INTRODUCCIÓN
El miedo a caer, lo han definido muchos autores y no hay un consenso en la definición, pero quizás la más conocida es la de Tinetty, Richman y Powel1: “el temor a caer es una consecuencia psicológica de caídas; específicamente, es la pérdida de confianza en sí mismo para evitar las caídas durante la realización de actividades esenciales y relativamente no peligrosas, que llevan al individuo a evitar actividades que es capaz de realizar”.
En personas mayores que han caído y viven en la comunidad, la prevalencia sobre el miedo a volver a caer es del 20-92%, y entre los que no han caído, del 12-65%2. En personas mayores institucionalizadas, la prevalencia oscila entre el 41% y el 50%.
Los conceptos “caída” y “temor a caer” están estrechamente asociados al desarrollo del temor a caer, pero no siempre este temor está relacionado con la consecuencia de la caída3. El miedo de caer no solo es el resultado inmediato de caídas, sino también un factor de riesgo de caídas que crea un círculo vicioso entre las caídas y el miedo de caer4. En el temor a caerse que sufren las personas mayores se observa una influencia de factores físicos y psicológicos. Estos factores pueden dar lugar a dos caras del mismo problema, el miedo a caer y las consecuencias negativas de ese miedo5.
Los factores de riesgo del miedo a caer pueden ser la edad avanzada, el sexo femenino, la deficiencia visual, la fragilidad, la ansiedad, las alteraciones previas de la movilidad y del equilibrio, los antecedentes de caída previa con permanencia prolongada en el suelo, el vivir solo, el deterioro cognitivo, la depresión, los bajos ingresos económicos, la mala salud física y los que presentan caídas de repetición6,7,8.
OBJETIVO
Conocer la prevalencia del miedo a caer e identificar sus factores asociados en la población mayor comunitaria de 75 años o más, de la ciudad de Castellón de la Plana.
MATERIAL Y MÉTODOS
Diseño del estudio
Se trata de un estudio epidemiológico observacional de corte trasversal, realizado sobre la población mayor no institucionalizada de Castellón de la Plana.
Los datos provienen del estudio de fragilidad de Castellón de la Plana, el cual ha sido adaptado de la Encuesta FRALLE9.
Medida de la muestra y tipo de muestreo
La muestra resultante fue de 316 individuos. Se realizó en los centros de salud de la ciudad de Castellón a personas de 75 años o más. El muestreo fue intencionado; las enfermeras de los centros de salud preguntaban a las personas mayores que cumplían los criterios si querían participar en el estudio. Si aceptaban, se los citaba para realizar la entrevista personal con el equipo de investigación.
Criterios de selección
Se incluyen en el estudio individuos de ambos sexos, de 75 o más años de edad, residentes en viviendas familiares de la ciudad de Castellón, con tarjeta sanitaria y que expresen su conformidad en participar en el estudio. También las personas con deterioro cognitivo, pero que permanezcan acompañados de un familiar o un cuidador que, en su caso, pueda responder al cuestionario planteado, descartando las preguntas subjetivas.
Variables e instrumentos de medida
El miedo a caer fue recogido en la pregunta “¿Tiene usted miedo a caer?”, en su clasificación dicotómica sí/no. A su vez, para la medida del miedo a caer se utilizó la Falls Eficacy Scale I (FES-I)10.
Entre las variables independientes se consideraron variables sociodemográficas como la edad, sexo, estado civil, nivel de estudios, convivencia, ingresos mensuales; variables relacionadas con el equilibrio y la marcha; variables del estado de salud como la comorbilidad medida con el índice de Charlson11; la fragilidad medida mediante los criterios promulgados y posteriormente validados por Fried y Watson12; para la discapacidad básica se utilizó el índice de Katz13; la discapacidad instrumental se midió con el índice de Lawton & Brody14; para el deterioro cognitivo se utilizó el Test de Pfeiffer15; los síntomas depresivos se midieron con la escala The Center for Epidemiologic Studies Depresion Scale (CES-D)16; el estado nutricional, con el test Mini Nutritional Assessment17; la calidad de vida relacionada con la salud se midió con el cuestionario de salud Short-Form 36 (SF-36)18; y también se valoró la autopercepción del estado de salud, la polifarmacia y los problemas de visión, audición y sueño.
Recogida de datos
Se realizó durante el primer semestre de 2015, mediante entrevistas individualizadas. El instrumento de recogida de la información fue la Encuesta FRALLE9, que fue adaptada para la ciudad de Castellón. Los encuestadores fueron miembros del equipo investigador.
Cada entrevista tuvo lugar en el centro de salud, a excepción de aquellos casos en los que el participante no pudo desplazarse, en cuyo caso tuvo lugar en su domicilio.
Consideraciones éticas
Con anterioridad al inicio del estudio, el Comité Ético de Investigación Clínica del Departamento de Salud de Castellón informó favorablemente. Antes de comenzar la entrevista y para asegurar el anonimato, la confidencialidad, el consentimiento y la voluntariedad de las personas encuestadas, se entregó una hoja informativa y el consentimiento informado asociado.
Análisis estadístico
Se realizó un análisis descriptivo de la muestra utilizando para los datos cuantitativos medidas de tendencia central y de dispersión, y para los datos cualitativos, medidas de distribución de frecuencias. La tasa de prevalencia del miedo a caer se especificó por el total de la muestra y por sexos. Se presentó en porcentaje y acompañada del intervalo de confianza del 95%. Para el análisis bivariante de los factores asociados se utilizó la prueba de χ2 de Pearson y la prueba t Student.
RESULTADOS
Se obtuvo una prevalencia del miedo a caer del 46%, de la cual el 67,9% corresponde a mujeres y un 29% a los hombres.
Con relación a los factores asociados al miedo a caer, podemos ver en la Tabla 1 las variables sociodemográficas, donde el sexo es el único factor asociado al miedo a caer con un 28% en hombres y un 72% en mujeres. Otro factor asociado al miedo a caer en la mayoría de sus variables es el mantenimiento del equilibrio y la marcha, como puede verse en la Tabla 2. Cabe destacar que el 64% de las personas con deambulación normal tiene miedo a caer. En la Tabla 3 observamos, en referencia al estado de salud, que el 44,2% de las personas con síntomas depresivos tienen miedo a caer; en lo que se refiere a la autopercepción de la salud, un 36,7%, la fragilidad con un 77,8% y las caídas con un 36%. Y en la Tabla 4 podemos ver que la calidad de vida se ve afectada por el miedo a caer con una media de 60,8 y una desviación estándar (DE) de 11,3, con una significación estadística p < 0,001.
Tabla 1 Factores sociodemográficos asociados al miedo a caer: recuento (n) y frecuencia (%)

aMedia y desviación estándar (DE). NS: no significativo.
Tabla 2 Factores relacionados con el mantenimiento del equilibrio y la marcha asociados al miedo a caer: recuento (n) y frecuencia (%)

NS: no significativo.
Tabla 3 Factores del estado de salud asociados a miedo a caer: recuento (n) y frecuencia (%)

NS: no significativo.
DISCUSIÓN
El temor a caer es un problema para las personas mayores. Según Curcio y cols.19 hay modelos teóricos fundamentados en datos sobre el temor a caer en las personas mayores. Hay muchos conceptos para definir y evaluar este miedo, pero la definición más conocida es la de Tinetti y cols.1) y lo definen como una pérdida de confianza de las personas mayores a la hora de realizar las actividades de la vida diaria y la evalúan con la escala Falls Efficacy Scale (FES).
Las personas mayores no tienen miedo a las caídas, sino que temen las consecuencias, como no poder levantarse por sí solos, sufrir lesiones físicas, en definitiva ser dependientes y llegar a ser ingresados en un centro sanitario. El miedo a caer no es solo de la persona mayor, sino que también es compartido por sus familias y cuidadores. Una consecuencia negativa del miedo a caer es la restricción de la actividad, y sobre todo en las mujeres esto conduce a un círculo vicioso: temor a caer, caída, aumento de la fragilidad, aislamiento social, disminución de la calidad de vida y mayor temor a caer19. En Castellón de la Plana, el temor a caer es superior a las caídas; como en otros estudios encontrados en la bibliografía, existe una mayor prevalencia del miedo a caer en las mujeres que en los hombres20. La prevalencia de este estudio es del 46%: un 67,9% mujeres y un 29% hombres.
En el presente estudio, en referencia a los factores sociodemográficos asociados al miedo a caer podemos observar que la única asociación es el sexo, donde las mujeres solo por el hecho de ser mujer tienen más miedo a caer. A diferencia de este, en otros estudios podemos comprobar que las personas mayores con miedo a caer se asocian a un bajo nivel de estudios, solteros, viudos y divorciados21. Kumar y cols.8) confirman que el miedo a caer se asocia al índice de masa corporal (IMC), al grupo étnico, a los ingresos mensuales y al nivel de estudios. En un estudio de la República de Corea, el sexo femenino se asocia a miedo a caer y comentan que esto puede ser posible por haber tenido una experiencia de caída, por lo que habría que intervenir para poder reducir el miedo a caer22. En otro estudio de la ciudad de Fontaine-l’Evêque (Bélgica) también se comenta que el miedo a caer es más elevado en las mujeres y que este aumenta con la edad23.
El miedo a caer en este estudio también está asociado a todos los factores del equilibrio y la marcha, excepto la utilización de ambas piernas y mantenerse sentado. Similar a este estudio podemos observar que en el Reino Unido, en lo referente al miedo a caer, las personas mayores también tienen problemas con el equilibrio8. En el estudio de Liu24) se comenta que las personas mayores tienen miedo a caer en relación con los problemas de equilibrio y la marcha. Por el contrario, en otros estudios relacionados con el equilibrio y la marcha de las personas mayores asociados a miedo a caer no tiene significación21,25.
En relación con el estado de salud asociado al miedo a caer, en este estudio tienen significación estadística los síntomas depresivos, la autopercepción de salud, la fragilidad y las caídas. En un estudio anterior, los factores de síntomas depresivos y fragilidad son similares a este8. En otro estudio, el haber caído es un factor significativo, como la autopercepción de salud, que concuerda con este estudio21,24. Al contrario que en este estudio, hay otros donde los factores significativos son los problemas de visión, un consumo superior a tres medicamentos y discapacidad básica e instrumental21,22,25.
Hay una disminución de la calidad de vida de las personas mayores asociada a miedo a caer, en el componente físico que incluye la función física, el dolor corporal y el rol físico. Afecta a la disminución de la calidad de vida el rol emocional visto en este estudio. En la alteración de uno o más factores relacionados con la calidad de vida puede verse afectada la restricción de sus actividades y relaciones sociales. Este miedo a caer no afecta a todas las actividades que realizan las personas mayores26. La alteración del componente físico y mental por el deterioro gradual de los sistemas orgánicos influye en la calidad de vida de las personas mayores27. Similar a este estudio podemos observar que hay una disminución de la calidad de vida asociada al miedo a caer en el estudio de Svantesson y cols.28.
Limitaciones del estudio
La selección de los sujetos de la muestra se realizó a partir de los datos de la tarjeta sanitaria, por lo que no se cubre toda la población.
Por otra parte, en este grupo poblacional es relativamente frecuente la aparición de problemas cognitivos que pueden dificultar la respuesta al cuestionario planteado. En estos casos, está prevista la presencia de un cuidador o familiar que, en su caso, facilite la cumplimentación del cuestionario de estudio.
CONCLUSIONES
La prevalencia del miedo a caer es del 46%, es más elevada en las mujeres, y similar a lo encontrado en la literatura especializada.
Los factores asociados al miedo a caer en el estudio: el sexo, las alteraciones del equilibrio y la marcha, los síntomas depresivos, la autopercepción de la salud y las caídas. Hay que resaltar que el 64% de las personas que no han caído tienen miedo a caer. La calidad de vida y sobre todo su componente físico están en este estudio asociados al miedo a caer.
Este estudio nos muestra la situación de la población mayor que vive en la comunidad de Castellón de la Plana, donde vemos la importancia del miedo a caer que transmiten las personas mayores, lo que puede afectar a su salud y calidad de vida.