LA OBRA
Aventuras y desventuras de enfermeras: Anecdotario ilustrado
Pilar Elena Sinobas (coord.). Ilustraciones: M. Lecuna Gómez
Ediciones Montañas de Papel
Cantabria, 2019; 111 págs.
Es un hecho bien conocido que en cualquier trabajo las anécdotas son recurrentes, por lo que nuestra profesión no iba a ser menos y más cuando está marcada por un grado elevado de estrés, presión y dificultad, donde el trato enfermera-paciente se convierte en algo más que una relación contractual y donde el hecho de ser sanitario nos convierten en poco más que “superhéroes” de cualquier disciplina relacionada con la salud. A quién de nosotros no le han preguntado por el nombre de esa pastillita blanca redonda y pequeña o por un diagnóstico y tratamiento específico y cuántos de nosotros no hemos empatizado con un paciente o situación hasta el punto de irnos con una carcajada sonora o con lágrimas en los ojos tras finalizar nuestro turno, o hemos protagonizado hazañas verdaderamente surrealistas, tan inusuales e incluso paranormales que nos hemos tenido que guardar en la recamara. Es un placer encontrarse con libros así donde de vez en cuando echamos a un lado la formación sanitaria clínica más ortodoxa para basarnos con humor, con ternura y con incluso anhelo en el quehacer más humano de cualquier enfermera española.
Se trata de un libro escrito por una treintena de enfermeras, cántabras en su mayoría, donde nos cuentan historias vividas reales en el ejercicio de su profesión. Pensado para enfermeras y también para el público en general, esta colección intenta con éxito plasmar el lado más humano de la enfermería a través de hechos cotidianos especialmente en el ámbito de la asistencia domiciliaria para acercar nuestra profesión a la población. Es una demostración de que las leyendas en enfermería se quedan muy cortas con respecto a la realidad, verdaderos dramas, historias con mayores, con niños, con animales, accidentes…, e incluso con torrijas, conforman este ameno libro.
Cualquier enfermera se puede ver reflejada en sus páginas. La obra recoge 40 relatos en los que las autoras cuentan episodios acontecidos en su labor como un coctel de sentimientos y emociones, es lo que llaman sus coordinadoras la “trastienda” de la enfermería.
La profesión enfermera, como bien sabemos y se recuerda en el escrito, es más que pura técnica o disciplina, está basada en experiencias vividas, en momentos que nos marcan, que incorporamos a nuestros conocimientos científico-técnicos como la base de nuestra profesionalidad en la calidad de los cuidados prestados, enriqueciéndonos continuamente. Así pues, podemos decir tras lo leído que este libro es mucho más que un anecdotario. Durante su repaso he reído, me he emocionado y he recordado acontecimientos en mi memoria que en ocasiones he intentado borrar de forma intencionada o no, pensamientos derrotistas, alarmistas que hacen tambalear nuestra actividad y que siendo la profesión más resiliente que conozco, somos capaces de levantarnos y continuar porque la vida sigue, aunque a veces no estamos preparados para lo vivido.
Los relatos vienen además acompañados de más de una veintena de ilustraciones basados en las narraciones, originales acuarelas de la también cántabra Mar Lecuna Gómez.
Creo que nuestra profesión solo tiene razón de ser por las personas, sanas y enfermas, que atendemos y cuidamos. Tenemos y debemos de hacer un poco más visible nuestra profesión, que se nos conozca más y desde otras perspectivas. Confesaré que el libro ha sido verdaderamente entretenido, que en unas horas lo terminé porque pienso que lleva algún componente impregnado en la celulosa de las páginas que provoca adicción al lector y no puedes parar hasta llegar a la contraportada.