INTRODUCCIÓN
La inflamación y erosión de la piel causada por la exposición prolongada a diversas fuentes de humedad, incluyendo la orina o las heces, el sudor, el exudado de la herida, el moco o la saliva es la definición del término lesiones cutáneas asociadas a la humedad (LESCAH)1. Este término, traducción de la denominación norteamericana de moisture associated skin damage, se acuñó en España por primera vez en 20131.
Posteriormente se desarrolla un nuevo marco teórico que supone una modificación en la clasificación de las lesiones que aparecen en pacientes con algún grado de dependencia, como las lesiones por presión (LPP) o las LESCAH, por ejemplo, porque, aunque el grado de dependencia de quien la padece es el denominador común, la etiología o agente causal que las produce no es el mismo; por tanto, ni la prevención ni el tratamiento van a ser iguales2. Este nuevo concepto de lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia (LCRD), además de incluir las LPP y las LESCAH incluyen 5 etiologías distintas más.
Con este nuevo marco teórico, el GNEAUPP en 2014 define las lesiones por humedad como: "La lesión localizada en la piel (no suele afectar a tejidos subyacentes) que se presenta como una inflamación (eritema) y/o erosión de la misma, causada por la exposición prolongada (continua o casi continua) a diversas fuentes de humedad con potencial irritativo para la piel (por ejemplo: orina, heces, exudados de heridas, efluentes de estomas o fistulas, sudor, saliva o moco"3.
Las LESCAH incluyen en su definición el agente causal, la humedad. La humedad en general, pero existen diferentes fuentes de esta, siendo la dermatitis asociada la incontinencia (DAI) el tipo de LESCAH más importante1. La DAI se define como "inflamación de la piel producida por el contacto de la orina o heces con la piel perineal o perigenital"2.
La DAI es un problema de gran relevancia en personas con incontinencia urinaria o mixta, con notarias repercusiones en el individuo que la padece en todos los aspectos biopsicosociales que lo engloba y en el ámbito de atención que lo trata, con un detrimento final de la calidad de vida de quien la padece4.
La DAI asociada a pacientes con incontinencia se sitúa en un 36% en personas mayores que reciben cuidados críticos según estudio de Bliss et at. en 20115. Epidemiológicamente hablando, las cifras de prevalencia varían considerablemente dependiendo del tipo de población y de los criterios diagnósticos de lesión por humedad asociada a la incontinencia, ya que en muchas ocasiones se sigue diagnosticando a estas lesiones como LPP. Por esta razón, en la literatura encontramos rangos de prevalencia de entre el 4,3 y el 42% y de incidencia entre el 3,4 y el 50%6.
La disminución de su incidencia y prevalencia sigue siendo un reto para las instituciones y profesionales sanitarios7. Estamos ante un problema de salud de gran trascendencia y repercusión, tanto por su epidemiología como por el detrimento en la calidad de vida de quien la padece, como por el aumento de costes sanitarios directos e indirectos, por lo que la instauración de protocolos bien definidos que minimicen los pasos y el tiempo son eficaces y rentables8.
La DAI tiene múltiples manifestaciones que van desde una rojez brillante (enrojecimiento) hasta erosión de dermis-epidermis con exudado seroso acompañados de síntomas como ardor, prurito, escozor, quemazón, hormigueo o dolor, acompañado o no de infección3,8.
La mera exposición a la humedad parece no ser suficiente para la aparición de una lesión8, ya que pueden influir otros factores como el tiempo prolongado de exposición, el contenido de irritantes químicos de la fuente de humedad y su pH, la presencia de microorganismos patógenos o el estado general del paciente1, así como también un uso liberal de detergentes para limpiar la piel9. El tipo de absorbentes que se use también es un factor que hay que tener en cuenta, ya que puede alterar el pH de la piel y el ya débil manto ácido de la piel en una persona envejecida9.
Se ha identificado un aumento de la DAI asociado al proceso de envejecimiento, observándose que las personas mayores en comparación con las más jóvenes tienen un mayor riesgo de presentar incontinencia urinaria y/o fecal10. Es evidente que no todas las personas con incontinencia urinaria o mixta están afectadas por la DAI, pero se estima que aproximadamente un tercio de las personas con incontinencia fecal la desarrollarán11.
El envejecimiento de la población es cada vez más evidente en prácticamente todos los países del mundo. Un ejemplo lo constituye España, con una población de 47.475.420 habitantes según el censo del Instituto Nacional de Estadística a fecha del 1 de enero de 2022, en que los octogenarios ya representan un 6% de la población12.
Además de los factores que demuestran tener cierta relación con la aparición de estas lesiones, en una revisión exploratoria previa en 202213, se determinó que los 2 productos más usados para la prevención en este contexto son las pomadas de óxido de zinc y las películas barreras no irritantes o películas de acrilato, aunque se precisa de más estudios en esta línea para determinar su eficacia y rentabilidad.
A la vista de lo expuesto, y teniendo en cuenta el crecimiento etario de la población, los costes derivados de la atención a un paciente con DAI continuarán aumentando en los próximos años.
La justificación de este estudio viene dada por la necesidad de conocer el perfil de los pacientes institucionalizados con incontinencia (urinaria y/o mixta), la incidencia de lesiones asociadas a la humedad por este tipo de incontinencia, las medidas preventivas utilizadas y las complicaciones derivadas de este tipo de lesiones, ya que permitirá evaluar los planes de cuidados que se establezcan, tanto para mejorar la calidad de vida de los pacientes incontinentes como para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario implantando medidas coste eficientes.
OBJETIVOS
Objetivo general: conocer el perfil de los pacientes institucionalizados con incontinencia (urinaria y/o mixta).
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Objetivos específicos:
- Analizar las medidas preventivas utilizadas en los pacientes con incontinencia incluyendo los sistemas de higiene, el tipo de absorbente, el número de cambios de este y el tipo de producto barrera utilizado en la poblacional analizada.
- Determinar las principales complicaciones derivadas de la incontinencia que presentan los pacientes.
- Establecer la incidencia de lesiones asociadas a la humedad por incontinencia urinaria y/o incontinencia mixta en una muestra poblacional de pacientes institucionalizados en varias residencias de Andalucía.
METODOLOGÍA
Tipo de estudio
Esta investigación forma parte de un proyecto de investigación más amplio, en el que se llevó a cabo un estudio de cohortes prospectivo multicéntrico en 10 centros sociosanitarios de varios distritos de atención primaria en las provincias de Jaén y Cádiz, atendiendo al producto sanitario utilizado como prevención (óxido de zinc y películas de barrera no irritantes) para las lesiones por humedad asociadas a la incontinencia. En este artículo se presenta el perfil de las personas institucionalizadas con incontinencia (urinaria y/o mixta) incluidas en la investigación.
Unidad de estudio
Población de estudio: pacientes atendidos en residencias de ancianos de los distritos sanitarios Jaén-Jaén Sur, Jaén Norte y Cádiz, que atiendan a adultos mayores dependientes, acreditadas por la Comunidad Autónoma (Orden de 5 de noviembre de 2007 por la que se regula el procedimiento y los requisitos para la acreditación de los centros para personas mayores en situación de dependencia en Andalucía), con médico propio y atención de enfermería las 24 h y que presenten incontinencia urinaria y/o mixta.
Muestra: pacientes de la población de estudio que cumplan los criterios de inclusión/exclusión, aceptaron participar en el estudio y que permanecieron ingresados desde la fecha de su inicio.
Método de selección de la muestra: se realizó un muestreo no probabilístico de tipo intencional o de conveniencia, seleccionando a todos los participantes en el proyecto primario desde el inicio del estudio hasta completar tamaño muestral.
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Criterios de inclusión:
- Ser mayor de 18 años y previsión de esperanza de vida mayor a 6 meses desde el inicio del estudio.
- Presentar incontinencia urinaria y/o incontinencia mixta.
- Uso de absorbentes de manera continua y como único método para el manejo de la incontinencia.
- Tener ausencia previa de lesión por humedad.
- Utilizar de manera habitual y única uno de los productos llevados a estudio: pomada de óxido de zinc o película de barrera de no irritante.
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Criterios de exclusión:
Cálculo del tamaño de la muestra: para el cálculo de la muestra en el estudio de cohortes, se tuvo en cuenta la hipótesis de que las personas tratadas con películas barrera no irritantes (PBNI) presentan mejores resultados de prevención en la DAI que las tratadas con pomadas de OZn. Se incluyeron los pacientes atendiendo a las estimaciones realizadas en el estudio de cohortes del proyecto principal, que fue asumiendo un error α de 0,05, una potencia estadística del 80% y considerando que la DAI asociada a pacientes con incontinencia se situaba en un 36% (8) estableciéndose un total de 110 pacientes (55 por cohorte).
Variables analizadas
Se analizaron las siguientes variables: edad, sexo, comorbilidades asociadas, tratamiento farmacológico, grado nutricional mediante una escala validada como el Mini Nutritional Assesment (MNA), tipo de incontinencia, existencia de infección urinaria o gastroenteritis en el momento de la intervención, grado de autonomía personal (Barthel), tipo de absorbente utilizado, número de cambios diarios de absorbente que realiza, escala de medida de lesión perineal (Perianal Assesment Tool, PAT), escala de riesgo de lesiones relacionadas con la dependencia (escala de Braden), método de higiene utilizada, malos hábitos, tipo de protección de la piel utilizada tras la higiene y porcentaje de OZn en el caso de utilizar la pomada de OZn como medida de protección.
Métodos e instrumentos en la recolección de los datos
La recolección de los datos se llevó a cabo mediante un cuestionario ad hoc.
Análisis de datos
Para este artículo se llevó a cabo un análisis descriptivo global. Las variables cualitativas se describen utilizando las frecuencias y porcentajes, y las variables cuantitativas se calculan con las medias y desviación estándar si tiene distribución normal, y como mediana y rango intercuartílico si no la tienen
Aspectos éticos
El estudio fue aprobado por el Comité Coordinador de Ética de la Investigación Biomédica de Andalucía (CCEIBA). Se solicitó el consentimiento verbal y escrito de los pacientes y/o familiares respetando las normas de la Declaración de Helsinki, codificando y tratando de manera confidencial los datos identificativos tal y como indica la Ley Orgánica 3/2018, del 5 de diciembre, de Protección de Datos y los Derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición). Este estudio además cuenta con la financiación del organismo FIBAO (Fundación para la Investigación Biosanitaria de Andalucía Oriental. Alejandro Otero) bajo el código de Proyecto AP-0312-2022.
RESULTADOS
Sobre el perfil de los pacientes institucionalizados con incontinencia (urinaria y/o mixta)
El estudio incluye una muestra total de 164 participantes de 10 centros sociosanitarios privados, distribuidos en 3 distritos sanitarios de 2 provincias (Jaén y Cádiz). El 71% de la muestra son mujeres y el 29% hombres. La edad media de los pacientes es de 85,7 años con un rango entre 58 y 102 años. Todos los pacientes mostraban incontinencia, ya que este era un criterio de inclusión, pero en un 58,5% de los casos además de incontinencia urinaria, también presentaban incontinencia fecal o mixta.
Los antecedentes personales de los pacientes incontinentes incluidos en el estudio se presentan en la figura 1. Como se puede apreciar la principal patología es la diabetes (casi 1 de cada 3) seguido de la insuficiencia renal (casi 1 de cada 5). Otro de los antecedentes más presentes fue el deterioro cognitivo o demencia de cualquier etiología, quedando patente en 1 de cada 10 pacientes y la hipertensión arterial presente en 1 de cada 8 pacientes.

Fuente: elaboración propia.
Figura 1. Antecedentes personales más prevalentes en los pacientes incontinentes institucionalizados del estudio.
Al explorar los tratamientos farmacológicos más prevalentes (fig. 2) en esta muestra, nos encontramos que los 1 de cada 2 pacientes toma un diurético y 1 de cada 5 antidiabéticos orales. Corticoides orales, anticoagulantes, inmunosupresores fueron otros de los tratamientos documentados, pero con una frecuencia en el total de la muestra bastante inferior.

Fuente: elaboración propia.
Figura 2. Tratamientos farmacológicos más prevalentes en los pacientes incontinentes institucionalizados del estudio.
Los datos obtenidos con escala PAT indican que el 95% de los pacientes tienen una puntuación entre 4,89 y 5,22, es decir un riesgo bajo-moderado de desarrollar DAI. Según la escala Braden, que mide la probabilidad de desarrollar LPP, el 95% se encontraba con una puntuación de entre 14,23 y 15,04, lo que evidenciaba un riesgo medio.
Para la evaluación del grado de dependencia para las actividades básicas de la vida diaria se utilizó el índice de Barthel, estando el 95% diagnosticado de dependencia severa, con un rango entre 21 y 28 puntos.
La evaluación del estado nutricional se valoró mediante el MMA, que dio como resultado que el 95% de los pacientes tuvieron entre 14 y 16 puntos, lo que sugiere un estado de malnutrición.
Como hábitos tóxicos para el organismo, se exploró la frecuencia de consumo de alcohol y tabaco. El tabaco no estuvo presente en ningún caso y el consumo de alcohol solo estuvo patente en 2 pacientes, suponiendo el 1,2% del total de la muestra.
Sobre las medidas preventivas utilizadas en los pacientes con incontinencia
Si analizamos el método de higiene llevado a cabo, obtenemos que el tipo de higiene más extendida es el agua y jabón en un 54,3%, no siendo en ningún caso jabón específico para lavado de zona genitales. En un 31,7% de los casos, el método son las toallitas jabonosas, y solo en un 25,6% se utilizó un jabón 3 en 1 junto a toallitas secas, específico de la zona genital de higiene en seco. Se registraron pacientes que alternaban la higiene con agua y jabón junto a las toallitas jabonosas, según disponibilidad durante el aseo, no siendo la elección del método según el tipo de incontinencia o producto barrera protector.
El único método de manejo de la incontinencia fue la utilización de absorbentes. Un 65,9% con utilización de absorbentes de día, en un 81,1% de absorbentes de noche y un 45,1% de absorbentes supernoche con una media de 3,7 cambios diarios (IC95%, 3,56-3,89) y un rango entre 1 y 6.
En un 74,4%, la marca del absorbente fue la misma, es decir el 9 de cada 10 residencias tuvieron la misma marca y modelos de absorbentes, tan solo un centro sociosanitario utilizó una marca distinta.
Tras la higiene y aseo, se evaluaba qué tipo de protector cutáneo se aplicaba a la piel. Las dos opciones que se seleccionaron como criterio de inclusión en el estudio fueron la pomada de óxido de zinc o las PBNI y los resultados mostraron una distribución equitativa entre ambos grupos. En un 52,4% de los casos se utilizó de manera única la PBNI y en un 47,6% la pomada de óxido de zinc. Respecto al porcentaje de zinc que contenía la pomada, el utilizado en todos los casos fue del 21%.
Sobre las complicaciones derivadas de la incontinencia que presentan los pacientes
De la muestra obtenida, 4 personas institucionalizadas, es decir el 2,4%, mostraron infección urinaria en el momento de ser evaluadas, y tan solo se documentó 1 evento de gastroenteritis aguda.
Las complicaciones derivadas de la incontinencia que más se exploraron, sobre la base de las ya reflejadas en la literatura científica, fueron dolor, prurito, quemazón, dermatitis, eritema y ardor. A lo largo del seguimiento del estudio, 6 semanas, el prurito fue el síntoma más referido, en un 3,7%, seguido de eritema, en un 2,4%, y la sensación de quemazón, en un 1,8%. Estas complicaciones generaron malestar en el paciente, pero no llegaron a manifestarlas como dolorosas mediante la escala numérica del dolor.
Además de estas complicaciones asociadas a la incontinencia, 3 pacientes llegaron a desarrollar LPP en este contexto de incontinencia suplida con absorbentes. Dos fueron identificados en categoría I y uno en categoría II. Es decir, el 1,8% de los pacientes incontinentes desarrolló una LLP.
El 98,8% de las complicaciones no requirieron asistencia médica para valoración o tratamiento.
Sobre la incidencia de lesiones asociadas a la humedad por incontinencia urinaria y/o incontinencia mixta en la muestra
La incidencia de lesiones por humedad asociadas a la incontinencia en esta muestra de estudio multicéntrica fue del 20,7%. Una de cada 5 personas, durante las 6 semanas de seguimiento que duró el estudio, desarrolló una LESCAH.
En la figura 3 se muestran las frecuencias de incidencia de LESCAH y su categorización en las 4 mediciones realizadas a lo largo de las 6 semanas de seguimiento de las cohortes. Como se puede ver, la mayor incidencia se detecta a la primera semana con la primera medición, con un 20,7% en total, siendo en su mayoría, en un 17,7%, de categoría IA. La incidencia en las semanas sucesivas desciende en un 15,9, 16,5 y 14%, que se corresponden con las mediciones a la segunda, cuarta y sexta semanas de seguimiento. En la incidencia para categorizaciones superiores, como 2B, tan solo se detectaron 2 casos en la semana 4, y 1 caso en la semana 6.

Fuente: elaboración propia.
Figura 3. Frecuencia de incidencia de lesiones cutáneas asociadas a la humedad (LESCAH) y su categorización.
Estos datos van en sonoridad con la medición de la existencia y categorización de severidad del eritema mediante la escala EVE, que tal y como se muestra en la figura 4, que la incidencia máxima detectada fue de un 12,2% para un EVE 1 (poco eritema, casi imperceptible) en la primera medición.
DISCUSIÓN
El objetivo principal de este estudio ha sido determinar el perfil de los pacientes institucionalizados con incontinencia (urinaria y/o mixta) en residencias de ancianos de los distritos sanitarios Jaén-Jaén Sur, Jaén Norte y Cádiz.
En una investigación previa realizada por Rodríguez Palma8 se identificaron 8 factores de riesgo que predisponen a la aparición de DAI: deterioro cognitivo o alteración del nivel de conciencia, uso de medicación, estado de salud deteriorado, uso de dispositivos absorbentes, cuidados de la piel inapropiados y alteración de la oxigenación tisular. Algunos de estos factores descritos por este autor van en consonancia con el perfil sociodemográfico detectado en este estudio respecto a los antecedentes personales más prevalentes de deterioro cognitivo, disminución de la movilidad y la doble incontinencia.
De igual manera, la diabetes mellitus, una de las patologías más prevalentes en la muestra estudiada también es considerada en otros estudios como factor de riesgo de desarrollo de DAI14-17.
Si atendemos al sexo, Kottner et al., en 201414, también detectaron que la prevalencia es mayoritaria en mujeres en una proporción similar a la de este estudio, con un 75,1%. Bliss et al.15 y Rohwer et al.16, por el contrario, no encontraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la distribución por sexo, siendo la distribución más homogénea.
Otro de los AP más prevalentes en esta muestra de pacientes incontinentes institucionalizados, es la presencia de deterioro cognitivo y concretamente en estadio moderado-grave. Dato que va en consonancia con el tipo de pacientes reportados por otros estudios5,18. Pero, aunque se detecte como una de las patologías más presentes en pacientes incontinentes, hay quien afirma que no existe diferencia significativa en el desarrollo de una DAI con respecto al grupo de pacientes incontinentes que no tienen deterioro cognitivo15.
Los antidiabéticos orales o diuréticos son los fármacos más prevalentes en la muestra de incontinentes que desarrollan DAI en este estudio, pero según la literatura existente8 no se pueden demostrar una relación clara en el papel que juegan éstos medicamentos en el desarrollo de la DAI. En estudios preliminares, se sugiere que ciertos fármacos como antibióticos, esteroides, inmunosupresores, etc., o sus metabolitos, al ser excretados por orina o heces, podrían afectar a la flora intestinal afectando la barrera cutánea protectora de la piel, pero se precisa de más líneas de investigación futuras en este campo8.
Al valorar el estado nutricional, en este estudio se detecta que el 95% de los pacientes tuvieron entre 14 y 16 puntos, lo que sugiere un estado de malnutrición. Aunque hay estudios que reportan que la necesidad de precisar soporte nutricional tiene un 20% más de probabilidad de desarrollar una DAI18 y se sabe que la nutrición es un factor coadyuvante ya que disminuye la tolerancia tisular8, los datos de malnutrición que reporta este estudio no se pueden tomar como fiables. El estado nutricional se midió con el MNA sin formación previa de los investigadores colaboradores responsables de la recogida de este dato, a diferencia del resto de las que sí se hizo: escala Braden, índice de Barthel, PAT y la evaluación del eritema según la escala EVE. Además de la categorización de las LCRD, certificándose con el diploma de superación del Sistema de Entrenamiento en la Clasificación de Lesiones Adquiridas Relacionadas con la Dependencia (SECLARED).
En 2018 se llevó a cabo un ensayo clínico aleatorizado (ECA) en Portugal para evaluar el efecto de las pomadas de óxido de zinc y las PBNI en la prevención de la dermatitis asociada a la incontinencia en pacientes ingresados en una clínica médica19 y se evidenció un perfil sociodemográfico muy similar al realizado en España en este estudio. El 62% fueron mujeres, la comorbilidad más frecuente fue la diabetes mellitus seguida de las infecciones del tracto urinario, deterioro cognitivo y accidentes cerebrovasculares. El uso de diuréticos y de antibióticos orales fueron los tratamientos más reportados. La frecuencia de cambios de absorbentes también fue similar, siendo este caso 3 absorbentes diarios, con una variación mínima de 2,84 y máxima de 3,03. Y respecto a la incidencia global de DAI, este ECA identificó un porcentaje algo más elevado, un 44%, pudiéndose atribuir a la situación basal de sus pacientes, ya que estos estaban ingresados en una clínica médica y los de este estudio se encontraban institucionalizados en centros sociosanitarios19.
Nuestra incidencia va en sonoridad con el 6º Estudio nacional de prevalencia en España de LCRD realizado por el GNEAUPP20, que publicó que, de las lesiones reportadas en pacientes institucionalizados, en un 17,5% de esas lesiones el agente causal era la humedad, con más prevalencia la categoría IA. Y también con otro estudio realizado sobre centro sociosanitarios en Lleida en 202121, que establecía la prevalencia de DAI en pacientes incontinentes institucionalizados en un 21,87%.
CONCLUSIONES
La media de edad de los pacientes incontinentes institucionalizados es de 85,7 años, estando la incontinencia fecal añadida en más de 1 de cada 2 personas con incontinencia urinaria. La distribución por género es más predominante en la mujer. Siete de cada 10 pacientes incontinentes son mujeres.
Es un perfil de paciente con un riesgo bajo-moderado de desarrollar DAI (según escala PAT) con un riesgo medio de desarrollar LPP (con escala Braden) y un nivel de dependencia es severo (I. Barthel).
Los diagnósticos médicos concomitantes más importantes son la diabetes mellitus (1 de cada 3 personas) y la insuficiencia renal (1 de cada 5 personas). Antecedentes que concuerdan con los tratamientos farmacológicos más presentes, que son los antidiabéticos orales y los diuréticos.
El método de higiene más extendido, en un 54,3% de los casos, ha sido el agua y jabón tradicional, y el tratamiento de protección posterior a la higiene fue indistintamente en una proporción equitativa la PBNI y la pomada de óxido de zinc.
El único método para manejo de la incontinencia fue el uso de absorbentes.
Las principales complicaciones derivadas de la incontinencia recogidas fueron el prurito, eritema y sensación de quemazón, aunque no llegaron a requerir asistencia médica en un 98,8% de los casos.
Más de un 20% de los pacientes (1 de cada 5) desarrolló una LESCAH. Además, el 1,8% de los pacientes incontinentes, desarrolló una LPP.