INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente resulta difícil desligar la lactancia materna del embarazo y el parto. Se conoce que en algunas culturas las abuelas se inducen la producción de leche para amamantar a sus nietos en caso de que la madre del bebé sufra algún problema.
En los últimos años existe un aumento de los niños nacidos mediante gestación subrogada. Además, son bien conocidos los beneficios de la lactancia materna. Por este motivo, algunas madres de intención (a través de los procesos gestacionales de subrogación o adopción), interesadas en lactar a sus hijos, buscan consejo médico y se dirigen a nosotros los pediatras. Sin embargo, ¿es posible inducir la lactancia sin haber gestado previamente?
CASO CLÍNICO
Presentamos el caso de una mujer de 32 años que se dirige a la consulta del pediatra interesándose por la inducción de lactancia. Como único antecedente de interés, fue diagnosticada de agenesia uterina a los 15 años. No presenta hábitos tóxicos. Actualmente está realizando un proceso de gestación subrogada en EE. UU. y desea amamantar a su futuro bebé. La mujer gestante está en su 8.ª semana de embarazo.
Inicialmente se realizó una búsqueda bibliográfica. Del material encontrado, destacan los protocolos del doctor Jack Newman1, del año 2000. Se trata de una guía con varios protocolos de inducción de la lactancia, adaptados a las diferentes circunstancias de las pacientes. En nuestro caso, como faltaban más de tres meses para la llegada del bebé y nuestra paciente no presenta contraindicaciones para el uso de ningún fármaco, se escogió el protocolo estándar1.
En la 12.ª semana de gestación se inició una pauta de anticonceptivo oral (drospirenona a 3 mg y etinilestradiol a 0,03 mg) a dosis diaria, sin interrupción, y domperidona a 10 mg/6 h la primera semana, que se aumentó a 20 mg/6 h a partir de la segunda semana. Se continuó con esta misma pauta hasta ocho semanas antes de la fecha prevista de parto. En ese momento se suspendió la toma del anticonceptivo oral, manteniendo la domperidona a la misma dosis. Se inició la estimulación de los pechos con un sacaleches doble eléctrico. Durante dos semanas se realizó solamente estimulación diurna, diez minutos por pecho cada tres horas. Después, y hasta el parto, se estimuló además durante la noche (Tabla 1).
Gestación | ||
Semana 12 | Semana 31 | Semana 33 |
Drospirenona Etinilestradiol Domperidona | Suspender drospirenona y etinilestradiol Domperidona | Estimulación día y noche Domperidona |
Parto | ||
Posparto | ||
1.ª semana | 5 meses | 10 meses |
Lactancia materna/mixta Estimulación Domperidona | Lactancia mixta Alimentación complementaria Suspender domperidona | Fin de la lactancia materna |
Se consiguió la producción de leche. Inicialmente era escasa y de aspecto acuoso. Progresivamente aumentó la producción y la consistencia, llegando a conseguir unos 80 ml en cada extracción.
Tras el parto se inició lactancia materna directa, continuando además la estimulación con sacaleches después de cada toma y el tratamiento con domperidona, que se mantuvo durante cinco meses, con retirada progresiva después. A las 12 horas de vida, el bebé presentó ictericia neonatal con test de Coombs directo positivo, que precisó fototerapia continua. Esto dificultó que la lactancia materna fuera a demanda y motivó el inicio de suplementos de leche artificial por prescripción médica. Desde ese momento se mantuvo la lactancia mixta, hasta los diez meses, añadiendo la alimentación complementaria a los cinco meses de vida. El desarrollo ponderal fue normal.
DISCUSIÓN
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé para lograr un crecimiento, desarrollo y salud óptimos. A partir de entonces, se deben introducir alimentos complementarios nutritivos mientras se continúa amamantando hasta los dos años de edad o más2.
Existen escasas publicaciones en la bibliografía médica sobre cómo ayudar a una futura madre en su esfuerzo por inducir la lactancia materna. Los padres pueden acceder a los protocolos de lactancia, así como también a grupos de lactancia a través de Internet. Estos protocolos implican el uso de varios métodos, desde la simple estimulación del pezón hasta el uso de múltiples medicamentos y hierbas para imitar la fisiología necesaria para la producción de leche materna3,4.
CONCLUSIÓN
Según nuestra experiencia, la inducción de la lactancia sin gestación previa es posible y puede ser mantenida en el tiempo. Se trata de un proceso largo que requiere esfuerzo y constancia por parte de la futura madre, tanto antes como después del nacimiento del bebé, además de apoyo y supervisión médica.
Los pediatras de Atención Primaria, por nuestra accesibilidad a las familias, tenemos una situación privilegiada para poder ayudar a las madres a ofrecer este valioso regalo a sus bebés.