Sr. Director: la lectura del artículo de Lucas Rosario et al. sobre la calidad percibida en los cuidados de enfermería por los pacientes comparando una institución pública y otra privada,1 ha despertado mi interés sobre este tema. He intentado explorar la información sobre calidad percibida comparando instituciones públicas y privadas en entornos más cercanos al mío, tanto en mi país, España, como en el medio europeo.
En el estudio de Lucas Rosario et al. se comparan dos hospitales peruanos, uno de titularidad pública y otro privado. Se observan diferencias significativas entre la institución pública y la privada. Los pacientes de la primera perciben menor calidad que los de la segunda. Mientras que en el hospital privado la mayor frecuencia de calificación de calidad es la media, en el público la mayor frecuencia es la calidad baja. Además, concluyen que la esfera que más debe mejorar en el hospital público es la de las relaciones interpersonales.1
En España, con la Ley General de Sanidad 14/1986 de 25 de abril, se creó un Sistema Nacional de Salud público y de cobertura universal. Este sistema de salud se ha ido articulando a través de distintas leyes y reales decretos que posibilitan a las comunidades autónomas utilizar diferentes modalidades de gestión para los recursos sanitarios. En el Sistema Nacional de Salud coexisten modelos de gestión de carácter público, mixto, a modo de concesiones administrativas, y hospitales privados.2
De las experiencias que existen evaluando la calidad de los hospitales en España, las instituciones públicas obtienen una valoración elevada,3 aunque se observa una tendencia negativa en la opinión de los usuarios del sistema sanitario.4
El único estudio español que compara la satisfacción de los usuarios en dos instituciones con distintos modelos de gestión, un hospital privado y otro de gestión mixta, revela unos resultados con niveles de satisfacción elevados en ambos hospitales, con escasas diferencias entre ambos.5
En el ámbito europeo los resultados comparando instituciones sanitarias con distintos modelos de gestión son desiguales. En Portugal los usuarios de hospitales con gestión mixta están más satisfechos que los de gestión únicamente pública.6 Mientras en Alemania los hospitales privados están peor valorados que los públicos.7
Las instituciones sanitarias, en todos los países, están intentando conseguir estándares de calidad elevados que permitan ofrecer servicios eficaces y eficientes. Muchas organizaciones intentan certificar esta calidad con reconocimientos nacionales o internacionales como el modelo EFQM o las normas ISO 9000.
Aunque cada vez se da más importancia a la medición de la calidad percibida por los usuarios en sanidad, la verdad es que no existen muchos estudios que comparen la calidad en instituciones con distintos modelos de gestión. Además, se utilizan distintas herramientas para medir la calidad, a veces de elaboración propia y sin validar, lo que dificulta la comparación.
En este breve análisis y resumen de la situación llevado a cabo, se puede observar que en general las instituciones sanitarias en España y Europa están bien valoradas por los usuarios. Pero no se puede determinar si la calidad percibida es mayor en el ámbito público o privado.
Existen muchas diferencias entre los distintos países y sistemas sanitarios, con distintos modelos de gestión y financiación, además de importantes contrastes culturales y políticos. Todo esto hace imposible la comparación a nivel global de calidad entre instituciones de distinta titularidad.
En algunos entornos el apoyo institucional a la sanidad pública es importante, consiguiendo una calidad elevada o incluso mayor que la del ámbito privado. En otros entornos o países una financiación insuficiente hace que disminuya la calidad en las organizaciones sanitarias públicas, lo que pone en riesgo una sanidad universal y accesible para todo el mundo.
En España, el Sistema Nacional de Salud, con financiación pública, ha logrado que muchas de las instituciones que dependen de él alcancen grandes estándares de calidad. El reto actual es hacer sostenible este modelo consiguiendo una mayor eficiencia.
Los estudios de calidad en las instituciones sanitarias, y sobre todo los que tienen en cuenta la satisfacción del usuario, son indispensables para guiar el desarrollo de estrategias que permitan crear modelos de gestión sostenibles para el sistema sanitario público. Es importante que estos estudios pongan al usuario en el centro, utilicen herramientas validadas y se lleven a cabo con rigor. Esto permitirá utilizar sus resultados en la toma de decisiones a nivel organizativo y gestor.