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Revista Española de Salud Pública

versión On-line ISSN 2173-9110versión impresa ISSN 1135-5727

Rev. Esp. Salud Publica vol.80 no.3 Madrid may./jun. 2006

 

RECORDANDO LOS ORÍGENES

 

Aumenta la diabetes

Diabetes is Increasing

 

POR

M. PASCUA

 

Conforme muestra la tabla 1, el número de defunciones certificadas como causadas por diabetes en España marcha en progresivo aumento a todo lo largo del siglo en curso. Los 768 óbitos que se le asignaron en 1901, se convirtieron, por suave gradaci6n, en 2.155 para el año 1930, entre las cifras dadas por definitivas. Para los tres años posteriores a éste, sólo disponemos aún de las provisionales y las correspondientes a 1933, hacen elevar la mortalidad absoluta por esta entidad a 2.343, es decir, tres veces ya la que fuera treinta y dos años antes. El ascenso, como puede seguirse en la tabla, ha afectado, aunque no en idéntico ritmo, a ambos sexos: de 409 a 834 defunciones en los treinta años de números definitivos para los varones, y da 360 a 1.321 en igual período para las hembras. No se dispone en cuanto a los datos provisionales de cualificación sexual.

Si, en la misma tabla, observamos estas amplias variaciones en función de los habitantes de cada año (1), vemos que el curso de las tasas correspondientes, por 100.000 habitantes de cada sexo, es en ambos casos ascendente, pero bastante más acusado en las hembras que en los varones, y por ello siendo al comienzo del siglo superior la mortalidad de éstos, deviene claramente inferior en los últimos quince años, después de un período intermediario de coeficientes no y tomándose para ambos sexos la suma de las poblaciones respectivas. muy distantes (1908-1915). En particular, desde 1920 en adelante la discrepancia es bien notoria... Estos hechos quedan aparentes en el gráfico A.

 


(1) Calculamos por incremento geométrico entre las cifras censales, separadamente para cada sexo con las siguientes razones y tomándose para ambos sexos la suma de las poblaciones respectivas. 


   

Desgraciadamente no podemos analizar el aspecto del problema de tan vivo interés elucidatorio, de la mortalidad por grupos de edades en cada sexo. Las estadísticas españolas sólo suministran este tipo de tabulaciones para la nomenclatura abreviada, y la «diabetes» no figura en ella.

La documentación nacional al respecto, queda complementada con la mortalidad por provincias, de la cual damos la tabla núm 2, comprensiva del más reciente decenio de cifras definitivas. No existe publicación oficial alguna que nos provea de datos parejos para todas y cada una de las capitales; para muchas, por otra parte, dada su magnitud poblacional, las cifras hubieran tenido que ser harto pequeñas, objeción que no deja de ser válida asimismo para algunas provincias.

Como fácilmente se percibe e el estado núm. 2, la mortalidad por «diabetes» en algunas provincias ha crecido considerablemente, aun tratándose de un periodo de tiempo relativamente corto. En particular se acusa el fenómeno en aquellas zonas de más intensa mortalidad por esta causa, Alicante, Baleares, Barcelona, etc.

He aquí las tasas de mortalidad para algunas de mayor volumen poblacional y de mayor obituario por esta causa, calculadas sobre 100.000 habitantes, tomando las estimaciones hechas por el Instituto Geográfico y Estadístico:

ESPAÑA

Como se ve, la diabetes, en tanto que fuerza letal se ha acrecido considerablemente - aun, repitámoslo, siendo corto el período de diez años que se aduce - en varias provincias importantes (Alicante, Baleares, Barcelona, Jaén, Madrid, Asturias, Sevilla, Tarragona y Valencia). Tal carácter muestran también en igual lapso muchas otras demarcaciones españolas (Albacete, Burgos, Cáceres, Ciudad Real Córdoba, etc,), aun tratándose de cifras más pequeñas.


(1) Esta tasa procede de las 101 defunciones registradas en el año en la provincia (pag 117 del Mov de la Pob, 1924) cifra que al igual que la deTeruel en 1927 (pag 107 del Mov de la Pob, 1927) nos parece harto sospechosa.


Por lo que respecta a grandes ciudades, sólo permitirían estudio detallado los datos correspondientes a Madrid, por nomenclatura detallada y por poseer la distribución por sexos y grupos de edades, si no fuera porque: primero, no se ha publicado aún el volumen habitual de estadística demográfica correspondiente a la villa para 1930, y segundo, porque conocemos aún oficialmente los datos del censo de 1930 para Madrid, clasificados por grupos de edades y sexo. Tenemos, pues, que limitar el comentario a una simple enumeración, separadamente por sexos en los años 1921-1929, y un cómputo de tasas para "ambos" basado en las poblaciones estimadas por el Instituto.

CIUDAD DE MADRID

 

De un examen de estas cifras se deduce:

1º Que la mortalidad absoluta por diabetes es en la ciudad de Madrid francamente mayor en las hembras que en los varones, siendo varias las ocasiones en los nueve años considerados en que alcanza al duplo;

2º Que el curso de aquélla en los nueve años se muestra para ambos sexos y por ellos por separado claramente ascendente. Asimismo los coeficientes para «ambos».

3º Que las tasas para Madrid por 100.000 habitantes de ambos sexos (1) superan a las propias del periodo correspondiente para el conjunto nacional.


(1) No provee el Instituto ni las publicaciones del Ayuntamiento de estimaciones de población para cada año por sexos aisladamente


Ahora bien, fenómeno semejante de incremento de la mortalidad por diabetes ha sido ya advertido, bien en algún aspecto demográfico parcial o bien en el conjunto de su mortalidad, en otras naciones. Véase:

INGLATERRA

Como se infiere de esta tabla, la mortalidad de las hembras excede a la de los varones desde el año 1923 en adelante, siendo, por el contrario, levemente inferior en el período 1920-1922 Para todas edades reunidas y ateniéndose al período que en este estado se cita, la mortalidad en los varones no ha seguido un continuo curso ascendente, sino más bien estacionario, con naturales fluctuaciones, pero sí, en cambio, ha ido subiendo progresivamente la relativa a las hembras, aun a través de algunas pequeñas regresiones (1924). El análisis detallado para cada sexo y por tasas específicas para los diferentes grupos de edades ha conducido al Register General a la siguiente conclusión (2):

Desde 1923, la mortalidad de los varones ha descendido para todas las edades por debajo de los cincuenta y cinco años en un 38 por 100, y la de las hembras en un 23 por 100. Para el grupo cuarenta y cinco a cincuenta y cinco, el descenso en los varones fue de un 28 por 100, pero la de las hembras sólo de un 2 por 100, habiéndose observado que esta gran reducción estaba estrechamente asociada al uso de la insulina. Para el año 1931, el coeficiente para hembras de setenta y cinco años y más fue casi el doble del correspondiente de los tres años antes de la introducción de la insulina como agente terapéutico, y, asimismo, hubo fuertes incrementos en los otros grupos superiores a los cincuenta y cinco años; el refuerzo de esta mortalidad fué mucho menor por lo que respecta a los varones de edad avanzada.»


(1) Todas edades. Tasas standardizadas para grupos de ellas.
(2) Véase R.C. Statist. Review of E.W. for 1931, pág. 60.


ITALIA

Por lo que atañe a esta nación, los datos oficiales (1) hablan así

 


(1) Statistica delle cause di morte negli anni 1929 e 1930. Parte I. Introduzione. Roma, 1984. Páginas 15 y 23


Se observa, asimismo un aumento bien notable en el período. Mas, a diferencia de lo registrado en Inglaterra y en España, la mortalidad absoluta, y asimismo la relativa entre los dos sexos, teniendo en cuenta la distribución de la población respecto a ellos, prácticamente se igualan, al menos en cuanto señala la comparaci6n de datos para años recientes, a mano:

 

SUIZA

El estado siguiente registra las defunciones atribuidas a «diabetes mellitus e «insipidus (1), y dada la alta calidad de las estadísticas de mortalidad suiza, la corroboración que ellas aportan al fenómeno estudiado adquiere, ciertamente, un significativo valor:

 Juzgando por las cifras absolutas de defunciones que esta tabla contiene (las relativas no han sido aún publicadas), también en Suiza la diabetes ha aumentado como fuerza de mortalidad, y de modo mucho más señalado en las hembras que en los varones.


(1) Stat. Quellenwerke der Schweiz. Die Bewerung der Bevölkerung in der Schweiz. Para los años correspondientes


Consideremos, por último, las estadísticas norteamericanas.

ESTADOS UNIDOS

La mortalidad asignada a esta causa por 100.00 habitantes para los últimos cinco años (2)


(2) Public Health Reports, vol. 49 núm. 18


y la que fue en los años anteriores a la introducción del uso de la insulina (1)

 

 

nos indica que también en los Estados Unidos la mortalidad por diabetes 'ha sufrido curso global semejante al de los países europeos citados.


(1) Bureau of Census. Mortality Rates


Establecidos estos informes conviene dejar sentadas las hipótesis que principalmente se han sugerido como explicaciones del fenómeno, teorías cuya directa comprobación se escapa, al menos por ahora, a las posibilidades.

Parece aceptable, en primer lugar, que la extensión y mejoría de los métodos diagnósticos de la diabetes -mayor frecuencia y facilidad para exámenes clínicos técnicas modernas de laboratorio más finas, mayor número de exámenes de la salud de las personas en algunos países por consecuencia de mayor petición de seguros de vida, etcétera- hayan contribuido al despistaje de un mayor número de casos de esta enfermedad.

Al refuerzo en la población de les grupos de edades avanzadas por prolongación de la existencia, en segundo término, quizá pudiera atribuírsele también su parte de responsabilidad.

Mas el cambio en las condicione de la vida moderna, como tercer factor, centrado en el punto que nos ocupa en los dos aspectos, primero, posible aumento y mejora de la alimentación, y segundo -y en acción concomitante con aquél-, proceso de mecanización del nodo de vivir, particularmente en el sector de transportes, y en cierto grado también del trabajo físico, con alteración consiguiente, y permanente, del metabolismo, disminuyendo el consumo de energía y de calórico animal, han debido jugar con verosimilitud, al menos en algunas naciones, papel de importancia en el aumento de la diabetes como enfermedad.

La retrogresión de la mortalidad por diabetes observada en Inglaterra en el período de escasez alimenticia 1916-18, y en algún otro ejen en francos periodos de penuria y restricción alimenticia, apoyan la hipótesis; no parece, esto no obstante, muy marcada la consecuencia en el transcurso de la actual crisis económica Por otra parte, y conforme sobre todo al segundo aspecto de la hipótesis, de facilitación mecánica del movimiento y del trabajo, cabría haber esperado un mayor acusamiento del fenómeno en los varones.

No se olvide que. como ya más a indicamos (Inglaterra), el análisis detallado por grupos de edades y sexos, han permitido circunscribir al aumento de la mortalidad en los grupos superiores a cincuenta y cinco años, principalmente en hembras, enseñanza concordante con la que indirectamente vemos también atribuida a los Estados Unidos, si bien rebajado el límite en este caso a los cuarenta y cinco años.

La introducción en l922 y en España más tarde en escala apreciable, del uso de la insulina, ha debido servir principalmente, dado el efecto de este agente terapéutico, para prolongar la vida de los diabéticos El Dr E P. Joslin ha demostrado en análisis hecho de gran número de sus pacientes, que la duración de la vida desde el punto de comienzo de la enfermedad se ha incrementado desde cinco años que era antes del descubrimiento de la insulina, a más de ocho años que es al presente (1) (Esta extensión vital forzosamente hará derivar alguna mortalidad de individuos diabéticos hacia otras causas letales). Todo induce a creer en la misma línea de hechos que para los casos aún no terminados por fallecimiento la prolongación de su vida superará a aquella diferencia


(1) Stat Bull M L I Co, abril, 1931


La acción de la insulina viene concentrada, pues, en esta esfera de la salud general, en la evitación del coma, y como resultado de ello en la prolongación de la vida. Mas sus beneficiosos efectos no han podido desbalancear aún, según parece, el aumento, quizá en parte aparente por las razones dichas, de la mortalidad por diabetes, cuya posible patogenia en su enfoque social queda esbozada más arriba

El concentrado interés hacia esta enfermedad que el descubrimiento de Banting ha suscitado, no permite abrigar la esperanza de nuevos esclarecimientos sobre este tan interesante problema.

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