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Sanidad Militar

versión impresa ISSN 1887-8571

Sanid. Mil. vol.76 no.2 Madrid abr./jun. 2020  Epub 01-Feb-2021

https://dx.doi.org/10.4321/s1887-85712020000200001 

EDITORIAL

Sanidad Militar ante la crisis de la COVID-19

Military Health in the face of the COVID-19 breakdown

AR Conde-Ortiz1 

1General de División Médico. Inspector General de Sanidad de la Defensa

En marzo de 2020 España comenzó a sufrir una situación excepcional por el rápido contagio entre los ciudadanos del coronavirus COVID-19, que en nuestro país ha provocado miles de fallecimientos, colapsos en el sistema sanitario y la declaración del estado de alarma. El patógeno se detectó por primera vez en Wuhan (China) en diciembre de 2019. La valoración clínica inicial en China hacía pensar en una enfermedad parecida a la gripe con unas frecuencias de cuadros graves que no superarían el 10 por ciento del total de afectados.

Desde el punto de vista sanitario esta crisis tiene unas características muy diferentes a otras epidemias de los últimos años. En primer lugar, se inicia en un territorio definido y a pesar de los esfuerzos por su contención se extiende de manera progresiva y gradual a la mayoría del planeta. En un principio, todo hacía pensar en una epidemia restringida a la zona de su inicio y a áreas colindantes, como había sucedido con el SARS (síndrome respiratorio agudo severo) del año 2002 con origen en la región de Cantón (China) o el MERS-Cov (síndrome respiratorio de oriente medio provocado por coronavirus) del año 2012 con origen en Arabia Saudí. Sin embargo, no se pudo evitar el salto de fronteras y la rápida difusión de la epidemia.

La pandemia de la COVID-19 representa un gran reto para la Sanidad Militar exigiendo la utilización de sus capacidades de la forma más rápida, segura y eficaz. Ello ha requerido su adaptación a las particularidades y dimensión sanitaria que demanda la lucha contra esta epidemia en el contexto colaborativo marcado por la «Operación Balmis» —activa desde el 15 de marzo del 2020—. Antes del establecimiento de esta Operación, en el mes de enero, ya la Sanidad Militar había intervenido en el aislamiento preventivo de los españoles procedentes de Wuhan (China), punto de origen de la infección actual, efectuado en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla durante un periodo de catorce días.

La Sanidad Militar ha dado una respuesta con inmediatez y eficacia a este reto en base a su preparación específica, adiestramiento, espíritu de servicio y, sobre todo, a los planes de contingencia sanitaria previstos en sus protocolos de actuación para brotes epidémicos en cuyas actuaciones tuvo un protagonismo relevante. Fue primero en la epidemia de Gripe A H5N1 con un brote en la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares en el año 2009, procediendo al aislamiento del personal perteneciente a la misma, proporcionando apoyo en personal sanitario, medicamentos y material sanitario de acuerdo a un plan sanitario prestablecido para dicha contingencia. En segundo lugar, fue en la epidemia del virus del Ébola en África en el año 2014 con las aéreo-evacuaciones de enfermos en traslados medicalizados en cámaras de aislamiento individual aséptico y la adquisición de material sanitario de aislamiento, protección y desinfección como reserva para afrontar la posible propagación de la epidemia. A consecuencia de esta epidemia se creó, con visión de futuro, la «Unidad de Aislamiento de Alto Nivel (UAAN)» en la planta 22 del Hospital Gómez Ulla operativa desde el año 2016. Para dar respuesta adecuada a la pandemia del COVID-19, Sanidad Militar desarrolló un «Plan de Activación» de personal, medios, infraestructuras, recursos, centros y unidades que definía, así mismo, su articulación operativa con el objetivo de responder de una forma inmediata y eficaz al desafío sanitario que representa la pandemia. Ello ha implicado el trabajo conjunto de toda la Inspección General de Sanidad y su Red de Centros, de las Unidades y personal de Sanidad del Ejército de Tierra, del Ejército del Aire, de la Armada y de la Unidad Militar de Emergencias, coordinados por el Mando de Operaciones, conductor final de la «Operación Balmis».

Aunque la lucha contra la pandemia del COVID-19 se ha centrado preferentemente en la labor asistencial, concentrándose el esfuerzo en el Hospital Central de la Defensa «Gómez Ulla» y en el Hospital General de la Defensa «Orad y Gajías», también se realizan labores de apoyo sanitario especializado a través del Centro Militar de Farmacia de la Defensa, del Centro Militar de Veterinaria de la Defensa, del Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa, del Centro de Transfusión de las Fuerzas Armadas y de la Unidad de Psicología de la Inspección General de Sanidad.

Además participan en esta lucha contra la pandemia del COVID-19 las Unidades de Sanidad pertenecientes a otros Ejércitos, a la Armada y a la Unidad Militar de Emergencias (UME) con sus medios y personal, en labores preferentemente de refuerzo sanitario. Destacan la Brigada de Sanidad (BRISAN) del Ejército de Tierra, la Unidad Médica de Apoyo al Despliegue Aéreo (UMAAD) y la Unidad Médica de Aéreo-evacuación (UMAER) del Ejército del Aire, El Buque Galicia de la Armada y el Laboratorio de Identificación Rápida (LABIR) de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

A lo largo de su Historia la Sanidad Militar ha desarrollado una importante labor investigadora con descubrimientos e innovaciones que han tenido como resultado nuevos medicamentos, material sanitario, protocolos y procedimientos en el campo de la Sanidad de gran trascendencia que han resultado muy útiles no solo a la Sanidad Militar sino también a la Sanidad en su conjunto.

Esta labor continua de investigación, desarrollo e innovación de la Sanidad Militar también es asumida en esta lucha contra el COVID-19. Así, el Centro Militar de Farmacia de la Defensa desarrolla nuevos medicamentos y productos sanitarios, el Centro de Transfusiones de las Fuerzas Armadas a través del Instituto de Salud Carlos III participa en un estudio de suero hiperinmune, el Centro Militar de Veterinaria de la Defensa con su laboratorio de Biología Molecular realiza pruebas RT-PCR.

En todo el conjunto de Unidades, Centros, Organismos y Servicios de Sanidad Militar se protocolizan y se renuevan procedimientos sanitarios específicos, adaptándolos a los requerimientos exigidos para esta lucha contra el COVID-19, en base a la casuística sanitaria, real o estimada, aplicando siempre en su desarrollo métodos de trabajo con rigurosos criterios científicos.

Como Inspector General de Sanidad de la Defensa, deseo expresar mi reconocimiento y gratitud a todo el personal sanitario y no sanitario, implicado en la lucha contra el COVID-19 de primera línea, por su entrega, sacrificio, abnegación y generosidad recordando un viejo aforismo de la Sanidad Militar:

«Las personas más fuertes no son las que siempre ganan, sino aquellos que peleando su propia batalla, eligen ayudar a otros por encima de cualquier circunstancia».

Recibido: 19 de Junio de 2020; Aprobado: 23 de Junio de 2020