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Medifam

Print version ISSN 1131-5768

Medifam vol.11 n.9  Oct./Nov. 2001

 

ORIGINAL

¿Controlamos mejor a nuestros pacientes hipertensos que hace cinco años? 

N. González Alonso, J. Mª. Casado Viñas, S. Moraleda Barba,

A. Delgado Rubio, J. Carmona de la Morena, R. Orueta Sánchez 


Médicos de Familia. Centro de Salud "Sillería". Toledo 

 


RESUMEN 

Ámbito: Centro de Salud urbano. 
Sujetos: pacientes diagnosticados de hipertensión arterial de tres cupos. 
Objetivo: conocer el grado de control de los pacientes hipertensos en 1995 y en la actualidad y el perfil terapéutico empleado. 
Diseño: descriptivo, cortes transversales en 1995 y 2000. 
Intervenciones: de las historias clínicas se recogieron datos sociodemográficos, antecedentes personales y enfermedades asociadas, así como las cifras de TA y tratamiento, de 1995 y de la actualidad. Los datos recogidos se incorporaron a una base de datos r-sigma, utilizando herramientas de estadística descriptiva y analítica. 
Resultados: el total fueron 456 hipertensos (aproximadamente el 80% eran >65 años y 2/3 mujeres). Las cifras tensionales medias en 1995 y 2000 fueron de TAS (144,62 vs 141,69, p<0,05, t=2,29) y TAD (82,06 vs 80,48, p<0,001, t=3,475). En cuanto al control de TA, en 1995 y 2000, siguiendo los criterios de la OMS, fue: "óptima" (2,1% en 1995 vs 3,5% en 2000), "normal" (6,2 vs 11,5%), "normal-alta" (27,3 vs 27,9%), "HTA-1" (47,1 vs 49,5%), "HTA-2" (15,3 vs 6,9%) y "HTA-3" (2,1 vs 0,7%); datos con diferencias estadísticamente significativas (
χ52 =3,828; p<0,001). 
En 1995 el porcentaje de pacientes con cifras normales de TA fue del 35,54%, siendo en la actualidad del 43,02% (
χ52 = 4,158, p<0,05). El tratamiento seguido en 1995 y 2000 era dieta (19,6 vs 13,3%), monoterapia (50,4 vs 51,66%) y asociaciones (29,91 vs 35,03%), χ22= 6,482, p<0,05. Los grupos farmacológicos más empleados en ambas ocasiones fueron IECAs, tiazidas y calcioanta gonistas. Encontrándose en el 2000, un aumento de los ARA-II y betabloqueantes. 
Conclusiones: las cifras tensionales han mejorado respecto a las del año 1995, quizás debido a un abordaje más agresivo (aumento de utilización de fármacos y asociaciones). Existe modificación en el perfil farmacológico empleado. 

Palabras clave: Hipertensión. Tratamiento. Evaluación de resultados. Atención Primaria de Salud. 

Do we control our hypertensive patients better than five years ago? 

ABSTRACT 

Setting: urban Health Centre. 
Subjects: diagnosed patients of hypertension in three Primary Health Care surgeries. 
Objectives: to know the degree of control of hypertensive patients in 1995 and the actual moment, and the treatment used. 
Design: cross-sectional descriptive in 1995 and 2000. 
Interventions: through clinic hystory were taken social demographics dates, personal antecedents and associated disease, and blood pressure and treatment, in 1995 and the actual moment. All dates were incorporated to a data base "r-sigma", using tools of descriptive and analytical statistics. 
Results: there were 456 hypertensive patients (approximately 80% were under 65 years and 2/3 women). The mean blood pressure in 1995 and 2000 were of systolic blood pressure (SBP) (144.62 vs 141.69, p<0.05, t=2.29) and dyastolic blood pressure (DBP) (82.06 vs 80.48, p<0.001, t=3.475). In reference to the blood pressure control, in 1995 and 2000, following the OMS criteria, was: "optimum"(2.1% in 1995 vs 3.5% in 2000), "normal"(6.2 vs 11.5%), "normal-high"(27.3 vs 27.9%), "HT-1"(47.1 vs 49.5%), "HT-2"(15.3 vs 6.9%) and "HT-3"(2.1 vs 0.7%); dates with statistically significants differences (
χ52 =3.828 p<0.001). 
In 1995 the porcentage of patiens with normal rates of blood pressure were 35.54% and in the actual moment 43.02% (
χ2= 4.158, p<0.05). The treatment followed in 1995 and 2000 was dietetic (19.6 vs 13.3%), monotherapy (50.4 vs 51.66%) and association (29.91 vs 35.03%), χ22 = 6.482, p<0.05. Pharmacological groups more used in both cases were ACEI, tiacides and calcium blockers. It were founded in 2000, an increase in using ARA-II and beta-blockers. 
Conclusions: the blood pressure control have improved respects to 1995, perhaps in relation with more aggressive treatment (increase of using drugs and associations). We have found a change in pharmacological perfil used. 

Key words: Hypertension. Treatment. Outcome assessment. Primary Health Care. 

 


INTRODUCCIÓN 

La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad de alta prevalencia en nuestro medio, afectando al 20-30% de la población adulta1-5. En las consultas de Atención Primaria, se estima que una de cada cuatro visitas se encuentra relacionada con la hipertensión6, y que un 7% aproximadamente de nuestras consultas diarias lo son por esta patología7
En diferentes estudios realizados en nuestro medio y en otros países, se ha implicado a la HTA como uno de los factores de riesgo cardiovascular más importantes8-16, y se ha podido demostrar en los últimos años que realizando un correcto control tensional de estos pacientes se puede disminuir de forma significativa la morbimortalidad por enfermedad cardiovascular9,12,17-19
España no es una excepción, entre los países industrializados, en los que respecta a la enorme carga que las enfermedades cardiovasculares suponen, tanto desde el punto de vista de la mortalidad como de la morbilidad y coste en general para la sociedad, siendo la enfermedad cardiovascular responsable del 40% de todas las muertes en España 1,13,20

Por todo lo anteriormente expuesto, el control de la HTA debe ser un objetivo prioritario de los programas preventivos de enfermedad cardiovascular desde Atención Primaria10,13.Varios estudios han constatado que el diagnóstico, tratamiento y control de los pacientes hipertensos ha sido insuficiente en nuestro país y en otros de nuestro entorno cultural1,8,20-24, observándose, sin embargo, que en los últimos años se ha producido una mejoría paulatina en el grado de control de estos pacientes1,8,9,21
En este contexto, hemos realizado el presente estudio con el objetivo de conocer y evaluar el grado de control que tenían nuestros pacientes hipertensos en 1995 y el grado de control que tienen en la actualidad, así como conocer el perfil terapéutico empleado en el control de los mismos. 

MATERIAL Y MÉTODOS 

El estudio se realizó en el EAP "Sillería" (Toledo), centro de características urbanas que atiende a unas 12.500 personas e integrado por siete cupos de medicina general y uno de pediatría. 
Como población muestral se eligieron los pacientes diagnosticados de hipertensión de tres de los cupos de medicina general. La población total asignada a estos tres cupos en la fecha de realización del estudio fue de 3.942 pacientes; cifra que se empleó para el cálculo de la prevalencia conocida de HTA en el 2000; no pudiéndose calcular la relativa a 1995 por no conocer de forma exacta la población asignada en dicha fecha y por haber utilizado únicamente historias clínicas activas en la actualidad (no datos de pacientes fallecidos, trasladados, etc.). 
El estudio realizado fue de tipo observacional con recogida retrospectiva de los datos, y en el que se realizaron dos cortes transversales, uno en 1995 y otro en el 2000. 

Las variables a estudiar fueron: edad, sexo, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular, cifra de tensión arterial sistólica media (TAS) y tensión arterial diastólica media (TAD) recogidas en la historia, tipo de tratamiento empleado para el control de la misma (dieta, monoterapia o asociación de fármacos), fármacos empleados (dosis y principio activo) y presencia o no de factores de riesgo cardiovascular, lesión órgano diana o trastorno clínico asociado. 
La TA utilizada para valorar el grado de control de estos pacientes fue la TA media de las tres primeras tomas recogidas en la historia en 1995 así como la TA media de las tres últimas tomas en el momento del estudio (mayo del 2000). 
Para ello, se revisaron las historias clínicas de estos pacientes, recogiendo las diferentes variables en 1995 y posteriormente las que presentaban en la actualidad. 

Para clasificar las cifras de TA se utilizaron las recomendaciones de la WHO-SIH 199925 (World Health Organization-International Society Hypertension) según la cual el control óptimo corresponde a TA < 120/80; normal <130/85; normal-alta 130-139/85-89; HTA-I 140-159/90-99; HTA-II 160-179/ 100-109; y HTA-III >180/110 . Cuando la media de la TAS y la TAD correspondía a diferentes categorías, se asignó a la categoría superior. 
Finalmente, se recogieron los factores de riesgo cardiovascular reflejados en la historia; obesidad, tabaquismo, diabetes y dislipemias (cifras de colesterol total), así como los tratamientos empleados en el control de los mismos. Para estratificar el riesgo cardiovascular revisamos las lesiones de órganos diana (hipertrofia ventricular izquierda, proteinuria y/o elevación leve de la creatinina 1,2-2, signos ecográficos o radiológicos de la presencia de una placa ateroesclerótica y estenosis focal o generalizada de las arterias retinianas) y los trastornos clínicos asociados (enfermedad cardiovascular, cardiopatía, nefropatía, enfermedad vascular y retinopatía hipertensiva avanzada) de estos pacientes. 
La información recogida fue introducida en una base de datos del paquete estadístico R sigma, siendo utilizadas para su tratamiento herramientas de estadística descriptiva (media aritmética e intervalo de confianza al 95%) y analítica (Chi-cuadrado y T de Student). 

RESULTADOS 

La muestra estaba constituida por 341 pacientes en 1995 y 451(prevalencia conocida del 11,45%) en el 2000. Dichos pacientes presentaban en 1995 una edad media de 67,8 años, siendo el 67,7% mujeres; no existiendo diferencias estadísticamente significativas en los resultados de estas dos variables demográficas en el año 2000. 
En la figura 1 se recogen los tipos de tratamientos empleados en cada paciente para el control de la HTA, existiendo diferencias estadísticamente significativas (χ
2=6,482, p< 0,05) y observándose como en el 2000 el porcentaje de pacientes sólo con dieta ha disminuido, aumentando sin embargo el número de pacientes en tratamiento con asociación de fármacos. 

 



En la figura 2 vemos los fármacos utilizados en 1995 y en la actualidad, existiendo también en este caso, diferencias estadísticamente significativas (χ
2=24,434, p< 0,001). Si comparamos los resultados de ambos periodos vemos cómo en la actualidad ha aumentado el uso de β-bloqueantes y de ARA II y se ha producido una disminución del uso de calcioantagonistas para el tratamiento de esta patología. 

 



En la figura 3, se representan las cifras de TAD y TAS medias y sus intervalos de confianza al 95% en 1995 y 2000, existiendo en ambos casos disminuciones tensionales con diferencias estadísticamente significativas (p<0,001, t334=3,475 y p<0,05, t334=2,291, respectivamente). 

 



Siguiendo los criterios de la OMS25 y del VI Informe del Joint National Committee para la Prevención, Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión arterial (JNC-VI)26 en el año 1995 estaban controlados el 35,54% de los pacientes, y en el año 2000 lo están el 43,02% siendo esta diferencia estadísticamente significativa (χ
2= 4,158; p<0,05). 
En la figura 4 aparece la distribución de pacientes según los seis grupos de control de la HTA establecidos por estos consensos (óptimo, normal, normal-alta, HTA-I, HTA-II y HTA-III), existiendo así mis mo diferencias estadísticamente significativas entre los datos de 1995 y del 2000 (χ
25 = 23,828; p<0,001). 

 



La figura 5 recoge el porcentaje de hipertensos controlados de acuerdo al riesgo cardiovascular existente (1-2 factores de riesgo, diabetes mellitus y/o >2 factores de riesgo y trastorno clínico asociado). 

 




DISCUSIÓN 

Uno de los grandes retos de la Salud Pública en los países industrializados es la prevención, tratamiento y control de la HTA25,26, lo cual, como se ha demostrado en estudios publicados en los últimos años, debe conducir a una disminución de la morbimortalidad cardiovascular12,17,18,20
Como posible limitación de los resultados, cabe destacar que los datos indican únicamente la situación de los pacientes hipertensos conocidos; si bien nuestra prevalencia conocida no discrepa de la de otros estudios. Por el contrario, como punto a destacar, los datos relativos a la mejoría de cifras entre 1995 y 2000 no representa el total de beneficio obtenido en estos pacientes, ya que en 1995 no eran pacientes con cifras basales porque ya estaban recibiendo tratamiento antihipertensivo. Así mismo, la incorporación de nuevos pacientes en el intervalo de tiempo entre ambos cortes puede condicionar en parte los cambios observados, si bien no existen diferencias significativas entre las características demográficas de ambos cortes. 

En cuanto a los resultados de nuestro estudio en lo que se refiere a las cifras tensionales medias, podemos ver como la cifra media de TAD recogida en la historia ha disminuido de 82,1 a 80,5 en cinco años, así como la cifra de TAS ha pasado de 144,6 a 141,7 mejorando de este modo las cifras tensionales con respecto a las de 1995. Comparando nuestros resultados con otros estudios similares realizados en nuestro país, en general éstos presentan cifras superiores a las nuestras9,20. Esta mejoría en las cifras tensionales tiene gran importancia teniendo en cuenta los resultados del estudio HOT donde se ve cómo pequeñas disminuciones de la presión arterial van acompañadas de una reducción de la mortalidad cardiovascular18, existiendo otros estudios que también corroboran este beneficio19,27,28

Si hemos definido buen control de TA cifras menores a 140/90 avalado por diferentes comités de expertos en la actualidad25,26, podemos ver cómo el porcentaje de pacientes controlados en nuestro estudio ha pasado del 35,5% en 1995 al 43% en la actualidad. Los porcentajes obtenidos son más altos que los encontrados en la bibliografía en los que el porcentaje de control oscila entre el 13 y el 36%1,8,20,21,23,29-32, si bien en algunos de ellos el criterio de control es diferente (160/90); y similares a los encontrados en otros países industrializados9,33-36. Por otro lado, en un estudio realizado en nuestro país en el ámbito hospitalario las cifras de control son superiores al 74%37, aunque se trata de una población seleccionada que no se puede equiparar a la que generalmente es tratada en el ámbito de Atención Primaria. En un estudio sobre la evolución del control de la hipertensión en España (Controlpres)8 se detectó una ligera mejoría entre 1995 (13%) y 1998 (16,3%), porcentualmente inferior a nuestros resultados. Si se observan detalladamente los datos de la figura 4, vemos que se ha producido una disminución en los grupos HTA-2 y HTA-3 que son los que mayor repercusión clínica pueden presentar. Así mismo, el aumento de grado de control se produce, como se observa en el gráfico 5, en todos los grupos de pacientes pero especialmente en diabéticos y en personas con más de dos factores de riesgo cardiovascular, que así mismo son dos de los grupos de población de mayor riesgo, y esta disminución puede ocasionar un mayor beneficio potencial. 

En cuanto al tratamiento prescrito, vemos como en 1995 el porcentaje de tratados farmacológicamente era del 80,3% y en la actualidad este porcentaje ha aumentado al 86,8%, cifras similares a las obtenidas en otros estudios8,9. Así mismo, ha aumentado el porcentaje de pacientes tratados con más de un fármaco (29,9% en 1995 vs 35% en 2000); lo que refleja un tratamiento más agresivo de la hipertensión que hace cinco años, lo cual concuerda con las tendencias actuales que sugieren la necesidad de tratamientos con más de un fármaco para un correcto control de un alto número de pacientes8,21,26,38, y quizás como resultado de ello está la mejoría en el grado de control de estos pacientes. No obstante, parece que con ser una actitud más agresiva, ésta no es aún suficiente para lograr un adecuado control de un alto numero de pacientes; lo cual hace pensar que deberíamos incrementar la tendencia de aumentar la medicación empleada, pese a que la actitud de los profesionales tiende a ser poco activa8,38. Pese a todo lo comentado anteriormente, no debemos olvidar que las causas del inadecuado control de los hipertensos son múltiples y que sus posibles soluciones implican a todos los estamentos sanitarios, incluyendo a los propios pacientes38

En cuanto al tipo de fármacos utilizados para el control de esta patología, vemos como en nuestro estudio los diuréticos seguidos de los IECAs y calcioantagonistas son los fármacos más prescritos. Comparando los resultados de 1995 y del 2000 vemos cómo en la actualidad ha aumentado el uso de los betabloqueantes y de otros nuevos grupos terapéuticos como los ARA II y disminución de los antagonistas del calcio. Si comparamos estos datos con los encontrados en la bibliografía, vemos cómo la distribución de fármacos es muy similar a la recogida en el estudio Controlpres 988. Todo ello hace pensar que se está produciendo una lenta modificación de los patrones de tratamiento. 
Finalmente, como conclusión de nuestro estudio, podemos decir que el grado de control por encima del 40%, es superior al encontrado en la bibliografía y que las cifras tensionales han mejorado con respecto a las de 1995. Esta mejoría puede deberse a un abordaje más agresivo, con mayor utilización de fármacos y asociaciones, así como la aparición de nuevos grupos terapéuticos que han ocasionado pequeñas modificaciones en el perfil terapéutico empleado. Estos datos nos hacen pensar que vamos por el camino correcto, no obstante creemos que se debe de seguir profundizando en el abordaje de los pacientes hipertensos para conseguir mayores niveles de control.


CORRESPONDENCIA: 
Nuria González Alonso 
C/ Zarzuela, 20 
45003 Toledo 
Tel.: 646-112203 
e-mail: nuria_gonzalez_alonso@hotmail.com

 

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