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Index de Enfermería

On-line version ISSN 1699-5988Print version ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.17 n.2 Granada Apr./Jun. 2008

 

ARTÍCULOS ESPECIALES

ORIGINALES

 

Diversidad y alimentación hospitalaria. Diseño de un cuestionario de valoración de la adaptación cultural*

Diversity and Diet in Hospital. Design of a Questionnaire on Assessment of Cultural Adaptation

 

 

María Dolores Cano-Caballero Gálvez1, María Martínez Pozo2, María Angustias Lazuen Alcón3, Guillermina Urbano García2

1Licenciada en Antropología, Diplomada en Enfermería, Profesora de la Escuela Universitaria de Enfermería Virgen de las Nieves, Granada, España.
2Diplomada en Enfermería, Enfermera del Hospital Universitario San Cecilio, Granada, España.
3Licenciada en Antropología, Diplomada en Enfermería. Enfermera del Hospital Universitario San Cecilio, Granada, España

*Este estudio fue financiado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, España

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Una realidad actual es el aumento de la población inmigrante en los hospitales y por tanto las enfermeras debemos adaptar los cuidados a las necesidades de la población que atendemos. Objetivos: Conocer las posibilidades de introducir metodología participativa para abordar problemas de carácter socio-sanitario, dentro de la institución hospitalaria. Determinar la capacidad de las Unidades de Enfermería hospitalaria para introducir cuidados culturalmente adaptados. Diseñar e introducir en los registros de enfermería la valoración del nivel de adaptación cultural del paciente en materia de alimentación.
Se ha utilizado metodología de acción-participación, donde los actores se convierten en participantes activos de la investigación. Han colaborado en el proyecto: por una parte personas inmigrantes que nos han contado sus experiencias con la alimentación en el hospital, la metodología ha sido por medio de grupos de discusión y además han participado en los talleres en la cocina del hospital como expertos en la realización de los platos representativos de su cultura. También enfermeras a las que se les ha solicitado que participen en la realización del cuestionario sobre adaptación cultural en materia de alimentación, y la que han validado posteriormente. E igualmente personal de cocina que ha colaborado en los talleres.
Los grupos de inmigrantes nos han permitido acercarnos a sus vivencias en materia de alimentación, así como aprender en los talleres como se realizan platos tradicionales de sus países. Las enfermeras, como expertas, han colaborado mediante grupos focales para encontrar las variables que determinan el grado de adaptación cultural en materia de alimentación. El personal de cocina se ha mostrado interesado en conocer nuevos platos que ayuden a proporcionar dietas adaptadas. Conclusión: la alimentación es una necesidad que pueden cubrir las enfermeras en su rol independiente, y que además nos guía sobre el grado de adaptación cultural de la persona que atendemos. Aún cuesta introducir en el hospital cambios para que los cuidados sean adaptados a otras culturas. La incorporación de escalas de valoración sobre adaptación cultural, puede ser un primer recurso para que las enfermeras sean concientes de las diferencias culturales de la población que atienden.

Palabras Clave: Alimentación. Diversidad cultural. Cuestionarios de valoración. Adaptación cultural. Población inmigrante. Investigación participativa.


ABSTRACT

A reality nowadays is the increase of immigrant population in hospitals so, we must adapt, our attentions, as nurses, to the necessities of the patients we care for. Objectives: to assess the possibilities of introducing participative methodology in order to face social-health problems within the frame of a health institution; to assess the capacity of hospital nursing Units in order to introduce culturally adapted attentions; to design and introduce assessments of the patient’s cultural adaptation levels regarding diet in the nursing registers.
A methodology based on action-participation was used, where actors became active participants in the research. On the one hand, the collaborators of the current study were immigrants, who had told us about their experiences with hospital diet. Methodology was based on discussion groups and they participated in workshops celebrated in the hospital kitchen as experts in the elaboration of the most representative dishes of their culture. On the other part, some nurses were asked to participate in carrying out the questionnaire on cultural adaptation regarding diet, a participation that was validated afterwards. Finally, kitchen staff also collaborated in these activities.
Groups of immigrants allowed us to get closer to their experiences regarding diet, and also to learn in the workshops how to prepare traditional dishes of their countries of origin. Nurses and specialists collaborated through focal groups to find variables that could determine the degree of cultural adaptation of the person we were caring for. It is not yet easy to introduce changes in hospitals to achieve that attentions will be adapted to other cultures. The incorporation of assessment scales on cultural adaptation can be a first resource for nurses to get aware of the cultural differences of the population they are caring for.

Key-words: Diet. Cultural Diversity. Questionnaire on Assessment. Cultural Adaptation. Immigrant population. Participative research.


 

Introducción

La alimentación es una actividad fisiológica que se define en su proyección sociocultural. Esta contiene una vertiente biológica (nutriente), psicológica (apetencia) y social (potencial simbólico), con capacidad para condicionar considerablemente muchas de nuestras experiencias cotidianas e, incluso, de darle sentido.1 Desde la antropología se ha estudiado la alimentación como un hecho social y cultural; a los ingredientes y técnicas de preparación de alimentos se les asocia representaciones, creencias y prácticas, materiales y simbólicas (estructuralismo), que además de cubrir las necesidades biológicas, cubren también necesidades sociales (funcionalismo). Hay que tener en cuenta el carácter temporal y espacial que tiene este hecho en la dinámica de actuación de los grupos y de las situaciones socioeconómicas.2 Una gastronomía bien fundada ha de tener siempre en cuenta factores suprabiológicos del alimento, como son el psicológico y el cultural, sin perder de vista el criterio científico que la dietética ofrece.3

Uno de los cambios sociales que actualmente estamos viviendo en España y en Andalucía, es la inmigración, algo que se refleja en los hospitales con el aumento en los servicios de pacientes de culturas diferentes, esto nos debe motivar a los profesionales de la salud a establecer cambios en las estrategias de atención y de cuidado a dicho colectivo.4-6 La enfermería, como profesión, debe de dar un toque humanístico al cuidado, pues fomenta el descubrimiento de las perspectivas culturales de las personas.7,8 La inmigración es una nueva realidad, el hospital debe ser sensible a ello. Como plantea M Leininger,9,10 debemos adaptar los cuidados a las características culturales de las personas que atendemos, la alimentación nos permite conocer esas diferencias y puede ser un estupendo recurso para un primer acercamiento. Otro pilar importante en nuestra investigación ha sido la perspectiva de acción-participación,11 buscamos conocer la perspectiva de “los otros”, haciéndolos participes de los resultados de la investigación. Los investigadores-participantes nos convertimos en facilitadores del proceso, construyendo espacios de diálogo entre sujetos.12 Buscamos que los actores del estudio se conviertan en protagonistas. Sus opiniones y aportaciones han sido fundamentales en el progreso de esta investigación.

Los objetivos de este estudio fueron conocer las posibilidades de introducir metodología participativa para abordar problemas de carácter socio-sanitario, dentro de la institución hospitalaria; determinar la capacidad de las Unidades de Enfermería hospitalaria para introducir cuidados culturalmente adaptados; y diseñar e introducir en los registros de enfermería la valoración del nivel de adaptación cultural del paciente en materia de alimentación.

 

Metodología

Se trata de un diseño basado en la investigación participativa del que han formado parte inmigrantes, enfermeras y profesionales de cocina. Esta metodología hace referencia a procedimientos específicos para llevar adelante una investigación diferente a los enfoques tradicionales. Hemos tenido en cuenta las perspectivas y subjetividad de los individuos implicados para elaborar tanto los menús que hemos realizado en los talleres, como el cuestionario de valoración. El emplazamiento del estudio ha sido el Hospital Universitario “San Cecilio” de Granada, en las unidades de Medicina Interna (Infecciosos), Obstetricia, Cirugía y Urología.

Los participantes pertenecen a tres grupos:

a) Personas inmigrantes que llevaban poco tiempo en nuestro país, que han estado ingresados en el hospital y que han sido capaces de describir usos y costumbres culinarias propios de su cultura de origen. El primer contacto lo hicimos durante el periodo de su estancia en el hospital, donde además de pedirle colaboración, se les evaluaba la posibilidad de expresión en castellano y el conocimiento de su cultura de origen. El objetivo fue conocer sus costumbres culinarias, cómo las cubrían en el hospital y que nos diesen sus aportaciones.

b) Personal de cocina (cocineros y ayudantes de cocina). Se han incluido en función de su interés en participar en el estudio y su disponibilidad.

c) Profesionales de enfermería de las unidades que han sido seleccionadas para el estudio, las ya mencionadas.

Se ha procurado la inclusión de inmigrantes de distintas procedencias: sudamericanos, africanos, tanto del Magreb como subsaharianos, así como orientales y europeos. El contacto con los inmigrantes se ha hecho con la colaboración de las enfermeras de las unidades de encamación de adultos del hospital, que nos han dado información de los pacientes.

La investigación se ha llevado a cabo mediante:

a) 5 Grupos de discusión con inmigrantes. La composición fue la siguiente:

Grupo 1: 5 mujeres de distintas nacionalidades (1 japonesa, 1 marroquí, 2 colombianas y 1 ecuatoriana).

Grupo 2: 3 varones (argentino, saharaui y sirio), 4 mujeres (2 argentinas, 1 cubana y 1 rumana).

Grupo 3: 2 varones (marroquí y ecuatoriano) y 3 mujeres (hindú, panameña, marroquí).

Grupo 4: 1 varón (español, marido de una señora marroquí), 5 mujeres (marroquí, argentina, ecuatoriana, colombiana y cubana).

Grupo 5: 5 mujeres (2 marroquís, 1 senegalesa, 1 rumana y 1 colombiana).

Todos los componentes eran adultos y la edad variaba entre 25 y 50 años.

b) 3 Talleres de integración de conocimiento realizados en la cocina del hospital, en ellos intervinieron mujeres inmigrantes y personal de cocina, una cocinera y varios ayudantes de cocina. Realizaron cinco platos tradicionales de las diferentes culturas de procedencia.

c) Grupo focal con los profesionales de enfermería, para que aportaran los puntos claves que determinarían el grado de adaptación cultural. En él participaron 7 enfermeras.

d) Pilotaje de un cuestionario de valoración del grado de adaptación cultural del paciente inmigrante. Se realizó al ingreso de la persona en la unidad.

 

Resultados

a) Grupos de discusión. Aprecian cambios en el sabor con la comida que ellos preparan, sobre todo por el uso de diferentes aliños, formas de preparación y de elaboración; para muchos, esto hace que la comida del hospital sea menos apetecible. En general se respetan sus costumbres religiosas (carne de cerdo, alcohol, etc.), aunque no siempre, lo que les hace estar más alerta: “Cuecen el hueso y luego te dicen: ‘no, que no lleva cerdo’ pero nosotros nada más del olor ya sabemos y el color así, blanco, blanco, blanco, la sopa no sale así, el caldo quiero decir” (mujer marroquí, grupo 1).

Algunos participantes hablan de diferencias culturales en la calificación de las propiedades que tienen los alimentos: “Porque claro, el cerdo es más infectoso, para las personas que tienen heridas, es algo terrible comer cerdo, o sea aquí, ya se que en mi país es de otra manera, por ejemplo una persona que está en el hospital no puede salir y comer un cerdo, ni chochos, es que aquí dicen altramuces” (mujer colombiana, Grupo 1).

Las puérperas nos ofrecieron algunas referencias con respecto a la importancia de la alimentación para la subida de la leche y como consideraban adecuado distintos alimentos dependiendo del lugar de procedencia: “Que la mujer embarazada y en tiempo de amamantar a un bebé, no puede comer col. No, porque dice que comiendo el col estando amamantando a un bebé, le va a hacer daño al estómago del bebé” (mujer senegalesa, grupo 5).

En la elaboración de los alimentos echan de menos más sabor, creen que en la preparación dejan perder componentes esenciales, dicha elaboración dista de la que ellos realizan en sus casas.

La comida es un bien preciado, que tiene un componente fisiológico y simbólico importante, tanto para la curación como para nexo social. Los cambios en la alimentación se van introduciendo en relación directa con el tiempo que llevan en España, adaptándose con el tiempo mejor a los gustos de la zona donde residen: “Los primeros años lo hacía como en mi país, pero poco a poco ya me voy habituando a la comida de aquí, y entonces ya lo hago como aquí” (mujer cubana, grupo 4).

Buscan apoyo en familiares propios o de otros pacientes para cubrir las necesidades que el hospital no cubre. Compartir comida es una señal de afecto mutuo: “Porque al principio se ve un poco, claro, no se conocen ni nada, pero luego se está hablando: ‘¿Tú qué es lo que vas a tener?’, ’Mira, una niña’ Pues entonces ya, llega el marido, llega la madre, y pregunta esto y lo otro. Si tienes varios días, incluso ya te están trayendo cosas: ‘Prueba esto; cómete esto’…" (mujer panameña, grupo 3).

Los horarios los consideran adecuados, incluso mejores que los de fuera del hospital.

Con respecto al trato profesional, consideran que cambia el trato recibido dependiendo de la persona que los atiende. Mayoritariamente han recibido un buen trato, y hay una buena consideración con respecto a la actuación profesional; algunos han tenido desencuentros puntuales con el personal que no han llegado más lejos.

Algunos también comentan lo difícil que es estar ingresado, lejos de su tierra y con poco apoyo familiar, algo que lo palía es el apoyo que reciben de los otros familiares y enfermos ingresados como compañeros de habitación. Estar en habitaciones compartidas es a menudo mejor valorado que en habitaciones individuales: “lo bueno que tiene es que las personas que están ingresadas, incluso los familiares que hay alrededor, en esa misma habitación se crea una familia” (varón ecuatoriano, grupo 3).

b) Talleres de integración de conocimiento. El resultado fueron unas jornadas de convivencia del personal de cocina con las inmigrantes invitadas, donde se puso de manifiesto la importancia de buscar nexos de unión entre culturas. Nos dimos cuenta lo fácil que resultan las relaciones personales cuando se trata de materia de alimentación entre personas de distintas culturas.

En la cocina del hospital se elaboraron seis platos tradicionales de los países de origen, con la particularidad de que mayoritariamente fueron elaborados con los mismos productos que se utilizan habitualmente en la dieta hospitalaria: Pollo en salsa de leche (Rumania), Arroz al tipo Indio (India), Bandeja Paisa y Arepa de Medellín (Colombia), Cous-Cous (Maruecos), Dorada con Verduras y Arroz (Senegal).

El personal de cocina y las mujeres inmigrantes valoraron positivamente la experiencia, ya que sirvió para incorporar nuevos conocimientos. A la vez las inmigrantes se convirtieron en formadoras del personal de cocina.

Se ha recogido material audiovisual, tanto fotografías como video de las distintas preparaciones y del ambiente del taller. La comida preparada fue degustada por el personal de cocina, las inmigrantes y las investigadoras.

c) Grupo nominal con profesionales de enfermería. La composición de la reunión fue de enfermeras expertas y de plantilla de las unidades donde se realizó el estudio. Planteamos reconocer qué aspectos deben tener en cuenta las enfermeras en la valoración con respecto a la alimentación a los inmigrantes. Las cuestiones más relevantes que consensuó el grupo fueron:

-La alimentación es una necesidad, la enfermería debe conocer cómo la soluciona el individuo.

-La barrera idiomática se convierte a veces en una grave dificultad.

-Cubrir satisfactoriamente la necesidad de la alimentación es primordial para la percepción de una buen cuidado.

-Para cubrir esta necesidad la enfermera tiene un rol bastante independiente, a la vez que difícil en el hospital.

-Es importante para que el individuo se recupere adecuadamente.

-Es diferente dependiendo de la cultura.

-El gusto, en materia de alimentación, es importante tenerlo en cuenta para dar un cuidado adaptado.

-En el hospital es difícil plantear una dieta adaptada al gusto y a la cultura de los pacientes.

-Cuando el paciente lleva mucho tiempo en España la comida que se ofrece en el hospital se adapta mejor a sus gustos.

Con respecto a los datos a tener en cuenta para la valoración de la adaptación cultural de los pacientes inmigrantes en temas de alimentación, se concretaron en:

-Dieta habitual y porqué

-Gustos y preferencias en materia de alimentación. Posibilidad de cubrir dichas preferencias en España

-Horarios de comidas

-Conocimiento de la comida española y sus apreciaciones

-Sugerencias

Con esta información se diseñó un sencillo instrumento que permitiese a las enfermeras de forma rápida conocer el grado de adaptación alimentaria del paciente inmigrante a su ingreso (ver gráfico 1). Se trata de un primer escalón para plantear, si era necesario, una valoración más en profundidad y la adopción de medidas preventivas para resolver posibles déficit alimentarios y nutricionales, así como que el paciente recibiese un cuidado adaptado a sus necesidades.

Validación del cuestionario. La realización de este cuestionario se justifica por la necesidad de disponer de un instrumento de medida que nos permita optimizar el tiempo y planificar actuaciones de enfermería encaminadas a profundizar en aquellos usuarios inmigrantes, en los que se necesite conocer en profundidad sus gustos y necesidades alimentarias, con el fin de poder introducir adaptaciones dietéticas que prevengan posibles déficits nutricionales. Una vez diseñado, el cuestionario se administró en el periodo de junio a octubre en las unidades incluidas en el estudio y por los investigadores en sus respectivos turnos de trabajo, en total se pasaron 50 cuestionarios, que representan algo más de la mitad de la población inmigrante ingresada. (ver tabla 1)

Según las propias enfermeras la dificultad para cumplimentar dicha valoración viene determinada por la falta de tiempo y por reticencias a la hora de cambiar su práctica asistencial cuando cambia el tipo de pacientes.

Los resultados obtenidos pusieron de manifiesto que las adaptaciones que de las dietas proponen las enfermeras están fundamentalmente enfocadas a preservar los valores religiosos del paciente, sobre todo cuando son de religión musulmana (comida sin cerdo), mientras que otro tipo de adaptaciones basadas en el gusto o la costumbre se tienen menos en cuenta.

En la mayoría de los encuestados se encontró una buena adaptación a la dieta y las costumbres culinarias del país, así como a los horarios. La mayor parte de los encuestados fueron latinoamericanos, encontrándose un grado óptimo de adaptación en materia alimentaria. Les siguen los usuarios de religión musulmana, con deficiente adaptación en materia de alimentación, sobre todo por motivos religiosos, aunque solucionando que la dieta sea sin cerdo el grado de adaptación mejora. El problema mayor de adaptación lo encontramos en los usuarios de cultura oriental (chinos, coreanos, vietnamitas), que rehúsan la comida que se sirve en el hospital, comiendo sólo lo que le traen sus familias. A esto hay que añadirle la dificultad de comunicación, por su conocimiento casi nulo del idioma español, por lo que la realización de la valoración resultó más difícil en aquellos casos que no había un intérprete.

 

Discusión

La inmigración no debe ser vivida como un problema, sino como un proceso inevitable, que nos da la oportunidad de intercambiar cultura, de aprender de los otros, de intercambiar saberes.5,13 La convivencia entre culturas permite el intercambio de conocimientos y el aprendizaje mutuo, la alimentación puede ser una buena excusa para dicho conocimiento. La mayoría de los inmigrantes de nuestro entorno agradecen que se les pregunte y que se cuente con ellos para mejorar su asistencia, por lo que responden muy satisfactoriamente a nuestras peticiones de colaboración.

Las manifestaciones culturales modifican los valores que tienen los distintos alimentos, por tanto, conocerlos ayuda a plantear alternativas beneficiosas y conseguir una adecuada alimentación de los pacientes, una mejor atención y una mayor satisfacción, de paso que ayuda a controlar efectos indeseables como el tráfico de alimentos en las habitaciones del hospital sin garantías higiénico sanitarias. Establecer vínculos entre la alimentación y los factores culturales permite realizar unos cuidados culturalmente adaptados. La metodología participativa se ha mostrado idónea para obtener información que haga posible esta meta. Los grupos de discusión han proporcionado recetas y preparados adecuados a las distintas situaciones de salud y enfermedad. En general las aportaciones fueron abundantes y ofrecieron información muy útil sobre su estancia en el hospital y su relación con la comida, así como sus creencias y valores sobre la alimentación. Hay que destacar que casi todos los participantes contribuyeron a contar sus experiencias y se estableció fee-back entre los componentes del grupo en materia de alimentación.

Los participantes nos explicaron las distintas formas de preparaciones de los alimentos en su país, así como adaptaciones de dichos platos a nuestro contexto. Descubrimos que la fusión del conocimiento de distintas culturas ayuda a conocer más variedad, a aumentar el número de preparaciones y en general al enriquecimiento personal. Pudimos constatar que la población inmigrante adquiere unos hábitos alimentarios en los que coexisten elementos de su cultura y de la nuestra.14

Se sabe que los valores que tiene para la persona un determinado elemento, puede fomentar o perjudicar a la salud subjetiva. La cantidad de remedios, alimentos, infusiones y actuaciones que hacen para restablecer la salud o evitar enfermar son diversas y en ocasiones lo que en una cultura se considera acertado, en otra es considerado dañino, así queda recogido en el los grupos de discusión con los inmigrantes. Esto es importante que las enfermeras lo conozcan para aumentar la calidad de su cuidado y el acercamiento a la población que atiende.

Los talleres de intercambio de conocimiento permitieron el trabajo conjunto de los profesionales de la cocina con los inmigrantes y las enfermeras, todos actuaron a la vez como formadores y aprendices de los otros. El ambiente de colaboración donde el otro es reconocido como interlocutor válido, ha tenido un efecto muy positivo sobre el espacio de convivencia creado a tal efecto, pero sobre todo hemos observado el efecto beneficioso que ha procurado en la autoestima de las participantes inmigrantes.

Con las enfermeras pudimos verificar que sabían qué aspectos son importantes para valorar la alimentación de las personas inmigrantes, aunque cuidar teniendo en cuenta el gusto y preferencias de los inmigrantes es algo menos habitual y más costoso de asumir. Una vez más se ha puesto de manifiesto la dificultad que las enfermeras clínicas tienen para introducir cambios en las rutinas, la dicotomía entre la necesidad de un mayor conocimiento y el rechazo a la incorporación de nuevas rutinas de trabajo se ha puesto de manifiesto durante el proceso de validación del cuestionario de valoración del grado de adaptación cultural a la alimentación hospitalaria. Sin embargo estamos seguras que la viabilidad del instrumento la va a dar su utilidad práctica15 y su sencillez de administración. Se trata de un instrumento de apoyo al diagnóstico de situaciones de salud que cada vez se van a dar con mayor frecuencia en nuestras instituciones sanitarias y por tanto que va a ayudar a resolver situaciones de cuidado que ya nos son hartamente familiares.

 

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Dirección para correspondencia:
md.canocaballero.exts@juntadeandalucia.es

Manuscrito recibido el 9.04.2007
Manuscrito aceptado el 18.07.2007

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