Presentación

Presentation

M.T. Hermoso de Mendoza

La osteoporosis (OP) es la enfermedad más prevalente del sistema óseo y, dado el envejecimiento demográfico que padecemos, un problema en progresión. Se la ha denominado “la epidemia silenciosa del siglo XXI”. Silenciosa en su desarrollo pero contundente en sus consecuencias clínicas, las fracturas osteoporóticas, que deterioran notablemente la calidad de vida de los pacientes, impactan en su mortalidad y conllevan un gasto muy importante en el sistema sanitario.

En los últimos años hay una mayor conciencia de la importancia de la enfermedad por su prevalencia e impacto socio-sanitario, sin embargo a pesar de que se han puesto en voga nuevos enfoques en la valoración de esta enfermedad y de que disponemos de nuevas opciones terapéuticas eficaces, la osteoporosis continúa siendo una enfermedad infradiagnosticada e infratratada.

Y es que a pesar de todos estos avances la OP sigue siendo una enfermedad compleja que plantea múltiples limitaciones en su abordaje, controversias en su evaluación y polémica con respecto al balance coste/efectividad de las intervenciones diagnósticas y terapéuticas posibles.

La importancia socio-sanitaria creciente de la OP justifica su estudio y análisis en nuestro medio para adecuar los esfuerzos y los recursos de una manera racional y realista.

Son innumerables las publicaciones que versan sobre el tema que nos ocupa y muy variados los contenidos que exponen. Los clínicos debemos esforzarnos para aplicar con cautela, en nuestro ejercicio asistencial diario, las nuevas estrategias respaldadas con evidencias científicas sopesando, de forma individualizada, los beneficios que podemos ofrecer a cada uno de nuestros pacientes sin sobretratarlos ni medicalizar su vejez.

Diversos autores han recalcado en sus artículos que es mucho más eficaz y eficiente prevenir la OP que tratar las fracturas. En este sentido hemos de cuidar la prevención primaria en la infancia, adolescencia y juventud a través de medidas de educación sanitaria promoviendo una dieta sana con un aporte adecuado de calcio y ejercicio físico regular como factores esenciales para conseguir un pico máximo de masa ósea, reducir la incidencia de OP en etapas más tardías de la vida y por lo tanto, la forma más eficaz de prevenir la aparición de fracturas.

Asimismo, las actuaciones de prevención secundaria dirigidas a detectar y modificar los factores que aceleran la pérdida de masa ósea, constituye el segundo pilar estratégico en el abordaje de la OP.

La prevención terciaria pretende evitar las fracturas en pacientes con OP definida por medio del tratamiento específico y con medidas complementarias para prevenir fracturas.

Son numerosas las especialidades clínicas que pueden toparse con esta enfermedad sin embargo, somos los médicos de atención primaria los que ocupamos una posición privilegiada ante una patología silente y cada vez más frecuente que nos permite, por medio de una búsqueda oportunista de casos basada en el riesgo, sospecharla y así poder intervenir en la medida de nuestras posibilidades en el diagnóstico temprano, en el tratamiento y en su prevención, coordinando el cumplimiento de todas las recomendaciones a largo plazo.

Este artículo cuenta con las aportaciones de diversos autores de distintas áreas asistenciales, y cada capítulo tiene autonomía argumental, tratando de sintetizar el estado de la cuestión con un enfoque práctico y aplicable en nuestro ejercicio clínico habitual. Algunos aspectos se tratan en más de un capítulo con ánimo de que estas diferentes perspectivas no resulten reiterativas sino complementarias. En definitiva, sería deseable despertar en el lector la curiosidad y el interés por el estudio de esta enfermedad.