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Acción Psicológica

versión On-line ISSN 2255-1271versión impresa ISSN 1578-908X

Acción psicol. vol.11 no.1 Madrid ene./jun. 2014

https://dx.doi.org/10.5944/ap.1.1.13867 

 

PEN, modelo de los Cinco Factores y problemas de conducta en la adolescencia

PEN, Big Five and problem behaviour in the adolescence

 

 

Víctor Abellaa y Carmen Bárcenab

aDepartamento de Ciencias de la Educación. Facultad de Humanidades y Educación. Universidad de Burgos. C/ Villadiego, s/n, Burgos 09001, Spain. E-mail: vabella@bu.es. Phone number: +34 947 258 799.
b Departamento de Enfermería y Fisioterapia. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de León. C/ Altos de Nava, s/n, San Antonio Abad, León 24071, Spain. E-mail: c.barcena.calvo@unileon.es.

 

 


RESUMEN

En este estudio se ha investigado la implicación de la personalidad en los problemas de conducta durante la adolescencia. La muestra estaba compuesta por 264 adolescentes, 145 varones y 119 mujeres, entre 16 y 18 años de edad. Los adolescentes contestaron anónimamente a cuestionarios de personalidad y problemas de conducta. La aproximación centrada en personas permitió descubrir cuatro tipos de adolescentes, mediante análisis de conglomerados basados en seis puntuaciones sobre conductas disruptivas. Los problemas eran máximos en el tipo disruptivo, mientras que en el resiliente eran mucho más moderados. Las características de personalidad de los cuatro tipos presentan perfiles claramente diferenciables. La aproximación centrada en variables mostró, mediante análisis de regresión, que Neuroticismo y Psicoticismo en el modelo de Eysenck y Neuroticismo, Amabilidad y Responsabilidad en el modelo de los Cinco Factores, eran los principales predictores de las conductas disruptivas. Los resultados sugieren las características de personalidad han mostrado que pueden ser eficaces para entender y prevenir la aparición de conductas antisociales en los centros escolares.

Palabras clave: Conducta antisocial; Personalidad; Cluster; Eysenck; Cinco Factores; Adolescentes.


ABSTRACT

Personality implication in problem behaviour during adolescence was investigated in this study. The sample was made up of 264 adolescents, 145 males and 119 females, between, the ages 16 and 18. The person-centred approach allowed us to ascertain four types of adolescents using a cluster analysis based on six scores of problem behaviour. The problems were highest in the most disruptive type, at the same time the most resilient type did not show any problem behaviour whatsoever. The four types show different personality profiles. The variable-centred approach showed, using a regression analysis, that Neuroticism and Extraversion (Eysenck's model) and Neuroticism, Agreeableness and Conscientiousness (Five Factor Model) were the main predictors of problem behaviour. The results suggest that personal characteristics are shown as effective factors in order to understand and to prevent the appearance of antisocial behaviours in schools.

Key words: Antisocial behaviour; Personality; Cluster; Eysenck; Big Five; Adolescents.


 

Introducción

El aumento, tanto en número como en gravedad, de los comportamientos antisociales que presentan los adolescentes es algo que cada vez preocupa más, no únicamente a padres y profesores, sino a la sociedad en general (Belsky y Pluess, 2012; Fernández-Molina, Del Valle, Fuentes, Bernedo y Bravo, 2011; Shek, Ma y Tang, 2012). Son muchos los estudios y modelos teóricos los que consideran las variables de la personalidad como grandes determinantes de la conducta antisocial (v.g. Eysenck y Eysenck, 1987; López-Romero, Romero y Luengo, 2011; Miller y Lynam, 2001).

La mayoría de las investigaciones se han centrado en comprobar la hipótesis de la conducta antisocial propuesta por Eysenck (Eysenck y Gudjonsson, 1989). Eysenck, en su teoría de la personalidad identifica tres dimensiones básicas, Neuroticismo, Extraversión y Psicoticismo. En su hipótesis propone que aquellos individuos con puntuaciones elevadas en las tres dimensiones tendrán un mayor riesgo de desarrollar conductas antisociales. El factor más directamente implicado en esta hipótesis es Psicoticismo. Las otras dos dimensiones, Neuroticismo y Extraversión, actuarían como exacerbadoras de las conductas antisociales (Eysenck y Eysenck, 1987).

Las investigaciones realizadas para comprobar esta hipótesis han demostrado la fuerte asociación de Psicoticismo con las conductas delictivas (v.g. Heaven, 1996a; Heaven, Newbury y Wilson, 2004; Romero, Luengo y Sobral, 2001). Por su parte la asociación de las dimensiones Neuroticismo y Extraversión ha generado una mayor controversia.

El propio Eysenck (Eysenck y Eysenck, 1987) reconoce que el factor que más debilidad muestra en su relación con la criminalidad es Extraversión. Son varios los estudios que no encuentran relación de la escala Extraversión con la conducta antisocial (v.g., Furnham y Thompson, 1991; Romero et al., 2001). Sin embargo, recientemente se ha encontrado cierta relación entre el factor Extraversión y la conducta antisocial (Center, Jackson y Kemp, 2005).

Para Neuroticismo las evidencias de su relación con la conducta antisocial son pocas. Kemp y Center (2003) encontraron, en adolescentes de entre 11 y 18 años, que los estudiantes con problemas de conducta más graves eran los que obtenían puntuaciones elevadas en Psicoticismo y Neuroticismo.

Recientemente, van Dam, De Bruyn y Janssens (2007) probaron la hipótesis de Eysenck en un grupo varones que se encontraban en un centro de detención juvenil por diferentes actos delictivos. Sus análisis mostraron que tan sólo un grupo muy reducido de adolescentes presentaban elevadas puntuaciones en las tres dimensiones.

En los últimos tiempos ha cobrado gran fuerza el modelo de personalidad de los Cinco Factores (Five Factor Model, FFM). Según este modelo (Costa y McCrae, 1999), la personalidad se explica desde cinco dimensiones básicas: Neuroticismo (N), Extraversión (E), Apertura (O), Amabilidad (A) y Responsabilidad (C). La mayor parte de la investigación con este modelo se ha restringido sobre todo al mundo adulto, pero recientemente ha aumentado el interés por el estudio de la personalidad en la niñez y la adolescencia (v.g. McCrae et al., 2002; Roth, 2002; Sneed, Gullone y Moore, 2002).

Al igual que desde la teoría de Eysenck, desde la teoría de los Cinco Factores también se ha intentado relacionar rasgos de personalidad con conductas antisociales. Gran parte de las investigaciones llevadas a cabo concluyen que las dos dimensiones más relacionadas con la conducta antisocial son Amabilidad y Responsabilidad (Heaven, 1996b; John, Caspi, Robins, Moffitt y Stouthamer-Loeber, 1994; Klimstra, Akse, Hale, Raaijmakers, Meeus, 2010; Miller, Lynam y Jones, 2008; Miller, Lynam y Leukefeld, 2003; van Aken, van Lieshout y Scholte, 1998). Sin embargo, un estudio de meta-análisis realizado por Miller y Linam (2001) mostró que Neuroticismo se relacionaba de forma positiva, aunque débilmente, con las conductas antisociales, si bien dos de sus facetas subyacentes, impulsividad y hostilidad, han mostrado relaciones más considerables (Lynam, Leukefeld y Klayton, 2003).

Otro estudio de meta-análisis más reciente llevado a cabo por Jones, Miller y Lynam (2011) ha confirmado que los tres dominios de la personalidad más relacionados con la conducta antisocial, y la agresión, han sido Amabilidad, Responsabilidad y Neuroticismo. El moderado y negativo tamaño del efecto de Amabilidad fue el más fuerte y consistente de todos los factores, seguido por un tamaño de efecto menor para responsabilidad y, finalmente, Neuroticismo que manifestó un efecto positivo pequeño, pero significativo, con las conductas antisociales. Por su parte Extraversión y Apertura a la experiencia no mostraron ningún efecto significativo para la conducta antisocial en dicho meta-análisis. En cambio, existe alguna evidencia de que Extraversión y Apertura sean predictores de problemas internalizantes, como por ejemplo la depresión, junto con Neuroticismo y Responsabilidad (Klimstra, et al., 2010). Hallazgos similares respecto a los problemas internalizantes fueron encontrados por Klimstra, Crocetti, Hale, Fermani y Meeus (2011), si bien indicaron las relaciones entre personalidad y problemas de conducta eran menores que las obtenidas en estudios previos (Hale, Klimstra, Meeus, 2010; Klimstra et al., 2010).

Un reciente estudio llevado a cabo con adolescentes ha mostrado que tener antecedentes judiciales estaba asociado con Amabilidad, Responsabilidad y altos niveles de Neuroticismo (Mottus, Guljajev, Allik, Laidra, Pullmann, 2012), lo que parece confirmar que además de Amabilidad y Responsabilidad, la dimensión Neuroticismo puede jugar un papel importante en el desarrollo de conductas antisociales.

Objetivos

Nuestra intención principal ha sido la búsqueda de las relaciones entre la personalidad y las conductas disruptivas o problemáticas en un grupo de adolescentes, para lo cual hemos utilizado una doble aproximación. En primer lugar una aproximación centrada en las personas, con la que hemos tratado de identificar grupos de sujetos con patrones similares de respuesta en lo que a diferentes conductas consideradas como disruptivas se refiere. En segundo lugar, como estrategia complementaria, una aproximación centrada en las variables para comprobar la asociación de las conductas disruptivas con la personalidad.

 

Método

Participantes

La muestra total la componen 264 adolescentes (145 varones y 119 mujeres) de diferentes centros escolares de educación secundaria de la zona de Castilla y León (España), cuyas edades comprenden desde los 16 hasta los 18 años (M = 16.73, DT =.99). En el estudio se han incluido seis clases por cada uno de los dos cursos que componen la etapa de Bachillerato.

Instrumentos

Cuestionario revisado de personalidad de Eysenck. Versión abreviada (EPQ-RS). El EPQ-RS (Eysenck y Eysenck, 1997) pretende medir las dimensiones básicas de la personalidad Extra versión (E), Neuroticismo (N) y Psicoticismo (P). El sujeto debe responder SI/NO a 48 ítems, 12 por escala. Los alfas de Cronbach obtenidos en este estudio han sido: E =.77, N =.78 y P =.71.

Inventario NEO reducido de cinco factores (NEO-FFI). El cuestionario NEO-FFI (Costa y McCrae, 1999), consta de 60 ítems, a los que hay que responder según el grado de acuerdo o desacuerdo con la frase anterior, mediante una escala tipo Likert de 5 opciones de respuesta. Evalúa cinco factores de personalidad: Neuroticismo (12 ítems), Extraversión (12 ítems), Apertura (12 ítems), Amabilidad (12 ítems) y Responsabilidad (12 ítems). Los índices de fiabilidad de las escalas han sido: N =.79, E =.76, O =.71, A =.65, C =.81.

Adolescent Behavior Checklist (ABC). Este cuestionario, que ya ha sido utilizado con población española (Abella, Barrio y Manga, 2006) fue elaborado para evaluar problemas de conducta de adolescentes entre 11 y 17 años (Adams, Kelley y McCarthy, 1997). Consta de 44 ítems para problemas de la conducta adolescente, a los que se responde a través de una escala tipo Likert que va de 0 a 4 puntos. Se divide en seis subescalas: Problemas de conducta (10 ítems), Impulsividad/ hiperactividad (10 ítems), Pobres hábitos de trabajo escolar (9 ítems), Inatención (6 ítems), Labilidad emocional (5 ítems), Problemas sociales (4 ítems). Sus fiabilidades en este estudio han sido las siguientes: Problemas de conducta =.81, Hiperactividad/ impulsividad =.83, Pobres hábitos de trabajo escolar =.75, Inatención =.81, Labilidad emocional =.72, Problemas sociales =.61.

Procedimiento

Se establecieron contactos con 10 centros educativos escogidos al azar para solicitar su colaboración en la investigación, de los cuales 6 accedieron a colaborar en la investigación. De forma aleatoria se seleccionaron 2 aulas de cada centro, siendo una de primero de Bachillerato y la otra de segundo. Los cuestionarios preparados se entregaron grapados en un único bloque para asegurar la correspondencia de los mismos. Antes de comenzar a rellenar los cuestionarios se les proporcionaron instrucciones verbales. Los adolescentes completaron los cuestionarios dentro de sus aulas supervisados por alguno de los autores de la investigación. Los datos se recogieron en una única sesión de 50 minutos de duración aproximadamente. En todo momento se garantizó el anonimato y la confidencialidad de las respuestas.

Análisis de datos

Para identificar los grupos de sujetos con patrones similares hemos utilizado técnicas de análisis de conglomerados (clusters). Desde la aproximación centrada en las variables la técnica utilizada ha sido la regresión múltiple, previa comprobación de los supuestos del modelo regresión (linealidad, independencia, homocedasticidad, normalidad de los residuos y no colinealidad). Para comprobar las diferencias en los perfiles de personalidad derivados de los análisis de clusters se realizaron análisis de varianza, habiendo contrastado previamente que se cumplían los supuestos de homocedasticidad y normalidad.

Los análisis se realizaron con el paquete estadístico Statistica versión 12.0.

 

Resultados

Análisis de conglomerados

Hemos utilizado los procedimientos de análisis de conglomerados K-medias para construir los tipos sobre la base de las seis puntuaciones del ABC siguiendo las recomendaciones de Asendorpf, Borkenau, Ostendorf y Van Aken (2001). En primer lugar se aplicó a la muestra el método de Ward y distancias euclídeas al cuadrado. A partir de este análisis se sugerían soluciones de cuatro, cinco y seis conglomerados, que fueron optimizadas a partir del análisis de conglomerados K-Medias. Posteriormente calculamos el grado de acuerdo o concordancia entre la asignación de los individuos en las mitades y en la muestra total a través del coeficiente kappa de Cohen. Se requiere un valor kappa de.60 o superior para considerar la solución aceptable. El coeficiente kappa de Cohen sólo superó el requerido valor para la solución de cuatro conglomerados, alcanzando un valor de.73.

A partir de aquí se utilizará la solución de cuatro conglomerados en los análisis correspondientes. En la Figura 1 podemos ver cómo se representan las medias obtenidas por cada uno de los cuatro tipos de adolescentes en las seis subescalas del ABC. Tal y como se puede apreciar aparecen dos grupos extremos y otros dos intermedios. El tipo 4 (95 sujetos), presenta las puntuaciones más bajas en todas la subescalas del ABC, por lo que lo hemos denominado como grupo Resiliente. El grupo o tipo 2 (53 casos) obtiene las puntuaciones más elevadas en todas las conductas disruptivas evaluadas con el ABC. Debido a esto, a este grupo lo hemos denominado como Disruptivo. El tipo 1 (84 casos) es, en líneas generales, el más cercano al grupo Disruptivo, pero presenta puntuaciones inferiores a éste en todas las subescalas, por lo que lo hemos denominado como Disruptivo moderado. El último de los grupos, el tipo 3 (32 sujetos), presenta puntuaciones cercanas, aunque algo inferiores, al Disruptivo moderado. También muestra una puntuación en Pobres hábitos de trabajo muy cercanos al grupo Disruptivo. Esto hace que denominemos a este grupo como Desinterés escolar. En este grupo se incluyen 32 casos (12.12% de los sujetos).

 

 

Después de construir los tipos hemos realizado diferentes ANOVAs para comprobar si existían diferencias significativas entre los tipos, sobre las variables dependientes de personalidad.

Para el FFM, los ANOVA realizados han mostrado que hay diferencias significativas entre los grupos o clusters F(4, 15) = 8. 95, p < .001). En la Figura 2 podemos observar como el grupo o cluster 2 (Disruptivo) presenta las puntuaciones más bajas de todos los grupos en las dimensiones Amabilidad y Apertura. Este grupo también presenta puntuaciones muy bajas en Responsabilidad. En Extraversión obtienen la puntuación más alta de todos los grupos.

 

El grupo 4 (Resiliente) presenta un perfil opuesto al grupo Disruptivo. En este caso presentan puntuaciones superiores a la media en Apertura, Amabilidad y Responsabilidad. En Neuroticismo y Extraversión son el grupo con menor puntuación.

El tipo Disruptivo moderado (grupo 1) presenta también puntuaciones por encima de la media en Extraversión y Neuroticismo, siendo en esta última dimensión el grupo con mayor puntuación o mayor inestabilidad emocional. Junto con el grupo Resiliente son los únicos que obtienen puntuaciones por encima de la media en la dimensión Responsabilidad. Este grupo también obtiene puntuaciones por encima de la media en Apertura y muy cercanas a la media en Amabilidad.

Finalmente, el grupo denominado como de Desinterés escolar presenta como característica más destacable es que presenta la puntuación más baja en Responsabilidad.

Comparando el grupo Resiliente con el Disruptivo los análisis post hoc nos han mostrado que existen diferencias significativas a favor de los primeros en Amabilidad (p < .05), en Responsabilidad (p < .000) y en estabilidad emocional (p < .001). Tanto el grupo Disruptivo como el de Desinterés escolar son significativamente inferiores al resto en Responsabildad (p < .000 en todos los casos), no existiendo esas diferencias entre ambos grupos.

Los resultados del ANOVA realizado con los clusters como variable clasificadora y las tres dimensiones propuestas por Eysenck se presentan en la Figura 3. El ANOVA ofrece diferencias significativas entre los grupos F(2, 9) = 16.84, p < .001). El tipo Disruptivo (grupo 2) es el que presenta las puntuaciones más elevadas en las tres dimensiones. El grupo Resiliente, por su parte presenta un perfil opuesto al del grupo Disruptivo, obteniendo las menores puntuaciones de todos los grupos en las tres dimensiones de personalidad. El grupo Disruptivo moderado, junto con el Disruptivo, puntúa por encima de la media en las tres dimensiones. Finalmente, el grupo de Desinterés escolar presenta puntuaciones por debajo de la media en las tres dimensiones.

 

Los análisis post hoc han mostrado como el grupo Disruptivo y el Disruptivo moderado son significativamente superiores al Resiliente en Neuroticismo y Psicoticismo (p < .001 en todos los casos). En cambio en la dimensión Extraversión no existen diferencias significativas entre los grupos. El grupo Disruptivo y el Disruptivo moderado sólo se diferencian de forma significativa en Psicoticismo (p < .001), siendo superiores los primeros.

Análisis de regresión

Para ver la capacidad de predicción de los factores de personalidad con respecto a los Problemas de conducta se realizaron análisis de regresión. En primer lugar se realizó un análisis de regresión en el que se incluyeron, como predictores, los tres factores del modelo de Eysenck. En el segundo los predictores fueron las dimensiones de personalidad propuestas por el FFM.

Con respecto al primer análisis los predictores más significativos se muestran en la Tabla 1. Psicoticismo aparece en todas las ecuaciones de regresión como un predictor significativo. Por sí solo llega a explicar un 22% de la varianza en el primer factor del ABC (Problemas de conducta). Neuroticismo aparece de forma significativa como predictor en cinco de las ecuaciones, destacando su aportación a la Labilidad emocional, ya que él sólo alcanza a explicar un 35% del 38% de varianza total. Extraversión es el factor que menos relación tiene con las diferentes conductas disruptivas analizadas, presentándose como el predictor más poderoso de Problemas sociales.

 

Al introducir como predictores los cinco factores de personalidad propuestos por Costa y McCrae (Tabla 2) se puede observar que todas las dimensiones del FFM están implicadas, aunque en diferente grado, en la predicción de las diferentes conductas disruptivas autoinformadas de los adolescentes.

 

La dimensión más relacionada con las diferentes conductas disruptivas es Neuroticismo, puesto que aparece en cinco de las ecuaciones predictivas.

Extraversión y Responsabilidad se presentan como dos dimensiones fuertemente implicadas en la mayoría de las regresiones. La dimensión Responsabilidad aparece siempre en negativo, siendo además el predictor más poderoso en tres de las cuatro ecuaciones en las que aparece (Problemas de conducta, Impulsividad/ Hiperactividad y Pobres hábitos de trabajo). Destaca su aportación a Pobres hábitos de trabajo ya que aporta el 37% al 38% del total de varianza explicada en esta subescala del ABC.

Por el contrario, la dimensión Apertura a la experiencia es la que menos contribuye en las regresiones, puesto que sólo aparece, en negativo, como predictor de Problemas sociales. Además su aportación es la menor de las tres dimensiones que se presentan como predictores (Neuroticismo, Extraversión y Apertura).

 

Discusión

La intención de este estudio ha sido doble, por un lado comprobar las relaciones existentes entre la personalidad y diferentes conductas consideradas como disruptivas. Por otro lado, el análisis de conglomerados nos ha permitido definir las características de personalidad que diferencian al grupo que presenta mayores problemas de conducta frente a otros grupos cuyos problemas son menores.

El análisis de conglomerados ha revelado cuatro grupos bien diferenciados en lo que a conductas disruptivas o problemáticas se refiere. Uno de ellos apenas presenta problemas, que es grupo al que denominamos como Resiliente. Opuesto a éste aparece un grupo, al que hemos denominado Disruptivo, que obtiene las mayores puntuaciones en todas las conductas problemáticas. Cercano al Disruptivo aparece un tercer grupo, al que hemos denominado Disruptivo moderado. Finalmente hemos obtenido un cuarto grupo en el que destacan sus puntuaciones elevadas en los Pobres hábitos de trabajo escolar, por lo que lo hemos denominado como el grupo de Desinterés escolar.

Posteriormente hemos comparado los perfiles de personalidad de estos grupos ya que consideramos que la personalidad puede aportar mucho al estudio de la conducta antisocial, porque puede ayudar en la explicación de la estabilidad de las conductas antisociales (Sampson y Laub, 1990) puesto que la personalidad se considera como algo muy estable a lo largo del ciclo vital.

Según la hipótesis de la conducta antisocial de Eysenck el grupo más problemático debería obtener puntuaciones elevadas en las tres dimensiones de su teoría. Nuestros análisis han mostrado que el grupo Disruptivo es el que mayores puntuaciones presenta en esas tres dimensiones. Es cierto que nuestro grupo Disruptivo es el que mayores puntuaciones obtiene en las tres dimensiones, si bien estas diferencias no son significativas para la dimensión Extraversión si lo comparamos con el resto de los grupos. En este sentido nuestros resultados son acordes con los obtenidos por Morizot y LeBlanc (2003) que concluyen que los individuos con un comportamiento antisocial generalmente no difieren en esta dimensión.

Algunos estudios han encontrado que elevadas puntuaciones en Psicoticismo y Neuroticismo se relacionan con la conducta antisocial tanto en delincuentes (Romero et al., 2001) como en estudiantes (Heaven y Virgen, 2001). Los hallazgos obtenidos en los análisis desde la aproximación centrada en las variables han venido a confirmar lo mostrado por los análisis de clusters, Neuroticismo y Psicoticismo son las dimensiones que más contribuyen a la explicación de las diferentes conductas disruptivas analizadas

Por otro lado, el conglomerado que menos conductas problemáticas presenta, muestra un perfil opuesto al del grupo disruptivo, ya que obtienen las menores puntuaciones en Neuroticismo, Extraversión y Psicoticismo. Si comparamos el grupo Resiliente con el Disruptivo y el Disruptivo moderado las diferencias son significativas en Psicoticismo y Neuroticismo a favor de los dos grupos Disruptivos. Consideramos que un perfil con bajas puntuaciones en estas dos dimensiones, y probablemente en Extraversión, se puede presentar como un factor protector frente a la predisposición de los sujetos a mostrar conductas antisociales.

Desde la perspectiva del FFM, al igual que desde el modelo de Eysenck, el grupo Disruptivo y el Resiliente presentan perfiles de personalidad opuestos. El grupo Disruptivo presenta puntuaciones elevadas en Neuroticismo y Extraversión, y muy bajas en el resto de dimensiones, sobre todo en Amabilidad y Responsabilidad. En cambio el perfil del grupo Resiliente es el opuesto. De esta manera, el grupo Disruptivo puntúa significativamente más en Neuroticismo y es significativamente inferior en Amabilidad y Responsabilidad si lo comparamos con en el grupo Resiliente. Estos resultados están en la línea de los hallazgos de Heaven (1996b) quien encontró que las dimensiones más asociadas a la conducta antisocial eran Neuroticismo, Amabilidad y Responsabilidad. Nuestros resultados son similares a los obtenidos por van Aken et al. (1998), quienes en su estudio a partir de análisis de clusters derivados de las puntuaciones obtenidas en el modelo de personalidad de los Cinco Grandes obtuvieron tres prototipos de personalidad: Infracontrolados (Undecontrollers), Supracontrolados (Overcontrollers) y Resilientes (Resilients). Dividieron cada uno de los tipos en dos subgrupos y compararon las puntuaciones en conducta antisocial autoinformada de los seis grupos, obteniendo que el grupo más delictivo se caracterizaba por puntuaciones muy bajas en Amabilidad y Responsabilidad, mientras que en el resto de dimensiones puntuaban de forma moderada. En esta misma línea recientes investigaciones (Van den Akker, Dekoviæ, Asscher, Shiner y Prinzie, en prensa) han revelado que el grupo Infracontrolado presentan mayor riesgo que el grupo Resiliente de presentar problemas de conducta externalizantes y que sean más estables en el tiempo, mientras que en el grupo Supracontrolado ocurriría algo similar pero con los problemas internalizantes.

Los análisis también han mostrado un grupo que hemos denominado de Desinterés escolar, el cual muestra una puntuación extremadamente baja en Responsabilidad. Esto indica la importancia que esta dimensión juega en el éxito académico y el ajuste escolar tal y como han encontrado otros investigadores (Barbaranelli, Caprara, Rabasca y Pastorelli, 2003; Graziano y Ward, 1992). En este sentido, si observamos los análisis de regresión vemos que esta dimensión (en negativo) alcanza a explicar el 37% del 38% total de varianza para los Pobres hábitos de trabajo.

Las regresiones realizadas han puesto de manifiesto que las dimensiones más relacionadas con las conductas conflictivas desde el FFM son Neuroticismo, Amabilidad y Responsabilidad. Neuroticismo se ha relacionado de forma positiva, mientras que Amabilidad y Responsabilidad lo han hecho de forma negativa. De esta manera se confirma el perfil para el grupo Disruptivo, puntuaciones elevadas en Neuroticismo y bajas en Amabilidad y Responsabilidad predispondrían a los sujetos a llevar a cabo conductas disruptivas o problemáticas. En lo que respecta a las puntuaciones bajas en Amabilidad y Responsabilidad otras investigaciones previas corroboran estas ideas (Heaven, 1996b; John et al., 1994; Miller et al., 2008), ya que en todas ellas encontraron que puntuaciones bajas en estos factores predecían diferentes Problemas de conducta.

En definitiva, consideramos que las características de cada tipo (conglomerado) aportarán un mayor conocimiento de los adolescentes, tanto de los tipos más vulnerables a los Problemas de conducta como también de los tipos que menores problemas presentan. Los rasgos de personalidad nos podrán indicar qué tipos de sujetos serán los más eficaces a la hora de no provocar conductas disruptivas por ejemplo en los centros educativos, del mismo modo que nos mostrarán a los sujetos más vulnerables a las conductas disruptivas.

Finalmente, este estudio ha sido realizado con sujetos que seguían una escolarización normal, por lo que los resultados deben ser interpretados con cautela y animamos a que posteriores investigaciones comprueben estos perfiles en muestras mucho más amplias, y que se comprueben también en estudios que incluyan también sujetos que hayan llevado a cabo actos delictivos condenados por la justicia. También consideramos se deben abrir nuevas líneas de investigación encaminadas a conocer qué papel juegan los rasgos de personalidad en problemáticas actuales como el uso problemático de internet (De Leo y Wulfert, en prensa) el de los teléfonos móviles (López-Fernández, Honrubia-Serrano, Freixa-Blanxart, 2012; Roberts y Pirog, 2013) o el ciberbullying (Hinduja y Patcchin, 2013).

 

Agradecimientos

Nos gustaría agradecer al profesor Dionsio Manga todas sus aportaciones críticas y comentarios durante nuestro periodo predoctoral. El desarrollo de este artículo se basa en una temática en la que hemos trabajado desde el año 2003 y en una metodología que el profesor Dionisio Manga nos enseñó y que ha venido desarrollando en los últimos tiempos.

 

Referencias bibliográficas

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Recibido: 14/12/2013
Aceptado: 02/02/2014

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