Sr. Director:
La fibromialgia es una condición clínica que se caracteriza por un estado de dolor crónico, con afectación predominante de los músculos y ligamentos, acompañada de rigidez, debilidad generalizada y fatiga 1. A su vez, se ha reportado que en esta condición se altera la sensibilidad del sistema nervioso central y periférico en respuesta a la estimulación de los tejidos, manifestándose como hiperalgesia y alodinia 2. Paralelamente se ha mencionado que en estos trastornos de dolor músculo-esquelético no solo están asociados con la alteración en la plasticidad neuronal funcional, sino también con los cambios en la morfología cerebral 1,3,4. Algunos estudios han hecho una fuerte alusión a los cambios en la densidad de la materia gris del cerebro de estos pacientes 1,4,5. Por ejemplo, en el estudio de Robinson y cols. 1 se encontró que los pacientes con fibromialgia tenían significativamente menor volumen de materia gris en la corteza cingulada anterior y corteza insular, mencionando que estos pueden ser los mecanismos que contribuyen a las manifestaciones clínicas de estos pacientes, como los trastornos afectivos-emocionales y cronificación del dolor. Asimismo, una de las características clínicas más relevantes en estos pacientes es la catastrofización, que implica procesos cognitivos y emocionales que predisponen al dolor como una visión negativa. Con respecto a esta característica, se ha encontrado una sobreactivación neuronal importante de la amígdala, estructura cerebral encargada de reacciones como el miedo y la ansiedad, la cual genera una relación recíproca entre el dolor persistente y los estados afectivos de un sujeto 6.
En la actualidad los modelos explicativos del dolor músculo-esquelético crónico solamente hacen referencia a los mecanismos nociceptivos secundarios a un daño estructural de un tejido, que solo se asocian a un componente biológico y mecánico 7. Sin embargo, la literatura actual nos ha hecho considerar y generar una nueva conceptualización de la neurofisiología del dolor, que nos orienta a entender todos las alteraciones del sistema nervioso central (SNC) en el dolor crónico músculo-esquelético 8. Todos los hallazgos anteriormente mencionados nos hacen entender que las estrategias de tratamiento en pacientes con dolor músculo-esquelético crónico deben ir orientadas a integrar estas estructuras cerebrales y a hacer que el sistema nervioso central sea la puerta de entrada para los tratamientos de estas condiciones.