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Index de Enfermería

versão On-line ISSN 1699-5988versão impressa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.32 no.2 Granada Abr./Jun. 2023  Epub 14-Nov-2023

 

Abstracta. Biblioteca de Actualidad Comentada

La esperada historia de las matronas

Francisco Herrera-Rodríguez 

Ruiz-Berdún, Dolores. Historia de las Matronas en España. Madrid: Guadalmazán, 2022. 414p.

Dolores Ruiz-Berdún es suficientemente conocida, tanto entre los compañeros que cultivan la Historia de las Matronas, la Historia de la Enfermería y la Historia de la Ciencia; pero conviene recordar algunos aspectos de su biografía para aquellos que no estén al tanto de su vida académica. El recorrido profesional de Ruiz-Berdún es muy amplio; entre sus estudios encontramos la diplomatura en Enfermería (1987), la especialidad de matrona (1996), la licenciatura en Documentación (2001), el Máster de Docencia Universitaria (2013), así como el doctorado en Historia de la Ciencia en la Universidad de Alcalá (2012), con la tesis Desarrollo histórico de una profesión: las matronas en Madrid hasta la Guerra Civil. Ha ejercido como enfermera y matrona; ha impartido clases en la Escuela Universitaria de Enfermería de la Cruz Roja de Madrid y en la Unidad Docente de Matrona de la citada ciudad. Actualmente es profesora titular de Historia de la Ciencia en la Universidad de Alcalá de Henares.

Entre sus publicaciones destaca el libro, escrito en colaboración con el profesor Alberto Gomis Blanco, Compromiso social y género: la historia de las matronas en España en la Segunda República, la Guerra Civil y la Autarquía (1931-1955), que reseñamos en la revista Temperamentvm (2017, nº 13). Además, es autora de numerosos artículos y capítulos de libros en los que ha volcado su experiencia investigadora sobre la historia de las matronas en nuestro país. No insistimos en este aspecto porque el lector de esta reseña puede repasar sus publicaciones en Dialnet.

Centrándonos ya en el libro que reseñamos, debemos indicar que está vertebrado con una introducción, una breve reflexión sobre las matronas en la Historia y ocho capítulos, además del rico apartado de bibliografía y fuentes que suman 13 páginas, constituyendo una herramienta de primer orden para las personas que se quieran introducir en la investigación de la historia de las matronas en España. Hay que precisar que este libro lo ha concebido la autora como una obra de divulgación, destacando la capacidad de síntesis de los saberes conocidos y su capacidad analítica y crítica, pero además contiene aspectos originales que convierten a este libro, según nuestra opinión, en una obra de referencia en nuestro país. Asimismo, observamos en algunas de sus páginas un marcado tono de reivindicación profesional, por ejemplo:

"Se suele afirmar que la historia la escriben los vencedores y, en el caso de la batalla por la asistencia al parto, las matronas han sido las derrotadas. Por eso no puede extrañarnos que en muchos libros que tratan del pasado de la obstetricia estas profesionales hayan estado absolutamente invisibilizadas, como si nunca hubiesen existido, como si alguien quisiese borrarlas de la historia".

El capítulo 1 lleva por título Una profesión muy antigua y sirve de base a las siguientes páginas del libro, que se centran en la historia de estas profesionales en España. En este apartado se encuentran datos sobre las parteras en la Biblia, el parto en el Antiguo Egipto, sobre Fenarete (madre de Sócrates), Agnodice de Atenas, las matronas en el Imperio Romano y las matronas en Japón. Al abordar la lectura de este capítulo sentí cierta prevención, ya que durante décadas he observado que raro era el Congreso o reunión de Historia de la Enfermería en la que no se presentaban comunicaciones sobre el Antiguo Egipto, muchas veces con pretensiones de originalidad, pero basándose en información bibliográfica de muy dudosa calidad. No es el caso de este capítulo de Ruiz-Berdún, ya que la autora utiliza fuentes documentales e iconográficas fiables, y en ocasiones plantea dudas sobre algunas afirmaciones que se realizan en las mismas.

El capítulo 2, ¡Mamá, quiero ser matrona!, contiene un breve apartado sobre los libros para la formación de las matronas desde la Antigüedad hasta el siglo XVI, haciendo especial mención al Libro del arte de las comadres o madrinas y regimiento de las preñadas y paridas y de los niños, de Damián Carbón (1541). Conviene recordar también El libro de la generación del feto, el tratamiento de las mujeres embarazadas y de los recién nacidos (tratado de Obstetricia y Pediatría del siglo X, escrito en Córdoba, de Arib Ibn Sa'id), que tantas veces hemos utilizado en nuestra labor docente, ya que hace referencia expresa a la figura de la matrona y a cómo debe realizar su trabajo, acondicionando por ejemplo la habitación en que está la parturienta según el frío o calor reinantes; asimismo, en esta obra se hace referencia a las maniobras de la versión podálica:

"Y si tiene el feto la cabeza grande y no se dilata el orificio del útero para su salida es conveniente que la partera se ingenie con todos sus recursos hasta volverle dentro, le invertirá hasta que tenga la cabeza dentro y los pies en el orificio del útero para salir en primer lugar; así el orificio del útero será más dúctil y se ensanchará y la cabeza saldrá sin dificultad. Ya describió Archígenes: estará la matrona dotada de experiencia y conocerá la descrita maniobra, utilizará artimañas para entrar la cabeza e invertir al niño y sacar los pies en primer lugar".

Encontramos también páginas de interés, en el libro de Ruiz-Berdún, sobre los exámenes a las parteras, señalando el papel del Tribunal del Protomedicato y la ambigüedad de la Pragmática de 1477 en cuanto a estos exámenes; asimismo se hace referencia a la ley número cincuenta de las Cortes de Navarra (1724) y el papel que jugaban como examinadores los médicos titulares y los párrocos. Como es de rigor se hace referencia también a la Real Cédula de 21 de julio de 1750, dictada durante el reinado de Fernando VI, que establecía la obligatoriedad de que las mujeres que quisieran dedicarse al oficio de partera debían ser examinadas por el Real Tribunal del Protomedicato de Castilla, cobrando gran interés el libro del protomédico Antonio Medina, Cartilla nueva útil y necesaria para instruirse las Matronas, que vulgarmente se llaman comadres, en el oficio de partear (1750). En esta época se resalta la figura de la matrona Luisa Rosado, que la autora documenta apoyándose en las investigaciones de Teresa Ortiz. En este capítulo encontramos un apartado dedicado a las matronas en los Reales Colegios de Cirugía, lo que nos hace pensar en la necesidad de realizar investigaciones de gran calado en lo que se refiere al Real Colegio de Cirugía de la Armada de Cádiz, fundado por Pedro Virgili (1748). Se apuntan datos de gran interés, sobre esta cuestión concreta, en lo referido al Real Colegio de Cirugía de San Carlos (Madrid). Se explica también con detalle la incidencia del Reglamento para la enseñanza de practicantes y matronas de 1861 y la influencia del decreto de libertad de enseñanza de 1868, concretamente sobre la primera escuela libre madrileña para la formación de matronas dirigida por el médico José López de Morelle, también se dedican algunas páginas a la Escuela Libre de Matronas en la sede del Museo Antropológico (1875), institución en la que aparecen nombres determinantes como Pedro González de Velasco, Ángel Pulido y Pilar Jáuregui de Lasbennes, matrona formada en la Escuela especial de obstétrica para señoras de Francisca Iracheta; también se citan a otras matronas docentes de la época, cuyos nombres no exponemos aquí por razones de concisión. El capítulo se completa con varios apartados que abarcan desde los reglamentos para las carreras de practicantes y matronas de 1888 y 1904, pasando por la formación de las matronas durante la Guerra Civil española, la posguerra, la desaparición de la carrera independiente de matrona a mediados del siglo XX, la especialización de la enseñanza obstétrica (matrona); encontramos aquí un significativo apartado titulado Las enfermeras pasan a la Universidad y las matronas siguen igual, en el que se hace referencia a lo acontecido en 1977, fecha en que desaparecieron los estudios de ATS y se puso en marcha la Diplomatura Universitaria de Enfermería, "nadie se preocupó por la formación de las matronas y, aunque parezca increíble, esta siguió en las mismas condiciones que con la antigua titulación durante nueve largos años".

El capítulo 3 lleva por título ¡Llama a la comadrona! En este apartado se analiza el ejercicio profesional, por ejemplo, de las comadres de las reinas, o el problema histórico de ‘La Comadre de Granada', señalando la posibilidad de que el origen de este nombre esté referido a la matrona María Sánchez, en cuyo testamento de 1548 firmaba con esta denominación. Pero también se abordan otras cuestiones históricas como si era determinante o no el ejercicio profesional de las matronas en relación al estado de pobreza o "estado de viudez". Hay otros puntos en este capítulo, por ejemplo: la peligrosidad del trabajo, dado que los partos pueden tener lugar a cualquier hora del día y de la noche; la proliferación de cirujanos, a partir de la creación de los Colegios de Cirugía, en la atención a los partos; el trabajo de las matronas en las zonas rurales; como se atendía un parto en los domicilios; las herramientas de trabajo; el bautismo; los medios de transporte, etc.

El capítulo 4 es bastante amplio, aproximadamente 70 páginas, y lleva por título De la casa al hospital: los centros para dar a luz. Se estudia el papel de las matronas en centros para partos "vergonzantes", en los hospitales generales de mujeres, la Beneficencia y las Casas de Maternidad, el gravísimo problema de la fiebre puerperal, la Casa de Salud de Santa Cristina y su Escuela de Matronas, inaugurada después de diversas vicisitudes en 1924. Este capítulo contiene un interesante apartado sobre la jerarquía hospitalaria y las matronas, "las matronas estaban en una posición de inferioridad con respecto a otros profesionales, y esto podría acarrearles diferentes problemas". Esta cuestión se analiza con ejemplos concretos. Se completa el capítulo con los albergues para embarazadas durante la Guerra Civil, la situación en la posguerra, etc.

El capítulo 5 se centra en Una actividad con muchos pretendientes; en el mismo se abarcan temas como el de las mujeres sin títulos y las matronas tituladas, las matronas y los médicos cirujanos, las matronas y los practicantes que "quieren partear", "los hombres-matrona", etc.

El capítulo 6 está dedicado a las Matronas sospechosas; como no podía ser de otra manera contiene un apartado titulado ¿Matrona o bruja?, prestando especial atención a la Inquisición y al libro Malleus Maleficarum; a la recomposición de virgos, utilizando obras literarias, por ejemplo, del siglo XVI; el comercio de bebés y de placentas con fines hechiceriles; el uso de amuletos, talismanes y "yerbas"; el dolor en el parto; la cuestión del aborto y un apartado dedicado a caza de brujas (Guerra Civil y la "Nueva España"), sirva de ejemplo los problemas y la condena que tuvo Quiteria Tarragó Casellas, entre otros casos que se exponen en el libro.

El capítulo 7, lleva por título Juntas somos más fuertes. El siguiente párrafo ofrece algunas claves:

"Uno de los problemas seculares de la profesión de matrona, si lo comparamos con el resto de los colectivos profesionales sanitarios, ha sido su escasez numérica. Otro de los aspectos característicos de la profesión es haber sido un oficio exclusivamente femenino hasta casi el final del siglo XX. Si le unimos a estos aspectos el hecho de que, en lugar de conformar un grupo único para aunar fuerzas, las matronas han estado tradicionalmente divididas, tendremos todos los ingredientes necesarios para comprender por qué, a pesar de su larga tradición, no han tenido el suficiente poder para luchar por sus intereses e incluso, en diversas ocasiones, haber corrido el riesgo de desaparecer. Esto no quiere decir que las matronas no se hayan unido a lo largo de la historia para conseguir ser más visibles".

Precisamente a este asunto se dedica este capítulo, a través del estudio de los gremios de matronas; los primeros movimientos asociativos a lo largo del siglo XIX, con los nombres y apellidos de sus protagonistas; la colegiación voluntaria a partir de la tercera década del siglo XX; las primeras reuniones científicas, por ejemplo, el Primer Congreso Nacional de Matronas (Madrid, 1929); la colegiación obligatoria; el papel de los colegios de matronas en la gestión del Seguro Obligatorio de Maternidad; los problemas de incautación de los colegios durante la Guerra Civil; El Consejo de Auxiliares Sanitarios en la posguerra; las revistas de las Asociaciones y los Colegios. Y la pérdida definitiva de la colegiación independiente:

"Una Orden Ministerial del 1 de abril de 1977, publicada al día siguiente en el Boletín Oficial del Estado, iba a suponer la pérdida definitiva de la poca independencia que les había quedado a las matronas tras su conversión en especialidad de los estudios de ATS en los años cincuenta".

El capítulo 8, ¿Y ahora qué?, tiene un marcado tono reivindicativo, pero fundamentando los problemas; recomendamos leer con atención los apartados dedicados al sistema de formación especializada en las unidades docentes de matronas y las unidades docentes multiprofesionales. Una reivindicación concreta:

"De la misma manera, muchas matronas se están dando cuenta de que necesitan recuperar su carrera independiente para poder progresar profesional y científicamente. Cada vez hay más matronas doctoras, y para poder crear grupos fuertes de investigación hace falta estar en la universidad con todas las consecuencias, no sirve tener matronas dispersas en cada una de las universidades. No hay ninguna. El tema se ha vuelto a retomar en varios grupos de matronas que quieren recuperar la autonomía, tanto docente como laboral, que nunca debieron perder. Veremos qué nos depara el futuro".

Cierra el libro el ya comentado apartado de bibliografía y fuentes; pero antes de poner fin a esta reseña, le pedimos al futuro lector de esta obra que no deje de leer el prólogo de Alberto Gomis, Catedrático emérito de Historia de la Ciencia de la Universidad de Alcalá de Henares, ya que en el mismo ofrece claves para entender la capacidad de superación y el compromiso con la asistencia, la docencia, la investigación histórica e incluso la gestión universitaria de Dolores Ruiz-Berdún. Nadie mejor que él para escribir este prólogo, ya que fue su profesor de doctorado y además director de su tesis doctoral, y han colaborado en diversas investigaciones. Comparto las opiniones del profesor Gomis, escritas en este prólogo, ya que a lo largo de los años he tenido ocasión de comprobar todo lo que él afirma; y, sobre todo, he estado muy pendiente de las publicaciones de la autora de esta obra; una obra, que como hemos indicado era necesaria y será de referencia en nuestro país; no cabe la menor duda de que estimulará a futuros investigadores a profundizar o a matizar muchos de los temas, figuras concretas, asociaciones, centros docentes, revistas, etc., que en este libro se plantean.

Recibido: 01 de Abril de 2023; Aprobado: 04 de Mayo de 2023

Correspondencia: fraherod57@gmail.com

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