocolos de aislamiento, limpieza y desinfección de áreas, aumentando las competencias en los aspectos epidemiológicos y clínicos de la COVID-1927,55,72.
– Optimización de los procesos de información y educación al paciente, garantizando mantener informado al público y a otros profesionales de la salud sobre la evidencia emergente de vacunas y de tratamientos para la COVID-1915,23,69,95.
– Implantación de servicios de información y educación, soportados en la utilización de tecnologías de la información y comunicación (telefarmacia, teleapoyo y teleorientación)23,33,41,44,86,87,89.
– Implantación de herramientas educativas innovadoras para mejorar la educación y la satisfacción del paciente60,61,65.
– Diseño e implantación de cursos virtuales gratuitos para la comunidad farmacéutica sobre COVID-19 y las estrategias de prevención y tratamiento asociadas59,63,67.
– Optimización de las condiciones de teletrabajo, videollamadas, telesalud y, con ello, mejorar el acceso de los pacientes a la atención y garantizar la continuidad en la prestación de los servicios y actividades de la farmacia23,41,47,86,89,91.
– Optimización de la cobertura del servicio de farmacia 24 horas al día, 7 días a la semana, adaptándose a los cambios en horarios y demanda asociados a la pandemia67,80,85,88.
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– Creación de espacios de difusión de contenidos educativos en información de la COVID-19 y otras enfermedades de interés en salud pública59,63,67.
– Apoyo psicológico a los pacientes, identificando a aquellos con ansiedad, preocupación o miedo excesivos13,17,66.
– Optimización de los programas de farmacovigilancia, incluyendo los resultados asociados a la utilización de medicamentos en indicaciones no aprobadas y comunicando los efectos para minimizar los riesgos potenciales derivados de su utilización33,73,75,76,78.
– Evaluación de la inclusión de dispositivos médicos y medicamentos acorde con la mejor la evidencia disponible2,74,77.
– Participación en equipos multidisciplinarios, en el seguimiento farmacoterapéutico de pacientes con enfermedades crónicas73,75,76,78,79,82.
– Implantación de sistemas de dispensación domiciliaria de medicamentos, tanto hospitalarios como domiciliarios, optimizando la administración de medicamentos y la modalidad de telefarmacia como formas de minimizar el riesgo de contagio de profesionales de la salud y de los pacientes2,44,48,53,69,74,77.
– Manejo de las interacciones medicamentosas en pacientes polimedicados y con comorbilidades6,8,17,25,80.
Discusión
Esta revisión sistemática exploratoria identifica y sintetiza procesos y actividades realizados por los farmacéuticos durante la pandemia de COVID-19, los cuales se han centrado en el control, prevención del contagio y propagación de la infección, al igual que en el tratamiento de la enfermedad. En esencia, en farmacia comunitaria y hospitalaria los procesos y actividades han estado orientados a garantizar el acceso continuo y oportuno a medicamentos, dispositivos médicos y EPP, atención farmacéutica, información y educación para la salud, así como a la implementación de medidas de bioseguridad. La mayoría de los procesos y actividades identificados han sido similares y compartidos entre la farmacia comunitaria y hospitalaria, y ponen de relieve la importancia de la labor desempeñada y la aportación de la profesión farmacéutica en estos ámbitos2,23,24,53,64,86.
Entre los procesos compartidos que se han identificado destaca la telefarmacia, estrategia que se ha posicionado como una modalidad para prestar diferentes servicios farmacéuticos. Varios autores, entre ellos Ding et al.44, evidencian que la implantación de sistemas de dispensación domiciliaria y la utilización de sistemas de comunicación vía telefónica ha permitido mantener el servicio de dispensación y comunicación entre farmacéuticos y sus pacientes, favoreciendo el contacto y asesoría del farmacéutico a los pacientes. Por su parte, Hua et al. 47 proponen un modelo de información y educación basado en la puesta en funcionamiento de una estación de radio modular para transmitir información sobre el uso racional de los medicamentos a los pacientes.
En el ámbito de la farmacia comunitaria destacaron también los procesos relacionados con la detección de la COVID-19 y la derivación de pacientes, la inmunización en las farmacias, recomendaciones sobre cuidados en el hogar y la indicación farmacéutica. Además, algunas publicaciones documentan las actividades del farmacéutico relacionadas con asuntos regulatorios y de educación65,74,96. En este entorno, Amariles et al3. presentan una propuesta de ruta que describe las actividades que puede desarrollar el farmacéutico para contribuir a la detección oportuna y la derivación de posibles casos sospechosos de COVID-19. La ruta presenta tres posibles entradas: medicamentos antigripales, síntomas relacionados con la infección por COVID-19 o la solicitud de artículos para la higiene y prevención de la transmisión como alcohol y mascarillas. La educación sobre autocuidado se acompaña de la valoración de síntomas y signos compatibles con la enfermedad y, en caso de identificar posibles casos, se reportan a las autoridades sanitarias3. En esencia, se debe orientar a los pacientes sobre los síntomas relacionados con el virus, la dispensación de medicamentos y EPP, la educación sobre el autocuidado y el reporte de los posibles casos a las líneas telefónicas designadas2,3,23,35,70.
Por lo que se refiere a la farmacia hospitalaria, destacaron de forma específica los procesos relacionados con la participación en investigaciones de tratamientos farmacológicos, el desarrollo de guías de utilización de medicamentos basadas en evidencia y el manejo de medicamentos en indicaciones no aprobadas48,78,97,98. Adicionalmente, el farmacéutico hospitalario ha participado activamente en los programas de administración de medicamentos, en el seguimiento de posibles interacciones medicamentosas y en la orientación e investigación clínica para contribuir con los médicos en el proceso de prescripción98.
Cabe destacar que en los hospitales de campaña de China se implantaron protocolos de dispensación y administración de medicamentos analgésicos antipiréticos, antimicrobianos y, en general, los necesarios para el tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles y medicamentos de emergencia y reanimación50,99. En este sentido, el farmacéutico hospitalario tiene la responsabilidad de participar en la toma de decisiones basadas en el seguimiento y evaluación de la efectividad y seguridad de los medicamentos, contribuyendo a obtener los mejores resultados farmacoterapéuticos posibles en pacientes con COVID-19.
En el presente trabajo se identificaron dos revisiones similares relacionadas con el rol del farmacéutico durante la pandemia por COVID-19: Visacri et al. 18 realizaron una revisión exploratoria que describe e identifica los servicios básicos proporcionados por el farmacéutico durante la pandemia de COVID-19, y Peris-Martí et al.53 describen la implantación de atención farmacéutica en un centro sociosanitario, considerando las lecciones aprendidas para su aplicación futura. Además, otras publicaciones no identificadas en la búsqueda también tienen cierta similitud con el presente trabajo: Passos et al.97 realizaron una revisión integradora de la literatura sobre el papel del farmacéutico en la pandemia de COVID-19 en el período de 2019 a 2020; y Sami et al. 98 describen las contribuciones globales de los farmacéuticos en los ámbitos comunitario, hospitalario e industrial. Sin embargo, la presente revisión se realizó hasta el 30 de junio de 2021 y sintetiza en texto y tablas los procesos y actividades realizados por el farmacéutico agrupadas así: farmacia comunitaria y hospitalaria, esencialmente en farmacia comunitaria y esencialmente en farmacia hospitalaria. Además, esta revisión presenta perspectivas y retos que deben afrontar los farmacéuticos comunitarios y hospitalarios, permitiendo adaptarse y responder de forma más efectiva ante situaciones futuras similares.
La pandemia por COVID-19 ha favorecido la consolidación de algunos servicios farmacéuticos, entre los que destacan la utilización de la telefarmacia y los servicios de inmunización y el cribado de casos sospechosos de presentar un problema de salud. En este sentido, se requiere del diseño de estudios que permitan valorar la efectividad de estos procesos y actividades en el logro del objetivo de la profesión farmacéutica de contribuir con los mejores resultados en salud posibles y, con ello, su consolidación en el quehacer de la profesión farmacéutica.
Esta revisión tiene algunas limitaciones, entre ellas la restricción del idioma en los criterios de inclusión. Otra es la búsqueda de publicaciones para la revisión, que se realizó exclusivamente en la base de datos PubMed/Medline, por lo que es posible que algunos estudios no se hayan incluido al no estar indexados en esta base de datos. Además, el número de publicaciones sobre COVID-19 está aumentando rápidamente, lo que puede llevar a la no identificación de estudios de interés disponibles después del período de búsqueda establecido. Finalmente, esta revisión no analizó la calidad de los estudios teniendo en cuenta la característica inherente de tipo revisión sistemática exploratoria.
En conclusión, esta revisión sistemática exploratoria identifica y sintetiza los procesos y actividades realizados por los farmacéuticos durante la pandemia de COVID-19. Aunque se requiere de estudios con diseños metodológicos que permitan generar conclusiones con mayor nivel de evidencia, la información identificada pone de manifiesto que los farmacéuticos de farmacia comunitaria y hospitalaria han cumplido un papel clave en las actividades de prevención y disminución de la propagación del virus alrededor del mundo. Sus esfuerzos han estado orientados a minimizar el riesgo de contagio del virus, a garantizar la dispensación de medicamentos y otros dispositivos médicos; y a lograr los mejores resultados con la utilización de los medicamentos, minimizando el riesgo y efectos de las reacciones adversas a medicamentos e interacciones medicamentosas. También ha sido relevante la información y educación que han proporcionado a los pacientes sobre medicamentos, especialmente sobre la seguridad y la eficacia de las vacunas.