INTRODUCCIÓN
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son un conjunto de alteraciones graves en dicha conductas, debido a la excesiva preocupación por la imagen corporal y el miedo intenso a ganar peso, por la asociación que se esTablece de una determinada figura al éxito social y laboral. Estas alteraciones llevan como consecuencia desequilibrios tanto a nivel físico, psicológico y social, en la persona que las padece.
La etiología de estos trastornos es multifactorial, donde interaccionan diversos factores dando lugar a una noTable complejidad funcional y estructural. Se encuentran involucrados factores genéticos, cambios corporales, presión social, vulnerabilidad, insatisfacción con la imagen corporal, dietas, depresión, baja autoestima... Por tanto, diversos factores biológico-genéticos, de vulnerabilidad, características psicológicas, aspectos socioculturales, estresores, etc.1 2
Los TCA suelen iniciarse en la adolescencia, aunque progresivamente se va observando una mayor frecuencia de inicios en la edad adulta e infantil3.
Existe una gran fluctuación en los datos sobre prevalencia de estos trastornos. Se considera que en España son similares a los de los países industrializados, donde se esTablece que la AN alcanza unos valores de 0,1% a 1,5%, la bulimia nerviosa entre 1% y 3 % y las trastornos de la conducta alimentaria no especificados (TCANE) de 1,6% a 5%1 4.
El mayor porcentaje de estas alteraciones estaría en adultos jóvenes, segmento en el que entraría la población universitaria. Por sexo, destaca el sexo femenino aunque se va observando un progresivo aumento en el masculino.
En cuanto al riesgo de TCA en poblaciones universitarias españolas destacamos algunos datos de la revisión llevada a cabo por García, Solbes, Expósito y Navarro en 20125
En Cataluña, el estudio epidemiológico realizado por la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB) y Adeslas6, en la población universitaria de entre 18 y 25 años de edad, confirma que el 11,48% de la población universitaria de dicha comunidad presentaría alto riesgo de sufrir un TCA, mientras que un 6,38% podría estar sufriéndolo ya realmente.
En el estudio realizado por Sepúlveda, Gandarillas y Carrobles en 20047, con estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid, el 14,9% de los hombres y el 20,8% de las mujeres presentaban alto riesgo de padecer TCA.
Un estudio de la Comunidad Autónoma de Galicia obtuvo en sus resultados una mayor preocupación por el peso y la imagen corporal en las mujeres, presentando variables cognoscitivas y comportamentales de riesgo para la aparición de TCA8. Las chicas presentan una mayor insatisfacción con la imagen corporal y miedo a estar gorda o, incluso, a ganar peso. El 70% de las chicas y el 52,8% de los chicos quería pesar menos, resultados que hay que poner en relación con el índice de masa corporal (IMC).
Los autores advierten, en función de los resultados, sobre la importancia de crear programas de prevención dirigidos a universitarios.
Dentro de este grupo de jóvenes, hay que destacar las investigaciones que revelan las altas tasas de problemas relacionados con la conducta alimentaria y la imagen corporal en estudiantes que se preparan para la docencia9 10.
En la investigación en el área se destaca la necesidad de que este colectivo de futuros educadores posea unos conocimientos y actitudes en los temas del peso la imagen corporal y la alimentación, saludables, pues en sus manos estará la formación de los futuros ciudadanos11.
Nuestro objetivo es aportar datos sobre la prevalencia del riesgo de padecer trastornos de la conducta alimentaria, en una población significativa de jóvenes que cursan sus estudios en la Universidad de Extremadura (España).
METODOLOGÍA
Muestra
La muestra, seleccionada por conveniencia, está formada por 600 estudiantes de doce de los Grados cursados en la Universidad de Extremadura, con edades comprendidas entre 18 y 26 años. De los jóvenes evaluados, 357 son mujeres y 243 varones.
Procedimiento
Para la recogida de datos, se contactó con diversos docentes con el objetivo de pedirles autorización para aplicar los cuestionarios a sus grupos. Una vez en contacto con el grupo correspondiente, se les explicó la finalidad del trabajo y se destacó que era voluntario y anónimo. Seguidamente se dieron las instrucciones para cumplimentar los cuestionarios.
Se cumplieron los principios éticos esTablecidos en la Declaración de Helsinki para la investigación biomédica (World Medical Association, 2013) 12.
Instrumentos
Para la recogida de información se utilizó, en primer lugar, el "Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria-3. Cuestionario de remisión", (EDI-3 RF, Eating Disorder Inventory-3). En segundo lugar se aplicó el cuestionario IMAGEN.
El EDI-3 RF13, es una versión breve del EDI-3 que evalúa el riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria a través de 25 ítems de las tres principales escalas, Obsesión por la delgadez, Bulimia e Insatisfacción corporal. Son las siguientes:
Obsesión por la delgadez: mide un intenso impulso dirigido a estar más delgado o un fuerte temor a la gordura.
Bulimia: evalúa la tendencia a tener pensamientos sobre comer de forma desaforada, o a darse comilonas o atracones de comida incontrolables.
Insatisfacción corporal: valora la insatisfacción del sujeto con la forma general de su cuerpo o con aquellas partes del mismo que más preocupan a los que padecen trastornos de la conducta alimentaria: estómago, caderas, muslos, nalgas, etc.
Además de las tres escalas, el EDI-3 RF, incluye cuestiones sobre aspectos sociodemográficos, historia del peso y aspectos relacionados con los síntomas de los TCA. Es un cuestionario de remisión, para lo que incluye tres tipos de criterios a partir de los cuales se debe remitir al sujeto a servicios de salud especializados para un estudio más riguroso. Estos criterios son:
-Criterio de remisión basado en el índice de masa corporal (IMC), en comparación con las Tablas de referencia.
-Criterio de remisión basado en el IMC más la presencia de preocupaciones excesivas sobre el peso y respecto a la alimentación que mediremos con las escalas DT y B.
-Criterio de remisión basado en la presencia de síntomas conductuales indicativos de TCA.
La remisión se recomendaría al superar al menos uno de los puntos de corte fijados para ello.
Por lo tanto, el EDI-3 RF es una herramienta de cribado para la identificación temprana de TCA, pues permite iniciar cuanto antes la atención-prevención necesaria para paliar el posible problema. La adaptación española ha estado a cargo de los investigadores Elosua, López-Jáuregui y Sánchez13, utilizando una numerosa muestra de sujetos con TCA y de una muestra control de sujetos sin TCA de diferentes centros educativos de varias provincias españolas.
El cuestionario IMAGEN14, de creación española, se utiliza para la evaluación de la insatisfacción con la propia imagen corporal, que hace referencia al malestar que la persona siente respecto a su cuerpo. No existen dudas sobre la importancia de esta variable en los TCA15 16 17, de aquí su valor para la prevención o detección precoz de estos trastornos. Suficientes estudios avalan la fiabilidad y validez de la prueba.
El cuestionario IMAGEN nos permite evaluar la insatisfacción con la propia figura corporal en sus distintos componentes: cognitivo-emocional (ICE), perceptivo (IPE) y comportamental (ICL). Además nos proporciona una puntuación total (PT).
Se utiliza tanto en el ámbito clínico como educativo, de forma individual o en grupo, a partir de los 11 años.
Análisis estadístico
Obtenidos los datos por el procedimiento y los instrumentos mencionados, pasamos a su análisis descriptivo e inferencial, utilizando el paquete estadístico SPSS versión 21. Los datos obtenidos y codificados fueron recogidos en una base de datos para su análisis estadístico.
Para la estadística descriptiva se calcularon medias, porcentajes y desviaciones típicas. En el análisis inferencial, para decidir si las pruebas que se deberían aplicar serían paramétricas o no paramétricas, se realizaron distintos contrastes según los principios que se deben cumplir. Para el Principio de Normalidad, la prueba Kolmogorov-Smirnov (K-S), para el Principio de Aleatoriedad la prueba de Rachas, y para el Principio de Homocedasticidad, la prueba de Lèvene.
Como se descartó aplicar pruebas paramétricas, por no seguir alguno de los principios mencionados, se utilizaron pruebas no paramétricas: U de Mann Whitney, para comparar las medias de dos grupos; la H de Kruskal Wallis, para comparar las medias de más de dos grupos y la Prueba Post-Hoc, basadas en la T3 de Dunnet, para conocer entre qué combinaciones existen o no diferencias significativas.
RESULTADOS
1. Destacan los altos porcentajes en Obsesión por la delgadez e Insatisfacción corporal, en las mujeres respecto de los varones, y el alto porcentaje de rasgos bulímicos en los dos sexos, siendo mayor en los varones.Tabla 1.
2. Existen diferencias, en base al sexo de los universitarios de la muestra, en Obsesión por la Delgadez (DT), Bulimia (B) e Insatisfacción Corporal (BD).
El análisis descriptivo, nos muestra las diferencias por sexo de estos factores de riesgo para TCA (Figura 1,Tabla 2).

Figura 1. Medias de las puntuaciones en las tres escalas (DT, B, y BD) por sexo, en universitarios extremeños.
Se realiza a continuación el análisis inferencial. En este caso, al no cumplirse el Principio de Normalidad según la prueba de Kolmogorov-Smirnov, se aplica la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney. De dicho análisis no paramétrico, se obtiene un p<0,05 en las tres escalas.Esto nos indica que hay diferencias estadísticamente significativas, con un nivel de confianza del 95%, entre los varones universitarios extremeños y las mujeres universitarias extremeñas, en las tres dimensiones del EDI-3 RF.
La Obsesión por la Delgadez y la Insatisfacción Corporal son significativamente más altas en las mujeres, y la Bulimia es significativamente más alta en los varones de nuestra muestra.
3. Hay diferencias significativas en DT, B y BD entre los estudiantes de grados universitarios relacionados con la docencia (Educación Infantil, y Educación Primaria) y aquellos que no se preparan para la docencia, en nuestra muestra.
LaFigura 2y laTabla 3, indican los resultados de las puntuaciones medias en las tres dimensiones del EDI-3 RF. Los estudiantes de carreras relacionadas con la docencia muestran puntuaciones más elevadas en Obsesión por la Delgadez, en Bulimia y en Insatisfacción Corporal.

Figura 2. Medias de las puntuaciones de DT, B, y BD entre futuros docentes y no futuros docentes, en universitarios extremeños.
Tabla 3. Medias y Desviaciones Típicas de los futuros docente o no / DT,B,BD, en universitarios extremeños.

Seguidamente para contrastar esta hipótesis volvemos a utilizar la prueba no paramétrica, U de Mann-Whitney.
Los resultados demuestran en Bulimia (B) un valor p>0,05, puesto que analizamos con un nivel de confianza del 95%. Ello nos indica que en este caso las puntuaciones son estadísticamente similares en ambos grupos (Tabla 4).
Por el contrario, para la Obsesión por la Delgadez e Insatisfacción Corporal, se obtienen diferencias estadísticamente significativas entre las medias de datos de estas dos dimensiones, entre los futuros docentes y los no encaminados a la docencia.
DISCUSIÓN
El mayor índice de Obsesión por la Delgadez (DT) se detecta en mujeres. Ya lo afirmaban Lameiras, Calado, Rodríguez y Fernández8, en un estudio con universitarios de Galicia, en el que observaron mayor preocupación por el peso y por la imagen corporal entre las chicas.
En nuestra investigación, en esta escala (DT), un porcentaje del 40% de las mujeres supera el punto de corte para que su obsesión por la delgadez deba ser considerada un factor de riesgo para TCA. Menos de la mitad de los varones poseen este factor (17%). Un porcentaje muy alto si comparamos con los de García et al.5, utilizando el mismo instrumento (EDI-3 RF), con estudiantes de Psicología y Educación de la Universidad Complutense de Madrid. Ellos obtienen que el 11, 9% de los varones y el 29,9% de las mujeres se incluían en este grupo de “alto riesgo", en la primera escala (DT).
Asimismo, las mujeres presentan una mayor Insatisfacción Corporal (BD), con un porcentaje de 48% de ellas superando el punto de corte, frente al 27% de los varones. Ya habían afirmado otros autores18, que las chicas expresan más insatisfacción con su físico que los chicos. También lo afirman García et al5: “las chicas presentan actitudes más negativas hacia su imagen corporal (a nivel afectivo, comportamental y perceptivo), mayor insatisfacción corporal y mayor obsesión por la delgadez que sus compañeros varones".
En cuanto a la escala Bulimia, las tasas son superiores en los varones. El 42% de ellos, frente a un 32% de ellas, sobrepasan el punto de corte, a partir del que se considera que hay que remitir al sujeto a un estudio más pormenorizado para descartar o no el riesgo de trastorno de la alimentación. Se confirman nuevamente los resultados que obtuvieron García et al.5sobre la superioridad de los varones en los rasgos bulímicos. Estudios anteriores mostraban que los datos bulímicos eran superiores en las mujeres8 18. Nos planteamos la cuestión ya mencionada por estos autores, sobre si están cambiando los hábitos de alimentación de nuestros jóvenes universitarios o si se debe al uso de los distintos instrumentos de evaluación.
Encontramos diferencias significativas entre los estudiantes de las carreras universitarias que se preparan para la docencia y aquellas que no tienen este objetivo, en Obsesión por la delgadez y en Insatisfacción corporal. Esta afirmación la podemos explicar por las altas tasas del sexo femenino que cursan los grados de Educación en la Universidad de Extremadura. Ya se ha comentado anteriormente el mayor porcentaje de mujeres, respecto a sus compañeros varones, que superan los puntos de corte en estas dos escalas. Nos confirmaría este dato también, el no ser significativa la diferencia en los rasgo bulímicos, que por otro lado hemos demostrado que son más altos en los varones. Hay que seguir planteando investigaciones en esta línea, pues debemos conocer los factores de riesgo de los universitarios, sobre todo en futuros docentes, y procurar el desarrollo de actitudes y comportamientos que consoliden un estilo de vida saludable19pues en sus manos estará la formación y el cuidado de los ciudadanos, en un futuro próximo5 20.
CONCLUSIONES
Existen altos porcentajes de universitarios extremeños con riesgo de TCA. Los factores de riesgo para estos trastornos son mayores entre los estudiantes de la muestra que pertenecen al sexo femenino, con mayor obsesión por la delgadez y mayor insatisfacción corporal que el sexo masculino. Los varones sin embargo superan los riesgos de bulimia.
Aquellos estudiantes que están matriculados en títulos relacionados con la educación exhiben más factores de riesgo para ED que los estudiantes matriculados en otro tipo de títulos. En la situación opuesta están los grados de salud, en particular, los estudiantes de enfermería, posiblemente como resultado de un mayor conocimiento bio-sanitario.
Por consiguiente los estudiantes de grados relacionados con la docencia muestran una mayor Obsesión por la Delgadez e Insatisfacción Corporal que los estudiantes de grados no relacionados con la docencia, sin que haya diferencias en cuanto a Bulimia