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Gerokomos

versión impresa ISSN 1134-928X

Gerokomos vol.22 no.4 Barcelona dic. 2011

https://dx.doi.org/10.4321/S1134-928X2011000400002 

RINCÓN CIENTÍFICO

COMUNICACIONES

 

Diagnósticos de enfermería, resultados e intervenciones identificadas en pacientes ancianos pluripatológicos tras el alta hospitalaria

Nursing diagnoses, outcomes and interventions identified in multimorbidity aged patients after discharge

 

 

Luis Villarejo Aguilar1; Pedro L. Pancorbo-Hidalgo2

1Diplomado en Enfermería. Máster en Investigación e Innovación en Salud, Cuidados y Calidad de Vida por la Universidad de Jaén. Enfermero de Atención Primaria C. S. Bailén (Distrito Jaén-Norte).
2Doctor en Biología. Diplomado en Enfermería. Departamento de Enfermería. Universidad de Jaén.

Esta investigación fue presentada como trabajo final en el Máster en Investigación e Innovación en Salud, Cuidados y Calidad de Vida de la Universidad de Jaén, curso 2009/10.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivos: a) Identificar los diagnósticos de enfermería, resultados de la taxonomía NOC e intervenciones de la taxonomía NIC registradas en el Informe de Continuidad de Cuidados al Alta Hospitalaria de pacientes ancianos pluripatológicos. b) Determinar si existen relaciones entre diagnósticos, resultados e intervenciones con variables sociodemográficas del paciente. c) Identificar grupos de diagnósticos de enfermería, de resultados y de intervenciones que se presentan asociados en los informes de estos pacientes.
Metodología: estudio observacional retrospectivo sobre una muestra de Informes de Continuidad de Cuidados al Alta Hospitalaria (ICCA), de pacientes incluidos en el proceso de atención al paciente pluripatológico emitidos desde el Hospital San Agustín de Linares (Jaén), en el periodo desde el 1 de enero de 2009 y el 1 de marzo de 2010. Los datos se obtuvieron del sistema informatizado de historia de salud de Atención Primaria de Andalucía. Las variables consideradas fueron: diagnósticos NANDA, resultados NOC e intervenciones NIC, así como variables sociodemográficas, tales como edad, sexo, motivo de ingreso, unidad de alta y nivel de autonomía. Se realizó un análisis descriptivo con frecuencias y porcentajes, y un análisis bivariante para explorar la existencia de correlaciones.
Resultados: se analizaron 151 ICCA de pacientes pluripatológicos con una edad media de 77 años y un alto porcentaje de pacientes dependientes (40%). En los informes se registraron 30 diagnósticos, 49 resultados y 59 intervenciones diferentes, con una media por pacientes de 3,85, 3,91 y 6,69 respectivamente. Entre los diagnósticos más frecuentes estaban: deterioro de la movilidad física (50,3%), ansiedad (50,3%), riesgo de caídas (43%), Riesgo de deterioro de la integridad cutánea (36,4%) e intolerancia a la actividad. Los resultados más frecuentes fueron: nivel de movilidad (45%), control de la ansiedad (32,5%), conducta de seguridad: prevención de caídas (24,5%), control del riesgo (23,8%) y tolerancia a la actividad (19,9%). Las intervenciones más frecuentes, entre otras, han sido manejo de la energía (58,3%), prevención de caídas (44,4%), apoyo al cuidador familiar (42,4%), prevención de las úlceras por presión (34,4%) y asesoramiento (30,5%). Hay una correlación positiva entre el índice de Barthel y el número de diagnósticos (r = 0,56), resultados (r = 0,35) e intervenciones (r = 0,37). Se han identificado varias asociaciones entre grupos de diagnósticos, de resultados y de intervenciones.
Conclusiones: el colectivo de pacientes pluripatológicos presenta una importante demanda de cuidados en el momento de su alta hospitalaria. La utilización de los lenguajes enfermeros NNN en los Informes de Continuidad de Cuidados al Alta permite una comunicación eficaz entre los profesionales, aunque su empleo aún precisa más investigación.

Palabras clave: Paciente pluripatológico, diagnóstico de enfermería, taxonomías enfermeras, Informe de Continuidad de Cuidados, hospitalización.


SUMMARY

Objectives: a) To identify nursing diagnoses, outcomes (NOC) and interventions (NIC) recorded in the nursing discharge report for aged patients with multimorbity. b) To determine if the number of diagnoses, outcomes and interventions are related with patients' socio-demographic characteristics; c) To identify groups of nursing diagnoses, outcomes and interventions recorded together in the reports of these patients.
Methods: retrospective observational study on a sample of Nursing Discharge Reports for multimorbity patients. Patients were discharged from Hospital San Agustín (Linares, Jaén) between January 1st 2009 and March 1st 2010. The electronic health-history in community care system was the source of the data. Data extracted were: nursing diagnoses NANDA, outcomes NOC and interventions NIC and socio-demographic variables as age, sex, cause of admission, hospital unit and level of autonomy. A descriptive analysis was performed reporting frequencies and percentages, and a bivariate analysis to explore for possible correlations.
Results: 151 Nursing Discharge Reports were studied. Patients were aged 77 years as mean and a high percentage of dependent patients (40%) was found. These reports had recorded 30 different nursing diagnoses, 49 different outcomes and 59 different interventions; with a mean per patient of 3.85, 3.91 and 6.69, respectively. Among the most common diagnoses were: Impaired physical mobility (50.3%), Anxiety (50.3%), Risk of falls (43%), Risk for impaired skin integrity (36.4%) and Intolerance activity. The most frequent outcomes recorded were: Level of mobility (45%), Control of anxiety (32.5%), Safety behavior: fall prevention (24.5%), Risk control (23.8%) and Activity tolerance (19.9%). The most frequent interventions were: Energy management (58.3%), Prevention of falls (44.4%), Support to family caregivers (42.4%), Prevention of pressure ulcers (34.4%) and Advice (30.5%). There are a positive correlation between the Index of Barthel and the number of diagnoses (R = 0.56), Outcomes (R= 0.35) and Interventions (R = 0.37). Several groups of diagnoses, outcomes and interventions jointly reported have been identified.
Conclusions: the group of patients with multiple co-morbidities required a lot of care at discharge. The use of nursing NNN languages in Nursing Discharge Reports allows an efficient communication amongst professionals, although it use still need more research.

Key words: Multimorbidity, nursing diagnosis, nursing taxonomies, nursing discharge report, hospitalization.


 

Introducción

La acumulación de patologías crónicas en un mismo paciente es cada vez más frecuente, por lo que se está convirtiendo en un problema de salud pública (1). El envejecimiento de la población española, la relación de la comorbilidad con la edad y de ambas con la mortalidad hacen prever que las dimensiones de este problema irán en aumento (2). Todo ello conlleva, necesariamente, un incremento en la incidencia y prevalencia de enfermedades de carácter crónico, un mayor uso de la asistencia sanitaria y una mayor frecuentación hospitalaria, casi siempre condicionados por la pluripatología (3).

El paciente pluripatológico

Para aproximarse al concepto de pluripatológico (4) se creó en Andalucía, en el año 2002 un grupo de trabajo patrocinado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, constituido por internistas, médicos de familia y enfermeros. Este grupo estableció unos criterios que permitieran identificar a una población de pacientes con unas características comunes como pacientes pluripatologicos. Las características son: enfermedades que el sistema sanitario no cura, enfermedades mantenidas y de deterioro progresivo, disminución gradual de su autonomía y capacidad funcional, así como riesgos múltiples secundarios a patologías interrelacionadas. Para ello partieron de unos criterios clínicos basados en la existencia de dos o más enfermedades crónicas agrupadas en diferentes categorías clínicas (Tabla 1).

En Andalucía, el proceso asistencial de atención al paciente pluripatológico es el conjunto de actividades encaminadas a garantizar a los pacientes pluripatológicos una asistencia sanitaria integral, coordinando a los profesionales, servicios o centros, a lo largo del tiempo y en el marco del actual Sistema Sanitario Público de Andalucía. Este proceso incluye: 1) identificación; 2) valoración integral; 3) Plan de Asistencia Continuada (PACEI), como modelo de asistencia conjunta entre Atención Primaria (AP) y Atención Especializada (AE), que facilita la continuidad asistencial del paciente pluripatológico; 4) asistencia hospitalaria; y 5) atención a la persona.

El concepto de pluripatológico no está universalmente asumido, no se trata de una definición estática o definitiva, ya que la realidad clínica asistencial de cada día puede hacernos modificar o ampliar algunas de las características incluidas en ella (5). De hecho, en la literatura anglosajona no está definido el concepto de pluripatología, aunque existen numerosos artículos referidos a la multimorbilidad entendiéndola como la existencia de más de una enfermedad crónica. A este respecto se han desarrollado índices que tratan de medir esta multimorbilidad, como el índice de Charlson (6), el índice de Walter (7) y más recientemente el índice publicado por Lee (8). Estos índices tienen, fundamentalmente, una vocación de indicadores pronósticos, pero no pretenden identificar a una población con unas características y necesidades asistenciales homogéneas.

El Informe de Continuidad de Cuidados al Alta

Por otro lado, el Informe de Continuidad de Cuidados al Alta (ICCA) surge como instrumento para garantizar la continuidad de la asistencia a los usuarios, estableciendo un circuito de información continua entre Atención Primaria y Atención Especializada. Este informe contiene información sobre los cuidados realizados por enfermería durante su ingreso y recomendaciones que se le hacen al alta, y está dirigido tanto al paciente y su familia como a las enfermeras comunitarias que se harán cargo de su cuidado.

Las altas tempranas en los casos de hospitalización de la población anciana plantean un importante número de consultas, complicaciones y reingresos que podrían ser resueltos por servicios comunitarios, con una correcta planificación de las altas y su posterior seguimiento (9, 10). Según Naylor la planificación al alta y el seguimiento en domicilio, retrasa los reingresos hospitalarios y los reduce en número (11).

Actualmente existe acuerdo sobre la necesidad de coordinación entre los distintos niveles asistenciales para asegurar la continuidad en los cuidados, cuando el paciente pasa de un nivel asistencial a otro (12, 13). El uso de los lenguajes enfermeros estandarizados dentro de los sistemas de información clínica puede proporcionar a las enfermeras y a otros profesionales la información que demuestra la contribución de los cuidados enfermeros (14). Para proporcionar la información cuantificable requerida para evaluar efectivamente el valor de las enfermeras, las terminologías enfermeras estandarizadas deben incluirse uniformemente en el registro de salud electrónico, de modo que los datos sean sistemáticamente recogidos y analizados (15). Las denominadas taxonomías enfermeras o lenguajes NNN, como son los diagnósticos enfermeros de la NANDA, las intervenciones de la Clasificación de las Intervenciones de Enfermería (NIC) y los resultados e indicadores de la Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC), cuando se usan conjuntamente, proporcionan la mejor oportunidad de responder a las preguntas sobre la seguridad, eficiencia y coste-efectividad de la práctica enfermera para las poblaciones de pacientes. La inclusión de los diagnósticos enfermeros junto con la Clasificación de las Intervenciones de Enfermería (NIC) (16) y la Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC) (17) en los informes permiten reflejar verdaderamente el total de cuidados brindados por los profesionales de la salud, ya que incluyen los datos que reflejan el proceso enfermero (18).

Por otra parte, los estudios sobre los diagnósticos enfermeros son extremadamente necesarios para mantener y reforzar las evidencias en las que se basa la taxonomía de la NANDA-I. Estudios del análisis conceptual, de validación del contenido y del constructo, estudios de validación por consenso, estudios de precisión y de implementación son claves para el futuro de los diagnósticos enfermeros profesionales basados en la evidencia. Por consiguiente, es preciso que se conviertan en una prioridad para todas las enfermeras, a fin de hacer visible la práctica enfermera, lo que es vital para el futuro de nuestra profesión.

Este estudio se plantea desde la hipótesis inicial de que los pacientes pluripatológicos presentan unas características comunes y unas necesidades de cuidados específicas en el momento del alta hospitalaria. La identificación de estas necesidades, descritas como diagnósticos enfermeros y como resultados, y el conocimiento de las intervenciones de enfermería incluidas en los ICCA puede contribuir a mejorar el proceso y la continuidad de cuidados entre AE y AP.

 

Objetivos

1. Identificar los diagnósticos, resultados e intervenciones enfermeras registradas en los Informes de Continuidad de Cuidados al Alta (ICCA) de los pacientes pluripatológicos tras el alta hospitalaria.

2. Determinar la existencia de relaciones entre los diagnósticos, resultados e intervenciones registradas en el ICCA de los pacientes con las variables sociodemográficas y clínicas.

3. Identificar grupos de diagnósticos de enfermería, de resultados y de intervenciones que se presentan asociados en los ICCA de los pacientes.

 

Metodología

Estudio observacional transversal, descriptivo y analítico. La población estudiada fueron pacientes pluripatológicos hospitalizados, con los siguientes criterios de inclusión:

• Pacientes incluidos en el Proceso Asistencial Pluripatológicos, según los criterios de la Junta de Andalucía del año 2002.

• Pacientes con un Informe de Continuidad de Cuidados completado antes del alta hospitalaria y que incluya la identificación de los diagnósticos, resultados e intervenciones al alta hospitalaria.

Para la realización de este estudio se obtuvieron todos los ICCA de pacientes pluripatológicos ingresados en el Hospital San Agustín (Linares, Jaén) que se recibieron en tres centros de salud del Distrito Sanitario Jaén-Norte. Se analizaron de forma retrospectiva los ICCA correspondientes a un periodo de 14 meses (del 1 de enero de 2009 al 1 de marzo de 2010). Como fuente de los informes se utilizó el sistema informatizado de história de salud de Atención Primaria (Diraya) que es el sistema de gestión de la información clínica implantado en Andalucía y que permite una eficaz recuperación de la información. Se excluyeron de la muestra los ICCA incompletos.

El ICCA consta de: 1) datos demográficos del paciente, 2) datos referentes al alta hospitalaria como fecha, enfermera referente, motivo de ingreso, 3) diagnósticos enfermeros al alta, 4) intervenciones, 5) criterios de resultados y 6) recomendaciones al alta. Para el estudio se recogieron las siguientes variables: edad del paciente (años), sexo, motivo de ingreso (causa principal que originó el ingreso), unidad de alta (planta desde la que se informatiza el ICCA), nivel de autonomía (índice de Barthel), diagnósticos enfermeros (taxonomía NANDA-I 2007), resultados (taxonomía NOC 2004) e intervenciones (taxonomía NIC 2004).

Para el análisis de los datos las variables cuantitativas se expresaron con la media y desviación estándar y las variables categóricas en porcentajes. Se analizó la frecuencia absoluta de cada diagnóstico, resultado e intervención y el porcentaje que cada uno de ellos representa sobre el total de los mismos. Posteriormente, se hizo análisis bivariante mediante tablas de contingencia (test de chi cuadrado y estadístico exacto de Fisher, según los casos) y análisis de correlaciones (R de Pearson) considerando correlación muy alta si R > 0,8, alta entre 0,6 y 0,8, y moderada entre 0,4 y 0,6. Para medir diferencias de medias entre grupos se utilizó el test t de Student o el Análisis de la Varianza (ANOVA) según los casos. Se consideró con significación estadística un valor de p < 0,05.

En relación con los aspectos éticos, el proyecto fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación Sanitaria del Distrito Jaén Norte, quien facilitó el acceso a los datos de los Informes de Continuidad de Cuidados al Alta de los centros de salud incluidos en el estudio.

 

Resultados

Se han incluido en el estudio los ICCA de 151 pacientes que cumplían los criterios de inclusión. Las características de estos pacientes se recogen en la Tabla 2. Aunque el rango de edades oscila entre 38 y 97 años, la edad media se sitúa en 77 años, por lo que se trata de pacientes ancianos. En más de la mitad de los casos el ICCA es emitido desde el Servicio de Urgencias del hospital. Hay un elevado número de pacientes dependientes, más del 40 % de pacientes con dependencia total o dependencia grave.

 

Diagnósticos de enfermería

En la muestra de ICCA estudiada se han identificado 30 diagnósticos distintos (Tabla 3). Hay dos diagnósticos muy frecuentes (más del 50% de informes) y 4 diagnósticos frecuentes (entre 25 y 49%). En total se identificaron 581 diagnósticos, lo que supone 3,85 ± 1,79 diagnósticos por paciente (media y desviación estándar). El número de diagnósticos por informe osciló entre 1 y 9.

 

Hemos analizado si existen algunos diagnósticos que estén asociados o agrupados por ser identificados conjuntamente en los informes de cada paciente. La Tabla 4 muestra estos diagnósticos de aparición conjunta con su índice de correlación.

 

Resultados

Se ha identificado 49 resultados diferentes de la taxonomía de Resultados de Enfermería (NOC) presentes en los informes de continuidad de cuidados. Ningún resultado cumple el criterio de ser "muy frecuente" (presente en más del 50% de informes), y sólo hay 2 frecuentes (están entre el 25 y 50% de los informes) (Tabla 5). En total se recogían 590 resultados, con una media de 3,91 ± 2,09 resultados por informe y un rango entre 1 y 11.

 

En la Tabla 6, se muestra la distribución por clases y dominios de la taxonomía NOC de los resultados. Los resultados usados con mayor frecuencia pertenecen al dominio IV-Conocimientos y conducta de salud (28,5%), seguidos por el dominio I- Salud funcional (25,6%), el VI- Salud familiar (17,1%), el dominio II- Salud fisiológica (12,2%) y en último lugar el dominio III- Salud psicosocial (9,7%). No se registró ningún resultado de los dominios V- Salud percibida, ni del VII- Salud comunitaria.

Para analizar los resultados que aparecen conjuntamente en los informes se ha realizado un análisis de correlaciones mediante el test de Pearson. Para evitar la aparición de correlaciones falsas se han incluido en el análisis solo los resultados presentes en más del 10% de los informes. Un par de resultados tienen una correlación muy alta: Conservación de energía/Consecuencias de la inmovilidad: fisiológicas (R = 0,886); otro par muestran correlación alta (entre 0,6 y 0,8): Control del riesgo/Integridad tisular: piel y membranas mucosas (R = 0,691); y 4 pares tienen correlaciones moderadas (entre 0,4 y 0,6): Conducta de seguridad: prevención de caídas/Tolerancia a la actividad (R = 0,565); Control del riesgo/Bienestar del cuidador familiar (R = 0,514); Control del riesgo/Superación de problemas de familia (R = 0,413); Estado nutricional/Eliminación intestinal (R = 0,422).

Intervenciones

En los informes de continuidad de cuidados se recogieron 59 intervenciones de enfermería diferentes. La intervención Manejo de la energía es muy frecuente (más del 50% de ICCA) y hay 6 intervenciones frecuentes (entre 25 y 50% de ICCA) (Tabla 7). La media de intervenciones por paciente fue de 6,69 ± 4,96, con un rango entre 1 y 22 intervenciones por informe. En total se hallaron 1.010 intervenciones registradas en los informes analizados.

La Tabla 8 muestra el resumen de la distribución de las intervenciones registradas en los ICCA según el campo y la clase de la taxonomía NIC a la que pertenecen. El campo que recoge mayor número de intervenciones es el 1. Fisiológico básico (36,2% del total); seguido por el campo 3. Conductual (29,5%); el 5. Familia (9,4%); el 4. Seguridad (7,2%); el 2. Fisiológico complejo (7,1%), y el campo 6. Sistema sanitario (1,2%). No se registró ninguna intervención del campo 7. Comunidad.

Mediante el análisis de las correlaciones entre intervenciones presentes en más del 10% de ICCA, es posible establecer las intervenciones que con frecuencia aparecen de forma conjunta en los informes, y por tanto se realizan en el mismo paciente. Las intervenciones con correlaciones muy altas son: las 6 de Ayuda al autocuidado entre sí (Ayuda al autocuidado, Ayuda al autocuidado: AIVD, Ayuda al autocuidado: vestido/acicalamiento, Ayuda al autocuidado: alimentación, Ayuda al autocuidado: baño y Ayuda al autocuidado: aseo, que tienen correlaciones entre 0,861 y 0,902); hay un segundo grupo de intervenciones con correlaciones altas: Mejorar el sueño/Aumentar el afrontamiento (R = 0,752); Mejorar el sueño/Disminución de la ansiedad (R = 0,705); Apoyo emocional/Disminución de la ansiedad (R = 0,654); Apoyo emocional/Aumentar el afrontamiento (R = 0,638). El grupo de intervenciones con correlaciones moderadas son: todas las de Ayuda al autocuidado/Mejorar el sueño (R = 0,5);Ayuda al autocuidado (todas)/Aumentar el afrontamiento (R = 0,5); Ayuda al autocuidado (todas)/Apoyo emocional (R = 0,5); Terapia de ejercicios: Movilidad articular/Enseñanza actividad y ejercicio prescritos (R = 0,487); Manejo de la energía/Prevención de caídas (R = 0,458) y Manejo de la energía/Ayuda al autocuidado: AIVD (R = 0,424).

Factores sociodemográficos y clínicos

La existencia de relaciones entre factores sociodemográficos y clínicos de los pacientes con los diagnósticos, resultados e intervenciones presentes en los ICCA se estudiaron mediante análisis bivariante.

Nivel de autonomía

El índice de Barthel mostró una correlación moderada y positiva con el número total de diagnósticos por paciente (R = 0,56 p < 0,01), y correlaciones bajas con el número de resultados (R = 0,35 p < 0,01) y el de intervenciones propuestas (R = 0,37 p < 0,01) en los ICCA. Es decir, en los pacientes con mayor grado de dependencia se identifican un mayor número de diagnósticos y es necesario utilizar más resultados e intervenciones.

Diagnósticos, resultados e intervenciones

El número de diagnósticos por informe mostró también una correlación positiva alta con el número de resultados (R= 0,75 p < 0,01), y con el número de intervenciones por ICCA (R = 0,68, p < 0,01). A su vez, el número de resultados por ICCA correlacionó con el número de intervenciones (R = 0,65, p < 0,01).

Sexo

No se han encontrado diferencias significativas en el número de diagnósticos, resultados, ni intervenciones presentes en los ICCA en función del sexo de los pacientes.

Edad

Se encontraron correlaciones significativas, aunque bajas, entre la edad de los pacientes y el número de diagnósticos (R = 0,277, p = 0,001); el de resultados (R= 0,236, p = 0,004); y de intervenciones (R = 0,181), p = 0,026) registradas en los informes. En los informes de pacientes de más edad suelen existir un mayor número de problemas identificados.

Unidad hospitalaria

La unidad del hospital desde la que se efectúa el alta del paciente también ejerce influencia en el número de diagnósticos, resultados e intervenciones identificados. En general, en los ICCA realizados desde la Unidad de Medicina Interna suelen figurar menor número de problemas en los pacientes que los realizados desde el Servicio de Urgencias o desde una de las otras unidades de hospitalización (Tabla 9).

 

Discusión

En el presente estudio se confirma que en el momento del alta hospitalaria, el colectivo de pacientes pluripatológicos presenta una importante demanda de cuidados derivada de la existencia de problemas activos que precisan unos criterios de resultados e intervenciones para garantizar la continuidad de los cuidados.

Los pacientes pluripatológicos constituyen un subgrupo de población con edad avanzada; en nuestro estudio, la media de edad era de 77 años, cifra similar a la descrita en otros estudios (3, 5, 19, 20). En cuanto al motivo de ingreso las causas principales de hospitalización fueron las digestivas, infecciosas y cardiovasculares, que coincide con las patologías de base de estos pacientes.

La mayoría proceden de los servicios de Urgencias (57%), lo que refleja por sí mismo el inadecuado control de este tipo de pacientes, tanto por parte de Atención Primaria como Especializada. Es evidente que este tipo de pacientes constituyen una importante carga asistencial en todos los niveles, y ello se debe, en parte, a la especial fragilidad clínica de estos pacientes, pero también a las dificultades en la organización sanitaria para dar respuesta a este tipo de pacientes. Otra parte importante proceden de los servicios de Medicina Interna (37,7%), una cifra similar a la prevalencia encontrada en otros estudios (3).

En cuanto al deterioro funcional el porcentaje de pacientes pluripatológicos con deterioro significativo es evidente, 62,9% del total, lo que evidencia que se trata de una población con riesgo de evolución hacia la discapacidad y la dependencia.

Diagnósticos

El número medio de diagnósticos al alta (3,85) encontrado en nuestro estudio coincide con el encontrado por Zambrana y cols., que hallaron 3,6 de media y el 42% de los pacientes contaban con más de tres diagnósticos al alta (3). Pese a la variabilidad de diagnósticos encontrados podemos decir que existen unos diagnósticos más frecuentes, de tal manera que los 10 primeros diagnósticos, ordenados según su frecuencia, suponen prácticamente el 81% del total de diagnósticos.

Creemos que la mayor frecuencia de diagnósticos enfermeros utilizados pertenece a problemas fisiológicos y cognitivo-conductuales; se deben, en parte, al alto grado de deterioro funcional que presentan estos pacientes, y por otra parte a la priorización por parte de los profesionales de los problemas biofísicos. Sin embargo, resulta llamativa la elevada frecuencia de identificación del diagnóstico Ansiedad en el 50% de los pacientes estudiados. Este dato coincide con otros estudios sobre pacientes hospitalizados en nuestro país (21). Aunque el establecimiento de este diagnóstico se hizo mediante valoración enfermera, sin uso de ningún instrumento especifico de medición de la ansiedad, es concordante con los datos citados por Bryant y cols., quienes encontraron un 60% de presencia de síntomas de ansiedad a nivel subclínico, en una muestra de pacientes ancianos hospitalizados, mediante la aplicación de Hospital Anxiety and Depression Scale (HADS) (22). La comprobación de la correlación entre la identificación del diagnóstico enfermero Ansiedad y la puntuación en alguna de las escalas específicas para medir la ansiedad es un aspecto que precisaría más investigación en la población de pacientes hospitalizados.

El análisis de nuestros datos muestra una posible discrepancia entre el tipo de diagnósticos de enfermería reflejados por las profesionales en los ICCA y las patologías que motivaron el ingreso de los ancianos en el hospital. Llama la atención la ausencia de diagnósticos específicos de problemas cardiovasculares, respiratorios o digestivos entre el grupo de diagnósticos enfermeros más frecuentes cuando estas patologías eran las causas de ingreso más frecuentes. Es posible que las enfermeras se centren en los aspectos funcionales y de seguridad de los pacientes a la hora de reflejar los diagnósticos en el momento del alta más que en las patologías específicas. Otra posible explicación es que las enfermeras consideren superada la patología motivo de ingreso en el momento del alta. Aunque al tratarse de ancianos con enfermedades crónicas pensamos que esta explicación es menos verosímil. En cualquier caso este aspecto merece mayor investigación en futuros estudios.

En nuestro estudio no se evidencian diferencias en función del sexo, para la frecuencia de pacientes pluripatológicos ni el número de problemas identificados. Este dato discrepa con el trabajo desarrollado por Rivas Costa y cols., que destacan que la pluripatología es mayor en las mujeres, y en ellas son más frecuentes los problemas crónicos de baja o mediana gravedad (23).

Resultados

En cuanto a los criterios de resultados encontramos en nuestro estudio también gran variabilidad de resultados distintos; en parte coincide con los hallazgos de García Fernández y cols., quienes describen mayor frecuencia de los resultados de Movilidad, Autocuidados, AVD, Tolerancia a la actividad y Conocimiento del proceso de la enfermedad (19). En nuestro estudio predominan en los ICCA los resultados de las clases: Control de riesgo y seguridad; y Movilidad. Estos resultados en los objetivos de salud centrados principalmente, en aspectos fisiológicos, conductuales y de seguridad, pasando a un segundo plano los aspectos creenciales del paciente, responden a una visión biomédica propia de los servicios hospitalarios, que puede no concordar con la realidad propia del paciente, sino del criterio propio del profesional que lo atiende como prioritario en base a su preparación para intervenirlo.

Otro aspecto de interés es la coherencia entre los diagnósticos enfermeros identificados y los resultados incluidos en los informes al alta. Por una parte, esta correlación resulta lógica, puesto que ambos fenómenos se refieren a problemas de los mismos pacientes. Sin embargo, se plantean la cuestión de sí realmente resulta necesario determinar diagnósticos y resultados o bien las dos etiquetas reflejan un mismo fenómeno de los pacientes y no sería necesaria recoger ambos. Este tema del uso de los resultados de la taxonomía NOC y sus indicadores como elementos para identificar los problemas de los pacientes, en sustitución a los diagnósticos NANDA, es un aspecto que se encuentra en investigación.

Intervenciones

La mayoría de las intervenciones presentes en los ICCA pertenecen a los grupos de Facilitación de autocuidados y a las Conductuales. También las relacionadas con la enseñanza del paciente, la prevención y promoción de la salud, y la disminución del dolor y la ansiedad. La existencias de hasta seis etiquetas de intervenciones sobre ayuda a los autocuidados, altamente correlacionadas entre sí, nos hace plantear la posibilidad de que estas intervenciones sean redundantes y puedan ser sustituidas por una intervención global de Ayuda a los autocuidados. Por otra parte, resulta interesante comprobar el bajo número de intervenciones en el dominio Fisiológico complejo que son recogidas en los informes, teniendo en cuentan que se trata de pacientes con varias enfermedades crónicas. La baja frecuencia de registro de intervenciones relacionadas con la Administración de fármacos resulta significativa. Pensamos que se debe a un infrarregistro por lo profesionales ya que se sabe que estos pacientes tienen múltiples tratamientos farmacológicos. Posiblemente las enfermeras no consideran las intervenciones de administración de fármacos como relevantes para incluirlas en los informes, seguramente debido a su elevada frecuencia.

En nuestros resultados se observa la concordancia entre la detección de problemas y los campos de intervenciones que se plantean para la solución de los problemas, en los que destacan como más frecuentes las agrupadas en los campos fisiológicos y conductuales.

En el estudio de correlaciones la presencia de un mayor número de diagnósticos, resultados e intervenciones se relacionó positivamente con la autonomía. Parece claro señalar que existe una relación matemática entre el grado de autonomía medido mediante el índice de Barthel y el número total de diagnósticos, resultados e intervenciones. Ramírez Duque y cols., coinciden en que la comorbilidad es un factor relacionado con el deterioro funcional (24).

El presente estudio contribuye a subrayar la importancia de una adecuada valoración enfermera al alta, de cara a establecer estrategias preventivas y de seguimiento de este subgrupo poblacional para evitar su deterioro e ingresos hospitalarios innecesarios. La comunicación enfermera hospitalaria y de familia mediante el Informe de Continuidad de Cuidados al Alta es necesaria para una gestión eficaz de los recursos disponibles, tales como cuidados domiciliarios, ayudas económicas o medidas de apoyo a la cuidadoras.

Dado el carácter descriptivo de este estudio su máxima utilidad es identificar los principales problemas, resultados e intervenciones propuestas en los planes de cuidados al alta, y grupos de asociación entre ellos aportando datos para investigaciones futuras que mejoren la salud y calidad de vida de los pacientes pluripatológicos. De forma más global, los resultados del estudio permitirán realizar propuestas para la actualización de los planes de cuidados estandarizados en pacientes pluripatológicos.

 

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Dirección para correspondencia:
Luis Villarejo Aguilar
C. S. Bailén
C/ Donantes de sangre, s/n
23710 Bailén
E-mail: luisvillarejo@hotmail.es

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