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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.26 no.1-2 Granada ene./jun. 2017

 

MISCELÁNEA

ACADEMIA

 

Intercambio internacional para la adquisición de competencias en la enseñanza de la Enfermería. Un análisis reflexivo bajo la teoría de Patricia Benner

International Nursing Faculty Exchange for the Acquisition of Teaching Skills. A reflective account based on Patricia Benner's Theory

 

 

Patricia Noemí Piscoya Angeles1, Juan M. Leyva-Moral2

1Escuela de Enfermería, Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo. Chiclayo, Perú.
2Escola Superior d'Infermeria del Mar. Barcelona, España

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

La Enfermería es una profesión que actúa en varias dimensiones: en el cuidado, en la investigación, en la gestión y en la educación, y es en esta última donde el profesional enfermero que orienta su carrera hacia la docencia, lo hace a través de la práctica pedagógica. El desarrollo en la práctica de una disciplina se fundamenta en el "saber hacer" o el "saber cómo", y establece diferentes niveles de competencia para la adquisición de habilidades, siendo necesario realizar estrategias que permitan lograr este propósito. Teniendo como referencia las aportaciones de Patricia Benner, en este ensayo presentamos algunas reflexiones y conclusiones fruto nuestras experiencias dentro del marco de un Programa de Intercambio Docente entre una universidad peruana y una española. Pretendemos abrir un espacio a la reflexión y al análisis de la práctica educativa, además de descubrir las necesidades formativas para desarrollar planes formativos pedagógicos donde podamos favorecer la adquisición de un perfil competencial experto para desarrollar la labor docente.

Palabras clave: Docencia, Enfermería, Reflexividad, Interculturalidad, Valores, Competencias, Intercambio.


ABSTRACT

Nursing is a profession that acts in several dimensions: care, research, management and education, and is in the latter where nurses who direct their career to teaching, do so through pedagogical practice. The development of the practice in a discipline is based on the "know how", and it establishes different levels of competence for the acquisition of skills. Thus, it becomes necessary strategies to achieve this purpose. Taking as reference the contributions of Patricia Benner, in this paper we present some of the reflections and conclusions as a result of our experiences within the framework of a Faculty Exchange Program between a Peruvian and Spanish universities. We intend to create a space for reflection and analysis of the educational practice. Moreover, we aim to reveal some training needs to develop training pedagogical plans where we can encourage the acquisition of an expert profile to develop teaching.

Key words: Teaching, Nursing, Reflexivity, Multiculturalism, Values, Skills, Exchange.


 

Introducción

La formación para el desempeño profesional de la Enfermería está orientada a la asistencia, gestión, investigación y docencia; esta última es una práctica formativa compleja, ya que intervienen la realidad social, los sistemas de salud y sobre todo el dominio o capacidad que deba tener el enfermero docente para transmitir el conocimiento y aprendizaje significativo. Mediante el aprendizaje significativo se intenta encontrar sentido a los conceptos nuevos que emergen y a aquellos ya existentes, no de forma arbitraria sino sustancial y en estrecha relación con las experiencias vividas. Así, es el propio estudiante el que construye su propio conocimiento y muestra su interés por aprender.1,2 Esto implica el uso de métodos y estrategias apropiadas que faciliten la comprensión, el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes favorables ante las situaciones diversas. Podemos ser grandes expertos en la materia, estar en posesión de un título de especialista, de máster o doctorado, sin embargo no todos tenemos experiencia en la docencia universitaria. Hoy día, a cualquier docente universitario se le suponen tres competencias: transmitir conocimientos y desarrollar habilidades sobre un área determinada del saber (función instructiva), contribuir en la investigación de nuevos saberes (función investigadora) y estimular la aparición de actitudes positivas hacia la ciencia y la profesión (función tutorial).3,4

Al iniciarse por este mundo de la docencia desconocemos las metodologías educativas, los sistemas de evaluación idóneos y las habilidades pedagógicas que nos permitan desenvolvernos tranquilamente en las aulas universitarias. De esta manera, poco a poco vamos transitando ese camino que muchas veces ni nos habíamos planteado y aprendemos a ser docentes adaptando modelos de otros colegas con más experiencia que nosotros. Benner, autora de la teoría "Del Aprendiz al Experto", refiere que el desarrollo en la práctica de una disciplina se fundamenta en el "saber hacer" o el "saber cómo", y establece diferentes niveles de competencia para la adquisición de habilidades que van desde el novel al experto, pasando por el principiante avanzado, el competente y el capacitado.5,6

Con este ensayo pretendemos motivar a la reflexión y el análisis de la práctica docente en la Enfermería, sobre las competencias que vamos adquiriendo a lo largo del desarrollo profesional, así como descubrir las necesidades formativas que generen planes pedagógicos que permitan adquirir un perfil de competencias adecuado para desarrollar la labor docente. Esta inquietud reflexiva nace a raíz de un intercambio realizado entre la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT) en Chiclayo (Perú) y la Escuela Superior de Enfermería del Mar (ESIM) en Barcelona (España).

 

Dificultades para aprender a hacer docencia

La Enfermería es la ciencia y arte de cuidar seres humanos; es decir, cuidar es la expresión de la actividad profesional, fruto del conocimiento formal, técnico y científico derivado de una formación académica. Tal y como se explicó anteriormente, la Enfermería es una disciplina que actúa en varias dimensiones: en el cuidado, en la investigación, en la gestión y en la educación, y es en esta última donde el profesional enfermero que orienta su carrera hacia la docencia, lo hace a través de la práctica pedagógica.7 Sin embargo, es conocido que muchos de nosotros hacemos docencia sin conocer cómo se realiza la práctica pedagógica; desconocemos sobre materiales didácticos, metodologías educativas, sistemas de evaluación, e investigación. En definitiva, desconocemos la labor pedagógica y nos lanzamos a enseñar lo que sabemos, para poco a poco ir adquiriendo la experiencia de los más veteranos. Esta problemática, que está relacionada directamente con el profesor al inicio de su carrera docente en el ámbito universitario, ha sido analizada en las últimas décadas y se ha llegado a la conclusión que la tarea fundamental del profesor principiante debe ser el aprendizaje dirigido a enfocar su pensamiento y sus comportamientos a las demandas de la enseñanza.8,9 Sin embargo, las universidades suelen dejar en manos del profesor la labor de la formación pedagógica, lo que no permite una enseñanza de calidad con docentes más preparados.

Benner sostiene que el conocimiento aumenta con el tiempo y que se desarrolla a través del diálogo, las relaciones y los contextos situacionales. Para llegar a esta teoría ella adaptó el Modelo Dreyfuss, donde describe cinco niveles de adquisición y desarrollo de habilidades; los dos primeros están relacionados con el desarrollo de las competencias de egreso, mientras que las tres restantes están relacionadas con las competencias laborales. Sin embargo, ella plantea que para el desarrollo de estas competencias la enfermera requiere, además de conocimientos, la ejecución de cuidados de manera gradual en complejidad y flexibilidad.10

En la docencia, nuestro sujeto de cuidado es el estudiante que tenemos al cargo y el cuidado brindado es la educación que se imparte y transmite. De esta manera la enfermera que opta por la práctica docente debe considerar repensar las enseñanzas que imparte, y llevar a cabo tareas que sean propias de su actuar, tales como las pedagógicas, las investigadoras y las de gestión. No obstante, debido al contexto de los sistemas de educación y propios de cada institución educativa, muchas veces este trabajo puede verse sobresaturado con las tareas administrativas asignadas, quedando relegada la docencia e investigación al no disponer del el tiempo suficiente para la formación y preparación docente.

La enfermera que realiza la docencia universitaria, debe transmitir a los estudiantes la importancia que tiene el conocer a la persona a cuidar. Esto le permitirá darse cuenta de las actitudes, intereses y motivaciones que pueda tener el paciente. Además, en todo momento el paciente debe ser considerado como persona única, auténtica y capaz de generar confianza, serenidad y apoyo.5 Por ello, el trabajo de la enfermera docente es una práctica compleja y multifuncional que debe partir de plataformas conceptuales, perspectivas ideológicas o estructuras de racionalidad sobre el cuidado. Se distinguen dos perspectivas de racionalidad: la técnica y la práctica; sin embargo, a pesar que la enseñanza de la Enfermería ha alcanzado un desarrollo notable, todavía se caracteriza por centrar su currículo en una racionalidad técnica, la cual enfatiza que una práctica competente se convierte en profesional cuando la solución de los problemas se basa en el conocimiento de las proposiciones teóricas que permiten dar fundamento a los problemas instrumentales mediante la aplicación del conocimiento científico.11 De esta manera, la enseñanza de la Enfermería queda reducida a un algoritmo, según el cual se deben ejecutar ciertos pasos rutinarios para cumplir los objetivos planeados. Por tanto, la enseñanza se transforma en el medio que posibilita la transmisión de los contenidos teóricos necesarios para fundamentar estas rutinas. Es así que, sin proponérselo, las enfermeras que hacemos la docencia contribuimos a la desintegración de la teoría y la práctica, resultando una teoría de las prácticas enfermeras, más que una práctica de las teorías del cuidado que debemos brindar a los pacientes.11

Por otro lado, deben contemplarse las exigencias del mundo globalizado en el que vivimos. Estas persiguen que la enseñanza universitaria se centre más en el aprendizaje que en los contenidos disciplinares; por ello, el perfil de la enfermera docente debe estar basado en que el estudiante aprenda a aprender, desarrolle aprendizajes significativos y adquiera competencias que le permitan lograr un aprendizaje significativo.12 Mientras tanto en algunas situaciones la práctica docente se van rutinizando, el docente se encierra en su práctica y repite lo que ha visto hacer a otros y lo que hace él mismo, convirtiendo su trabajo en un círculo práctico a menos que copie o genere nuevas ideas. Es necesario que el docente tome conciencia que ha entrado en un círculo práctico y que identifique sus limitaciones y sus carencias, en este caso, la teoría.13 En definitiva, es importante el trabajo en conjunto del profesional novel con el profesional experto, garantizando un entorno seguro que permitirá que el primero tenga el apoyo necesario para construir un conocimiento situado, y pueda enlazar la teoría con la práctica.6

Las situaciones descritas pueden contribuir a que el docente, a pesar de que cuente con los conocimientos científicos de la asignatura que va a impartir, sienta inexperiencia e inseguridad, pudiendo transmitir una imagen negativa al estudiante. Mucho dependerá de la actitud que se tenga en ese momento, ya que si logra superarlo será un afrontamiento positivo a lo largo de su carrera docente, pero si sucede lo contrario puede estar destinado al fracaso o la decepción, pero sobre todo a la incomprensión entre docente y estudiante. En la actualidad hay elementos suficientes que justifican la importancia y necesidad de atender la formación pedagógica, tanto la inicial como la permanente. El avance de la ciencia y la aparición de múltiples y variados medios de aprendizaje, exigen al profesorado una renovación y adaptación constante a los cambios sociales y educativos. De hecho el docente de enfermería debe poseer un gran dominio de la materia que imparte, a la vez que una actitud permanente de apertura al cambio y una capacidad de ir renovando los contenidos académicos y la metodología de enseñanza a los nuevos conocimientos.14 En este sentido, los cambios e innovaciones docentes que realiza el profesorado novel son, en parte, una expresión de la "aplicabilidad" de los aprendizajes realizados en la asignatura. Es aquí donde transfieren los conocimientos y las habilidades adquiridas a su práctica docente, lo cual, es una mezcla compleja de factores personales, institucionales, organizativos, tecnológicos e ideológicos que pueden favorecer o dificultar la transferencia del conocimiento.14

A continuación mostramos dos relatos personales en formato crítico-reflexivo que muestran las experiencias de los autores como docentes de enfermería fuera de nuestro contexto habitual y fruto de un programa de intercambio interuniversitario internacional.

 

Perú: Repensar la docencia de los valores y actitudes (JM Leyva Moral)

He tenido la suerte de haber estado siempre rodeado de grandes docentes; aun así y tras cuatro años de experiencia como docente universitario a jornada completa y seis más como profesor colaborador, sigo sintiendo que necesito mejorar cómo transmitir a mis estudiantes aquello que sé y cómo asegurarme que ellos lo reciben de forma positiva, lo integran y lo aplican. Tener la oportunidad de compartir espacios docentes en la USAT me ha permitido conocer en primera persona la importancia de la enseñanza en grupos pequeños y qué tipo de actividades son idóneas. A pesar de que España está incluida en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), el cual otorga el papel de protagonista al estudiante y promueve un aprendizaje activo y autónomo con grupos pequeños-medianos, la realidad social y económica del país no ha permitido que esta opción se instaure al 100% en todo el territorio, siendo tan solo unos pocos centros los que pueden costear este formato: la eterna dicotomía cantidad vs. calidad. Ver en acción la docencia en grupos reducidos me permitió observar y pensar en nuevas formas de enseñar centradas en el debate crítico-reflexivo o la acción directa, estableciendo una relación mucho más próxima con el discente que permita una acción tutorial más personalizada y cercana.15-17 En definitiva, pude experimentar y verificar que resulta muy positivo adoptar enfoques pedagógicos constructivistas18 y afectivos.19

La USAT, tal vez por su orientación religiosa, otorga una especial importancia a la transmisión y consolidación de valores que podrían considerarse transversales en el acto de cuidar: educación, presencia, humanismo, responsabilidad, respeto al prójimo, entre otros. No soy una persona religiosa, y me di cuenta rápidamente de cuánto imprescindible es recuperar la enseñanza de esos valores en una disciplina como la nuestra. Aparecía ante mí una nueva realidad, que algunos podrían tildar de antigua, pero que a mí me resultaba más que necesaria a la hora de evaluar las actitudes, uno de los componentes principales de la competencia. ¿Qué sentido tiene centrar todos nuestros esfuerzos educativos en transmitir conocimientos y evaluar habilidades? Si obviamos las actitudes o no le otorgamos el mismo protagonismo, corremos el riesgo de colaborar de forma directa con la deshumanización del cuidado.20,21 Otro detalle, tal vez no docente, pero sí dentro de la vida universitaria que me sorprendió muy gratamente y que creo preciso instaurar, o al menos ofrecer al estudiante, es la colaboración voluntaria en las actividades organizadas por la universidad. Durante mi estancia en Chiclayo, se celebraron las VIII Jornadas Internacionales de Investigación en Ciencias de la Enfermería y los estudiantes vivieron con ilusión el hecho de poder ayudar con tareas administrativas, logísticas, de protocolo, etc. Se les veía contentos y satisfechos por formar parte del evento y las docentes les hacían sentir que todo aquello no hubiera sido posible sin su colaboración. Es algo que creo vale la pena investigar y valorar la viabilidad de instaurar en nuestro ámbito. De hecho me consta que alguna universidad española ya lo hace.

Mención especial requiere el diseño del aprendizaje práctico de los estudiantes de la USAT, muy en sintonía con las descripciones competenciales que ofrece Lazaro.3 Los estudiantes en prácticas son siempre tutorizados in situ por una enfermera asistencial vinculada a la universidad, la cual desarrolla su labor docente en su centro de trabajo fuera de su jornada laboral. Así, los estudiantes realizan su formación práctica en entornos reales supervisados, no por la enfermera asistencial de la unidad, sino por su tutora. Me pregunto si podría nuestro sistema español permitirse un diseño de este tipo dadas las circunstancias económicas del país; mucho me temo que no es posible, a pesar de lo brillante del modelo, donde el tutor tutela y acompaña los procesos de aprendizaje y transmite su experiencia a través de ejemplos, asesorías, debate, reflexión y análisis de la situación, además de ofrecer soporte emocional al propio estudiante y el grupo.3,22

 

España: Constatar las diferencias culturales para la mejora docente (PN Piscoya Angeles)

Tener la oportunidad de visitar un entorno académico europeo, me ayudó a evidenciar los diferentes comportamientos y actitudes a los que en América Latina no estamos acostumbrados, como es el trato natural y directo, o el tuteo utilizado en la sociedad española. El discurso verbal en nuestra cultura incluye dirigirnos de "Usted" y de estar a disposición de querer quedar bien con la gente, esto es algo que hay que aprender a adaptarse. Por contra, en España, el trato habitual entre docente y discente es mediante el uso del tuteo, argumentando que mantener la horizontalidad en las relaciones, hace que se perciba un clima de mayor confianza y sobre todo más personal. De hecho, uno de los temas más estudiados en la cortesía verbal es la relación interpersonal que se activa entre dos o más interlocutores. Esta puede ser horizontal, para mantener un grado de conocimiento o familiaridad, y vertical o jerárquica, la cual evidencia una relación de poder. Es así que al ponerse de frente dos culturas, por ejemplo la peruana que usa el eje jerárquico y la española que usa el eje horizontal, podría originar situaciones conflictivas, ya que el profesor peruano que se siente "tutear" por un estudiante español interpretará la señal como falta de reconocimiento jerárquico y un estudiante peruano que tendrá que tutear al profesor español interpretará esta relación como "somos amigos", "hay confianza", señal que para él anula la jerarquía.23

En cuanto al sistema educativo en general, sabemos que ha tenido un cambio, que ha pasado de un sistema tradicional a un sistema de interacción, donde el protagonista es el estudiante y el profesor ya no es eje ni centro principal, sino es el creador de situaciones o escenarios adecuados de aprendizaje. En las sesiones de clase donde tuve la oportunidad de acompañar, pude observar que estaban orientadas a que el estudiante pudiera realizar un análisis crítico y reflexivo del problema asignado. Este tipo de metodología también se lleva en la USAT, sin embargo hay un problema que se evidencia en ambos escenarios; los estudiantes no leen lo suficiente, y si lo hacen es para salvar el momento ya que cuando se les pregunta por temas que deberían saber simplemente no recuerdan. Me atrevo a afirmar que el estudiante no logra comprender el rol de ser estudiante universitario, y continúa con los mismos hábitos de estudio, comportamientos e ideologías que llevó en el colegio y que dada su juventud no dimensionan lo que significa ser un universitario y ser profesional. Cabe considerar que ingresar a la universidad representa un paso, una transición difícil entre el estado de ser estudiante de bachillerato a ser estudiante universitario; superar este umbral exige una iniciación, una afiliación al nuevo mundo, a sus usos y costumbres. Así, para algunos estudiantes aprender en la universidad consiste en memorizar el discurso de un profesor para restituirlo solo el día del examen, para otros, significa la oportunidad de integrar los conocimientos y así ponerlos en práctica en el ejercicio de su futura profesión.24

Es importante tener en cuenta que la enseñanza europea se caracteriza por ofrecer a sus estudiantes los mejores medios para que puedan recibir una educación de calidad, basados en una reglamentación educativa que compromete a todo el espacio europeo y que garantiza la continuidad formativa para todos, las implementaciones modernas de laboratorios y equipos, así como de grandes hospitales para el desarrollo de la docencia.

He podido notar una deficiencia para la formación no solo de profesionales sino de personas, que es la formación en valores y actitudes, indispensable para la mejora de nuestra ciencia enfermera con enfoque humanista. Nótese que para algunos autores, esta laguna formativa en la enseñanza de valores y actitudes, no debe reforzarse ni se debe tener en cuenta a lo largo de la enseñanza académica ya que estos se aprenden y enseñan de manera espontánea y no programada.25,26 Valdría la pena reflexionar al respecto y considerar entre todos si verdaderamente debemos dejar en manos del azar la formación en valores, sobre todo en una disciplina que se fundamente en el humanismo.

La formación docente del profesorado universitario en España al igual que en Perú, no es obligatoria, lo cual se asume como algo circunstancial en la misma profesión docente. La insistencia de recientes políticas universitarias por incorporar la docencia en los procesos de evaluación del profesor universitario, los esfuerzos de las universidades e institutos de ciencias de la educación en el diseño y desarrollo de acciones de formación y el incremento de ayudas para la mejora e innovación docente, son algunas de las evidencias que hacen pensar que empieza a forjarse un contexto de preocupación en torno a la formación y desarrollo profesional del profesor universitario.14,27

Finalmente, la estructura del desarrollo de las sesiones educativas obviamente está relacionada con las enfermedades de mayor incidencia en España y Europa. El primer lugar lo ocupan las enfermedades del sistema circulatorio y respiratorio, seguido de las enfermedades del sistema nervioso como el Alzheimer y el Parkinson, y por último los tumores y los problemas de salud mental. En Perú las enfermedades crónicas del sistema circulatorio y respiratorio también cobran mayor importancia, sin embargo las enfermedades degenerativas aún se están iniciando. Asimismo, la realidad peruana muestra una importante presencia de casos de tuberculosis y sida, en escenarios que en España ya están controlados. A esto se le añade una carga social fuerte dadas las consecuencias que tienen estas enfermedades y las diferencias socio-culturales. También debe destacarse la presencia de enfermedades tropicales como la malaria o dengue, propias de la zona, así como de sus vías de transmisión.

En Perú, el trabajo de la Enfermería en su mayoría está relacionado con el área hospitalaria. Es necesario y urgente trabajar el área preventiva promocional y social, campo que tanto docentes como estudiantes de universidades europeas podrían enriquecerse aplicando estrategias de educación para la salud que permita a las comunidades modificaciones en sus estilos de vida.

 

Conclusiones

Es innegable la importancia que tienen los programas de movilidad internacional que permiten el trabajo conjunto de docencia e investigación. Dado que el docente se integra cada vez más en la nueva cultura y en las condiciones de vida del país en el que colabora, este tiene la oportunidad de conocer la calidad humana de sus estudiantes y la de sus colegas. Asimismo, se adquiere un interés genuino en aprender y fundamentalmente se enriquece de forma sustancial la experiencia y la capacidad docente. Así, se beneficia el acercamiento de las comunidades académicas y universitarias e implica mejores y estrechas relaciones culturales entre los países.

Definitivamente, la oportunidad de ser profesor visitante nos ha permitido conocer contextos culturales, sociales y académicos diferentes, así como modelos de enseñanza/aprendizaje/evaluación que contribuirán al perfeccionamiento de nuestras competencias y capacidades para la metodología de la enseñanza con los estudiantes de Enfermería. Dicho de otro modo, la experiencia de intercambio docente nos ha facilitado la evolución profesional, dejando atrás nuestra etapa de novel y acercándonos un poco más al nivel de experto que Benner propone.

 

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Dirección para correspondencia:
Juan M. Leyva Moral
juanmleyva@gmail.com

Manuscrito recibido el 24.7.2015
Manuscrito aceptado el 23.12.2016

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