Entre acordes musicales, seguramente podríamos acompañar esta letra de Antonio Machado que dice “… todo pasa y todo queda…”. Así es la vida y aquí estamos con nuevos tiempos, porque, en definitiva, eso es lo que significa vivir…, un continuo cambio.

Y en este paso del tiempo, y en nuestra sociedad (SEEGG, Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica) podemos ver el halo tan fructuoso que han ido sembrando con su buen hacer las personas que nos han liderado en los equipos hasta ahora, comenzando por Javier Soldevilla Agreda, continuando por Misericordia García Hernández y recientemente Fernando Martínez Cuervo.

Desde una mirada retrospectiva del tiempo, los lectores de esta, nuestra revista, entenderemos mejor que otros lo que dice el título de esta editorial. Porque, además, fruto de los cambios que suceden en nuestras vidas, se aprende, se cambia, se suma, se comunica, se crean vínculos, se crece…, ocurren transformaciones como sucede con las mariposas, que hasta llegar a ser adultas sufren una metamorfosis completa, y eso es lo bueno y lo grande de cambiar.

Y es el momento de proyectar el futuro con ilusión, frente al pasado abonado. No es un ciclo que termina, debe ser un continuo, siempre avanzando para conseguir los mejores resultados de toda la familia que componemos la SEEGG.

Hace unos días, Fernando Martínez Cuervo, que ha desempeñado el cargo de presidente de esta sociedad durante 11 años, ha decidido entregar el testigo de forma voluntaria a un nuevo equipo.

Durante estos años de presidencia, muchos han sido los logros, con momentos fáciles y otros no tanto, pero siempre pensando en las per sonas mayores receptores de nuestros cuidados, en las enfermeras que trabajan para conseguir el mejor bienestar de estos, en las enfermeras especialistas, tratando siempre de que se reconozca, entre otras cosas, su especificidad en el puesto de trabajo, no siempre conseguido, pero sí en una continua insistencia. Y desde luego, trasmitiendo a la sociedad la presencia de enfermeras de la vejez, con alta cualificación y buen hacer, y que se interesan, especialmente, en la vida diaria de la persona mayor.

Durante estos años, queda constancia de haber elevado el nivel científico de todas las enfermeras y otros profesionales de la salud que componemos esta sociedad.

Gracias Fernando por este tiempo, por esta dedicación que has empleado y que estamos seguras de que seguirás dedicando parte de tu tiempo.

Y ya para terminar, y siguiendo a este gran poeta, continuamos con su letra "Caminante no hay camino, se hace camino al andar...".

Y como la vida misma, se presentan nuevos cambios aún por definir, y desde luego nuevos y grandes retos que están brotando, a los que se mira con el entusiasmo y la ilusión de las personas que componemos este grupo, queriendo dar respuestas de forma eficaz con seguridad y dedicación.

Todos los cambios generan al menos cierta inquietud, ya que las personas nos sentimos más cómodas en situaciones conocidas y sobre las que creemos ejercer un cierto control, por lo que en ocasiones se siente vértigo e inquietud, pero a la vez tienen un efecto positivo, ya que aumentan nuestro nivel de alerta y producen entusiasmo.

¡Construyamos entre todos un camino fructífero!