INTRODUCCIÓN
El colectivo de personas mayores no solo cambia cuantitativamente, sino también en su naturaleza. Las características de su salud y enfermedad, sus relaciones y roles, incluso de su economía, evolucionan.
Estos cambios condicionan secundariamente sus necesidades y deseos. Planificar esa etapa de la vida forma parte de un envejecimiento activo y exitoso, que distingue a las actuales generaciones de las pasadas, teniendo incluso más iniciativa, aunque parezca contradictorio, los mayores que se perciben más saludables que quienes se perciben más enfermos1.
Diferentes modelos de vida y asistencia llegan desde países como Japón, Suecia o Estados Unidos. La intergeneracionalidad, la interculturalidad y la tecnología desarrollan nuevas dinámicas poblacionales, con personas mayores perfectamente integradas, con la representación política y de poder que les corresponde2.
Enfrentarse a una nueva manera de vivir dentro de una comunidad de mayores, con diferentes niveles de asistencia (probablemente su último lugar de residencia) puede ser al mismo tiempo un gran reto o un conjunto de oportunidades3. Esta opción, el centro residencial de personas mayores, es la más extendida en España para el cuidado especializado de los mayores que por su grado de dependencia no pueden continuar residiendo en su domicilio. Incluso Suecia, que es líder en la inversión pública del cuidado de los mayores, con una atención especializada domiciliaria muy desarrollada, tiene que recurrir a este tipo de centros residenciales cuando la persona necesita un cuidado propio de etapas avanzadas de dependencia4.
La familia que interviene en el proceso de institucionalización, especialmente la siguiente generación, observa el cuidado que se dispensa hoy y probablemente especula acerca del futuro. Es una generación distinta, con altos niveles de educación y manejo de la tecnología, que se percibe joven y que está acostumbrada a consumir5.
Marco teórico y justificación
La necesidad de instalaciones de cuidado de largo término ha aumentado por el incremento del número de personas mayores y por los cambios sociales que se han producido, que conducen a que muchas personas mayores sean institucionalizadas6.
En España se dispone de 4,2 plazas de residencia por cada 100 personas mayores. En total son 366.633 plazas (2017), según la base de datos de Envejecimiento en Red, después del vaciado de guías y registros autonómicos7.
Son numerosos los inconvenientes relacionados con la institucionalización que se describen en variados trabajos de investigación, remediados o minimizados con intervenciones específicas. Además de la pérdida de autonomía y de intimidad, la percepción de que uno no tiene hogar o de “no pertenencia” amenaza gravemente a la propia identidad8. Los modelos de cuidado centrado en la persona enriquecen la experiencia de cuidado, mejoran el conjunto de resultados de salud y reducen el coste del sistema sanitario9.
Los centros residenciales ofrecen modelos de atención centrada en la persona, aunque al mismo tiempo incluyan prácticas de seguridad del residente que se alejan de este tipo de atención, como puedan ser los medios físicos de contención o las alarmas de posición10, o una plantilla que no está suficientemente cualificada11, o una autonomía e intimidad insuficientes12. Los esfuerzos por conseguir que el cuidado sea centrado en la persona son permanentes, pero las dificultades para desarrollarlos en centros residenciales son abundantes13.
En algunos países existe la sensación de que el sistema de residencias debe ser cambiado por diferentes razones, como ocurre en Australia, donde el coste del cuidado se ha encarecido artificialmente14.
Debido a las nuevas características de la generación “baby-boom”, es posible emplear distintas estrategias que promuevan un envejecimiento activo y saludable, así como innovar en soluciones de habitabilidad que prolonguen su independencia5. El coste de la dependencia en términos de asistencia sanitaria es elevado15. La familia también es objeto de cuidado, especialmente cuando se trata de enfermedades neurodegenerativas16, pero en muchos casos esta generación no tendrá familia o la tendrá muy alejada, geográficamente hablando.
La vida en “cohousing” se fundamenta en la relevancia de vivir en comunidad, en contra del planteamiento de la vida aislada e individual; rescata muchas de las ventajas de la vida que tradicionalmente tuvimos en poblaciones pequeñas incorporándolas al concepto de vida contemporáneo17. Podría tratarse del punto de partida social necesario para implementar otro modo de cuidado de las personas mayores, que podrían permanecer integradas en sus ciudades18.
OBJETIVOS
El objetivo general planteado por los investigadores, dadas las consideraciones previas, es conocer las expectativas personales de cuidado gerontológico para sí mismos de los hijos/as de mayores institucionalizados en dos centros de la ciudad de Jaén.
Como objetivo específico proponen conocer la opinión que tienen respecto del cuidado gerontológico que actualmente reciben sus padres.
METODOLOGÍA
Muestra
La selección de los centros residenciales es aleatoria, de entre los disponibles en la ciudad de Jaén. La selección de los entrevistados es por conveniencia y el tamaño de la muestra viene dado por la saturación de la información conseguida. Se buscó un perfil de relación entre el residente y el familiar. Fueron criterios de inclusión de los familiares de los residentes en la muestra: parentesco de hasta segundo grado de consanguinidad (hijo/a, hermano/a), régimen de cuatro visitas semanales como mínimo e interacción con la mayoría del equipo que organiza y proporciona los cuidados. Fueron criterios de exclusión: edad igual o superior a 60 años.
Los centros residenciales elegidos son de reciente construcción o remodelación, por lo que se ajustan a la normativa vigente. Ofrecen plazas para personas mayores que son subvencionadas y otorgadas por la Administración autonómica y también plazas de financiación privada. La atención ofrecida está basada en el modelo de atención integral y centrada en la persona.
Características principales de los centros:
Residencia Caridad y Consolación. Gestionada por la Fundación María Santísima de Caridad y Consolación. Su principal objetivo es atender a las personas mayores con el máximo respeto y cariño, con vocación de servicio al mayor. Trato humanista con los residentes y familiares. Dispone de 134 plazas, con servicios generales y sanitarios.
Residencia de Mayores Santa Teresa. Gestionada por la Excelentísima Diputación Provincial de Jaén. Configurada como recurso de atención integral a personas con un nivel de dependencia que precisen la ayuda de otra persona para la realización de las actividades básicas de la vida diaria y no puedan ser asistidos en su vida familiar. Dispone de 141 plazas, con servicios generales y sanitarios.
Se llevó a cabo la entrevista en profundidad de 6 personas de cada centro, número con el que la información mostró saturación, y se conformó una muestra final de 12 personas. Los datos se gestionan confidencialmente, respetando la Declaración de Helsinki y la normativa de protección de datos.
Método
Investigación cualitativa que obtiene los datos a partir de entrevistas en profundidad dirigidas por el investigador principal, en 2 sesiones. Se producen después de que cada participante haya recibido la información detallada del proyecto y expresado su consentimiento por escrito, durante los meses de noviembre y diciembre del año 2019.
Con este tipo de entrevista, el investigador consigue recopilar información sobre conocimientos, creencias, rituales de una persona o sobre la vida de una sociedad, su cultura, a través de una conversación personal extensa, no estructurada, en la que se persigue que el entrevistado exprese de manera libre sus opiniones, actitudes o preferencias sobre el tema objeto de estudio19. Las variables observadas se recogen en la tabla 1 y el anexo 1.
El tratamiento estadístico es descriptivo en una primera parte, con análisis de contenido e inferencia en una segunda parte. Como definió Klaus Krippendorff, “el análisis de contenido es una técnica de investigación para realizar inferencias válidas y replicables desde los textos (u otros fenómenos de significado) a los contextos en los que se utilizan”20. Con esta herramienta científica se pretende conseguir la información latente y oculta que, de modo indirecto, la persona entrevistada aporta junto a la información directa. Los autores interpretan los textos de notas primero por separado y después reunidos en una segunda vuelta, con la finalidad de evitar sesgos por interpretación particular. Las expresiones que generaban distintas interpretaciones fueron desechadas. Durante el diseño de la investigación se observó la relación de criterios COREQ21, para el informe de investigaciones cualitativas.
RESULTADOS
Una vez terminado el trabajo de campo, se compila la información obtenida.
Las referencias sociodemográficas que acompañan a los testimonios de los entrevistados se enuncian de acuerdo con la siguiente nomenclatura: CC-ST (centro residencial: Caridad y Consolación-Santa Teresa), M-H (género: mujer-hombre), b-B-U (nivel académico, básico-bachiller-universitario), de tal modo que la referencia CC.M.B indica que la persona es hijo/a de un residente del centro Caridad y Consolación, que es una mujer y que su nivel académico es de bachiller o equivalente (tabla 2).
Tabla 2. Variables sociodemográficas de la muestra

B: bachiller; b: básico; H: hombre; M: mujer; U: universitario.
A partir de las cuestiones propiciadas por la guía (anexo 1), las propiciadas por los entrevistados y la valoración de aquellas cuestiones latentes en el discurso, se construye un conjunto de códigos relacionados entre sí por categorías vertidas en dos temas (tabla 3).
Tabla 3. Diseño de un nuevo modelo de cuidados gerontológicos a partir de las características del actual modelo de cuidados de enfermería en centros residenciales

En el tema Modelo actual residencial, los testimonios abordaron tanto insatisfacciones generales (pérdida de autonomía, intimidad e identidad) como concretas, en las que coincidieron varios casos como es la alimentación, la postura correcta y el cuidado de la ropa: “la comida permanece como uno de los pocos placeres que le quedan a la persona en la senectud” (ST.M.B); “cuando visito a mi padre y lo encuentro mal sentado desconfío del cuidado en general que recibe en mi ausencia” (ST.M.U); “frecuentemente tenemos que comprar ropa porque se rompe o desaparece. Lo peor es que se toma como algo normal” (CC.H.U y ST.M.U). A pesar de estas puntualizaciones (solo en algunos casos), la percepción de la mayoría fue de satisfacción general. Formalmente, los discursos estaban contextualizados con emociones de desaprobación, desconfianza y conformismo.
En la categoría de fortalezas del modelo refirieron el afecto del personal, la limpieza de las instalaciones, la cercanía geográfica a la familia y la idoneidad de relacionarse con personas de su edad: “nos reconforta que todos los empleados conozcan su nombre. Eso no ocurre en otros ámbitos sociales o sanitarios. Probablemente no nos sucederá a nosotros en el futuro. Seremos números o códigos” (CC.M.B); “podemos visitarle diariamente porque vivimos muy cerca” (CC.M.B); “socializa más que nosotros mismos con nuestros vecinos” (CC.H.B). Formalmente, las emociones fueron de vaga esperanza. En la categoría de afinidades, solo un caso encontraba la organización adecuada para sí mismo: “después de tanto trabajo, responsabilidades y decisiones en mi vida, merezco un descanso, que los demás decidan y se preocupen en mi lugar” (CC.H.U). Formalmente, las emociones fueron de optimismo en este caso y de pesimismo en los casos que no eran afines a esta opción.
En cuanto al tema de Modelo futuro, en la categoría de coordinación profesional dentro del modelo, la confianza queda depositada con mayor frecuencia según su orden de aparición en enfermera, trabajador social, auxiliar de enfermería y médico, siempre con cualificación especializada: “organiza mejor los recursos quien te conoce mejor” (ST.M.U). En la categoría de localización, el código más expresado es el del propio domicilio, en la de participación surgieron todos los que significaban interacción con la comunidad, en la financiación, el código mayoritario es pública y en relación con la iniciativa, el código popular. Testimonios como: “nada que se invente superará al bienestar de tu propia casa” (CC.M.B); “es imprescindible la mezcla social, no queremos guetos de mayores” (CC.H.U); “no confío en las gestiones privadas porque son selectivas con la población” (ST.M.B); “la demanda de cambio tiene que ser del usuario, pues la administración está ocupada con la organización actual” (ST.M.b). Formalmente, las emociones fueron de ilusión, optimismo y agradecimiento por tener la oportunidad de reflexionar acerca de cuestiones que siempre se aplazaban.
Un caso expuso un modelo concreto descrito con ricos detalles: “los cuidados a los que yo aspiro los recibiré en mi hogar, que compartiré con personas de mi vida, que habrá sido construido para procurarnos altas cotas de independencia (confort y tecnología) y que sostendremos entre todos (máximo 8 personas) con un alquiler reducido (intervenido por el Gobierno). Los cuidados especializados (trabajador social, médico y enfermera) los coordinará la enfermera gerontológica, que es la que conoce nuestros nombres. Muchos equipos a domicilio funcionan porque los presupuestos han sido previstos. La ayuda del hogar (compra, limpieza y acompañamiento) la pagamos nosotros en común, con nuestras pensiones y las rentas de nuestras viviendas originales en propiedad” (CC.M.B).
DISCUSIÓN
El tamaño y localización de la muestra limitan poderosamente las conclusiones del estudio.
En pocas teorías de enfermería se discuten los importantes aspectos de los cuidados a las personas mayores. Es necesario desarrollar un modelo de cuidado de enfermería (más que de otro tipo de teorías contemporáneas) que tenga en consideración el envejecimiento humano22.
Como adelantaba la Dra. Ebersole acerca de las tendencias emergentes en el cuidado de los mayores, “la tendencia más importante en la administración de los cuidados es el crecimiento en la propia dirección”23. Los temas prioritarios para investigar en el ámbito de los cuidados ofrecidos a mayores en las instituciones son la atención centrada en la persona, la dignidad, el número correcto de empleados y su suficiente cualificación24. El aumento globalizado de puestos de trabajo para la enfermera de práctica avanzada ha demostrado que el sistema de salud puede ser más efectivo, seguro, accesible y con continuidad del cuidado25.
Muchos mayores opinan que la institucionalización se ocupa de responder a las necesidades básicas, pero no promueve la vida independiente ni la autonomía26, ni las relaciones sociales27. Otros mayores comprueban que, aunque muchos aspectos son mejorables, algunos temores que sufrieron al ingresar en un centro fueron infundados28.
La opción de vivir en “cohousing”, manteniendo tu privacidad dentro de unos espacios comunes, ha de plantearse como una alternativa especial, pero no para personas especiales, sino para cualquier persona. Los Países Bajos y Dinamarca tienen un prolongado y exitoso recorrido en esta organización de los espacios y las relaciones29.
El caso concreto de “Humanitas” como experiencia exitosa de vida intergeneracional en los Países Bajos, apunta a la nueva dirección que pudiera tomar el cuidado de los mayores. Viviendas dentro de la comunidad e interacción social. Aunque son privadas, se integran en unos espacios comunes colectivos en los que son bienvenidos los vecinos de la comunidad. Personas jóvenes que desean residir allí pueden hacerlo, sin coste alguno para ellos, con la única obligación de interaccionar y ayudar cortésmente al resto de habitantes. Se acaba con el concepto de instalaciones y servicios ofrecidos a personas mayores que se sienten invitados permanentes, pues la plantilla y los vecinos de la comunidad son los invitados y cada día es diferente, producto de la interacción personal30.
En cuanto al rol de la enfermera, se corrobora con este estudio que la aportación que es capaz de hacer la enfermera gerontóloga en el cuidado de la persona mayor es, además de técnica, de relación humana31. La enfermera asesora a la persona mayor y a su familia acerca de los recursos existentes para recibir los cuidados adecuados a sus necesidades. En el caso de optar por la institucionalización es particularmente necesaria esta labor, que rompe estereotipos y alivia el sufrimiento32.
CONCLUSIONES
Con los resultados obtenidos ofrecemos las siguientes conclusiones:
La mayoría de los hijos/as de residentes manifiesta que reciben un cuidado óptimo. Después de interpretar la información no verbal que acompaña al contenido expresado, se identifica relativa insatisfacción, que podría explicar el rechazo a recibir este tipo de cuidado en el futuro.
Sus propuestas de cuidado, expresadas con emociones de capacidad para cambiar la oferta actual, pasan por la domiciliación del cuidado, la especialización de los profesionales, con coordinación de enfermería gerontológica y una financiación mayoritariamente pública de atención universal.