Una enfermera ejemplar

Begoña Domínguez Arias: Ser Enfermera

ME. González Iglesias, B. Porto, V. Vez

VIGO, 2017; 250 PÁGS.

Este libro es un homenaje a Begoña Domínguez Arias, que recoge tanto aspectos de su vida y cualidades personales como su desarrollo profesional en el ámbito de la Enfermería a través de 7 capítulos, escritos en su mayoría por familiares, amigos y compañeros. Begoña Arias nació en 1957 en Vigo, realizó la formación para ser Ayudante Técnico Sanitario (ATS) y el posterior curso de nivelación para obtener la Diplomatura en Enfermería, más tarde se licenció en Sociología y Antropología cultural y social. Su verdadera motivación era ser matrona, hecho que no pudo realizar, a pesar de haber realizado un examen excelente, por la decisión del tribunal basada en la incompatibilidad de estudiar la especialidad con la crianza de su hijo.

Begoña trabajó como ATS en Hematología, emprendió labores de gestión hospitalaria orientadas a la formación, protocolización e implantación de programas, también desarrolló una etapa más asistencial trabajando en la Hospitalización a Domicilio (HADO) y Atención Primaria y por ultimo retomó la gestión para desarrollar actividades de calidad e investigación.

Su trabajo en HADO le hizo pensar en las limitaciones de la atención sanitaria y la necesidad de utilizar otros recursos como Servicios Sociales, grupos de autoayuda, etc. Una de sus principales preocupaciones era la de poder ayudar a las personas a morir en paz. Adquirió una gran destreza en este proceso tan difícil de abordar.

Begoña cambió su concepción de la atención sanitaria y la enfermería gracias a su inquietud de conocimientos para la mejora de los cuidados enfermeros. Tras el estudio de distintas autoras clásicas de la disciplina enfermera, elaboró un modelo ecléctico del cuidado de enfermería, que contemplaba los principios naturalistas de Florence Nightingale, la satisfacción de las necesidades humanas de Virginia Henderson, la necesidad de favorecer el autocuidado personal y la independencia de Dorothea Orem, así como la importancia de la empatía con el paciente y la familia de Hildegard Peplau.

Su forma de concebir la profesión rompía los cánones existentes en el momento en el que la enfermera ocupaba un lugar subordinado, pues Begoña defendía la autonomía y responsabilidad de la enfermería. Otro hecho destacable en su trayectoria profesional fue la creación de la Asociación Gallega de Enfermería. En esta se desarrollaban labores formativas y reivindicativas para defender la profesión enfermera y una asistencia de calidad.

En libro se habla del compromiso en el buen cuidado, bienestar y la seguridad de las personas, que fue tan significativo para Begoña, sobre todo en los últimos años de su carrera. Varios capítulos reúnen las aportaciones de personas importantes de la gestión hospitalaria cercanas a ella, compañeros de trabajo e incluso el relato de un paciente suyo. Todos ellos elogiando su capacidad de trabajo, la calidad del mismo y su calidez como persona.

Cabe destacar su primera publicación científica, realizada cuando trabajaba en el servicio de Hematología, titulada: "Anemias hemolíticas inducidas por medicamentos", en la que se planteaba un tema novedoso en aquel momento que eran los diagnósticos enfermeros. Como resultado de su trabajo en HADO, publicó varios trabajos relacionados con los cuidados domiciliarios.

Al final del libro se recogen las palabras de despedida dirigidas a Begoña tras su muerte, donde puede observarse el cariño y respeto de todas las personas que la acompañaron a lo largo de su vida personal y profesional. Podemos concluir diciendo que nuestra protagonista se caracterizaba por su calidez, gran capacidad de trabajo, actitud investigadora y habilidades de liderazgo, lo que la llevó a ser considerada una parte importante en la historia reciente de la Enfermería. Begoña es un ejemplo más de todos aquellos profesionales que han luchado por la profesión, y la lectura de su historia debe servir como inspiración y motivación para los profesionales de la sanidad.