INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
La faringoamigdalitis aguda (FAA) es uno de los diagnósticos más frecuentes en la consulta de Pediatría Atención Primaria. Los test o técnicas de detección rápida del antígeno estreptocócico (TDR) tienen una sensibilidad y especificidad altas, aunque el diagnóstico definitivo lo da el cultivo faríngeo. Para poder aplicar estas pruebas diagnósticas se debe hacer una adecuada selección de los pacientes, basada en criterios clínicos. Existen escalas de predicción clínica para el diagnóstico de la FAA por estreptococo del grupo A (EGA). La más conocida es la de Centor, modificada por McIsaac, con cinco variables clínicas; sin embargo, en la práctica clínica habitual se tiene la impresión de que hay otros síntomas o signos que pueden sugerir infección bacteriana. El objetivo es estudiar la relación de esos síntomas y signos de la FAA con el diagnóstico etiológico y valorar cuáles puede predecir mejor el diagnóstico etiológico de la FAA.
MÉTODOS
Se trata de un estudio observacional prospectivo para escala de predicción clínica, realizado en seis consultas de Pediatría de Atención Primaria. La población de estudio fueron niños de 2 a 15 años de edad con dolor en la deglución o signos inflamatorios de mucosa o estructuras del área faringoamigdalar. Se valoraron diferentes variables clínicas. A todos se les realizó el TDR para EGA y el cultivo de exudado faríngeo. En este primer análisis, estudiaremos la prevalencia de la FAA por EGA, su distribución estacional y por edades, la validez de la escala de Centor en nuestra muestra.
RESULTADOS
Se reclutaron 507 pacientes, 48% niños y 52 % niñas. La prevalencia total de la infección por EGA fue del 29%, siendo mayor en la población mayor de siete años. La infección fue más frecuente en los meses de diciembre a marzo, donde se acumuló el 48% de los casos. La eficacia diagnóstica del TDR fue alta (sensibilidad del 86%, especificidad del 94%). Al valorar la escala de Centor, la mejor predicción clínica se obtuvo en la puntuación de 1. La probabilidad de acertar en el diagnóstico disminuyó a medida que aumentó la puntuación de Centor, siendo las puntuaciones de 4 y 5 las que peor predicción clínica tuvieron.