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Gerokomos

Print version ISSN 1134-928X

Gerokomos vol.28 n.3 Barcelona Sep. 2017

 

ORIGINALES

Prevalencia de insomnio y condicionantes ambientales en mayores de 65 años en atención primaria

Insomnia prevalence and environmental conditions in patients older than 65 years at Primary Care

Clara Pardo Crego1  , Carmen María González Peña2 

1Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Complejo Hospitalario Universitario A Coruña. Servicio Gallego de Salud. A Coruña. España.

2Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Complejo Hospitalario Torrecárdenas. Almería. Servicio Andaluz de Salud. Almería. España.

RESUMEN

Objetivo:

Describir la prevalencia de insomnio y los condicionantes ambientales que se presentan como factores de riesgo en su aparición en los pacientes de edad igual o superior a 65 años adscritos a dos consultas de enfermería de los centros de salud Ciudad Jardín y Los Ángeles de la Comunidad de Madrid.

Método:

Estudio descriptivo observacional transversal. Se consideró una proporción esperada de ancianos con insomnio del 25%, un intervalo de confianza (IC) del 95% y una precisión de ±7%, resultando un tamaño muestral aleatorizado de 168 pacientes.

Resultados:

Prevalencia de insomnio del 46%, destacando entre ellos el de mantenimiento. Predominio en el sexo femenino, la diabetes, el consumo de fármacos antihipertensivos y la somnolencia diurna.

Conclusión:

Resulta recomendable el incremento de las actividades de educación para la salud en relación con este problema y la promoción de cursos para la actualización de los conocimientos de los profesionales para facilitar la correcta detección de los casos.

PALABRAS CLAVE: insomnio; trastornos del sueño; anciano; higiene del sueño inadecuada

ABSTRACT

Objective:

To describe the prevalence of insomnia and environmental conditions served as risk factors in its onset in patients equal to or older than 65 years assigned to two nursing consultation centers from Madrid: Ciudad Jardín and Los Ángeles.

Methods:

Cross-sectional descriptive study. It was expected a proportion of 25% of old patients with insomnia, 95% confidence interval (CI) and a precision of ±7% getting a result of 168 patients randomly selected.

Results:

Prevalence of insomnia about 46%. The maintenance insomnia is the most prominent. Prevalence of insomnia in women, diabetes, use of antihypertensive drugs and daytime sleepiness.

Conclusions:

It is advisable to increase activities Health Education regarding this problem and promote courses for updating the knowledge of professionals to facilitate correct case detection.

KEYWORDS: insomnia; sleep disorders; elderly; inadequate sleep hygiene

INTRODUCCIÓN

El sueño ocupa al menos un tercio de nuestras vidas y es considerado un pilar fundamental para sostener de manera adecuada la vida humana. Se trata de una necesidad vital cuyos trastornos provocan serias consecuencias en la persona que lo padece1. Entre ellos, destaca por su magnitud el insomnio, motivo de consulta frecuente en atención primaria (AP), donde es posible resolver un buen número de las demandas por este cuadro clínico2. Los profesionales de AP son normalmente los primeros dentro del sistema de salud a los que consultan los pacientes para pedir consejo y recibir tratamiento, y por ello tienen un papel clave en la detección y manejo del insomnio.

En España no existen muchos estudios que muestren la incidencia del insomnio en la población general y menos aún que traten la prevalencia de este en las personas mayores de 65 años. En análisis internacionales, las cifras varían entre un 12% y un 40%(3), mientras que, en nuestro ámbito, los estudios muestran que, aunque alrededor de un 32% de los mayores presentan perturbaciones en la esfera del sueño, las cifras se sitúan en torno al 12% cuando se refieren a las clasificaciones del insomnio, y destacan como las más prevalentes las relacionadas con “despertar precoz” y “despertar cansado”4,5.

Por tanto, se ha podido observar que el insomnio en las personas mayores, especialmente en el sexo femenino4,6, es un problema de relevancia que afecta a un gran número de ancianos7, y se han comprobado los importantes efectos que tiene en el ámbito físico, psicológico y social de la persona que lo sufre8. Su etiología es multifactorial y puede estar relacionada con la dificultad para ajustar su vida a nuevos cambios (jubilación, pérdidas de familiares), enfermedades, polimedicación o hábitos higiénicos del sueño inadecuados, entre otros9,10.

Es importante aclarar que no todas las alteraciones del sueño son patológicas en estas franjas de edad, por lo que es fundamental realizar una buena valoración y entrevista clínica para poder llegar a un adecuado diagnóstico en cada situación.

Parece necesario el avance de la investigación en este campo para conocer más datos acerca de los trastornos del sueño en las personas ma yores y poder actuar sobre ellos para lograr así que la calidad de vida de los mayores no se vea perjudicada por problemas en la esfera del sueño.

OBJETIVOS

Objetivo principal

Describir la prevalencia de pacientes de edad igual o superior a 65 años, adscritos a dos consultas de enfermería de los centros de salud Ciudad Jardín y Los Ángeles, que presentan insomnio.

Objetivo secundario

  • Conocer la relación del insomnio con otros problemas de salud, consumo de fármacos y condiciones ambientales.

  • Determinar el tipo de insomnio más frecuente en la población de estudio.

  • Identificar el porcentaje de pacientes que han recibido en algún momento por parte de los profesionales sanitarios (enfermeras y médicos) educación sobre higiene del sueño con el fin de mejorar su patrón y calidad de vida.

  • Conocer el porcentaje de pacientes en los que se encuentra realizada la valoración del patrón sueño-descanso en el último año, así como el porcentaje de pacientes con trastornos de sueño en los que consta el registro de un episodio en su historia clínica electrónica de AP Madrid que haga referencia a este problema de salud.

METODOLOGÍA

Se trata de un estudio descriptivo observacional de corte transversal para estimar la prevalencia de insomnio y los condicionantes ambientales que influyen en su aparición en los pacientes de edad igual o superior a 65 años adscritos a dos consultas de enfermería de los centros de salud de la Comunidad de Madrid. Previa realización del mismo, se solicitó la autorización a la Comisión Local de Investigación Centro de Madrid.

El periodo de realización del estudio fue de septiembre del 2014 a enero de 2015. Se diseñó un cuestionario ad hoc, basado en los utilizados en otros estudios previos(11), formado por 39 preguntas distribuidas en cuatro secciones: información general del participante, características del sueño, repercusiones del trastorno del sueño y hábitos higiénicos del mismo. Posteriormente, se preguntó al paciente por el consumo de fármacos y por sus problemas de salud, y en ambos casos se procedió a la consulta de su historia clínica en el programa informático AP Madrid para su comprobación (Anexo 1).

Los criterios de exclusión para la participación en dicho estudio fueron:

  • Pacientes menores de 65 años.

  • Pacientes que no aceptaron participar en el estudio.

  • Ancianos institucionalizados.

  • Pacientes con deterioro cognitivo avanzado incompatible con una adecuada evaluación.

  • Pacientes con dificultad auditiva importante capaz de impedir la comunicación.

  • Pacientes con enfermedad mental o estado de conciencia insuficiente para la realización de la entrevista.

  • Pacientes diagnosticados de apnea de sueño o síndrome de las piernas inquietas.

Para el cálculo del tamaño muestral, según la bibliografía consultada, se consideró una proporción esperada de ancianos con insomnio del 25%, un intervalo de confianza (IC) del 95% y una precisión de ±7%. Asimismo, se estableció una previsión de no respuesta del 30%. Partiendo de una población total de 1032 pacientes de edad igual o superior a 65 años adscritos a las dos consultas de enfermería mencionadas, el tamaño muestral resultante fue de 168 pacientes, los cuales se seleccionaron de forma aleatoria.

Para la recogida de datos se realizó la captación de los sujetos mediante contacto telefónico, donde se pidió su consentimiento informado verbalmente para participar. Posteriormente, fueron citados para la realización de la entrevista. Se explicó a los pacientes en qué consistía el estudio, indicándoles el anonimato de los datos recogidos según los criterios definidos en la Ley Oficial de Protección de Datos 15/1999 y su capacidad de ejercer los derechos ARCO (acceso, rectificación, cancelación u oposición). El acceso a la historia clínica se realizó durante la consulta con el paciente. Los datos fueron analizados mediante los programas estadísticos SPSS 20.0 y EPIDAT. Se realizó un análisis descriptivo calculando la prevalencia de insomnio y su correspondiente IC del 95%. Se emplearon tablas de contingencia para el análisis de la relación entre variables de naturaleza cualitativa, utilizando pruebas de comparación de proporciones (X2 de Pearson) para establecer la posible significación estadística de las asociaciones. Para comprobar la relación entre el insomnio y el estado civil se agruparon las categorías de respuesta en casados frente a viudos, y para establecer la relación del insomnio con la variable centro de salud se hizo uso del método indirecto de estandarización para determinar la posible presencia de factores de confusión.

RESULTADOS

De los 168 pacientes seleccionados, se localizó a la totalidad de la muestra y se entrevistó a 160 (95,2%). El 66,9% de los sujetos estudiados fueron mujeres y la media de edad de 75,48 ± 2,22 años.

El 46,3% fue captado en el distrito de Chamartín en el C.S. Ciudad jardín y el 53,8% pertenecía al distrito de Villaverde y al C.S. Los Ángeles. Según el estado civil, la mayoría eran casados (65,6%) o viudos (24,4%). En el 75,6% de los participantes y en el 79,4% de los cónyuges de los entrevistados no había existido turnicidad laboral.

El 63,1% manifestó dormir más de 6 horas. Permanecía en cama un periodo superior a 8 horas el 31,9% y entre 6 y 8 horas, el 52,5%. Declararon problemas para dormir 74 (46,25%) pacientes, de los que 49 (66,2%) habían consultado a la enfermera o médico de AP por este problema. Un 40,5% de ellos declaró que la alteración aparecía diariamente y en otro 40,5% ocurría al menos tres veces por semana. En un 97,3% de los casos el problema era crónico (más de 4 semanas).

Según la forma de presentación del trastorno del sueño, el 55,4% presentaba dificultad para conciliarlo, el 60,81% tardaba más de media hora en dormirse (el 47,3% de los pacientes que manifestaron esta sintomatología cumplían los criterios de insomnio de conciliación) y el 78,4% se despertaba una o más veces durante la noche (diagnóstico de insomnio de mantenimiento en el 52,7% de estos pacientes). Manifestaron insomnio de despertar precoz, 2 horas antes de los habitual, el 21,6%. Se estimó una prevalencia global de insomnio del 46%, estableciéndose como predominante el insomnio de mantenimiento.

De los 74 participantes con problemas para dormir, el 55,4% se encontraba en tratamiento para dicho problema de salud. El 31,1% manifestó consumir infusiones antes de irse a dormir, mientras que el 62,2% de los pacientes con insomnio indicó no hacer uso de ninguna otra medida.

El 77% de los insomnes no había recibido ninguna recomendación de cómo mejorar su patrón de sueño por parte de los profesionales y tan solo en el 43,2% constaba un episodio en la historia clínica que hiciese referencia a su problema. La valoración de este patrón en el último año en los 160 entrevistados había sido registrada en el 45,6% de los casos y entre los insomnes en el 20,6%.

La repercusión del trastorno sujeto a estudio en la vida cotidiana, en los 74 pacientes que presentaron problemas para dormir, se expresa en la Tabla 1.

Tabla 1 Repercusiones del trastorno del sueño 

El 32,4% de los entrevistados atribuía la causa de su trastorno de sueño a problemas de salud, el 25,7% a problemas de tipo familiar y el 17,6% no encontraba justificación aparente para esta alteración.

Se halló una relación significativa estadísticamente entre las variables insomnio y sexo femenino (p = 0,0000; IC 95% -0,616, -0,303). No se encontró asociación significativa entre el insomnio y la edad, estado civil o pertenencia a uno u otro centro de salud.

Se percibió un aumento de la prevalencia de los trastornos de sueño con la edad. El 48,8% de edad igual o superior a 75 años manifestaron problemas para dormir, mientras que en los menores o iguales a 74 años este trastorno se producía en un 43,4% (p = 0,6003; IC 95% -0,113, 0,221).

En cuanto al estado civil, el predominio de complicaciones para dormir resultó mayor en los pacientes viudos (56,41%).

En la comparación de la prevalencia de insomnio en los dos centros de salud pertenecientes a zonas socioeconómicamente distintas [C.S. Ciudad Jardín: nivel socioeconómico medio-alto (36,5%) frente a C.S. Los Ángeles: nivel socioeconómico medio-bajo (53.5%)] no se halló una relación estadísticamente significativa entre las variables centro de salud-insomnio tras la comprobación mediante la realización de un ajuste estadístico por tasas para las variables edad y sexo por el método indirecto (RT = 1,005).

Respecto a la higiene del sueño, en la Tabla 2 se muestran los hábitos declarados por los entrevistados. Los pacientes que refirieron problemas para dormir hacían un mayor uso de la siesta diurna que los pacientes que no padecían este trastorno, diferencia que resultó estadísticamente significativa (p = 0,0118; IC 95% 0,046, 0,346).

Tabla 2 Hábitos higiénicos relacionados con el sueño en la totalidad de la muestra y en los pacientes insomnes 

a p < 0,05

Respecto al consumo de psicofármacos, el 43,1% los consumían de manera habitual. Los más utilizados eran los tranquilizantes (28,2%) y los antidepresivos (16,9%).

En cuanto a otro tipo de medicación, los fármacos más consumidos fueron los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) (53,8%), analgésicos (51,9%) e hipolipemiantes (47,5%). La proporción de sujetos con alteraciones del patrón del sueño fue significativamente mayor en aquellos que consumían medicamentos antihipertensivos (63,5% frente al 45,4% de los no consumidores, p = 0,0325; IC 0,017, 0,346).

Los problemas de salud declarados más frecuentemente fueron hipertensión arterial (65,6%), hipercolesterolemia (60,6%), artrosis (42,5%) y diabetes mellitus (25%). Entre ellos, solo la diabetes mellitus apareció con una frecuencia significativamente mayor en personas con trastornos del sueño (33,8% frente al 17,4% en personas sin dicho trastorno; p = 0,0280; IC 95% 0,017, 0,310).

DISCUSIÓN

Los resultados del estudio muestran una alta prevalencia de insomnio en los mayores de 65 años. En la bibliografía consultada, las tasas reflejan unas variaciones importantes de unas poblaciones a otras11,12. Esta variabilidad podría deberse a la realización de la investigación en áreas rurales o a la utilización de diversos criterios de clasificación, que dificultan la comparación entre algunos estudios. Por otra parte, tam- bién indica que algunas personas que se quejan de padecer insomnio no presentan un deterioro del patrón del sueño; mientras que otras, en cambio, experimentan un deterioro que no parece preocuparles13. Estos datos constatan la complejidad de la valoración, diagnóstico y tratamiento de este trastorno.

Al igual que en otros estudios, nuestros resultados señalan una relación entre el envejecimiento y el empeoramiento de la calidad del sueño8,9,14 y, del mismo modo, se establece una mayor frecuencia de insomnio en las mujeres que en los hombres9,12,14,15. Atendiendo al estado civil, aunque se halló una mayor prevalencia de problemas para dormir entre los participantes viudos, no se encontró una relación estadísticamente significativa, por lo que no podemos asegurar que el factor viudedad sea el determinante de este trastorno, ya que también podría explicarse a partir de otras variables, como la edad y el sexo femenino.

Con respecto a las características del sueño, y coincidiendo con investigaciones previas16, el estudio refleja como problemas más frecuentes los relacionados con su mantenimiento, mientras que en otras bibliografías, a este tipo de insomnio se sumaba el referente al despertar precoz o predominaba este último11,12.

De la misma forma, entre las causas de las alteraciones del sueño, los problemas endocrinos se establecen como uno de los principales motivos15,17, tal y como se demuestra en nuestro estudio, donde se halló una mayor prevalencia de este trastorno en las personas diabéticas. Sin embargo, no se encontró relación entre el consumo de psicofármacos y una mayor prevalencia de insomnio, asociación que sí se manifiesta en otros estudios consultados9,14,16.

Por otro lado, los resultados evidencian un escaso porcentaje de valoración del patrón del sueño entre los participantes y de registro de alteraciones en el mismo en la historia clínica. De la misma manera, muestran las escasas ocasiones en las que se ofrecía información en la consulta de AP sobre medidas para mejorar el descanso. Esto puede hacernos ver cómo el patrón del sueño, a pesar de las importantes consecuencias que tiene el insomnio en la calidad de vida de esta clase de paciente14,16,18, a veces no obtiene la atención que merece, tanto por parte del profesional como del anciano, que puede no consultar al considerar la situación como normal. Por esta razón, sería recomendable la promoción de cursos para la actualización de los conocimientos de los profesionales en esta materia, de manera que se facilite la correcta detección de este trastorno, así como el incremento de las actividades de educación para la salud dirigidas a los adultos mayores en relación con este problema.

No obstante, en cuanto a las limitaciones de nuestro estudio cabe señalar la gran extensión de la encuesta realizada, la cual podría haber ocasionado un sesgo en la recolección de la información. También se debería de tener en cuenta un posible sesgo de memoria, ya que los pacientes podrían no haber recordado con exactitud algunos de los datos a valorar en el periodo fijado.

Finalmente, resultaría necesaria e interesante la continuación de la investigación desarrollada con un mayor tamaño muestral y en otros grupos de adultos mayores tales como los residentes en asilos y/o geriátricos o en aquellos pertenecientes a poblaciones rurales, ya que sería fundamental conocer las características del patrón de sueño de nuestra población para poder llevar a cabo intervenciones eficaces y cambios en sus hábitos diarios con el fin de lograr mejoras en una necesidad tan básica y placentera como es el descanso.

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ANEXO 1

Correspondencia: Clara Pardo Crego. Calle Revolución Francesa 7, 2.º D 15007 A Coruña (España). Tel. 679 72 27 07. Correo electrónico: clarapc423@hotmail.com

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses económicos relacionado con este artículo.

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