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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.28 no.1-2 Granada ene./jun. 2019  Epub 09-Dic-2019

 

ABSTRACTA. BIBLIOTECA DE ACTUALIDAD COMENTADA

Perspectivas en la gestión del cuidado

Gestión del Cuidado Interprofesional

Ricardo Ayala (edit.)

RIL EDITORES

CHILE, 2019; 253 págs.

Este libro es el resultado de un ejercicio de reflexión colaborativa sobre la estructuración social de los sistemas de salud, iniciado hace más de diez años por el Dr. Ricardo Ayala, investigador del Centre for Health and Demographic Research de la Universidad de Gante, junto a académicos y líderes gremiales tanto de Chile como del extranjero. El trabajo aborda la lógica de las profesiones dedicadas al trabajo en salud en Chile y cómo ella afecta las relaciones interprofesionales desde perspectivas sociológicas, históricas, jurídicas, sanitarias y sociosanitarias. Para avanzar en esta dirección, la obra se estructura en dos apartados: "transformación" e "integración". El primer apartado concentra ensayos de especialistas en distintos ámbitos sobre el significado de cambios recientes en profesiones de la salud como terapeutas ocupacionales, enfermeras de nivel técnico y universitario, trabajadores sociales y obstetras. Por su parte, el apartado "Integración", de naturaleza más reflexiva, caracteriza en detalle cómo decisiones culturales, jurídicas y educacionales han resultado en un modo específico de organización del campo de las profesiones de la salud chileno y qué medidas resultan recomendables para su interrelación más eficiente.

Cada capítulo aborda un aspecto particular de los profesionales responsables del cuidado de la salud. El primero describe los cambios en el cuidado asistencial y la gestión de la enfermería a partir de la reforma a la salud y cómo estas transformaciones entran frecuentemente en conflicto con identidades profesionales vinculadas a lo masculino y a lo femenino. A continuación, el segundo capítulo examina los orígenes históricos de los auxiliares de enfermería y los cambios en su formación profesional desde la década de los noventa. El tercer capítulo reseña la especialización de los terapeutas ocupacionales y cómo esto ha alterado las expectativas de la sociedad sobre sus actividades. Utilizando la teoría poscolonial, el cuarto capítulo examina los efectos del dominio de la racionalidad occidental y la subyugación de modos alternativos de conocimiento en las profesiones de la salud, arguyendo que los trabajadores sociales, por su habilidad de generar prácticas interdisciplinarias, están en una posición privilegiada para superar esta situación. El quinto capítulo analiza los fundamentos epistemológicos de la obstetricia y la necesidad de impulsar la formación de profesionales transformadores comprometidos con una praxis interdisciplinaria. En un sentido similar, el capítulo seis caracteriza las similitudes y diferencias entre sociólogos y trabajadores sociales en lo que respecta a la gestión del cuidado humano, describiendo cómo el trabajo interprofesional abre espacios tanto para la emergencia de conflictos sobre el ámbito específico de su experticia como para la creación de redes de colaboración orientadas al tratamiento de problemas de salud. El séptimo capítulo examina el rol de la legislación en la delimitación de los campos de competencia y autonomía de las profesiones de la salud, sugiriendo que el concepto de gestión del cuidado es actualmente incapaz de delimitar la función de las enfermeras. En un sentido más propositivo, el capítulo octavo sugiere que la colaboración implica una transformación cultural para que el énfasis en la identidad profesional sea reemplazado por la construcción de comunidades de colaboración centradas en el cuidado del paciente. Finalmente, el capítulo noveno utiliza la teoría de sistemas sociales para sostener que la idea de cuidado es un tema que permite orientar a los profesionales hacia el trabajo conjunto.

Si bien cada uno de estos capítulos es altamente informativo en sí mismo, la lectura conjunta destaca y abre nuevas e interesantes posibilidades de reflexión. Por ejemplo, los capítulos 1 y 2 muestran cómo las relaciones tradicionales de poder entre médicos y enfermeras encuentran una correspondencia casi exacta en la relación entre enfermeras y técnicos en enfermería de nivel superior. En una dirección similar, los capítulos 4, 6 y 8 abordan distintas definiciones respecto de si la apertura de espacios de interdisciplinariedad debe asignarse a una profesión particular, a la organización de la división del trabajo al nivel de la sociedad o en la apertura a la colaboración de distintos profesionales, respectivamente.

A pesar de estas diferencias, una hebra común atraviesa estas descripciones de la labor de las profesiones del campo de la salud. Esta es, a mi juicio, la centralidad de la formación en la promoción del trabajo interprofesional. Desde diferentes perspectivas, estos estudios arguyen que la formación otorgada por las instituciones de educación superior desempeña un rol central en la generación de profesionales epistemológicamente preparados para establecer relaciones de colaboración enfocadas en el cuidado del paciente. Ciertamente, y este es un punto repetido a lo largo del libro, esto no significa que la formación de profesionales de la salud deba aspirar a eliminar el carácter especializado de su experticia en aras de una educación integral, sino que, por el contrario, implica que ella impulse un cambio en su autocomprensión: así, desde una diferenciación de roles basadas en su identidad (enfermeras de nivel técnico, enfermeras de nivel universitario, terapeutas ocupaciones, sociólogos, etc.) a la integración complementaria de sus actividades en función de sus competencias particulares para la resolución de los problemas del paciente.

En este sentido, esta compilación de estudios es imprescindible para diversos públicos involucrados con el área de la salud. Los investigadores pueden beneficiarse de una aproximación enfocada en la construcción social de la relación entre profesionales del cuidado. Por su parte, los diseñadores de política pueden adquirir con la lectura de este libro una visión más compleja de las variables que influyen en la estructuración de los sistemas de la salud. Finalmente, los profesionales pueden adquirir mayor consciencia del carácter altamente especializado de su formaciónmediante el estudio de capítulos enfocados en la experiencia de otros profesionales promoviendo, de esta manera, una "ilustración sociológica" respecto del carácter complementario de sus distintos abordajes. Julio Roberto Labraña Vargas (jlabrana@ug.uchile.cl).

Enfermería y epistemología

Epistemología

Mario Bunge

SIGLO XXI EDITORES

México, 2009; 252 págs.

Este libro es sin duda básico para aquel que desea estudiar epistemología y desee resolver problemas como Bunge refiere en la introducción del libro: "auténticos, originales y de envergadura" y no solo de comentar los que otros hacen. Adentrarse en la lectura de un libro es, sin duda, una experiencia de sorpresas, más cuando no tienes idea de la temática en cuestión. He escuchado y yo misma lo he sentido, en cuanto a que leer y estudiar epistemología es un camino denso, tortuoso y quizás la sorpresa final sea que te digas a ti mismo: "no entendí nada". Esto no es así en el libro de Mario Bunge, en donde te lleva de la mano y no te deja caer con las sorpresas de su interior. Basta con leer la contraportada del libro donde te introduce brevemente a cada apartado del índice, a quienes va dirigido el texto, informa que es el primer libro en castellano del autor, y donde se aclara que Bunge va exponiendo "algunos problemas más candentes de la filosofía de las ciencias formales, naturales y sociales, así como de la ingeniería y la medicina", finalizando con una breve biografía del mismo. Así que más que explicar contenido del libro, comparto mi análisis que se derivó de leerlo.

Por lo anterior, quisiera centrarme en las páginas 238 a 241, que corresponden a la temática VIII. Moralejas, punto 16: carta a una aprendiza de epistemóloga. Me maravilla cada vez que leo las respuestas que da el autor a una "posible futura colega", y quisiera invitar a la reflexión a mis colegas enfermeras y enfermeros sobre la urgente necesidad de nuestra disciplina: miembros epistemólogos capaces de realizar trabajo intelectual productivo, el primer ingrediente de la receta de Bunge para serlo. ¿Cómo lograrlo?, intentándolo, dice el texto. Hacer esfuerzos y hoy en día, deben ser esfuerzos colectivos, gremiales.

Otro ingrediente que se refiere en las páginas descritas anteriormente, es estudiar a fondo una ciencia en desarrollo, para abordar "problemas científicos y epistemológicos tan apasionantes como descuidados". La ciencia de Enfermería es nuestra meta por seguir desarrollando ya que la hemos descuidado, hasta el punto de pensar que no existe tal o dudar si es o no es ciencia.

El cuarto ingrediente de la lista es "no se contente con leer y asistir a algunos cursos: siga estudios formales intensivos". Invita a emprender investigaciones científicas, si bien nos indica que primero lo hagamos con ayuda y después por nosotros mismos. En México, en la Universidad de Sonora, invitamos desde los estudios de pregrado a investigar al estudiante, los docentes realizamos investigaciones, y sin duda, otros estados, países están más desarrollados en la producción científica, sin embargo, no podemos como Bunge lo explica, vernos continuamente forzados a consumir "productos acerca de cuya manufactura no tendremos la más pálida idea", o simplemente la analogía que para escribir poemas de amor es necesario amar, entonces para "filosofar bien sobre la investigación científica es preciso haberla hecho". Por ello, debemos seguir investigando, y no solo basta la licenciatura, debemos seguir estudiando maestrías, doctorados, postdoctorales e inventarse lo siguiente.

Mantenerse al tanto, aun a distancia, de lo que ocurre con otras ciencias es necesario para hacer filosofía de la ciencia en general y no solo de la propia (en este caso de enfermería), para ello, recomienda Bunge asistir a coloquios y leer literatura de alta divulgación. Nos afirma en su receta página 239, que el que logra lo más difícil poco le cuesta lo menos. ¿Qué es lo más difícil en enfermería?, la respuesta la tiene usted, como la tengo yo.

Continuando con otra de las sugerencias de la receta para ser un buen o buena epistemóloga, las cuales corresponden al octavo, noveno y último ingrediente que humildemente me atreví a ordenarlos de la siguiente manera, a diferencia del orden plasmado en el libro y son: buscar, ejercer la crítica, abordar problemas modestos y ambiciosos, y escriba, no deje de escribir y "compártalos con sus compañeros, amigos, profesores". Cuanta falta nos hace, el escribir y difundir lo que hacemos, de visibilizar el cuidado que brindamos, de reconocernos como gremio unido, de trabajar en conjunto, de ser una misma enfermería en el mundo, sin fronteras ni límites.

Por otro lado y antes de finalizar, comento otra sorpresa que brindará el libro, el cual introduce a la filosofía de la tecnología. El autor es pionero en esta joven disciplina, donde nos explica las máximas de tipo axiológico en que se han guiado y extraviado los procesos tecnológicos, exhortándonos además con la regla de oro "no hagas al prójimo lo que no quisieras que te hagan a ti", en relación con la honestidad intelectual contra el robo de ideas, plagio y demás relacionados con lo que yo llamo (aunque absurdo) "engaño intelectual".

Finalizo con mi siguiente recomendación, será necesario en algunas páginas, leerlas en varias ocasiones, en mi caso, lo hice y sigo haciéndolo, sigo preguntándome si generar conocimiento en enfermería es la clave para el avance de la disciplina, para lograrlo, ¿es necesario ser buenos epistemólogos? ¿Qué preguntas le haría a Mario Bunge, para que contestara en una segunda carta sobre "posible futura colega"? Reyna Isabel Hernández Pedroza (reyna.hernandez@unison.mx).

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