INTRODUCCIÓN
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son causadas por bacterias, parásitos y virus que se transmiten de persona a persona por el intercambio de fluidos corporales, por contacto directo con la piel o por mucosas afectadas por la infección. Las ocho infecciones de más incidencia son sífilis, gonorrea, clamidia, tricomoniasis, hepatitis B, virus herpes simple (VHS), virus inmunodeficiencia humana (VIH) y virus del papiloma humano (VPH). El diagnóstico y el tratamiento de las ITS manifiesta dificultades debido a que la persona puede estar infectada y no presentar síntomas por lo que el paciente podría desencadenar infertilidad y/o enfermedades graves como problemas neurológicos. Por otro lado, los pacientes presentan cada vez más resistencias a los antibióticos desembocando en un grave problema para poder tratar y curar las ITS(1).
Cada día en el mundo más de un millón de personas se contagian de una ITS. Cada año, unos 6 millones de personas contraen alguna de estas cuatro ITS: clamidias, gonorrea, sífilis o tricomonas. Más de 500 millones de personas son portadoras del VHS. En EE.UU. y en Europa se reconoce que se está delante de un grave problema de Salud Pública. Des de mediados de los noventa en Europa ha habido un crecimiento constante de las ITS, destacando en España tasas superiores de nuevos diagnósticos de VIH respecto a países de la Unión Europea y de la Europa Occidental(1,2).
Las ITS de declaración obligatoria en España son las clamidias, gonococia, linfogranuloma, tricomonas, herpes, VIH/SIDA y hepatitis víricas. Los hombres presentan un número mucho más elevado de ITS en proporción a las mujeres. Según vigilancia epidemiológica, y para el caso del VIH, representan un 85,3% de nuevos diagnósticos respecto a las mujeres. El grupo más numeroso es el de hombres que tienen sexo con hombres (HSH) con el 56% de casos, seguido del colectivo heterosexual que supone un 27%(2). Las otras ITS de declaración obligatoria sufren un crecimiento exponencial y los hombres representan del 80 al 100% en sífilis, gonococia y linfogranuloma destacando también el grupo HSH(2). Según el centro de estudios epidemiológicos sobre ITS, en referencia a los países de origen, el grupo más numeroso en todos los casos es el nacido en América Latina y Caribe con valores que van del 50 al 70% respecto a los otros grupos, seguido de los nacidos en el Estado español con un 40-55%, Europa occidental 10-20% y Norte de África 0-8%(2).
El comportamiento sexual es vital para la prevalencia de las ITS. El conocimiento de la conducta de nuestras poblaciones ayuda a poder incidir y/o cambiar el comportamiento de riesgo. El conocimiento de los factores asociados es básico para poder disminuir las ITS. Los colectivos donde se producen más comportamientos de riesgo sexual es en general el de sexo hombre, destacando jóvenes entre 15 y 19 años, jóvenes adultos entre 20 y 40 años, HSH, trabajadores del sexo, bisexuales y transexuales(1,3). Se han estudiado múltiples factores asociados al uso del preservativo(4) y existen otros factores asociados al comportamiento de riesgo sexual que pueden ser muy diversos y merecen de una revisión en profundidad(5).
Se encuentran pocos trabajos donde se estudien todos los factores asociados a un comportamiento de riesgo sexual en hombres agrupados en un mismo estudio. El Modelo Precede-Proceed (PPM) es un método eficaz en los programas de salud utilizado para valorar e incentivar los cambios comportamentales. En la fase de diagnóstico educacional se selecciona los factores en los que habrá que incidir en un cambio de comportamiento: los factores predisponentes son aquellos que están ya presentes antes de la conducta, los factores habilitantes/facilitadores son aquellos que facilitan la conducta o comportamiento, siendo los factores reforzadores aquellos que ayudaran en el refuerzo del cambio de conducta(6).
Clasificar los factores con ayuda de una metodología como la que usa el método PPM ayuda a ordenar, clarificar y poder incidir mejor en los factores. Se realiza en este estudio una adaptación del PPM.
El presente estudio tiene como objetivo analizar la evidencia científica de todos los factores asociados a un comportamiento de riesgo sexual en hombres en relación al aumento de infecciones de transmisión sexual y clasificarlos de acuerdo con el Modelo PPM. La pregunta que ha guiado esta investigación ha sido: "¿Cuál es la evidencia científica existente sobre los factores asociados a un comportamiento de riesgo sexual en hombres en relación al aumento de infecciones de transmisión sexual?".
MATERIAL Y MÉTODO
Se realizó una revisión integradora (RI), debido a su capacidad agrupadora y de síntesis de la evidencia científica, contribuyendo a la profundización del conocimiento y su mejor comprensión(7).
Este estudio siguió las fases propuestas(8) por Mendes: 1º definición del tema y de la pregunta; 2º selección de los criterios de inclusión y exclusión de trabajos; 3º identificación de los estudios seleccionados; 4º categorización de los estudios seleccionados; 5º análisis e interpretación de los resultados; 6º síntesis del conocimiento y presentación de la revisión. Según Mendes, la pregunta de investigación fue organizada de acuerdo con la estrategia PICO: Población, Intervención, Comparación y Resultados. La población se refiere al género hombre; la intervención es la conducta sexual de riesgo; y el resultado son las infecciones de transmisión sexual.
Para identificar los estudios se utilizaron las bases de datos electrónicas: PubMed, WoS, CINHAL y Cochrane. La estrategia de búsqueda se formuló combinando los descriptores desarrollados en el Medical Subject Headings (términos MeSH) o Descriptores en Ciencia de la Salud (DeCS): "associated factors", "sexual risk behavior", "men", "sexually transmitted infections", combinados con el operador boleano AND y adaptados según las especificidades de cada base de datos.
Se adoptaron como criterios de inclusión: artículos cuya muestra incluya el género hombre, artículos relacionados con factores asociados a un comportamiento de riesgo sexual, artículos publicados en inglés y español, artículos publicados en los últimos años seleccionando la franja de años en que ha habido un mayor aumento de las ITS (del año 2015 al 2021). Los criterios de exclusión fueron: artículos con muestras obtenidas con anterioridad a 2015, estudios realizados en muestras de mujeres o en los que no se clasificara por género.
Para la clasificación de los artículos, se utilizó la jerarquía de la clasificación de evidencias propuestas para evaluar los estudios. Los estudios son evaluados según nivel de evidencia NE(9). Este trabajo se ha organizado en Nivel I revisiones bibliográficas, revisión retrospectiva de datos; Nivel II estudios observacionales transversales y un estudio longitudinal; Nivel III estudios transversales multicéntricos y un estudio comparativo; Nivel IV estudios intervención no aleatorizados; Nivel V estudios ensayos clínicos con intervenciones educativas y metanálisis.
Para la extracción de datos primarios se elaboró una Tabla en el programa Microsoft word 2019® conteniendo las siguientes informaciones: título, autores, país, año de publicación, nivel de evidencia, objetivos y resultados principales. Todos los artículos seleccionados fueron examinados por dos investigadores de manera independiente y se analizó los diferentes factores asociados a un comportamiento de riesgo, llegando a un consenso mediante una reunión y en caso de discrepancia se consultó con el tercer investigador.
RESULTADOS
En la búsqueda inicial de la RI se identificaron 151 artículos aplicando los criterios de selección de artículos en inglés y español, publicaciones del 2015 al 2021. Después de la aplicación de exclusión de artículos duplicados, estudios con muestras sin la aparición del género hombre y estudios no referentes a la pregunta orientadora se descartaron 128 artículos siendo 23 artículos los seleccionados como puede observarse en la (Imagen 1).
El diseño de los artículos de investigación se divide en siete estudios observacionales transversales, uno longitudinal, un estudio analítico comparativo, dos estudios transversales multicéntricos, tres estudios intervención no aleatorizados, cuatro ensayos clínicos con intervenciones educativas y cinco revisiones entre los que se encuentran revisiones bibliográficas, metanálisis y revisión retrospectiva de datos.
En relación a la caracterización de los artículos incluidos en la muestra final de la revisión integradora, el año de publicación de los estudios fue de 2015 (n=2), 2016 (n=2), 2017 (n=4) y los tres últimos años 2018, 2019 y 2020 (n=5) en cada año. El lugar donde se realizan los estudios destaca 8 estudios procedentes del Norte de América, 12 estudios procedentes de Europa en los cuales 4 son de España y un estudio asiático.
En la Tabla n.1 se indica una descripción general según los artículos incluidos sintetizados en autor, año de publicación, país, estudio, muestra, nivel evidencia, objetivo y resultados principales/conclusiones.
Tabla 1. Síntesis de los artículos seleccionados según autor, año de publicación, país, estudio, muestra, nivel evidencia, objetivo y resultados principales/conclusiones(12,14,18,21,24,29).

Tabla 1 (cont). Síntesis de los artículos seleccionados según autor, año de publicación, país, estudio, muestra, nivel evidencia, objetivo y resultados principales/conclusiones(12,14,18,21,24,29).

Tabla 1 (cont). Síntesis de los artículos seleccionados según autor, año de publicación, país, estudio, muestra, nivel evidencia, objetivo y resultados principales/conclusiones(12,14,18,21,24,29).

Tabla 1 (cont). Síntesis de los artículos seleccionados según autor, año de publicación, país, estudio, muestra, nivel evidencia, objetivo y resultados principales/conclusiones(12,14,18,21,24,29).

DISCUSIÓN
La discusión de los resultados obtenidos se realiza según la adaptación a la metodología del modelo Precede-Proceed y se tuvo también en cuenta los factores sociodemográficos:
Factores predisponentes o predictivos de la conducta
Los estudios de Maxwell, George o Bermúdez(19,20,22) destacan el factor de uso de drogas/abuso de substancias y/o alcohol para encuentros sexuales, considerado como positivo en numerosos colectivos. González-Baeza añade el consumo de drogas como el factor más importante que precede a las relaciones sexuales sin protección(17). El factor múltiples parejas lo destaca Platteau(23) presentarse asociado a un mayor uso de drogas y al diagnóstico reciente de una ITS ambos factores muy asociados a mantener relaciones sin preservativo. Vasilenko(3) destaca en su trabajo el factor predictivo de diagnóstico reciente de ITS en el que indica que aumenta las posibilidades de volver a contraer otra ITS. El estudio de Traeger(28) nombra el factor de las personas que acceden a la profilaxis post exposición (PPE). Ballester también indica que la orientación sexual como transexual, homosexual, bisexual constituye otra causa que influye en el riesgo de contraer ITS igual que el estigma y la poca facilidad en el acceso a la sanidad, dos factores que muchas veces van relacionados, dificultando a su vez el acceso a la información, intervención o prevención de las ITS(13). Deogan destaca que el uso de aplicaciones o internet para conocer parejas sexuales es otro factor que conlleva la no utilización de preservativo y se asocia a otros factores como múltiples parejas y el diagnóstico reciente de una ITS(5) y según Llewellyn los factores como padecer un trastorno de salud mental o la confianza en la relación sanitario-paciente también influyen como factor facilitador de ITS(26).
Los factores habilitantes o facilitadores de la conducta
Los factores relaciones sexuales sin protección y el intercambio de jeringuillas son los factores facilitadores claves en la conducta. Estos factores son consecuentes a todos los factores predisponentes, aparecen sobre todo con el factor consumo de drogas que se utiliza actualmente en un contexto relacionado a relaciones sexuales(17,19,20).
Los factores reforzadores de la conducta
Los factores que incentivan el cambio de conducta y aseguran su continuidad, según la mayoría de los estudios, que concluyen como necesarios para contribuir a disminuir la prevalencia de las ITS, son el diagnóstico precoz con la realización de pruebas diagnóstica de ITS, la utilización de la PrEP y las intervenciones educativas(22,27,28)
Los factores sociodemográficos
En el factor edad, no existe un consenso entre los diferentes autores y va en relación según el lugar y la población estudiada. La franja de edad oscila en todos los estudios entre 18 y 40 años. Esser o Vasilenko estudian poblaciones HSH y es en los jóvenes entre 18 y 25 años los que tienen mayor riesgo de padecer ITS(3,15). Martínez y Achterbergh estudian el mismo colectivo y consideran que el aumento de ITS se produce en los 30 años o más, con una media de edad de 35años(11,16). Según Ballester la mayor tasa de infección por VIH se produjo antes de los 30 años, con una media de 36 años destacando que el 46,5% presentaron diagnósticos tardíos(10). En general tener un nivel bajo de estudios disminuye los conocimientos sobre las ITS y como consecuencia aumenta el riesgo. Otro factor destacado en los trabajos es la migración: los hombres latinos nacidos en América Central y Sud-América son el grupo más numeroso en tener ITS en España y en determinados lugares de USA, le siguen los nacidos en el Estado español, Europa occidental y Norte de África(11). Otros colectivos destacados son los trabajadores de sexo y transgénero que padecen un tanto por ciento muy elevado respecto a la población general de contraer infecciones de transmisión sexual(13)
La mayoría de los estudios analizados tienen limitaciones en la muestra estudiando a todas las personas que quieren participar en el estudio sin un cálculo muestral, otra limitación sería sobre investigar en poblaciones muy específicas de un determinadolugar(15,20). Si que cada vez en los estudios más recientes se observa mayor rigurosidad y así mismo se incrementa el número de publicaciones con el paso de los años debido al problema real de incremento exponencial de las ITS que hemos citado anteriormente(25,30).
CONCLUSIONES
Los factores de riesgo predisponentes a un comportamiento de riesgo sexual son: uso de drogas, alcohol, múltiples parejas, diagnósticos recientes de ITS, administración de la PPE, orientación sexual, estigma, acceso a la sanidad, uso de internet para buscar personas para mantener relaciones sexuales, problemas de salud mental y comunicación sanitario-paciente.
Los factores de riesgo facilitadores/habilitantes identificados son: relaciones sexuales sin protección e intercambio de jeringuillas.
Los factores reforzadores de cambio de conducta fundamentales son: el diagnóstico precoz, la utilización de la PrEP e intervenciones educativas y/o programas de salud. Todos estos factores se tienen que considerar en un contexto socio demográfico y cultural como la edad, país de origen, migración, trabajo o nivel de ingresos y nivel de estudios.
La disminución de la prevalencia de las ITS se puede mejorar conociendo todos los factores asociados a un comportamiento de riesgo. La clasificación de los factores asociados según la adaptación al método Precede-Proceed clarifica y ayuda a la incidencia de las ITS. El conocimiento y los factores asociados al aumento de ITS son la base de los programas de salud y las intervenciones educativas.
Se necesitan más investigaciones sobre el conocimiento de ITS y factores asociados, no sólo de poblaciones consideradas de riesgo, sino de otras poblaciones donde también se contagian por una o varias ITS. Estudios que demuestren la eficacia de intervenciones educativas en diferentes poblaciones junto con el diagnóstico precoz son la llave para lograr la disminución de las ITS.