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Cuadernos de Psicología del Deporte

versión On-line ISSN 1989-5879versión impresa ISSN 1578-8423

CPD vol.16 no.1 Murcia ene. 2016

 

 

 

Percepción de los residentes sobre el legado de la America's Cup

Residents perceptions about the legacy of America's Cup

Percepção dos moradores sobre o legado da Copa América

 

 

David Parra Camacho, Vicente Añó Sanz, Ferran Calabuig Moreno y Daniel Ayora Pérez

Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Departamento de Educación Física y Deportiva. Universitat de València

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

El objetivo de este estudio fue analizar las percepciones de los residentes sobre el legado de un gran evento deportivo como es la America's Cup (AC) celebrada en Valencia en 2007 y 2010. Se utilizó una encuesta compuesta por una escala de 41 ítems que contemplaban diversos legados positivos y negativos agrupados en seis dimensiones: legado socioeconómico; legado en el desarrollo urbano e infraestructuras; legado en la imagen, política y conocimiento; legado deportivo; legado sociocultural; y legado negativo. Se recogió una muestra de 735 residentes con un error de muestreo ±3.6. Los resultados permitieron identificar tres grupos de residentes con percepciones diferentes hacia el legado de la AC: pesimistas (46.9%), indiferentes (38.4%) y optimistas (14.7%). La mayoría de los ciudadanos entrevistados no se mostraba de acuerdo en que este evento deportivo haya generado legados positivos a nivel socioeconómico, en el desarrollo urbano y las infraestructuras, en el deporte y a nivel sociocultural, mientras que se observaba cierta tendencia al acuerdo en algunos legados negativos. Sólo el legado en la imagen, política y conocimiento adquirido por los residentes mostraba una tendencia positiva para la mayoría de los ciudadanos encuestados.

Palabras clave: Percepción de los residentes, legado, evento deportivo, America's Cup.


ABSTRACT

The aim of this study was to analyze the residents perception about the legacy of a major sport event like the America's Cup (AC) held in Valencia in 2007 and 2010 a survey consisting of a scale of 41 items with several positive and negative legacies for six dimensions was used: socioeconomic legacy; legacy in urban development and infrastructure; legacy image, politics and knowledge; sporting legacy; sociocultural legacy; and negative legacy. A sample of 735 residents representing a sampling error of ±3.6 was collected. The results identified three groups of residents with different perceptions of the legacy of AC: pessimists (46.9%), indifferent (38.4%) and optimists (14.7%). Most of those interviewed showed not agree that this sporting event has generated positive socioeconomic legacies, urban development and infrastructure, in sport and sociocultural level, while a tendency was observed to agree on some legacies negative. Only the legacy image, politics and knowledge acquired by residents showed a positive trend for the majority of citizens surveyed.

Key words: Resident's perception, legacy, sport event, America's Cup.


RESUMO

O objetivo desse estudo foi analisar as percepções sobre dos habitantes de uma cidade sobre o legado de um grande evento esportivo (America's Cup (AC)) realizado em Valencia (Espanha) nos anos de 2007 e 2010. Foi realizada uma entrevista composta por 41 itens que abordavam diversos legados, tanto positivos como negativos, agrupados em seis dimensões: do legado Socioeconômico, do legado do desenvolvimento urbano e infraestruturas, do legado da imagem, do legado político e conhecimento, do legado esportivo, do legado sociocultural e do legado negativo. Foram avaliados 735 habitantes, com um erro amostral de +3.6. Os resultados permitiram identificar três grupos de habitantes com percepções diferentes do legado do AC: pessimistas (46,9%), indiferentes (38,4%) e otimistas (14,7%). Grande parte dos entrevistados não se mostrou de acordo com que este evento esportivo tenha gerado legados positivos nas questões socioeconômicas, no desenvolvimento urbano e infraestruturas, no esporte e no âmbito sociocultural, enquanto se observou uma tendência concordando com alguns legados negativos. Apenas o legado de imagem, política e conhecimento adquirido pelos habitantes mostrava uma tendência positiva para a maioria dos entrevistados.

Palavras-chave: Percepção dos habitantes, legado, evento esportivo, America's Cup.


 

Introducción

El análisis del impacto de los eventos deportivos es uno de los campos dentro de la gestión del deporte que ha adquirido especial relevancia en los últimos años. Esto se hace más evidente cuando se abordan los grandes acontecimientos deportivos (e.g. Juegos Olímpicos o mundial de fútbol). Asimismo, dentro de esta área de investigación el legado de los mega-eventos es otro de los campos en el que se han realizado diversas aportaciones, sobre todo, durante la última década (e.g., Bob y Swart, 2010; Cashman, 2005; Chappelet y Junod, 2006; Gratton y Preuss, 2008; Preuss 2007; Smith y Fox, 2007). Las preocupaciones de la mayoría de estudios realizados en torno al legado de los eventos deportivos se centran en los de mayor dimensión dadas las grandes inversiones iniciales requeridas por parte de las ciudades y los países anfitriones (Bob y Swart, 2010).

No obstante, existen otros eventos deportivos de menor repercusión internacional que también requieren importantes inversiones en infraestructuras e instalaciones para su celebración. En este estudio se analiza el caso de la Copa América celebrada en Valencia en 2007 y 2010. Este evento ha supuesto, según algunos estudios como el realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE, 2007), un impacto total para el período de 2004 a 2007 de 5.748 millones de euros en términos de producción y de 73.859 empleos (representando un 2,67% del PIB y un 3,29% del empleo de la región).

Los grandes eventos deportivos como la America's Cup (AC) presentan oportunidades e inconvenientes que deben ser analizados tanto antes, durante y después de la celebración de los mismos. Los estudios que abordan esta temática pueden proporcionar información a los organizadores y a las administraciones públicas para mejorar la gestión y planificación de dichos eventos (Liu, Broom y Wilson, 2014).

El objetivo principal de este estudio es conocer las percepciones de los residentes sobre el legado de la AC celebrada en Valencia de 2007 a 2010, trascurridos cuatro años de la celebración de su última edición. Asimismo, se pretende identificar grupos de residentes con percepciones diferentes hacia los legados de este evento deportivo al mismo tiempo que definir el perfil y las características de estos colectivos.

 

Legados de los eventos deportivos

El legado de un evento deportivo es definido por Preuss (2007, p. 211) como "las consecuencias planificadas o no planificadas que pueden ser positivas o negativas y/o las estructuras tangibles o intangibles creadas con motivo del evento y que permanecen después de la conclusión del mismo". Existen diversas clasificaciones de legados aportadas por autores como Cashman (2005), Gratton y Preuss (2008), Liu et al. (2008) o Preuss (2008). Por ejemplo, Cashman (2005) diferencia seis categorías: económicos; infraestructuras; información y educación; vida pública, política y cultura; deporte; y símbolos, memoria e historia. Liu et al. (2014), sintetizando las aportaciones previas, diferencia cinco categorías de legados: regeneración urbana e infraestructuras; imagen, orgullo nacional y cultura; redes de trabajo y cooperación; y deporte.

Tal y como señalan Karadakis y Kaplanidou (2012) existen numerosos ejemplos de legados positivos por la acogida de grandes eventos deportivos fácilmente reconocibles como, por ejemplo, las infraestructuras deportivas, la ampliación de las redes de negocio, la construcción de carreteras o la ampliación o mejora de la red de transporte público. Sin embargo, hay un amplio número de legados cuya identificación o cuantificación es más difícil como la mejora de la imagen y el reconocimiento internacional, la regeneración urbana o los beneficios sociales y culturales.

Por otro lado, hay que destacar los legados negativos tales como la infrautilización de instalaciones e infraestructuras, las deudas adquiridas, el incremento de los precios, el aumento de las desigualdades sociales y la redistribución o desplazamientos de los residentes de su lugar de residencia habitual (Cashman, 2005; Gratton y Preuss, 2008; Kaplanidou y Karadakis, 2010; Mangan, 2008; Preuss, 2007). Asimismo, la infrautilización de instalaciones e infraestructuras puede perjudicar la imagen de la ciudad, así como disminuir el atractivo de las ciudades cercanas (Ritchie, 1984). Otros legados negativos están relacionados con el incremento de los impuestos (Deccio y Baloglou, 2002).

Los problemas relacionados con el vandalismo, el aumento de la delincuencia o de conductas desviadas pueden ser otro grupo de legados negativos asociados a este tipo de eventos (Llopis, 2012). En este sentido, Hall (1997) destacó el incremento del número de robos y agresiones durante la celebración de la Copa América de 1987 en Perth (Australia). También, Barker, Page y Meyer (2004) comprobaron que como consecuencia de la celebración de la Copa América de 2000 en Auckland (Nueva Zelanda) los problemas de delincuencia se desplazaron a aquellas zonas en las que existía una menor concentración de medidas de seguridad. Por último, dentro de este colectivo de legados hay que destacar los comportamientos irresponsables (Getz, 2005), las conductas antisociales (Wann, Hunter, Ryan y Wright, 2001) o el hooliganismo (Barker, 2004).

Llopis (2012), destaca otro grupo de legados negativos referidos a los problemas medioambientales que se pueden derivar a largo plazo como consecuencia de la acogida de un gran evento deportivo. Este autor diferencia dentro de esta categoría tres tipos de legados negativos: el impacto de las infraestructuras en el entorno natural, el impacto del desarrollo de la red de transporte público y los efectos de los sistemas de reciclaje implantados como consecuencia del evento. Para lograr evitar o minimizar este tipo de legados negativos es importante construir instalaciones e infraestructuras teniendo en cuenta su aprovechamiento posterior, el consumo energético y la eficiencia ecológica de los materiales para su construcción.

Para finalizar, Tosun (2002) también ha destacado los conflictos derivados de los diferentes estándares de vida y de los diferentes valores culturales entre la población anfitriona y los visitantes, mientras que Qi, Gibson y Zhang (2009) señalan, como posibles legados negativos, la destrucción del patrimonio histórico y cultural y la pérdida de servicios.

Así pues, tal y como destacan Thomson, Schlenker y Schulenkorf (2013), es importante tener en cuenta que la planificación inadecuada de los legados de los eventos en las ciudades o regiones de acogida puede dar lugar a experimentar las consecuencias negativas, a nivel económico, social y medioambiental, de un evento durante mucho tiempo. De ahí que sea necesario considerar, evaluar y gestionar, tanto los legados positivos como negativos, teniendo en cuenta todas las partes interesadas con la finalidad de maximizar los positivos y minimizar los posibles resultados negativos heredados.

 

Marco teórico de las percepciones de los residentes

Para entender las percepciones de los residentes sobre el legado de la AC se utilizará el marco teórico proporcionado por los planteamientos de la teoría del intercambio social que ha sido utilizada como marco de referencia en la mayoría de estudios previos en esta área de investigación (Karadakis y Kaplanidou, 2012; Kim, Gursoy y Lee, 2006; Liu et al., 2014). Según los principios de esta teoría los residentes están más inclinados a participar en el intercambio con los demás si ellos creen que van a recibir beneficios sin adquirir costes difíciles de asumir (Gursoy y Kendall, 2006). En el marco del legado de los eventos deportivos los beneficios estarían asociados, por ejemplo, a la obtención de un empleo, a las oportunidades para sus negocios o a las oportunidades de recreación y ocio, y los costes al incremento de los precios o a los problemas de tráfico y congestión de la ciudad entre otros.

La mayoría de los trabajos centrados en el impacto social focalizan su interés en las percepciones de los residentes en los años o meses previos a la celebración del acontecimiento (Añó, Calabuig, Ayora, Parra y Duclos, 2014; Deccio y Baloglou, 2002; Ritchie, Shipway y Cleeve, 2009; Zhou y Ap, 2009), durante la celebración (Gursoy y Kendall, 2006; Llopis y Gil, 2011) o inmediatamente después de la conclusión del mismo (Calabuig, Parra, Añó y Ayora, 2014; Parra, Calabuig, Añó, Ayora y Núñez, 2014). Es importante tener en cuenta que no sólo se puede juzgar el éxito de un evento por su impacto a corto plazo sino también se ha de considerar el impacto a largo plazo y el legado del evento (Liu et al., 2014). Los estudios realizados sobre las percepciones de los residentes en torno a los legados de los eventos deportivos son escasos y recientes (e.g., Karadakis y Kaplanidou, 2012; Kaplanidou, 2012; Liu et al., 2014).

En cuanto a los estudios sobre las percepciones de los residentes en torno a la AC hay que señalar el de Llopis (2013) y Llopis y Gil (2011) sobre la AC celebrada en Valencia o el de Soutar y Mcleod (1993) sobre la AC celebrada entre octubre de 1986 y febrero de 1987 en Fremantle (Australia). Por ejemplo, en el trabajo de Soutar y Mcleod (1993), se compararon las percepciones antes, durante y después de la celebración del evento, constatando que los ciudadanos percibían de forma destacada, después de la celebración, los impactos relacionados con la congestión física y el impacto económico, así como un incremento en la percepción sobre la calidad de vida.

También hay que destacar las investigaciones de Sancho y García (2006) y la realizada en 2009 por la Universidad de Valencia. El trabajo de Sancho y García (2006) mostró que la mayoría de los residentes (87%) consideraban que la AC aumentaría el número de visitantes y mejoraría la imagen de la ciudad (74%). Esto coincide con lo señalado en el trabajo de la Universidad de Valencia Estudio General (UVEG, 2009) en el que la mayoría lo consideraba beneficioso para la ciudad (83,8%) y un 81,6% se mostraba de acuerdo con la posibilidad de que se impulsara la realización de este tipo de mega-eventos deportivos. En el mismo estudio, la mayoría de los residentes se muestra de acuerdo con el incremento del turismo internacional (89,1%), el incremento de la actividad económica (85,2%), el sentimiento de orgullo-satisfacción de los valencianos por la acogida de la AC en su ciudad (74%), constituiría un estímulo para los deportistas valencianos de competición (72,2%), así como para el deporte infantil y juvenil (70,9%). Los ítems referidos al impacto en las infraestructuras de transporte y al incremento del empleo, mostraron altos porcentajes de aprobación (69,8% y 65,1%, respectivamente). Por último, un 61% indicó que la celebración de la AC en Valencia mejoraría las instalaciones deportivas de la ciudad, mejoraría la seguridad de la ciudad (50,6%) e incrementaría la práctica deportiva (49,8%).

En resumen, la mayoría de las investigaciones que se han realizado sobre la AC en Valencia se han llevado a cabo antes, durante la celebración o en los dos años inmediatamente posteriores a la celebración de la primera edición del acontecimiento en la ciudad, siendo realizado el trabajo de campo de la última investigación en 2009, antes de la 33 edición de este evento celebrada también en Valencia. Dado que las percepciones cambian con el tiempo (Kim et al., 2006) es conveniente consultarlas periódicamente para observar los cambios en su evolución.

 

Material y métodos

Participantes

Se recogieron 785 cuestionarios de los que 735 fueron válidos, cuyas características sociodemográficas se muestran en la tabla 1. Como se puede observar un 58,6% eran hombres y un 41,4% mujeres, con una edad media de 34,6 (DT=13,18). La mayoría tenían estudios universitarios (48,0%), seguidos de los que tenían estudios secundarios (38.8%) y primarios (13,2%). Alrededor de una tercera parte eran estudiantes (34.6%), seguidos de los que tenían un empleo a tiempo completo (31,3%) o a tiempo parcial (14,6%), un 12,5% eran desempleados y un 7,1% manifestaban tener otras ocupaciones.

Se utilizó un muestreo no probabilístico por conveniencia debido a la ausencia de un marco muestral adecuado y de un censo de residentes permanentes en la ciudad de Valencia, diferente de empadronados. Este tipo de muestreo se ha llevado a cabo en otros trabajos en esta área (e.g., Kim et al., 2006; Gursoy y Kendall, 2006). No obstante, se intentó recoger una muestra suficiente con el objetivo de lograr que las principales variables sociodemográficas estuviesen representadas (género, edad, ocupación y nivel de estudios). El error de muestreo fue del 3,6%, con un nivel de confianza del 95% y la situación más desfavorable (p=q=0,5) para residentes en la ciudad de Valencia mayores de 16 años.

Instrumento

Se utilizó un cuestionario con una escala de 41 ítems sobre legados positivos y negativos de la acogida de la AC en Valencia. Los indicadores fueron adaptados de investigaciones previas (Añó et al., 2014; Calabuig et al., 2014; Karadakis y Kaplanidou, 2012; Kaplanidou, 2012; Parra et al., 2014). La escala se clasificó en legados positivos con 33 ítems y cinco dimensiones: legado socioeconómico, legado urbano e infraestructuras, legado en la imagen, político y conocimiento; legado deportivo; y legado sociocultural. El legado negativo se midió con una dimensión de 8 indicadores. Todos los ítems fueron evaluados en una escala de tipo Likert de cinco puntos en la que 1=totalmente en desacuerdo y 5=totalmente de acuerdo. El cuestionario también incluía otras variables que han servido para la segmentación por grupos como las de carácter sociodemográfico: edad, sexo, ocupación, nivel estudios, nivel de ingresos, origen de la residencia familiar, estado civil, tiempo residiendo en la ciudad y distancia de la residencia al lugar de la celebración del evento.

Procedimiento

La muestra se recogió durante el último trimestre de 2013 mediante un grupo de entrevistadores formados en un seminario en el que se les informó de las características del estudio y se insistió en la importancia de recoger una muestra representativa de las variables sociodemográficas más importantes.

Análisis estadísticos

En primer lugar se efectuó un análisis factorial confirmatorio (AFC) de la escala de legados percibidos mediante el programa para modelos de ecuaciones estructurales EQS 6.2. Para comprobar el ajuste global del modelo a través del AFC se utilizaron diversos índices de bondad de ajuste recomendados (Hair et al. 1999; Kline, 2005): el chi-cuadrado normalizado (χ2/df), el Error de Aproximación Cuadrático Medio (RMSEA), el Índice de Ajuste No Normalizado (NNFI), el Índice de Ajuste Comparado (CFI) y el Índice de Ajuste Incremental (IFI). Se comprobó la fiabilidad de la escala a través del alfa de Cronbach, la fiabilidad compuesta (FC) y la varianza media extraída (VME) (Hair et al., 1999). Asimismo, se analizó la validez convergente a través de la significación de las cargas factoriales (p<0,05) en su respectiva dimensión y los valores de las pruebas t asociados. Para contrastar la validez discriminante se observaron los coeficientes de correlación entre pares de factores. Para todos los cálculos se consideró un nivel de riesgo en α = ,05.

En segundo lugar, se efectuó un análisis de clusters, utilizando el programa estadístico SPSS versión 20.0, con los ítems derivados del AFC. Se combinaron dos métodos de estimación (jerárquicos y no jerárquicos) de la solución clúster con la finalidad de optimizar los resultados. El análisis clúster jerárquico se realizó utilizando el proceso de agrupación del Método de Ward y como medida de similaridad la distancia euclídea al cuadrado. A partir de los grupos propuestos en el análisis anterior se aplicó un análisis no jerárquico a través del método de K-medias utilizando como centros iniciales las medias de las variables obtenidas para cada solución clúster del análisis jerárquico. Para definir las características de los perfiles de los grupos y para evaluar la validez predictiva se realizaron ANOVAS y pruebas Chi-Cuadrado con variables que no fueron incluidas en el análisis inicial. También se utilizó el valor del coeficiente de contingencia (C) para comprobar la intensidad de la asociación o el tamaño del efecto de las variables relacionadas.

 

Resultados

Análisis factorial confirmatorio

En los análisis exploratorios previos no se cumplían los principios de normalidad multivariante en los datos de la muestra. Por esta razón, en el AFC de la escala se aplicó el método Robusto de Estimación de Máxima Verosimilitud (MLR) con la finalidad de corregir la ausencia de normalidad multivariante.

Se realizó el AFC con todos los indicadores (41 ítems y seis dimensiones) cuyos resultados mostraron un ajuste pobre de los datos. De este modo, y tras diversas re-especificaciones del modelo, se eliminaron dos ítems del factor de legado en la imagen, político y conocimiento, un ítem en el factor de legado deportivo, otro en la dimensión de legado sociocultural y cuatro en el factor de legado negativo, reduciendo la escala a 33 ítems. En la tabla 2 se muestran los ítems que fueron eliminados y la dimensión a la que pertenecen.

Para este modelo final, con la aplicación del método Robusto, se comprobó que el ajuste era adecuado (χ2= 1759,59, df=480, p <.01; χ2/df=3,66) según lo indicado por Marsh y Hocevar (1985), teniendo en cuenta que el χ2 es muy sensible al tamaño de la muestra (Bollen y Long, 1993; Kline, 2005) (n= 735), y con muestras grandes los valores de chi-cuadrado experimentan un aumento, con lo que erróneamente podrían señalar un ajuste pobre de los datos del modelo (Schumacker y Lomax, 2004). El resto de índices de bondad mostraron un buen ajuste [(RMSEA=,060(IC=,057 - ,063); NNFI =,91; CFI =,92; IFI=,92)]. Los indicadores de fiabilidad de la escala mostraron valores adecuados, oscilando entre ,79 y ,92 para el alfa de Cronbach; entre ,80 y ,92 para la FC; y entre ,48 y ,70 para la varianza media extraída.

Las cargas factoriales de los ítems oscilaron entre ,62 y ,91, siendo significativas (p≤,05) y superiores a ,60 recomendado por Kline (2005). Los valores t oscilaron entre 15,21 y 35,56 siendo significativos al nivel de ,05. Estos datos permitieron asegurar la validez convergente. Por último, para evaluar la validez discriminante se comprobó que todas las correlaciones entre los factores fueron inferiores a ,85 (Kline, 2005), cumpliéndose dicho criterio ya que oscilaron entre -,19 y ,79. (Tabla 3).

 

Descripción de los grupos

En la tabla 4 se puede observar que el grupo con percepciones más optimistas en torno a los diferentes legados es el que representaba un menor porcentaje de la muestra (14,7%). Para este grupo la mayoría de los legados positivos fueron puntuados con medias cercanas o superiores al valor de cuatro de la escala, que indicaba una evidente tendencia al acuerdo en estos aspectos, destacando sobre todo los indicadores que componen el factor de legado en la imagen, a nivel político y de conocimiento (M=4,44; DT=,45) adquirido por los residentes como consecuencia de la celebración de este acontecimiento. Por otro lado, el legado negativo presentaba la tendencia inversa al mostrar una media inferior al valor neutral de la escala (M=2,64; DT=,88), que señalaba una tendencia al desacuerdo en los principales costes asociados al evento.

En el extremo opuesto se encuentra el grupo de residentes pesimistas (46,9%) cuyas percepciones en torno a los legados indicaban una clara tendencia al desacuerdo en todos los legados positivos, destacando los relacionados con el legado deportivo (M=1,64; DT=,47), sociocultural (M=1,62; DT=,47) y en el desarrollo urbano e infraestructuras (M=1,87; DT=,54). En cambio, mostraba una tendencia al acuerdo en los legados negativos (M=3,28; DT=,04).

Entre los dos colectivos mencionados se situaría los que adoptan una posición neutral o indiferente hacia los legados de este evento (38,4%), cuya percepción presentaba una tendencia positiva en algunas dimensiones como la del legado en la imagen, a nivel político y de conocimiento (M=3,62; DT=,56), pero mostraba una tendencia negativa en otras áreas como en el legado deportivo (M=2,60; DT=,55) y el legado en el desarrollo urbano e infraestructuras (M=2,69; DT=,52).

Perfil y características de los grupos

El perfil de los residentes que componen cada clúster se obtuvo a partir de otras variables independientes que, a su vez, permitió asegurar la validez predictiva de los grupos. En la tabla 5 se puede observar los porcentajes para cada variable sociodemográfica según el clúster. Las variables sociodemográficas en las que se encontraron diferencias estadísticamente significativas fueron las relacionadas con la edad media [F(2,732)=5,12; p<,01], el sexo [χ2(2)=17,76; p<,001], proximidad de la residencia al lugar de celebración del evento [χ2(8)=33,07; p<,001], origen de la residencia familiar [χ2(4)=15,75; p<,01], nivel de ingresos anuales [χ2(8)=16,43; p<,05] y orientación política [χ2(4)=55,81; p<,001]. Sin embargo, el tamaño del efecto del coeficiente de contingencia en dichas variables fue reducido ya que para todos los casos se observó un valor inferior a ,03 para dicho coeficiente (ver tabla 5).

Por otro lado, en la tabla 6 se muestran las variables relacionadas con el evento que mostraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos fueron: interés por el evento [χ2(4)=227,01; p<,001], asistencia a las regatas [χ2(2)=137,39; p<,001], vinculación económica de algún familiar con la actividad derivada de los eventos deportivos o el turismo [χ2(2)=13,64; p<,001] y el apoyo a la política deportiva en la ciudad [χ2(4)=220,41; p<,001]. Para este grupo de variables se comprobó que el tamaño del efecto observado a través del coeficiente de contingencia fue más destacado en las referidas al interés por el evento (C=,49) y el respaldo a la política deportiva (C=,48), indicando un grado de asociación moderado entre los grupos de residentes y estas variables (ver tabla 6).

El perfil sociodemográfico del grupo de residentes optimistas se caracterizó por ser el que tenía una edad media más alta (38,31; DT=13,60) y un mayor porcentaje de hombres (75,9%). También eran los que en su mayoría residían más cerca del lugar del evento (el 33,3% vive en un radio de 1 a 3 km y el 40,7% entre los 3 y los 6 km) y los que presentaban un mayor porcentaje que los otros dos grupos en el origen de su residencia familiar en la ciudad (80,6%). Su orientación política mayoritaria fue la de centro (36,2%), aunque la orientación de derechas mostró el mayor porcentaje de los tres colectivos (29,5%).

Respecto a su relación con el evento, este grupo eran los que mostraron un mayor interés por la AC (53,8%) y asistieron a alguna regata del evento (49,1%). Asimismo, la mayoría apoyaron la política deportiva (56,1%) y un alto porcentaje tenía algún familiar con vinculación económica con la actividad de los eventos deportivos o el turismo (42.7%).

Por otro lado, el grupo de residentes pesimistas ante el legado del evento tenía la edad media más joven (33,87; DT=12,99) y presentaba el mayor porcentaje de mujeres de los tres colectivos (47%). La mayor parte residía a una distancia de 3 a 10 km (56,2%) y mostraba una orientación política de izquierdas (48,3%) seguida de la de centro (45,6%). Desde el punto de vista de su relación con el evento, la mayoría no mostraba interés por la AC (71,1%) y no asistió a ninguna de las regatas (95,9%). En la misma línea, rechazaban la política deportiva (72,8%) y no tenían ninguna vinculación personal ni familiar con los eventos deportivos (87,5% y 76%, respectivamente).

Por último, el colectivo de ciudadanos indiferentes, tenía una edad media próxima al grupo de los pesimistas (34,05; DT=13,00). Eran los que presentaban porcentajes más altos de residencia lejos del lugar de celebración del evento (el 30,9% de 6 a 10 km y el 23,8% a más de 10 km), mostraban una orientación política mayoritaria de centro (56%) seguida de la de izquierda (32,2%). En cuanto a las variables referidas al evento, se mostraban en su mayoría neutrales respecto al interés por este evento (47%) y no asistieron a ninguna regata (87,4%). Se manifestaban indiferentes ante la política deportiva (46,7%) y la mayoría no habían participado como voluntarios o trabajadores en eventos deportivos (89,42%). Por último, no manifestaban tener vinculación personal o familiar con la actividad ligada a los acontecimientos deportivos (84,1% y 71,6%, respectivamente).

 

Discusión y conclusiones

Este trabajo permite comprobar la percepción de los residentes sobre el legado de la AC transcurridos prácticamente cuatro años desde su celebración en Valencia. Si se observan los resultados se puede comprobar como la mayoría de los residentes no se muestra de acuerdo con el hecho de que la celebración de este acontecimiento haya generado legados positivos a nivel socioeconómico, en el desarrollo urbano y las infraestructuras, en el deporte y a nivel sociocultural. Sí que se puede observar un mayor grado de acuerdo entre los residentes en aspectos como el legado en la imagen, a nivel político y de conocimiento o habilidades adquiridas por los residentes, coincidiendo en parte con lo señalado en el estudio de Sancho y García (2006). Sin embargo, la mayoría coinciden en destacar algunos legados negativos derivados de la acogida de este evento.

Si se comparan estos resultados con los citados en la revisión de la literatura sobre este mismo evento antes, durante o en los meses posteriores a su celebración (Sancho y García, 2006; UVEG, 2009) se puede comprobar como las percepciones han cambiado drásticamente. Esto se puede atribuir a los cambios acaecidos durante los últimos años en el contexto socioeconómico y por la experimentación por parte de los residentes de un intercambio deficitario, ya que considerarían que los costes de la acogida de la AC han superado los beneficios esperados. Esto se apoya en los planteamientos de la teoría de intercambio social (Ap, 1992; Fredline, 2005; Gursoy y Kendall, 2006) y se constata en el presente trabajo mediante la observación de la mayoría de indicadores relacionados con legados positivos (beneficios económicos, empleo, infraestructuras, práctica deportiva, intercambio sociocultural...) que obtienen valoraciones medias reducidas. A su vez, los indicadores del factor de legado negativo muestran puntuaciones medias más elevadas.

Por otro lado, la identificación de tres segmentos de población con percepciones diferenciadas (pesimistas, indiferentes y optimistas) coincide con lo detectado en estudios previos de esta área de investigación (Fredline, 2005; Calabuig et al., 2014; Parra, et al., 2014). En este estudio se puede comprobar que el grupo de residentes mayoritario es el que se muestra más en desacuerdo sobre los legados positivos de la acogida de la AC en su ciudad. Esto contrasta con los resultados de trabajos previos sobre este acontecimiento (e.g., Sancho y García, 2006; UVEG, 2009) en los que la mayoría de los residentes consideraba el evento beneficioso para la ciudad y se mostraba de acuerdo con los impactos positivos de la celebración del mismo.

En cualquier caso, los resultados ponen de manifiesto una percepción mayoritaria de los ciudadanos que no se muestran de acuerdo ante la posibilidad de que la acogida de este evento deportivo haya supuesto un legado positivo en la mayoría de áreas relacionadas con el desarrollo de la ciudad y la mejora de la calidad de vida de los residentes. Por otro lado, este trabajo corrobora la importancia de determinadas variables que afectan a la forma en la que perciben los residentes los impactos de los acontecimientos deportivos como, son el interés y la asistencia al evento, así como el respaldo a la política deportiva. También, hay que destacar la importancia de variables sociodemográficas como la proximidad de la residencia al lugar en el que se celebraba el evento, el origen de la residencia familiar o la orientación política.

No obstante, algunos trabajos han destacado los beneficios socioeconómicos para la ciudad derivados de la acogida de la AC en Valencia (e.g., Fernández, Martí y Puertas, 2007; IVIE, 2007). Sin embargo, en este estudio la mayoría de los residentes no se muestran de acuerdo en los principales legados analizados, incluidos los de carácter socioeconómico. Este aspecto podría entenderse desde el punto de vista de la tasa de empleo que no ha mejorado desde la celebración de la última edición del evento y, en cambio, ha experimentado un importante crecimiento agravada por la crisis económica. Por esta razón, Fredline (2005) destaca que es imprescindible que los organizadores de los eventos deportivos comuniquen y trasladen los resultados e impactos positivos de la acogida de este tipo de acontecimientos con la finalidad de que los mismos sean compartidos por los ciudadanos logrando el éxito del evento. En esta línea, la participación de los residentes en la planificación y organización de los eventos deportivos parece necesaria dado que son los que van a apoyar la celebración del mismo, son los que van a sufragar en gran medida con sus impuestos la construcción de las infraestructuras e instalaciones necesarias y, en definitiva, van a permitir prolongar su legado positivo (Gursoy y Kendall, 2006). Por otro lado, desarrollar planes estratégicos y acciones encaminadas al aprovechamiento posterior de los espacios e instalaciones puede permitir prolongar el legado de estos acontecimientos en las ciudades.

Aunque el error de muestreo es reducido, los resultados deben ser tomados con cautela puesto que la utilización de un marco muestral de conveniencia no permite su generalización a toda la población. Por otro lado, en futuros estudios sería conveniente ampliar la escala de legados negativos, así como realizar consultas periódicas que permitan analizar la evolución en la percepción de los residentes. Por último, sería interesante conocer la percepción de otros grupos de interés como los empresarios, comerciantes, políticos y organizadores sobre los legados de este acontecimiento.

 

Aplicaciones prácticas

El análisis de las percepciones de los residentes sobre los impactos a largo plazo o legados de los eventos deportivos permite conocer la repercusión social de este tipo de acontecimientos en las comunidades de acogida. Por otro lado, este tipo de estudios proporcionan información a los comités organizadores y las administraciones que debe ser considerada para mejorar la gestión y la planificación de los eventos.

Así pues, comprobamos que los legados relacionados con aspectos que afectan directamente a la calidad de vida de los ciudadanos (legado socioeconómico, sociocultural o deportivo) no son valorados con una tendencia positiva por la mayoría de los residentes. Sin embargo, otros que afectan a la proyección exterior de la ciudad y el reconocimiento internacional si son valorados positivamente. Aunque la mejora de la imagen y el reconocimiento internacional pueden incrementar la atracción de turistas y la creación de empleo, es necesario que las grandes inversiones públicas que se suelen realizar para poder acoger los grandes eventos deportivos como la AC repercutan directamente en la población local.

Otra implicación derivada del estudio es la identificación de cinco dimensiones en las que se pueden agrupar los legados percibidos por la población. De este modo, se facilita la interpretación de la información y se ofrece una herramienta válida y fiable para la evaluación del legado de los eventos deportivos desde el punto de vista de la población de acogida. Por otro lado, en este trabajo se identifican tres grupos de residentes con percepciones diferentes hacia los legados del evento, siendo más reducido el grupo con una opinión más optimista. En este sentido, los organizadores y administraciones deben tener presente las características que definen estos colectivos para lograr maximizar los beneficios de la acogida de este tipo de acontecimientos.

Tal y como señalan Gratton y Preuss (2008) la planificación del legado de un evento deportivo debe realizarse en todas sus dimensiones, antes de su celebración, es decir, desde las primeras fases de la candidatura de la ciudad a la organización del acontecimiento. Esto permitirá maximizar los impactos positivos a largo plazo que generarán en la comunidad de acogida, repercutiendo en la mejora de la calidad de vida de los residentes tanto antes como después de su celebración. La necesidad de prolongar los legados positivos derivados de la acogida de un gran acontecimiento deportivo como la AC debe tener en cuenta la sostenibilidad social del evento, que dependerá de los beneficios y costes derivados de la acogida del mismo.

 

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Dirección para correspondencia:
David Parra Camacho.
FCAFE, C/ Gascó Oliag, 3,
46010 Valencia (España).
E-mail: david.parra-camacho@uv.es

Recibido: 10/04/2015
Aceptado: 02/12/2015

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