Los accidentes o lesiones no intencionales son un importante problema de salud pública. La Organización Mundial de la Salud comenta que cada día se podrían evitar hasta mil defunciones de niños aplicando medidas de probada eficacia para la prevención de lesiones. Por cada niño que muere a causa de una lesión, muchos más quedan con discapacidades para toda la vida.

“Los niños deberían venir con un manual de instrucciones”, ¿cuántas veces hemos podido escuchar o pensar esta expresión? Libros como este deberían de ser entregados junto a la cartilla maternal tras el nacimiento, ya que pueden ser de gran ayuda para la prevención de accidentes desde la edad infantil hasta la juvenil.

El objetivo de esta obra queda plasmado en su título: es guiar a los padres en la prevención de lesiones no intencionadas. Se realiza con la colaboración de la Asociación Española de Pediatría y apoyados por la Fundación MAPFRE. Pretende dotar a los padres de las habilidades y conocimientos necesarios para que tengan una respuesta eficaz ante situaciones de emergencia, así como de unas pautas de conducta orientadas para anticiparse a las lesiones.

Estructurado en cinco capítulos, en un lenguaje comprensible, claro y cercano, con esquemas, cuadros aclaratorios e ilustraciones para una mejor comprensión, los autores hablan de la importancia socio-sanitaria de las lesiones no intencionadas en la infancia, muestran cifras y estadísticas que, aunque son de 2015, podrían ser equiparables en determinados contextos a las actuales. Los principales accidentes: las caídas, las quemaduras, ahogamientos, sofocación y estrangulación, mordeduras, picaduras, cuerpos extraños, las consecuencias del exceso de calor y los accidentes de tráfico, definiendo y justificando la importancia del tema para terminar señalando en un cuadro las medidas preventivas que se deberían seguir.

Continúa exponiéndose los peligros en las diferentes edades y las lesiones más frecuentes, así como un cuarto capítulo con los escenarios más habituales según la edad del niño. Las ilustraciones del hogar, la calle, las zonas de juego, hacen que tengamos un esquema mental difícil de olvidar, también dan las claves en caso de incendio tanto en prevención como en la actuación, y lo básico que se ha de tener en un botiquín.

Por último, hablan de cada una de las secuencias de actuación y de la necesidad de acción para evitar posibles lesiones o complicaciones que incluso pueden poner en riesgo la vida de la persona. A través de los primeros auxilios sintetizan de forma concisa el qué hacer y qué no hacer en muchas situaciones que se habían explicado en el capítulo dos, y cuando las medidas preventivas han sido insuficientes, técnicas de protección, alerta y actuación basadas en el protocolo PAS (Protege-Avisa-Socorre).

Aun siendo sanitarios y sabiendo algunas de las medidas que aparecen en este libro, resulta de suma importancia ya que permite recordar, resolver dudas, plantearse posibles riesgos a los que están sometidos nuestros hijos y a los cuales no damos a menudo la importancia merecida. Los riesgos deben disminuirse con la prevención y son publicaciones como esta las que lo hacen posible. Animo a su divulgación, ya que como dicen los autores, es tan importante como su prevención. Me gustaría acabar parafraseando a la Dra. Mellado, ya que resume en escasamente dos líneas la calidad de guías como esta: “contribuir a tener un entorno más seguro para todos los niños, es trabajar también por una población adulta sana”.