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Index de Enfermería
On-line version ISSN 1699-5988Print version ISSN 1132-1296
Index Enferm vol.23 n.1-2 Granada Jan./Jun. 2014
https://dx.doi.org/10.4321/S1132-12962014000100016
METODOLOGÍA CUALITATIVA
Hablando de la Observación Participante en la investigación cualitativa en el proceso salud-enfermedad
Speaking of Participant Observation in qualitative research in the process of health-illness
Karolina Vitorelli Diniz Lima Fagundes, Avani de Almeida Magalhães, Carla Cristina dos Santos Campos, Cristina Garcia Lopes Alves, Patrícia Mônica Ribeiro y Maria Angélica Mendes
Universidad Federal de Alfenas, Minas Gerais, Brasil
Dirección para correspondencia
RESUMEN
Este estudio aplicó una revisión teórica de las principales características de la observación participante en la asistencia sanitaria. Este enfoque es necesario debido a la mayor utilización de estrategias cualitativas en la investigación en salud, así como la necesidad de ampliar el conocimiento acerca de la observación, ya que el investigador es el principal recurso utilizado. Por lo tanto, el objetivo es mostrar lo que es la observación participante, cuáles son sus características y cuándo y cómo usarla, haciendo hincapié en la importancia y las particularidades del proceso de entrar en campo de la investigación, la práctica de la observación participante y salir del mismo. El análisis de esta información demuestra que no es un método simple, sino una técnica sistemática que permite al investigador participar en intensas experiencias de los grupos que necesitan ser mejor comprendidos.
Palabras clave: Observación Participante, Salud, Investigación Cualitativa.
ABSTRACT
This study used a theoretical review of the main features of Participant Observation in healthcare. Such an approach is needed because of the increased use of qualitative strategies in health research, as well as the need to broaden knowledge about the observation, since the researcher is the main resource used. Thus, the aim of this is to make an explanation about what is participant observation, what their features and when and how to use it, emphasizing the importance and peculiarities of the process of entering the field, the practice of participant observation and exit the field. The analysis of this information shows that this is not a simplistic method, but a systematic technique that allows the researcher to participate in intense experiences of groups that need to be better understood.
Key words: Participant Observation, Health, Qualitative Research.
Introducción
Las metodologías cualitativas vienen ampliando su aplicación en estudios científicos y se destacan en el ámbito de la salud. Actualmente, asistimos a la emergencia de dichas metodologías, hecho este que, al trabajar con creencias, expectativas, significados, motivos y actitudes, indica una valoración de las informaciones subjetivas, o sea, una profundización en la esfera de las relaciones y acciones humanas, las cuales no son perceptibles o captables en ecuaciones, estadísticas o promedios.1
En el contexto del modelo biomédico, muchos profesionales de la salud aún se direccionan para las intervenciones al individuo, sin reconocer sus vivencias e individualidades para la elaboración de la atención de la salud. En ese caso, la comunicación, la observación y la interacción entre profesionales e individuos pueden ser algunas de las herramientas para el desarrollo de vínculos, de confianza y del alcance de una asistencia eficaz. En consecuencia, la práctica cualitativa se muestra como una posibilidad para los profesionales de salud; una vez que adopta una perspectiva en que la persona es vista de manera holística, favoreciendo la comprensión de sus vivencias.
Entre las metodologías cualitativas, se encuentra la Observación Participante (OP), una estrategia de recogida de información que describiremos en este artículo. La OP es definida como una investigación caracterizada por interacciones sociales profundas entre investigador e investigado, que ocurren en el ambiente de éstos y promocionan la recogida de informaciones de modo sistematizado.2 Se resalta que su objetivo traspasa la simple descripción de los componentes de la situación, permitiendo la identificación del sentido, la orientación y dinámica de cada instante. Debido a la proximidad de la esencia del campo, la observación auxilia en la aprehensión de la realidad vivida3 y promueve inquietudes al tratarse, simultáneamente, de una técnica popular, pero efectivamente poco conocida en sus distintas concepciones y comprensiones sobre la manera adecuada de emplearla.4 Así, se debe evitar que la estrategia sea utilizada de manera indiscriminada, sin rigor metodológico en la recogida de datos, en el registro y en la interpretación de la realidad estudiada.5
En esa perspectiva, se abrió la inquietud de reflexionar sobre el empleo de las Metodologías de Investigación Cualitativas en la salud, con énfasis en la OP, durante la asignatura "Antropología Médica y Trayectorias Metodológicas Cualitativas en el Proceso Salud-Enfermedad", ofrecida por el Programa de Postgrado en Enfermería de la Universidad Federal de Alfenas (UNIFAL-MG), Brasil, en la que los autores proponemos una explicación sobre la OP, sus características y cuándo y cómo emplearla.
La relevancia de esta reflexión surge en la necesidad de comprender más profundamente la estrategia de OP, dado que ésta implica el empleo de recursos variados, siendo el primero el propio investigador. El éxito de las interacciones será posible solamente por medio de la preparación del mismo, incluso en el uso de los sentidos básicos, como tacto, visión y audición, sumados a otros sentidos, como curiosidad y creatividad, que van a permitir el desarrollo de la percepción, de los gustos y sensaciones físicas y emocionales responsables de la calidad del estudio.4
Caracterizando la Observación Participante
La OP es una estrategia de recolección de datos oriunda de la Antropología y de la Sociología. En el inicio del siglo XX, Bronislaw Malinowski fue el precursor de su uso, recibiendo gran proyección con el estudio sobre los argonautas del Pacífico occidental. Sin embargo, debido a la supremacía del paradigma positivista, el método fue casi abandonado durante algunas décadas.6
En la Enfermería, fue empleada la OP por Madeleine Leininger, primera enfermera antropóloga que, tras graduarse en Antropología, vivió un año y medio en tierras orientales de Nueva Guinea dedicándose a un estudio etnográfico sobre cuidados y salud, que originó la Teoría de los Cuidados Transculturales.7
Dicha estrategia de Observación consiste en la inserción del investigador en el interior de un grupo estudiado, desnudándose de prejuicios e integrándose en él para comprender mejor sus rituales y significados culturales. Para ello, el mismo debe interactuar con sus componentes y permanecer por determinados periodos de tiempo en el grupo, buscando compartir el cotidiano con la finalidad de darse cuenta del significado de estar en aquella situación.5 Así, es necesario preocuparse de los aspectos éticos e íntimos de las relaciones sociales, de las tradiciones y costumbres, la importancia que les son atribuidos y las ideas y sentimientos del grupo en la comprensión de la totalidad de su vida. Se observa, también, el conjunto de las reglas formuladas, implícitas o explícitas en el grupo social, cómo son obedecidas o transgredidas, las amistades, antipatías y simpatías que permean los componentes del grupo.8
La principal particularidad de esta estrategia es admitir el contacto directo del investigador con el fenómeno estudiado, aproximándose desde las perspectivas de los sujetos, hecho éste que reduce la subjetividad que permea las investigaciones cualitativas. Otro punto es la posibilidad de recolectar informaciones con aquellos imposibilitados de establecer comunicación verbal, como recién nacidos o personas en coma, cuando el investigador aprenderá sobre la cultura por medio de la comunicación no-verbal.
En cuanto a las desventajas, es posible indicar que las personas tienden a modificar sus comportamientos cuando están siendo observadas, pudiendo actuar en base a lo que juzgan ser mejor para el investigador. Sin embargo, los ambientes sociales tienden a ser estables, de modo que las alteraciones causadas por la presencia del investigador no van a provocar cambios sustanciales que alteren el fenómeno de estudio.9 Otro aspecto es la posibilidad del involucramiento exacerbado del investigador con el sujeto observado, de forma que distorsione la percepción sobre la situación estudiada.10
¿Cuándo emplearla?
Es interesante que la OP sea utilizada en asociación a métodos cualitativos de investigación como la Etnografía, porque la estrategia permite el acceso a diversas informaciones, ayudando en la comprensión de creencias y dimensiones culturales que no son aprehendidas por otros métodos, como entrevistas. Posibilita descubrir elementos que no pueden ser obteidos por medio del habla o de la escritura, como el ambiente, comportamientos grupales e individuales, lenguajes no verbales, secuencia y temporalidad de los hechos que, además de ser datos importantes en sí, auxilian como subsidios para interpretaciones posteriores de las informaciones obtenidas.11 En particular, se busca en la Etnografía una descripción detallada de la realidad de personas, las cuales pertenecen a un contexto cultural,12-14 porque tiene como presupuesto que un grupo de individuos crea una cultura que orienta la visión de sus miembros y la forma por la cual ellos estructuran sus experiencias.15
Se admite que, al iniciar la OP, no exista un problema específico que motive el inicio de la investigación. A menudo, el investigador utiliza de esta estrategia para identificar problemas y dimensiones de la cultura del grupo para, posteriormente, aplicar otra estrategia cualitativa, como la entrevista. Se trata de una investigación lenta para problemas que tal vez aún no hayan sido solucionados, pero que necesitan de resolución. El observador necesita conocer que lidiará con vivencias dinámicas, con posibilidad de modificarse en cualquier momento, lo que puede suscitar nuevas cuestiones teóricas.7 Eso significa que, al empezar una OP, tenemos como inquietud primaria, el descubrimiento de la realidad de las personas en aquel contexto cultural y, a partir de ahí, utilizamos esta técnica para apropiarnos de la visión del mundo y de las experiencias del grupo estudiado.
¿Cómo emplearla?
Inicialmente en la investigación, está indicado que el investigador presente conocimiento suficiente sobre la estrategia de OP. Es necesario crear vínculo entre el observador y el grupo para favorecer la comunicación espontánea y auténtica, la participación en el cotidiano individual y del grupo de estudio, y así ocurrir la inmersión en éste.7
La OP puede ser dividida en tres momentos esenciales de la investigación, esto es:
1o) la preparación del campo y la entrada en el mismo;
2o) la OP en sí misma;
3o) el proceso de salida del campo.
Ante lo expuesto, explicaremos sobre cada uno de ellos.
El proceso de entrada en el campo
Trabajo de campo, en su conjunto, envuelve desde la llegada del investigador al campo de investigación; cuando empieza las negociaciones para conseguir acceso a éste y se sigue en una visita previa, con el reconocimiento del espacio de observación. Puede conjugar el estatuto de investigador y observador, aunque sea conocido por una parte del grupo, siendo que este trabajo de campo continúa en cada "tiempo" de presencia y hasta que el investigador lo abandone después de una estancia más o menos larga.16
El empleo de la OP demanda una hoja de ruta, conteniendo recursos humanos y aspectos físicos del campo, y las características del grupo, basados en la inversión previa del investigador que se hace antes de ir al campo y que serán desarrollados por el mismo con la observación.4 Esto es fundamental para la aplicación de la técnica de recopilación de datos, lo que equivale a decir que se convierte en un imperativo que el investigador realice una "cartografía del campo", una toma de contacto previa con la realidad de los sujetos.
La definición del campo, denominado escenario, donde el investigador irá a situarse como observador, requiere diligencia y paciencia, ya que depende de una serie de factores como la accesibilidad, nivel de conocimiento del campo y del grado de participación del observador. En ese sentido, se distinguen dos tipos de observador: el observador participante, cuando no hay una relación o un conocimiento previo del observador con el escenario, y el participante observador, cuando la observación ocurre en escenarios con participación profesional del observador.
El primer problema que el observador experimenta en su entrada en el campo es el choque entre la cultura de los otros (étnica) y su propia cultura (científica), que puede ser mayor de acuerdo con la distancia cultural entre observador y observado.7 Por ello, la solución sería participar integrándose, es decir, aprendiendo a hablar, a sentir y a comportarse como ellos.
La inserción en el campo sería el proceso por el cual el investigador procura atenuar la distancia que lo separa del grupo social con quien pretende trabajar. Esta aproximación, que exige cuidado y honestidad, es la condición inicial elemental para que el camino de la investigación pueda, de hecho, ser realizado desde dentro del grupo con la participación de sus miembros como protagonistas.5 Es decir, en la investigación cualitativa los individuos deben ser vislumbrados como constructores de su propia historia.
Como estrategia para empezar el trabajo de campo se sugiere la búsqueda de "aliados", que son personas que pueden recomendar al observador al grupo social, facilitando el acceso al campo. En la relación intersubjetiva que se establece entre investigador y sujetos de la investigación, el informante-clave es aquel que puede "abrir puertas", en el sentido de facultar, facilitar, proporcionar u ofrecer al investigador informaciones o condiciones especiales para el desarrollo de sus observaciones.7 Los atributos de los informantes-clave, como status socio-cultural, respeto históricamente construido y poder político-ideológico, identificados por el investigador, potencian su trabajo de investigación al posibilitar el proceso de "eliminar la distancia" inicial comúnmente experimentado por el investigador en la entrada en el campo, en la inserción en determinados espacios/sitios y en la obtención de informaciones consideradas cualificadas.4
En la estrategia de OP los objetivos van mucho más allá de la mera descripción de los componentes de una situación, permitiendo la identificación del sentido, de la orientación y de la dinámica de cada momento. Ante a la intersubjetividad presente en cada momento, la Observación permite y facilita la aprehensión de lo real del mundo-vida.
Durante todo ese proceso, el observador debe realizar apuntes sobre todo lo que fue observado, además de sus impresiones personales y consideraciones. Para ello, se puede echar mano del Cuaderno de Campo, que es un instrumento para recolectar las observaciones realizadas. Los colaboradores deben ser avisados previamente sobre dichos apuntes, con finalidad de no promocionar extrañamientos durante la realización de las mismas. Las notas pueden ser agrupadas de acuerdo con el Cuadro 1.17
Se resalta que la utilización de estas notas en el cuaderno de campo son imprescindibles en la fase de análisis de los datos recolectados, pues registran el escenario, las impresiones, las actitudes, el lenguaje no verbal y hasta los momentos de reflexión del investigador y del colaborador, entre otros.18
La práctica de la Observación Participante
Leninger19 propone cuatro fases para el desarrollo de la OP como estrategia de recolección de datos cualitativos, las cuales se complementan y se procesan de manera continua. En la primera fase, llamada observación primaria o inicial, el investigador dedica un periodo de tiempo a hacer observaciones. El observar, escuchar y registrar son las principales tareas en esta primera fase, que ocurre, principalmente, cuando el investigador está empezando la entrada en el campo. Esta se caracteriza esencialmente por observar y escuchar, con vistas a obtener amplia visión del local de estudio, antes de que el envolvimiento y la participación del investigador empiece a influenciarlo.20,21
En la segunda fase, denominada de observación con alguna participación, la observación sigue siendo el foco principal, pero el investigador ya empieza a interactuar con las personas, observando sus acciones y hablas. Es cuando ocurre el inicio de la participación del investigador en el contexto.20,21 Algunos investigadores solamente consiguen entrar de hecho en el mundo en estudio tras la fase en que empiezan a participar, en el sentido de hacer lo que ellos hacen en sus actividades.2
En la tercera fase, ocurre la participación con alguna observación. Aquí el investigador se vuelve un participante activo, conocedor de la situación y del contexto. En esta fase, el observador comienza una participación más activa y disminuye la observación, con el objetivo de aprender con las personas por medio la participación directa en sus actividades.19
Ya la última fase, llamada reflexiva, posibilita, además de la organización y análisis de los datos, la confirmación de los resultados con las personas o comunidades estudiadas.21 El objetivo de esta fase es ayudar al investigador a evaluar su propia influencia y la de otros; a sintetizar el total de las observaciones en secuencia lógica, a particularizar una forma de obtener un cuadro representativo de los datos y de poder relatarlas honestamente.19
Se percibe, por lo tanto, que la OP parte de la premisa de un trabajo continuo, inmerso en la cultura del grupo, en el cual el cuaderno de campo permite una aprehensión de la realidad y una visión del mundo del grupo. De esa forma, podemos hablar, con riqueza de detalles y con profundización, lo que las personas o el grupo habla, sin que corramos el riesgo del olvido.
La salida del campo
En la OP, como en las metodologías cualitativas, no hay límite temporal o espacial para la recogida de información. Sin embargo, el consumo de tiempo es inherente a las necesidades del investigador en aprender los significados de los hechos y comportamientos buscados.22 Así, el tiempo para la salida del investigador del campo debe ser determinado por el propio objetivo del estudio, pudiendo llevar meses o años.
A lo largo de la OP, está indicado que el investigador obtenga informaciones y las analice concomitantemente, hecho que diverge de otras metodologías. Pero algunos análisis finales aún pueden ser realizados como cruce con otros documentos o conjunto de fuentes disponibles sobre el objeto en cuestión. Así, el investigador debe revisar sus apuntes para decidir si los objetivos fueron alcanzados y la OP puede realmente ser cerrada.7
Dejar el campo es un momento difícil para el investigador debido al afecto desarrollado. Antes de cerrar el trabajo en el campo, él mismo debe ampliar el esparcimiento de las visitas y conversar con los colaboradores durante los encuentros informándoles que el trabajo ya se encuentra cerca del final, lo que significa que prontamente será suspendido. Dicha acción demuestra respeto a los colaboradores y los prepara para la salida del investigador del campo, evitando el nacimiento de sentimientos de traición, dependencia o frustración en los investigados. El investigador necesita dejar el campo de estudio de manera amistosa, pues, posteriormente, puede ser necesario volver al sitio para complementar alguna información.
En algunos casos, el observador del área de la salud puede depararse con participantes frágiles, que vislumbren en él el papel de compañero, protector u oyente. En esa circunstancia, cabe al investigador promocionar el alejamiento progresivo, que traspase el término de la investigación, o sea, que el mismo mantenga contacto telefónico o personal con el participante, aunque ya haya alcanzado sus objetivos. En el ámbito de la salud, el investigador enfermero debe proponer intervenciones para el colaborador y efectuarlas en cada visita, a fin de orientarlo a relacionarse con otros individuos, ayudarle a reconocer que no está siendo abandonado, elevar su autoestima u otras intervenciones razonables.
El observador necesita dejar claro su agradecimiento a todos los que colaboraron con el estudio o lo ayudaron de algún otro modo, auxiliando durante la entrada en el campo, proporcionando materiales o indicando posibilidades de contacto. La presentación del trabajo ya finalizado para el colaborador puede ser un método más de agradecimiento, además de demostración de la veracidad del estudio y del compromiso con los participantes.
Al finalizar las visitas, está recomendado que el observador realice una pausa en sus estudios antes de refinar los análisis y concluir la investigación, a fin de establecer un alejamiento de los datos que podrá favorecer una visión más objetiva de las informaciones. Este intervalo propiciará al mismo una organización de las ideas, un análisis y revisión de los datos registrados por las notas de campo, que lo va a ayudar en la continuidad del estudio.7
Se destaca aún que, al salir del campo, el investigador ya no será el mismo, pues incorporó conocimientos y vivencias de otros individuos, ni el grupo tampoco será el mismo, una vez que también crecerá con el cambio de experiencias.
Consideraciones finales
La OP, entre las metodologías cualitativas de recopilación de datos, puede ser considerada objetiva, una vez que la proximidad y la observación de las vivencias de los grupos permiten la reducción de la subjetividad. Dicha estrategia debe ser aplicada cuando el objetivo es obtener el máximo de conocimiento sobre un determinado fenómeno o situación, a partir de la perspectiva de quien lo vivencia. Es decir, esa metodología permite la descripción detallada del fenómeno y su debida y profunda comprensión.
La calidad de las informaciones obtenidas dependerá de la relación establecido con los individuos, de la sensibilidad, de la paciencia, del deseo de aprender con el otro, del respeto, de la empatía, de la capacidad de percepción, de escucha del observador. En la tentativa de alcanzar la esencia del medio en el cual será introducido, es necesaria la presencia de algunos elementos, tales como curiosidad, creatividad, rigor teórico-metodológico y ético en la observación.
La comprensión de la interacción del individuo con su grupo y su ambiente puede ser un instrumento modificador de la forma de cuidar la salud, que tiende a estar envuelta en protocolos de asistencia y modelo biomédico, sin comprender sus vivencias y significados de su sistema cultural. Los conocimientos producidos por la OP también serán útiles en el desarrollo de la sensibilidad de los profesionales y fortalecimiento de referenciales teóricos para lograr la excelencia en la práctica.
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Dirección para correspondencia:
Karolina Vitorelli Diniz Lima Fagundes
Rua Alzira Magalhães Barra, no 155
Boa Vista, Varginha
37.014-470 Minas Gerais, Brazil
karolvitorelli@yahoo.com.br
Manuscrito recibido el 30.1.2013
Manuscrito aceptado el 7.3.2013