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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.22 no.4 Granada oct./dic. 2013

 

BIBLIOGRÁFICA

BIBLIOTECA DE ACTUALIDAD COMENTADA

 

 

La transición enfermera
La Revolución de las Batas Blancas: la Enfermería Española de 1976 a 1978

Concha Germán Bes
Prensas de la Universidad de Zaragoza - Fundación Index
Zaragoza, 2013; 283 págs.

 

 

En el segundo quinquenio de los setenta se vivió en España una efervescencia política y social poco imaginable a finales de la década anterior; la muerte de Franco y los comienzos de la Transición (todo ello acompañado de amenazas de involución política y de terribles atentados a la vida de las personas) hicieron despertar a amplios sectores de la sociedad que comprendieron la importancia de lo que significa ser ciudadano; eran tiempos, y no trato de mitificarlos con estas líneas, en los que se acudía con convicción a las manifestaciones, a las Mesas Redondas, a los cineforum o a los recitales de las nuevas hornadas de poetas y para escuchar la voz de los escritores de la Generación del 27 o la de los Cincuenta en las canciones de conocidos cantautores. Y también los sanitarios y los estudiantes se manifestaban, por ejemplo, para conseguir hospitales clínicos donde se pudiera impartir y recibir con dignidad la formación académica de los futuros profesionales. Precisamente de una parte de este último aspecto que comentamos se encarga este oportuno libro de Goncha Germán Bes (enfermera, antropóloga y profesora de la Universidad de Zaragoza) que vivió aquellos acontecimientos en la primera línea de los que tenían la esperanza de cambiar la situación de la sanidad y de la Enfermería españolas. Con este libro se nos entrega una investigación y visión del trienio que abarca de 1976 a 1978; un texto que seguro será de obligada consulta en el futuro cuando historiadores que no hayan vivido esta época decidan abordar su estudio desde perspectivas de la historia social, política, económica o sanitaria.

El prologuista de la obra, Nicolás Sartorius, conocido y reconocido político de la Transición, ofrece las claves para recomendar la lectura de este libro; no siendo la menor de ellas la que compara aquella marea blanca de sanitarios de los setenta con la que se ha vivido recientemente en la Comunidad de Madrid defendiendo los principios y valores de la Sanidad pública frente a las acometidas privatizadoras a un sistema sanitario tan importante para el sostenimiento de esa conquista social que conocemos con el nombre de Estado del Bienestar. Aunque también habría que preguntarse si lo que está sucediendo en Andalucía hay que situarlo en la esfera de la concertación o de la privatización.

La estructura del libro consta de una introducción, seis capítulos, un epílogo, además de la consabida apoyatura bibliográfica y de un rico complemento fotográfico y documental; ayuda mucho a la lectura de la obra, en caso de consultas concretas, el índice onomástico. Lo que va a encontrar el lector en este libro es un marco de los años citados en sus principales acontecimientos sociales y políticos, una reflexión sobre la sanidad y la enfermería en los años finales del franquismo, pero sobre todo una narración pormenorizada de la llamada revolución de las batas blancas por el nivel académico y la "nueva enfermería"; todo ello complementado con capítulos sobre la unificación de los colegios masculinos y femeninos en Madrid y los retos de esa Nueva Enfermería en el año 1978.

Hace ya algunos años que venimos siguiendo la obra escrita de Concha Germán Bes y sabemos de su interés no solo por el análisis y consumo de las aguas públicas, sino también por sus reflexiones sobre temas docentes como el Espacio Europeo de Educación Superior y por sus estudios sobre la influencia del género, la subordinación y dignificación de los cuidados. En 2011 publicó un interesante artículo titulado "El cuidado en peligro en la sociedad global" en el que avisa de cómo las élites biomédicas, bajo el paradigma de la biotecnología, desatiende los cuidados. Sus estudios la sitúan en España como una notable representante de la enfermería humanística, lo cual viene a ser corroborado por este nuevo libro, "La revolución de las batas blancas", en el que aplica técnicas heurísticas propias del historiador pero en el que se aprecia también tendencias hacia el ensayo y la opinión, cosa que no sorprenderá en absoluto a los que la conocen como una mujer combativa y luchadora tanto en el ámbito profesional de la enfermería como en el de la liberación de la mujer; un factor este último que no se debe perder de vista si se quiere entender esa revolución de las batas blancas que preconizó a finales de los setenta una Nueva Enfermería, aunque no sea el único elemento a considerar en este asunto.

Por cierto, cada vez que abordo la enfermería española de esta época inevitablemente acabo acordándome de esa enfermería nueva que fue configurándose en España durante el reinado de Alfonso XIII y la Segunda República, que triste y lamentablemente abortó la Guerra Civil y la concepción que sobre el papel de la mujer en la sociedad alentó y desarrolló el franquismo. Creo que ese movimiento de la enfermería española de finales de los años setenta entronca con esa enfermería que se fue abriendo paso esforzadamente en el primer tercio del siglo XX, que llevó incluso a que algunas mujeres perfeccionaran sus conocimientos de enfermería en el extranjero. En los años treinta también se radicalizaron posturas encontradas que defendían unos la enfermería laica y otros la enfermería religiosa, afortunadamente de vez en cuando en esa controversia surgían voces que recordaban que eran válidos y que podían convivir ambos modelos, siempre y cuando estuvieran fundamentados en la preparación y cualificación profesional, sin perder de vista nunca al ser humano. Al día de hoy la enfermería española historiográficamente hablando tiene un lugar privilegiado con respecto a otros integrantes del llamado "Sindicato de Actividades Diversas" ya que nos permite estar haciendo estos comentarios y reflexiones.

Precisamente este libro que reseñamos es un ejercicio de humanismo muy importante para la enfermería española porque no olvida que lo primordial es el ser humano que necesita atención cualificada en la prevención y tratamiento de las enfermedades, pero también que esto no es suficiente porque debe ir acompañado del afecto y de la cercanía. Creo que en ese momento de cambio y de reivindicaciones, que fueron los finales de los setenta, no sólo se pretendían cambios profesionales, mayor estatus académico y mayor reconocimiento social, sino que estuvo presidido por el intento de situar en el centro de la mirada al semejante que sufre la enfermedad, de ahí que a partir de esos años se haya hablado tanto en el seno de la enfermería española de la empatía y de los cuidados. Por eso, quizás, Concha Germán Bes tiene tan presente a Leonardo Boff o a Marie François Colliere; cuidar a las personas, el entorno y la historia, dice, pero también "sustituir drogas por cuidados es un buen lema para el presente".

El prologuista de la obra acierta cuando compara esas "movidas" de los setenta con la marea blanca actual de los sanitarios y ciudadanos de la Comunidad de Madrid que han defendido y defienden la Sanidad pública, cuando esto escribo parece que con cierto éxito, ya que la universalización de la asistencia sanitaria es probablemente uno de los logros más importantes del siglo XX en nuestro país, y esto creo que no se puede entender sin la aportación de esa "Nueva Enfermería" que nos explica Concha Germán en este libro. Veremos qué sucede en el futuro en Andalucía, en Madrid y en el resto del estado español sobre todas estas cuestiones señaladas tan brevemente en esta reseña. De momento esperemos que los "recortes" no afecten más a la asistencia social y sanitaria a nuestros mayores, a los inmigrantes, y que entreguemos a las próximas generaciones unas tasas de mortalidad infantil inferiores a las que teníamos a principio del siglo XXI y también que nuestros científicos, médicos y enfermeras que han tenido que emigrar, o como algunos de ellos dicen exiliarse por necesidades económicas, vuelvan a España para seguir construyendo un país en el que con ellos merece la pena vivir.

Francisco Herrera Rodríguez
(Universidad de Cádiz)

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