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Index de Enfermería

On-line version ISSN 1699-5988Print version ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.15 n.55 Granada  2006

 

 ORIGINALES

 

Iconografía religiosa en las salas de hospitalización

Religious iconography in the rooms of hospitalization

 

 

Armando Castillo Franco,1 Mª Adela Malde Conde2

1Ddo. en Enfermería y Ldo. en Antropología Social y Cultural
2Dda. en Enfermería. Área de hospitalización. Hospital Universitario San Cecilio, Granada, España

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivo: Ver el significado y qué representa para el enfermo, durante su hospitalización, la presencia de Estampas religiosas en la habitación.
Metodología: Se ha hecho un estudio cualitativo de tipo etnográfico en la unidad de encamación de cardiología durante tres meses, mediante observación y entrevistas estructuradas a todas aquellas personas que durante ese tiempo pasaron por dicha unidad y que exhibieron estampas de imágenes religiosas.
Resultados: Todos son creyentes en mayor o menor grado. La gran mayoría, cuando se les pregunta, anteponen a Cristo, frente a la Virgen y Santos a la hora de indicar sus preferencias o devociones. Aunque, si observamos las estampas que tienen, vemos que son principalmente de la Virgen en sus diferentes advocaciones. Las estampas más exhibidas son: Virgen de las Angustias, Corazón de Jesús, Virgen del Carmen y Fray Leopoldo. La totalidad de los entrevistados se sienten protegidos con la presencia de éstas y creen que les ha beneficiado tenerlas allí. Y en cuanto a la causa de su mejoría o alivio, todos coinciden en que la ciencia, en este caso la medicina, tiene que ver mucho en ello, pero que la divinidad también participa, en un alto grado, en conseguir esa mejoría.
Discusión: Como somos conscientes de la incapacidad humana para resolver las necesidades de salud, la presencia de las estampas en el entorno hospitalario, podría interpretarse como un acto de provocación o de rebeldía hacia la institución, pues aquí sólo se tiene en cuenta lo biológico, no se tienen en cuenta sus expectativas religiosas. Y los que trabajamos en los hospitales negamos con nuestro comportamiento toda posibilidad de interiorización de la enfermedad que no sea desde el punto de vista biológico. Luego, la curación de la enfermedad no es percibida únicamente por la acción de la medicina científica, sino que esta curación también se debe a la intervención directa de lo sobrenatural, mediada por vírgenes, santos o mártires.


ABSTRACT

Objective: To find out the significance and we also can conclude what it means for the patient, during his hospitalization, the presence of religious print impressions on the room.
Methodology:
On have been done a qualitative study of ethnographic type on Cardiology` s unity for three months, through observation and interviews which on done for the patients what stayed on and showed religious print impression during this time.
Results: All patients are religious believers of more or less rate. Most of them, place in front or prefer Jesus Christ instead of the Blessed Virgin and Saints to indicate their preferences or devotions .Although, if we look at the religious print impressions that the patients have, we are able to conclude that these religious print impressions are of Blessed Virgin in their differents advocations principaly. The religious print impressions more showed are: Virgen de las Angustias, Corazón de Jesús, Virgen del Carmen y Fray Leopoldo. All the people that were interviewed think of the protection when they have the religious print impressions, or also they think of curing when have these religious print impressions. And as far as the cause of its improvement or lightening, all agree in which science, in this case the medicine, it has to do much in it, but that the divinity also participates, in a high degree, in obtaining that improvement.

Discussion: Such as we are conscientious of the human capacity for resolving health‘s necessity , the presence of the religious print impressions on hospitable environment, it could interpret such as an act of provocation or rebelliousness towards the institution, then here only is took stock as important the Biology, isn‘t took stock his religious expectation. The person who works in the hospital refuses with his behaviour all possibility of illness’s interiorization that isn´t since point of view biological. Curing of the health isn‘t only perceive for the action of scientific medicine, also it is due to the supernatural direct action, through Blessed Virgin, saints or Martyrs.


 

Introducción

El fenómeno religioso, tanto en sus expresiones externas como en el campo de las creencias, es una realidad viva que se modifica en interrelación con la economía, la política, las formas de organización de la sociedad, los cambios ecológicos y todos los elementos que constituyen la cultura.1 De ahí que los sistemas culturales creados por los pueblos para contrarrestar o luchar contra la enfermedad, el accidente o la ansiedad incluyan respuestas de carácter empírico pero también de carácter sobrenatural por cuanto la medicina llamada científica se manifiesta con frecuencia insuficiente ante una determinada enfermedad.2 Por otra parte, el ser humano tiende a satisfacer las necesidades primarias, sentidas como perentorias de salud, trabajo, bienestar y protección en los momentos de peligro; no se busca tanto la salvación o la recompensa en la otra vida como la solución de los problemas terrenales con la participación directa de unos seres sobrenaturales poderosos, especialmente la Virgen y Cristo y secundariamente los Santos.3 Por lo tanto, en el itinerario terapéutico de cualquier proceso de salud/enfermedad aparecerá en un momento dado y de formas variadas el recurso a lo religioso, ya que conseguir la salud es sin duda una de las necesidades básicas en el hombre.

En todo esto subyace el hecho de que el individuo para hacer frente a la adversidad, en nuestro caso manifiesta en forma de enfermedad, acude a la tecnología. Sin embargo, la ciencia médica, debido a su carácter humano y limitado, es objeto de desconfianza por parte del paciente o de sus familiares.4 De ahí que algunos autores escriban afirmaciones como éstas: “en los hospitales cada vez más capaces de afinar diagnósticos, de responder con tecnologías sofisticadas a problemas de salud que otrora conducían a la agonía y a la muerte, y en los que los crucifijos y las capillas han ido desapareciendo tras la marcha de las hijas de la caridad...; en los servicios de cardiología, en las unidades de cuidados intensivos, en las unidades de quemados en que las esperas se hacen eternas y las incertidumbres no obtienen respuesta ni de intensivistas ni de cirujanos, éstos, acosados por la desesperación de parientes y allegados, y quizás por la suya propia ante los límites de su práctica, invocan la esperanza en el milagro divino, mientras por los pasillos los acompañantes intercambian estampas de Santa Gema Galgani”.5 Por consiguiente, la devoción a las imágenes nace de la consideración de que éstas tienen poderes para intervenir favorablemente en las necesidades de las personas que les son devotas.6

Para el enfermo la estampa desempeña el mismo papel que las figuras de imaginería, retablos, pinturas y decoraciones de interiores en edificios religiosos.7 Esta puede ser una de las razones por las que el ser humano al enfrentarse ante una situación en la que se vea comprometida seriamente su salud, hasta el punto que requiera hospitalización, lleve consigo estampas de imágenes religiosas que exhibe en la mesita de noche o en el cabecero de su cama. Este hecho se presenta como un fenómeno curioso y que suscitó nuestro interés para su estudio, ya que demuestra que la persona, a pesar de encontrarse en un contexto tan hermético como el hospital, no ve el proceso salud-enfermedad como algo exclusivamente biológico.

En la bibliografía consultada a través de las bases de datos tales como Cuiden, Cinhal, Bdie, Medline o el catálogo de la biblioteca de la Universidad de Granada no hemos encontrado estudios que hablen del uso específico de estampas en el ámbito de la salud; sí que hemos encontrado otros muchos que hablan de la religiosidad popular en sí o en relación con la medicina popular, pero desde una perspectiva más general.8

El estudio que nos planteamos hacer estaría encuadrado dentro del marco de la religiosidad popular. Entendida ésta, como la expresión de una necesidad sentida de lo sobrenatural y moldeada por la experiencia propia en dependencia con el mundo del que forma parte y de la cultura medioambiental.3

Los objetivos propuestos serían, por tanto, ver el significado y qué representa para el enfermo la presencia de estampas durante su hospitalización. Y de manera más específica: identificar quiénes son las personas que recurren a las estampas, detectar si el avance científico ha mermado el recurso a lo divino en los momentos difíciles, conocer el apoyo que les supone la presencia de las estampas para el alivio de su enfermedad, y ver si la divinidad guarda alguna relación con la causa que ellos atribuyen a su enfermedad.

 

Participantes y método

Se ha hecho un trabajo de tipo cualitativo, descriptivo y transversal. Los diseños cualitativos ofrecen la posibilidad de comprender las situaciones bajo la óptica de los protagonistas, siendo la investigación cualitativa válida y preferible cuando existe una escasez de conocimientos sobre el tema, es decir, está recomendada para realizar el acercamiento a realidades poco estudiadas.

Fue llevado a cabo en la unidad de encamación de cardiología del Hospital Universitario “San Cecilio” de Granada, de febrero a mayo del año 2004. Los sujetos de estudio han sido todas aquellas personas que durante ese tiempo pasaron por dicha unidad y que exhibieron estampas de imágenes religiosas. Hay que destacar que a pesar de los numerosos ingresos registrados en este periodo, fueron muy pocas las personas objeto de estudio, concretamente diez; pensamos que porque al contrario que antaño, cuando el hombre tendía a buscar la protección en la divinidad, en la actualidad prefiere agotar al máximo las posibilidades que le brinda la ciencia y la tecnología. Las razones de esto podrían explicarse por los numerosos factores que en los últimos años han provocado un proceso de cambio y aculturación que ha influido en la religiosidad popular, secularizándola. Una consecuencia más del puritanismo laico que sostiene la obligatoriedad moral de estar sano alimentada por unas instituciones sanitarias que buscan la salud de la población a toda costa.9

La recogida de datos se ha hecho a través de una entrevista estructurada, donde además de interesarnos por las variables sociodemográficas y del significado de las estampas que exhibían, también preguntábamos, entre otras, sobre: cómo y cuándo se inició en la práctica religiosa, si suelen hacer ofrendas o acudir a romerías para “devolver” los favores pedidos, si la enfermedad le ha cambiado su forma de ver, valorar o comportarse con los seres divinos, o si sólo recurre a ellos en casos de necesidad.

Una vez seleccionado el sujeto, se le explicaba el propósito y los objetivos, garantizándole la confidencialidad de la información y solicitando su participación voluntaria, así como su permiso para ser grabada en cinta de audio. La grabación se ha hecho en un lugar privado dentro de la propia unidad. Las entrevistas fueron transcritas y los datos obtenidos sintetizados, codificados y reagrupados en categorías para su análisis.

 

Resultados

El perfil típico de los sujetos estudiados ha sido el de hombre, con edades comprendidas entre 48 y 81 años, destacando el grupo edad que va entre los 60-70 años, con diagnóstico de Infarto Agudo de Miocardio en su gran mayoría, de procedencia rural, con trabajos no cualificados, destacando los relacionados con el campo y la construcción, sin haber completado los estudios básicos y con un nivel socio-económico medio-bajo.

Todos son creyentes en mayor o menor grado. La gran mayoría antepone a Cristo, frente a Vírgenes y Santos a la hora de indicar sus preferencias o devociones. Aunque cuando se les pregunta a quienes recurren u observamos las estampas que tienen, vemos que son principalmente de la Virgen en sus diferentes advocaciones. Las estampas más exhibidas son: Virgen de las Angustias, Corazón de Jesús, Virgen del Carmen y Fray Leopoldo.

En cuanto a la práctica religiosa, la mayoría dice que empezaron desde pequeños y que suelen ir a misa todos los domingos: vemos que conforme aumenta la edad suelen practicar más. La mitad de ellos han ido alguna vez o con asiduidad a romerías: “Sí, a la Virgen de la Cabeza. Cuando mi marido estaba vivo, íbamos todos los años el último domingo de abril. El era muy devoto, padecía de cáncer de pulmón, pero como tenía un bulto en el cuello, creía que era de la cabeza, y entonces pensó de ir a la Virgen de la Cabeza” (R.P. 6).

Todos suelen pedir favores y la gran mayoría considera que le son concedidos, por lo que prácticamente todos prometen algo, principalmente desplazarse al santuario o ermita, o asistir a misa durante varios días: “Sí, subir descalza al cerro donde está la Ermita. También, he venido descalza desde mi casa [vive en un pueblo del cinturón de Granada, situado a 3 kms.] hasta la Virgen de las Angustias o Fray Leopoldo” (R.P. 3).

A excepción de dos de ellos, el resto tienen presente a Dios diariamente y no se acuerdan o recurren a él sólo en los momentos o situaciones difíciles. Y éstos son conscientes de que a la hora de pedir algún favor tiene que ser por alguna situación o enfermedad grave: “Sí, le ha pedido por mi enfermedad actual, que me ponga mejorcica, que yo me pueda defender, que me arregle el corazón un poquito para que yo pueda defenderme algo. Para todo no le voy a pedir, porque yo ya soy muy mayor y tengo que tener achaques” (R.P. 6).

Cuando se les pregunta acerca de cuál es la causa de su mejoría o alivio, todos coinciden en que la ciencia, en este caso la medicina, tiene que ver mucho en ello, pero que la divinidad también participa, en un alto grado, en conseguir esa mejoría. Confían en ambas para solucionar su enfermedad: “Sé que hay buenos médicos, que lo harían bien: son manos divinas. Pero también es lo que Dios quiera: las manos las pone el médico y el Señor pone su parte para que salga bien” (R.P. 3).

La totalidad de los entrevistados se sienten protegidos con la presencia de las estampas y creen que les ha beneficiado tenerlas allí: “Con ella tengo ese calor y la pongo siempre. La pongo para que me ponga bien y me pueda echar una mano, además del médico” (R.P. 6).

Todos dicen no haber cambiado su forma de ver, valorar o comportarse con los seres divinos tras la enfermedad. Aunque a algunos de ellos se les ha pasado por la mente la pregunta de ¿por qué les ha tocado a ellos?, pero no le dan más vueltas y piensan que su enfermedad es debida a problemas fisiológicos, genéticos o hábitos insaludables: “No tengo ni idea, porque si yo he estao siempre bien, nunca he estao malo, y ahora de buenas a primeras me da esto. Y más que cosa divina, yo creo que eso puede ser que venga de herencia, porque a mi padre le dio, a un hermano también: que no me han dejao otra herencia y me han dejao ésta” (R.P. 7).

 

Discusión

El perfil encontrado es similar al que algunos autores describen como perfil del cliente de lo religioso-terapéutico, que vendría dado por un predominio de mujeres, de una edad madura, de instrucción baja, de recursos económicos bajos, de origen rural y de una religiosidad sensible a lo mágico;10 con la única salvedad de que aquí la mayoría son hombres, esto se debe con mucha probabilidad a que en la unidad donde se ha hecho el estudio predomina el paciente masculino en una proporción de 1:4.

Aunque históricamente a diversos Santos o Vírgenes se les atribuía una determinada parcela de la “curación” (San Blas se ocupaba de la garganta, por ejemplo), las personas entrevistadas plasman su devoción en las imágenes divinas representativas y más veneradas en sus pueblos o alrededores inmediatos.

El convencimiento de que los seres sobrenaturales se mueven a favor del hombre por la súplica, y la ofrenda de sacrificios y de bienes, determina una especial relación entre estas imágenes y la llamada angustiosa del hombre. Y así podríamos hablar de una verdadera relación contractual, asimétrica desde luego, en la que el hombre pide el favor al tiempo que hace la oferta, condicionando su cumplimiento a la acción positiva del ser sobrenatural.2

Como somos conscientes de la incapacidad humana para resolver las necesidades de salud, la presencia de las estampas en el entorno hospitalario podría interpretarse como un acto de provocación o de rebeldía silenciosa hacia la institución, pues aquí sólo se tiene en cuenta lo biológico, no se tienen en cuenta sus expectativas religiosas; y los que trabajamos en los hospitales negamos con nuestro comportamiento toda posibilidad de interiorización de la enfermedad que no sea desde el punto de vista biológico. Luego, la curación de la enfermedad no es percibida únicamente por la acción de la medicina científica, sino que esta curación también se debe a la intervención directa de lo sobrenatural, mediada por vírgenes, santos o mártires.

Ellos tratan de buscar respuestas a sus necesidades de todo orden. Estas respuestas se buscan fundamentalmente dentro del sistema cultural propio que adapta, reorienta y a veces contradice las bases cristianas de su cultura.3 El recurso a lo religioso no se vive como incompatible, rival o excluyente de la medicina científica, se trata de dos caminos complementarios en la búsqueda de una salud global de la persona que no se queda en el funcionamiento biológico de una máquina sino en una existencia con sentido en la totalidad de la persona. Se daría la búsqueda de la salud integral como una estructura universal de los humanos, en la que la religión ha tenido y tiene un papel a lo largo y ancho del espacio y del tiempo;11 puesto que, como nos comenta también otro autor, la divinidad es el patrón máximo de todos los hombres y dueño de la vida y la muerte del individuo, es el árbitro indiscutible y de su beneplácito depende, en última instancia, la continuidad de la vida misma.4

Se busca una salvación de una situación frustrante y desesperada por el recurso a lo sagrado, como escape que tiene el individuo ante lo que no puede lograr la medicina. Ellos buscan, a través de la estampa, mantener la esperanza. Los profesionales de la salud debemos de ser tolerantes con estos fenómenos y no hacer confrontaciones. No nos podemos apropiar de la enfermedad, nosotros nos ocuparemos de una parte, la enfermedad es algo más extenso. Una actitud comprensiva por parte de los profesionales de la salud es coherente con los movimientos teóricos emergentes en torno a la competencia cultural y las teorías que tanto están aportando para la consecución de unos cuidados de calidad.12

 

Bibliografía

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Dirección para correspondencia:
Armando Castillo Franco
Unidad de Cardiología
Hospital Universitario San Cecilio
Avda. Dr. Olóriz, 16
18012 Granada, España
E-mail: arcasfran@hotmail.com

Recibido el 9.02.2006
Aceptado el 22.06.2006

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