Introducción
Los errores de medicación (EM) son eventos adversos, los cuales se han constituido en un problema de salud pública, produciendo un aumento en las muertes de pacientes hospitalizados, superando los decesos provocados por accidentes vehiculares, cáncer de mama y síndrome de inmunodeficiencia adquirida.1 Un evento adverso se define como una situación o acontecimiento inesperado, relacionado con la atención sanitaria recibida por un paciente, que tiene o puede tener consecuencias negativas para el mismo y que no está relacionado con el curso natural de la enfermedad.2 La disminución de los eventos adversos es un indicador significativo de calidad en la atención de salud. Por este motivo es menester considerar actuaciones dirigidas a eliminar, reducir o mitigar los efectos producidos por los EM como consecuencia de la asistencia sanitaria3.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en países desarrollados 1 de cada 10 pacientes ha resultado perjudicado.4 Es por ello que el monitoreo de la ocurrencia de EM ha adquirido relevancia en esta última década, y reducirlos es uno de los objetivos en la seguridad del paciente a nivel mundial, estableciéndose como reto, la disminución en un 50% de la carga mundial de efectos nocivos iatrogénicos asociados a medicamentos en los próximos cinco años.5
Los EM son ocasionados por una utilización inadecuada de un medicamento, por parte del personal sanitario, del paciente o del consumidor. Las causas de los EM son múltiples, estudios recientes han demostrado que estas no provienen solo de fallas humanas, sino también por falencias en la estructura del sistema y de los procesos, pudiendo por lo tanto ser prevenibles.1,6,7
La enfermería cumple un rol importante en las etapas del proceso de medicación, específicamente en la transcripción y la administración. Es así que algunas investigaciones muestran que una de las etapas en que estos profesionales ejecutan la mayor cantidad de EM es en la administración de los medicamentos y las causas están asociadas a algunas condiciones de trabajo, tales como distracciones, falta de capacitación, fatiga, estrés y sobrecarga laboral.7 8 9-10
Prevenir y reducir la aparición de EM en las instituciones sanitarias es clave para mejorar la calidad de la atención y seguridad de los pacientes. En Chile, los estudios sobre esta temática son escasos, siendo uno de ellos el realizado en el servicio de adulto hospitalizado en un hospital de alta complejidad de la Región Metropolitana, donde se encontró que estos eventos adversos pueden ocurrir en 1 de cada 3 pacientes.11
Lo expuesto anteriormente, motivó a las investigadoras a monitorear las ocurrencias de EM en la Región del Maule, específicamente en un hospital público de alta complejidad ubicado a 253 kilómetros al sur de Santiago, la capital de Chile. El objetivo de esta investigación fue estudiar los EM notificados en el año 2018 en dicho hospital, con la finalidad de contribuir en el diseño de estrategias que permitan disminuir este evento adverso.
Metodología
El presente estudio es de carácter retrospectivo, descriptivo y correlacional, el cual se efectuó en un hospital público de alta complejidad en la Región del Maule, hospital que cuenta con una dotación de 614 camas, presentando un total de 26.046 egresos hospitalarios anualmente.12 Este trabajo fue realizado en conjunto con enfermeras del Departamento de Calidad y Seguridad del Paciente de dicho recinto hospitalario y académicas de enfermería del Centro de Investigación del Cuidado de la Universidad Católica del Maule.
La población objetivo fue constituida por todos los pacientes atendidos durante el año 2018, que presentaron notificación de un EM durante el periodo de atención, obteniéndose un total de 85 pacientes.
Se seleccionaron variables como edad, sexo del paciente, mes del incidente, tipo de EM (dosis incorrecta, medicamento incorrecto, paciente incorrecto, duplicidad de dosis, entre otros), servicio o unidad en que ocurrió el hecho (farma-cia, traumatología, obstetricia-ginecolo-gía, UPC adulto, pediatría, cirugía, entre otros), etapa del proceso de medicación en que ocurre el error (prescripción, dispensación, transcripción y administración) y factores contribuyentes (indicación verbal, capacitación, chequeo ineficiente, prescripción ilegible, similitud de nombre, envasado similar, confusión de identificación del paciente, sobrecarga laboral, distracción, incumplimiento de indicaciones, almacenamiento inadecuado, exceso de confianza, falta de comunicación, indicación por estamento incorrecto, personal de reemplazo, fallas en registro, mecanización del proceso y otros).
Para la recolección de los datos se utilizó la hoja de notificación de EM del año 2018. Es importante señalar que las notificaciones fueron realizadas de forma voluntaria por el equipo de salud, con la finalidad de crear una cultura de calidad en el establecimiento.
Para el análisis de los datos obtenidos se utilizó el programa estadístico SPSS 23.0. Inicialmente se realizó un análisis exploratorio de los datos, incluyendo un exhaustivo análisis descriptivo univariado de las variables y posteriormente un análisis bivariado en base a tablas de contingencia y utilizando la prueba de Chi-cuadrado. En el análisis se consideró que las notificaciones de los errores de medicación en los pacientes pueden deberse a más de un factor contribuyente, por lo que se realizó un análisis para opciones múltiples.
Resultados
Con respecto a los EM notificados (n=85) en el hospital en el año 2018, podemos observar que el grupo de adulto mayor (edad > 60 años) es el que presenta más notificaciones de EM con un 32,9% de estas, seguido por el grupo de adultos (edad entre 25 a 59 años) con 28,2%. En relación con el sexo de los pacientes, el 62,4% es de sexo femenino y el 37,6% masculino (ver Tabla 1).
Pacientes con EM | n | % | |
---|---|---|---|
Total | 85 | ||
Edad | |||
0-28 días | 5 | 5,9 | |
29 días a 8 años | 11 | 12,9 | |
9 a 24 años | 15 | 17,6 | |
25 a 59 años | 24 | 28,2 | |
mayor de 60 años | 28 | 32,9 | |
edad no precisada | 2 | 2,4 | |
Sexo | |||
femenino | 53 | 62,4 | |
masculino | 32 | 37,6 |
En la etapa en que se produce el EM, se puede observar que la mayoría de las notificaciones se presentan en las etapas de administración (44,71%) y dispensación (37,65%).
Los EM más frecuentes cometidos en los pacientes analizados son: dosis incorrecta (36,5%), medicamento incorrecto (17,7%), paciente incorrecto (12,9%) y duplicidad de dosis (11,8%). Los demás EM se presentan con una frecuencia menor y por este motivo han sido omitidos en la tabla de resultados (ver Tabla 2).
Variable | n | % | Variable | n | % |
---|---|---|---|---|---|
Etapa en que ocurre el EM | Servicio en que ocurre EM | ||||
Prescripción | 8 | 9,4 | Medicina | 2 | 2,4 |
Transcripción | 7 | 8,2 | Cirugía | 4 | 4,7 |
Dispensación | 32 | 37,7 | Traumatología | 12 | 14,1 |
Administración | 38 | 44,7 | Obstetricia-ginecología | 9 | 10,6 |
Tipo de EM | Sala de programa | 2 | 2,4 | ||
Dosis incorrecta | 31 | 36,5 | Pediatría | 5 | 5,9 |
Medicamento incorrecto | 15 | 17,7 | Oncología hospitalizado | 2 | 2,4 |
Paciente incorrecto | 11 | 12,9 | Pabellón | 3 | 3,5 |
Duplicidad de dosis | 10 | 11,8 | UPC adulto | 5 | 5,9 |
Factor contribuyente | UPC pediatrico | 3 | 3,5 | ||
Chequeo ineficiente | 69 | 81,2 | Neonatología | 1 | 1,2 |
Sobrecarga laboral | 33 | 38,8 | Urgencia | 2 | 2,4 |
Exceso de confianza | 25 | 29,4 | CDT | 0 | 0,0 |
Falta de capacitación | 18 | 21,2 | Farmacia | 28 | 32,9 |
Prescripción ilegible | 18 | 21,2 | Onco ambulatoria | 4 | 4,7 |
Falta de comunicación | 18 | 21,2 | PHCE | 3 | 3,5 |
Confusión de identificación del paciente | 12 | 14,0 | |||
| |||||
Mes del incidente | |||||
Enero | 20 | 23,5 | Julio | 8 | 9,4 |
Febrero | 13 | 15,3 | Agosto | 4 | 4,7 |
Marzo | 4 | 4,7 | Septiembre | 1 | 1,2 |
Abril | 5 | 5,9 | Octubre | 3 | 3,5 |
Mayo | 8 | 9,4 | Noviembre | 3 | 3,5 |
Junio | 11 | 12,9 | Diciembre | 4 | 4,7 |
Mes no especificado | 1 | 1,2 |
Donde CDT= Centro Diagnóstico Terapéutico y PHCE=Psiquiatría hospitalizado corta estadía
Además, se puede obser-var que el factor contribuyente que incide en mayor fre-cuencia en los EM es el chequeo ineficiente con un 81,2%, seguido de sobrecarga laboral (38,8%), exceso de confianza (29,4%), falta de capacitación o desconocimiento (21,2%), prescripción ilegible (21,2%), falta de comunicación (21,2%) y confusión o equivocación de identificación del paciente (14%). Se debe destacar que los EM pueden deberse a más de un factor contribuyente (ver Tabla 2).
Con respecto a la notificación por servicio, se observa que los EM se presentan con mayor frecuencia en farmacia (32,9%), traumatología (14,1%) y obstetricia-ginecología (10,6%), mientras que en el centro de diagnóstico tera-péutico (CDT) no se notificaron EM en el periodo estudiado. Con respecto al mes del año en que ocurren los eventos, se observó que los EM se presentan con mayor frecuencia en los meses de enero (23,5%), febrero (15,3%) y junio (12,9%) (ver Tabla 2).
Con respecto a la relación de los EM y los factores contribuyentes, a través de la prueba Chi-cuadrado, encontramos asociaciones estadísticamente significativas a un nivel de 5% en: dosis incorrecta relacionado a falta de capacitación (valor-p 0,014) y sobrecarga laboral (valor-p 0,022). Por otro lado, el EM “paciente incorrecto” se asocia con confusión de la identidad del paciente (valor-p 0,000), el EM “medicamento incorrecto” con prescripción ilegible (valor-p 0,008), y “duplicidad de dosis” con falta o falla en los registros (valor-p 0,001) (ver Tabla 3).
Tipo de EM | n | Factor contribuyente | n | valor-p* |
---|---|---|---|---|
Dosis incorrecta | 31 | Falta de capacitación | 11 | 0,014 |
Sobrecarga laboral | 17 | 0,022 | ||
Paciente incorrecto | 11 | Confusión de la identidad del paciente | 9 | 0,000 |
Medicamento incorrecto | 15 | Prescripción ilegible | 7 | 0,008 |
Duplicidad de dosis | 10 | Falta o falla en los registros | 5 | 0,001 |
*test Chi-cuadrado
Adicionalmente, se observa que el EM “paciente incorrecto” es asociado significativamente a la etapa de administración (valor-p 0,000) y al factor contribuyente confusión de identificación (valor-p 0,000) (ver Tabla 4). Con respecto al EM “dosis incorrecta”, este se asocia significativamente al 5% a la etapa de dispensación (21 casos) con un valor-p igual a 0,000. Los factores contribuyentes que se notificaron como significativos a este EM son falta de capacitación (11 casos) con un valor-p 0,014 y sobrecarga laboral (17 casos) con un valor-p 0,022 (ver Tabla 4).
Discusión
En base a los resultados obtenidos en el presente estudio se observó que la mayoría de los pacientes son de sexo femenino con edades sobre los 60 años (adultos mayores), aspecto que concuerda con las características demográficas de las personas adultas mayores en Chile, es decir, la mayoría son de sexo femenino y con mayor expectativa de vida. 13
Por una parte, los EM se presentaron con mayor frecuencia en la etapa de administración, con un 44,7%, lo que coincide con lo indicado en otros estudios donde los porcentajes son superiores al 50%.14,15 Además, es señalada como la etapa en que el error puede provocar más daño al paciente.16 En este estudio, se asocia significativamente el error “paciente incorrec-to” a la etapa de administra-ción y este error al factor contribuyente “confusión de identificación del paciente”. Estos resultados coinciden con otros estudios del área y es señalado como falla en el procedimiento ocasionado por no respetar la regla nemotécnica de los 9 correctos.17 El error “paciente incorrecto” es considerado como un problema reiterado en los servicios sanitarios, y se sugiere que los profesionales utilicen medidas precautorias como identificadores únicos, distintos al número de cama o habitación, por ejemplo, una pulsera. Además, se sugiere promover la participación del paciente en la identificación.16 Los EM tienen un alto impacto en el personal de enfermería, en particular en la etapa de administración por la responsabilidad que le compete. Algunos autores consideran que es imprescindible la implementación de estrategias, condiciones ideales de trabajo, y educación continua al personal en los servicios hospitalarios.19 20-21
Por otra parte, la dispensación constituye la segunda etapa con mayores notificaciones (37,7%), el EM asociado significativamente a esta etapa fue “dosis incorrecta”, probablemente relacionado a la polifarmacia de los adultos mayores que en promedio usan 5 fármacos en Chile. Según algunos estudios, cuando la receta tiene indicado más de 4 medicamentos aumenta la posibilidad de ocurrencia de los EM.22,23 En la dispensación, los factores contribuyentes que se asociaron significativamente al error de “dosis incorrecta” fueron sobrecarga laboral y falta de capacitación de los profesionales nuevos, aspecto que también aparece señalado como factores contribuyentes en otros estudios.24,25 La dispensación es clave en la medicación, por tanto, el farmacéutico debiera integrarse activamente al equipo de salud, por lo que se sugiere sea considerado en estrategias de intervención.26
Adicionalmente, se observa en este estudio que la “sobrecarga laboral” aparece como factor contribuyente en la etapa de dispensación, sin embargo, no puede descartarse a priori que no esté asociado a la administración, dado que la mayoría de la notificación de EM ocurre en los meses de vacaciones del personal en Chile (enero y febrero). Es en estos meses que el personal a cargo de algunas unidades se ve sobrecargado debido a los siguientes factores: (1) disminución de personal con experiencia en los servicios,27 (2) actividades de orientación al personal de reemplazo en las unidades, y (3) falta de preparación y conocimiento del personal nuevo. Estos factores inciden en que el personal de enfermería antiguo con experiencia se sienta sobrepasado laboralmente en este periodo del año, como lo refieren algunos autores.19,28,29
Finalmente, es relevante destacar que los EM notificados en este estudio, no determinaron daño en los pacientes, aspecto también destacado por otros autores.30,31
Conclusiones
El mayor número de errores de medicación en un establecimiento público regional chileno se presentaron en las etapas de administración y dispensación, siendo algunos factores contribuyentes la falta de capacitación y la sobrecarga laboral en periodos de vacaciones del staff permanente, donde es necesario contar con profesionales de reemplazo que tengan una formación oportuna y acorde a la realidad de cada servicio en la institución. Señalar que los errores de medicación continúan siendo un problema relevante para el equipo de enfermería asociado a la etapa de administración, es aquí donde se deben mejorar las medidas de seguridad específicamente en la identificación del paciente, donde el grupo más vulnerable resultan ser los mayores de 60 años.
El profesional de enfermería debe trabajar en una cultura de seguridad con la finalidad de aumentar la calidad en la asistencia. Se hace imprescindible seguir con capacitaciones en procesos sistematizados de seguridad dentro de este estamento, en especial en los factores contribuyentes, a fin de direccionar las acciones hacia una disminución en la incidencia de los errores de medicación.
Todo lo expuesto en el presente trabajo y en la literatura revisada deja en evidencia que los errores de medicación no son atribuibles a un solo factor, sino que es un proceso que puede fallar en una o más etapas y que depende de las políticas institucionales, equipos de salud y características de los pacientes, por lo que son fundamentales medidas de prevención y control para otorgar una atención segura y de calidad a los usuarios.