Introducción
Una quemadura es una herida en la piel u otros órganos1 producida por agentes biológicos, físicos o químicos1,2, que causa la desnaturalización proteica tisular. Según la profundidad, pueden ser de primer, de segundo o de tercer grado. Las primeras suelen remitir espontáneamente en 4 o 7 días, las de segundo grado pueden curar en 2 o 3 semanas, mientras que las hipodérmicas o de tercer grado precisan injertos1.
Hay estudios que reflejan la eficacia de componentes como el ácido hialurónico2-4 o la carnosina5 como agentes cicatrizantes en diversos tipos de heridas2-5, y que conforman la mayor parte de la composición del apósito Tulgrasum®. Este apósito contribuye al proceso normal de cicatrización a partir del mantenimiento del pH de la herida en niveles óptimos y mediante la protección del microambiente de esta, y está indicado su cambio cada 6 o 12 h, dependiendo del estado clínico de la herida3.
El ácido hialurónico constituye la mayor parte de la matriz extracelular. Proporciona propiedades hidratantes y lubricantes, regula distintas fases del proceso de cicatrización, como la inflamatoria2-4, la angiogénesis3,4 y la fase de granulación; además, proporciona un entorno húmedo en el lecho de la herida2,4 para favorecer la migración3,4 de células endoteliales4 y de fibroblastos, estimulando la proliferación de los depósitos de colágeno2-4. La carnosina, por otra parte, es un dipéptido constituido por b-alanina y L-histidina que acelera la reepitelización y la angiogénesis, y favorece la formación de depósitos de colágeno5. Posee propiedades reguladoras del pH, antiglicantes, quelantes de metales pesados3 y antioxidantes3,5.
A continuación, se detallarán una serie casos clínicos con el fin de analizar las propiedades cicatrizantes y la evolución curativa de quemaduras de primer y segundo grados, tras la aplicación del apósito Tulgrasum® como tratamiento regenerativo principal.
CASOS
Caso 1
Paciente que presenta una quemadura de 2.º grado profundo en su domicilio con agua hirviendo en zona pectoral y abdominal. Se trata de una lesión con un nivel de dolor muy intenso, con una importante pérdida de integridad cutánea, con tejido desvitalizado epidérmico tras la formación de ampollas en ambas mamas y un exudado abundante (Figura 1A).
Juicio clínico: se limpia la herida, se desbridan los tejidos no viables y se combinan apósitos para el manejo del exudado y el apósito Tulgrasum® (Figura 1B). Se realizan un total de 18 curas durante un período de 30 días, en un primer momento fueron diarias y, finalmente, se espaciaron cada 48 o 72 h. Se logró una reducción del dolor y una mejora significativa del proceso de cicatrización (Figura 1C).
Caso 2
Varón de 43 años, con quemadura de 2.º grado en mano derecha por escaldadura de agua (Figura 2A).
Juicio clínico: inicia tratamiento con apósito Tulgrasum® cada 12 h el 9 de marzo de 2023, espaciando posteriormente las curas cada 24 h hasta el 28 de marzo de 2023. Se consigue una reducción del nivel de dolor, mejoría de la inflamación y retracción de la piel (Figura 2B).
Caso 3
Paciente que presenta una quemadura de 2.º grado superficial en extremidad superior. Se trata de una lesión dolorosa (EVA = 6) con pérdida de la integridad cutánea (Figura 3 A y B).
Juicio clínico: se limpia la herida, se desbridan tejidos no viables y se aplican apósitos absorbentes para garantizar una cura en ambiente húmedo, con un desbridamiento autolítico (Figura 3C). Como resultado, se reduce el nivel de dolor e inflamación. El tratamiento comienza el 8 de marzo de 2023 y finaliza tras 8 días, espaciando las curas cada 4 días (Figura 3D).
Caso 4
Paciente que presenta una quemadura de 2.º grado superficial causada por vapor de agua de la plancha, con pérdida de integridad cutánea y un nivel de dolor leve (EVA = 2) (Figura 4A).
Juicio clínico: se limpia la herida y posteriormente se aplica apósito Tulgrasum® (Figura 4B). El tratamiento comienza el 27 de abril de 2023, y se extiende hasta el 3 de marzo de 2023, en total se realizaron 4 curas espaciadas cada 48 h. Como resultado, se consigue reducir la sensación dolorosa y acelerar el proceso de cicatrización de la quemadura (Figura 4C).
DISCUSIÓN
El apósito Tulgrasum® mostró eficacia en la formación de tejido de granulación, así como en la aceleración de la regeneración tisular. Además, mejoró el proceso inflamatorio y redujo la sensación dolorosa en las quemaduras de primer y segundo grados.
En la literatura, el ácido hialurónico se ha utilizado en forma de gel2-4 o de apósito3,4 para mejorar la curación de quemaduras, úlceras diabéticas2-4, úlceras venosas2,4, abrasiones o cortes3. Proporciona un medio húmedo sobre la herida2,4, que favorece la producción de colágeno, y contribuye a la migración2-4, proliferación y diferenciación celular2,3. Asimismo, reduce el riesgo de cicatrización complicada2 mediante su acción antiinflamatoria2-4. La formación del entorno húmedo así como sus propiedades antiinflamatorias pudieron actuar como mecanismos favorecedores de la cicatrización.
Asimismo, la carnosina es un dipéptido que se ha utilizado en la práctica clínica en la curación de heridas crónicas. Se le atribuyen propiedades antioxidantes e inmunomoduladoras3,5, posibles acciones favorecedoras de la aceleración de la formación de tejido de granulación y la cicatrización de las quemaduras descritas.
En los casos expuestos, se aplicó la siguiente pauta de cura sobre las quemaduras: limpieza de la herida, desbridamiento de tejidos no viables y desvitalizados y aplicación de apósito Tulgrasum®. Por otro lado, se recomienda cambiar el apósito cada 6 o 12 h, dependiendo del estado clínico de la herida. No obstante, la sustitución de un apósito Tulgrasum® por otro se realizó cada 24, 48, 72 o 96 h, apreciando igualmente en todos los casos expuestos una aceleración de la regeneración tisular, así como una mejora en la atención clínica y en la relación coste-beneficio como apósito para el tratamiento de las quemaduras.
CONCLUSIONES
Los apósitos Tulgrasum® han mostrado eficacia en la regeneración de los tejidos y en la formación del tejido de granulación para el cierre de las quemaduras en los casos expuestos. Las acciones antioxidantes, inmunorreguladoras3,5, antiinflamatorias e hidratantes2-4 asociadas a sus componentes principales fueron los posibles mecanismos cicatrizantes de estas heridas. Asimismo, se plantea un mayor espaciamiento en los cambios de los apósitos Tulgrasum®, pues los cambios de apósito hasta 96 h después demostraron ser igualmente eficaces para mejorar el cierre de las quemaduras.